Capítulo unico: ¿Por qué?

No la ha dejado en paz.
Durante todo el día esa niña no la ha dejado en paz, la ha visto desde que salió de su hogar, desde que se subió a la micro, desde que llegó a la escuela, desde que se fue de esta, incluso desde que volvió a entrar en su casa. Nadie dice nada sobre ella, y ella tampoco habla, sólo observa, mas no se hace más que ignorar su presencia.
Pero no importa cuanto tiempo la ignore, ella sigue allí, sigue observando.

—¿Por qué? -hizo ruido por primera vez desde que apareció. Por fin logra captar la atención de la perdona que observaba.- ¿Por qué me ignoras?

A Quien mira se levanta de su cama, pero en lugar de responder, no hace más que pasar de ella dejando el cuarto. Con un rostro inexpresivo la niña le sigue, nuevamente no hace más que mirar.

—¿Por qué? -retomó la pregunta, esta vez ni una mirada se ganó- ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué? -hablaba con una insistencia que su voz no demostraba. Otra vez había silencio.

La chiquilla siguió allí, día tras día, estaba presente al despertar, estaba presente al dormir, cuando salía, cuando volvía. La familia que reside dentro del departamento no pregunta por ella, sólo una persona la miraba, pero no le hablaba, y ella seguía preguntando el porque su existencia no era tomada en cuenta. Hasta que una vez salió de ella una pregunta diferente.

—¿Me odias?

La sorpresa tomó lugar en el rostro de la contraria quien a paso lento se le acercaba mientras la menor continuaba hablando.

—¿Es así? -habló cambiando su tono monótono.

La mayor de las presentes había tomado lugar en frente de ella, incluso se había puesto a su altura para darle la cara adecuadamente.

—¿Por qué me odias? Dime. -pidió mirando a la mayor a los ojos.- ¿Por qué me odias? -continuaba hablando, la contraria soltó un suspiro. Sus manos comenzaron a moverse hasta posarse sobre sus hombros, mas no se quedaron allí mucho tiempo, comenzaron a dirigirse con lentitud a aquel pequeño cuello sin darle un respuesta. Lo había rodeado completamente para luego notar como se comenzaba a ejercer presión.- Responde.

Silencio. No hubo más que silencio en esa escena donde se observaba que el agarre de la mayor se volvía más fuerte, sus ojos no sólo expresaban el desagrado por la existencia de la pequeña criatura, sino que también porque su rostro no cambiaba en absoluto. No veía que le costara respirar aunque apretaran su cuello, no había resistencia, no había una mirada desesperada por apartarse, no había nada.

—Dilo ya. -Su voz ni siquiera estaba rota, su mirada no ha cambiado a comparación de la que pertenecía a su contraria, en la cual comenzaba a aparecer el odio.

Fuerte, el agarre era más fuerte ante cada palabra que salía de su boca, quiere callarla, necesita callarla, debe callarla.

—Hazlo. Dime, dime, dime, dime, dime -Hablaba con prisa, su tono cambiaba, habla más fuerte, era más insistente.- ¿Por qué?, ¿Por qué?- Mientras más hablaba, algo extraño pasaba. Crecía, la niña crecía, perdía su tono aniñado, su tamaño aumentaba, sus rasgos cambiaban, pero sus ojos y expresión permanecían iguales, tan planos, tan vacíos.- ¿Por qué? Dime - Poco a poco sus manos se mueven- Sólo. -con lentitud sus manos rodean el cuello mayor sin tocarlo completamente, sus dedos rozan a quien interroga, con paciencia lo envuelve, con tal delicadeza que llegó a aparentar ser una caricia.- Hazlo -habló tan suavemente que no podía compararse a la fuerza con la que sostuvo a la mayor. Un quejido salió en el acto. La anteriormente infante miraba fijamente la mirada castaña que con el ceño fruncido intentaba aguantar todo lo que podía. Eran tan diferentes a pesar de estar en la misma situación.
Una respiración tan calmada junto a una tan pasada.
Unos ojos tan vacíos junto a otros que aún en dificultad mostraban su desprecio.

— Por favor... -pidió de mejor manera a pesar de que sus acciones no eran las más apropiadas para ese intento de cortesía.

—Ahg... -no podía respirar, pero su fuerza no disminuía.

Una voz tan suave, tan calmada
Junto a una tan rota y agotada

—Por favor, dime... I...—Trató de recurrir a su nombre, pero pudo nombrarla.

—T... -Un intento de respuesta salió de su boca. La menor la miró atentamente, por fin le dirigiría una palabra, una oración.- Te... O- su aliento era entrecortado, sus manos sujetaban con mayor fuerza a quien sólo de dedicó a preguntar.- Te odio... P— No aguantara mucho tiempo, debe hablar, aún con dificultad, debía decir la verdad... A quien tiene un rostro que aunque no se mencionó, era tan conocido por ella.- Porque... -sólo un poco más, no sólo terminará de hablar, en poco tiempo uno de los cuellos se romperá.- Porque tú... -Ya casi- eres... -su voz se quebraba mientras la de rostro inexpresivo por fin mostraba dificultad respiratoria, si con su respuesta puede romperla, la destruirá en más de mil pedazos sin siquiera dudarlo.- Yo...

Un cuerpo cayó al suelo, orbes castaños eran testigos que no apartaban su vista, por fin se había ido, obtuvo lo que quería, ya no molestará más, no encontrará su mirada otra vez. Por primera vez en mucho tiempo la fémina sonrió, se sentía bien, tan tranquila, incluso libre. La curva de sus labios se ensanchó mientras una clara risa escapaba de ella, era lo único que se escuchaba en aquel casi vacío departamento.

Fin.

Nota: No estoy segura de porque lo escribí, pero la verdad fue interesante Xd, aunque pudo terminar mejor. Espero y me digan qué les pareció.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top