Páginas perdidas
Las calles no están cubiertas de nieve, solo de suciedad. No es verdad que hayan luces o música en las avenidas de Ciudad Gótica. Con todo el caos de las últimas semanas, en el ambiente no se respira otra cosa que no sea violencia y la verdad es que ya nadie piensa en la Navidad. No sé si hay mentiras buenas o malas. Solo sé que a veces hay mentiras que son necesarias.
Recuerdo las cosas que encontré en los registros de Penny. Había una solicitud de adopción, recortes de periódicos con la historia de Arthur y los resultados de varios estudios realizados a Penny, donde entre otras cosas mencionaban una lobotomía. Por otra parte, no mencionaban mucho más acerca de Arthur y debo suponer que esa carpeta se perdió. Quizás Arthur la destruyó. No recuerdo todos los detalles. El impacto de lo que vi ahí fue demasiado fuerte. Es posible que hubiera en ahí alguna pieza de información que pudiera ayudarme a entender lo que aún no comprendo del todo? Algo que podría ayudarle a Arthur a conocer la verdad acerca de su pasado? Porque ciertamente hay algo en todo esto que no concuerda. Si las autoridades supieron del maltrato que sufría Arthur de niño, si intervinieron en su caso y lo encontraron en aquel apartamento, con las manos atadas a un radiador y con obvias señales de abuso físico, por qué lo devolvieron a ese ambiente? Por qué el servicio de protección infantil no le quitó la custodia a Penny? Parece que el caso hubiese quedado abandonado, olvidado por los medios y las autoridades. Pero por qué razón? Y a todo esto se le suma algo más. Si Penny era de escasos recursos, no contaba con el soporte financiero de un hombre y sobre todo, si era tan inestable mentalmente, por qué se le concedería la adopción de un niño en primer lugar? Hay algo en esa historia que no termina de convencerme. Los archivos de Penny dejan muchos cabos sueltos. Siento que la respuesta está ahí, pero no logro verla. No logro ver la imagen completa. Hay una pieza que aún no aparece y presiento que es la clave para resolver todas las preguntas que aún no tienen respuesta. La información que me falta tiene que estar en el archivo del propio Arthur.
- Señor, necesito su ayuda. Escúcheme, le pagaré si es necesario.
El hombre que ya me conoce me mira estupefacto.
- Por favor, guarde su dinero.
Se asegura de que nadie esté en los pasillos y vuelve a dirigir su mirada hacia mí.
- Qué es lo que necesita?
- Registros…necesito los registros del caso 4478.
- Me temo que no los tengo aquí. Al ser un caso abierto actualmente, la doctora Kane guarda esa documentación en su oficina.
- Cuál es su nombre?- le pegunto.
- El mío?
- Si.
- John.
- Escuche. Usted conoce este caso. Sabe de quién le hablo, cierto?
- Del Joker…
- Así es. Lo que le espera es una sentencia de muerte. Pero esos registros podrían contener información que de alguna forma le ayude a su caso. Si no para salvarle la vida, por lo menos para conocer la verdad antes de ser ejecutado…
John me mira por un rato. Parece ser un hombre bueno.
- Por favor John, ayúdeme. La doctora Kane no me dejará revisar esos documentos. Hay otra forma de conseguirlos? No quiero llevarme nada, ni siquiera sé si realmente hay algo ahí que me sirva, pero debo intentarlo. Solo necesito ver lo que hay ahí. Por favor…
John vuelve a mirar hacia ambos lados. Una mujer encorvada, de baja estatura, de quizás 60 años y anteojos con gruesos vidrios camina silenciosamente por el pasillo. Carga un montón de archivadores que parecen demasiado pesados para alguien de su edad y tamaño y la veo desaparecer en la oficina de al lado. John espera a que cierre la puerta detrás de ella.
- La doctora ya debe estar de salida. Espere aquí. Veré qué puedo hacer.
Espero por varios minutos. Ya es tarde pero es mi última oportunidad de conseguir algo de información antes de ver a Arthur el martes que viene. El juicio se aproxima y el tiempo está en mi contra. Y es así que espero. Espero. Y espero…
Y de pronto, casi una hora después, lo veo regresar. Y trae algo en sus manos.
- No tenemos mucho tiempo. – me dice en voz baja. – Debo regresar esto antes de la hora de salida. Tenemos quince minutos.-
Coloca un archivador grueso entre mis manos y señala la puerta del baño que está al final del pasillo.
- Por favor, dese prisa!
Me apresuro y me encierro en aquel baño donde afortunadamente no hay nadie más. Tengo poco tiempo. Hay muchos papeles. Empiezo por los últimos. Notas, copias, documentos…registros recientes, nada que llame mi atención. Hay recortes de periódicos recientes con imágenes de los sucesos de las últimas semanas, algunos documentos legales y datos de la investigación sobre los homicidios. Pero son todas cosas que ya sabía. Qué ocurrió antes? Y entonces veo algo que aún no había notado. Bordes de páginas antiguas. Pero cuando las abro, veo que no son hojas completas. Son solo bordes. El resto del papel ha sido arrancado. Y en el borde quedan solo estas letras: Arthur Fleck, 1956.
Qué es ésto? 1956. Arthur tendría 8 años. Qué es lo que arrancaron de aquí?
Hay restos de páginas arrancadas. Algo ha sido quitado de aquí a propósito. Por qué motivo? Qué había aquí? Y sobre todo…quién? Comienzo a entender que la clave no está en aquello que hay aquí, sino aquello que falta.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Restos de páginas es lo que queda en mi libreta. Las hojas que arranqué fueron demasiadas. Las que quedan, las he leído releído ya cien veces. Sigo buscando en ellas algún recuerdo olvidado. Mis propias palabras encierran algo más de lo que estoy viendo? Pero mi cabeza es un laberinto en el que hay más cada vez más preguntas y menos respuestas.
- El juicio es en dos semanas. Hablemos de tu madre.
No sé qué hacer con el primer dato y la segunda sugerencia es un imposible.
- No tengo madre. Nunca la tuve.
- Hablemos de Penny entonces.
- Qué quiere saber sobre ella?
- Pues, la investigación apunta a que…
- No se molesten en investigar. Pueden preguntarme y les responderé. Yo la asesiné.
La doctora Kane se queda muda.
- Qué le sucede, doctora? Me pidió que le dijera la verdad y se la estoy diciendo.
Las personas piden una cosa y sin embargo siempre esperan otra.
- Por qué se sorprende? Usted ya sabía todo esto, no es así?
- Me sorprende que lo digas sin siquiera parpadear.
La miro fijamente a los ojos.
- Sabe lo que es tener una voz en su mente que grita constantemente? Imagine pedazos de vidrio insertados en cada rincón de su cerebro. Imagine un dolor constante en el interior de su cabeza. No puede dormir, no puede pensar, no puede ni siquiera gritar. Las voces gritan pero usted no cuenta con el privilegio de desahogarse gritando también. Solo puede reír.
Río un poco y mis hombros se sacuden ligeramente.
- Cuando maté a Penny esa voz por fin se calló. Y por primera vez en mi vida me sentí libre…
- Arthur, si dices esto delante de un juez, jamás serás libre.
- Se equivoca, doctora. Incluso preso aquí soy más libre ahora de lo que fui jamás. Las cadenas que me puso Penny fueron más fuertes que los barrotes de cualquier prisión. No importa lo que me suceda, nunca estaré peor de lo que ya estuve. Ya he estado en el fondo del abismo y es por eso que ya no le tengo miedo.
- Acabamos por hoy.
Los minutos junto a Sophie que siguen a continuación parecen más cortos que nunca.
- Creo haber encontrado algo. Pero necesito más tiempo.
Presiento que tiempo es algo que no tenemos, pero asiento de todos modos.
- Gracias, Sophie.
- Cómo te fue a ti, Arthur? Pudiste recordar algo más?
- Sí, de hecho…tengo este recuerdo un tanto confuso en mi mente, algo de mi infancia. Recuerdo estar de pie en un lugar que no sé en dónde queda. Es como un parque, hay muchas personas y estoy solo. Estoy buscando A Penny, o mejor dicho, estoy esperándola. Es como…como si me hubiera olvidado ahí…o como si me hubiera perdido. Eso es todo lo que recuerdo…
- Recuerdas qué sucedió luego? Cómo la volviste a encontrar?
- No…
Me doy cuenta de que es un recuerdo completamente inútil. No encierra nada.
- Pero cada vez que pienso en eso, recuerdo al novio de Penny. Al estar con él, se olvidaba por completo de mí. Quién era ese hombre y por qué era tan importante para ella?
Sophie no tiene la respuesta a esa pregunta. Nadie la tiene. Quizás ni siquiera Penny sabría responder.
Sophie… cada vez que te veo en este lugar, no puedo evitar preguntarme…qué haces aquí junto a mí?
No lo entiendo, pero me alegra verte y me hace pensar que debe haber algo bueno en mí que te ha hecho regresar una vez más. Después de todo, has venido hasta aquí...
No has buscado a un hombre ni fuerte ni apuesto.
Me has mirado a los ojos. Y en tus labios mi nombre me suena hermoso.
En mis manos no hay dinero ni tampoco un futuro cierto. Hay heridas. Y como ves, hasta el tiempo se me escurre entre los dedos.
Pero sé que algún día romperé el último eslabón de las cadenas que me aún atan y en la orilla de este desierto las dejaré botadas, donde no serán más que un amargo recuerdo. Y en alguna parte sobre ese horizonte que todavía no logro ver, encontraré un mar para navegar de regreso hacia ti. Ya no como un preso o como un asesino, ni como un payaso, sino como un hombre. Un hombre libre.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top