Capítulo 40
-...in-Chan...- Algo me removió levemente.
-Shin-Chan... Despierta...- Me giré tapándome con las sabanas.- Si no despiertas no podrás oír las predicciones de Oha Asa.
-Buenos días.- De un movimiento me senté en la cama, cosa que hizo que Takao riera.
-Sabía que despertarías así.- Ladeó la cabeza acercándose a mí, besando la punta de mi nariz.- Te hice el desayuno.
-¿El desayuno te incluye a ti?- Una risa más fuerte acompañada de un dulce sonrojo salió de Takao.
-A mi llevas una semana desayunándome.- Takao se sentó en mi regazo, pasando sus brazos alrededor de mi cuello.- Aunque... Un día más tampoco hará daño.- Elevó su mentón, dejándome un fácil acceso a su cuello, el cual no tardé en empezar a besar.- Pero hoy no te lo pondré tan fácil... Si quieres comerme, antes tendrás que atraparme.- Sin darme tiempo a ni si quiera abrir la boca, Takao empezó a correr fuera de la habitación.
El antiguo Shintaro, hubiera gritado que eso era una estupidez y que no pensaba hacerlo, pero el Shintaro que pasó seis años sin su Takao, amaba cada una de sus locuras por extrañas que fueran.
Esbozando una leve sonrisa, corrí tras él, llegando en apenas un par de segundos hasta el pasillo donde Takao me estaba esperando. Volvió a correr al verme, sin dejar de reír en ningún momento. No fue hasta que llegó a la entrada, donde al fin pude agarrar su cintura haciéndole caer debajo de mí, agarrando sus muñecas.
-¡No ayuda!- Gritó Takao riendo.- ¡Me atrapó un pervertido!
-C-Cállate... L-Los vecinos podrían mal pensar.
-¡Que mal piensen y sepan que Shintaro Midorima es un pervertido!- Antes de que siguiera gritando, junté nuestros labios, cosa que hizo que Takao se relajara un poco.- Está bien...- Otro beso.- Como me atrapaste te dejo disfrutar de tu desayuno.- Con aún una leve sonrisa en los labios, empecé a desabotonar la camisa de Takao a la vez que besaba su torso. Era realmente una suerte que mi hermana se hubiera ido unos días con mis padres para dejarnos intimidad a mí y a Takao. Entre beso y beso, dejaba alguna que otra mordida en aquel perfecto torso que tenía, cosa que hacía que Takao riera.
-Vamos a ver... Podría desayunarte con sirope.- Lamí el lóbulo de su oreja.- O... Con nata.- Takao rió avergonzado, cosa que me obligó a besar sus labios.- O mejor, puedo probar cada rincón de ti, ¿No?- Ese leve sonrojo en el rostro de Takao, aumentó hasta apoderarse de todo él. Besando sus mejillas, acaricié su torso consiguiendo que Takao se estremeciera.
-¿No prefieres desayunar en la cama?- Besó mis labios.
-... Sí.- Cargué a Takao por los muslos, llevándolo entre tropiezos de nuevo a mi habitación. Senté a mi "desayuno" en mis piernas, él rodeó con las suyas mi cintura, dejando leves mordidas en su cuello.
-Mhm... Shin-Chan esta tarde... Tienes que ir a la universidad y si seguimos así... Vamos a acabar mal.- Takao gimió aferrándose a mi espalda.
-No importa... Por un día no pasará nada si falto.- Me acerqué a sus labios.- Además yo...- Sonó el teléfono de Takao.- Cógelo.
-V-Voy...- Alargó su mano hasta la mesilla, agarrando el teléfono. Leyó el mensaje un par de veces, para después torcer su labio y volver a dejar el teléfono.
-¿Ocurre algo?
-No es nada...-Sonrió falsamente.
-Takao... ¿Quién era?
-M-Mi madre... Me preguntó cuándo volvería con ellos.- Al oír eso, una duda surgió en mi mente. Kaori me había contado todo lo que pasó con Kylie el tiempo en que Takao estaba en Nueva York, pero no me había contado como ni porque habían vuelto a Japón.
-Nunca me contaste porque volviste a Japón.
-N-No fue nada... C-Cosas típicas... Todos nuestros familiares viven aquí y... Estabas tú y mis amigos...- Desvió la mirada hacia el suelo.
-Mentiroso.- Busqué su mirada con la mía, besando sus labios en el proceso.- ¿Qué ocurrió?- Takao tragó saliva.
-P-Pillaron a mi padre robando en el trabajo hace cuatro años... O-Obviamente le despidieron. C-Como mi madre no encontraba trabajo en ningún lado yo dejé los estudios y me puse a trabajar... En cuanto Kaori tuvo la edad suficiente también empezó a trabajar. C-Como pudimos nos mantuvimos durante dos años pero... Mi padre empezó a beber. A beber demasiado. Primero pensamos que sería algo puntual pero... Empezó a gastarse lo poco que teníamos en alcohol... Hasta que llegamos a un límite. Mi hermana le amenazó con que nos iríamos de casa, pero mi madre se negaba a abandonarle. Ella pensó que tan solo sería puntual... Pero después de un año aún seguía igual. Apenas teníamos comida y mi madre pensó que si volvíamos a Japón sus hermanas nos podrían ayudar económicamente... Gracias a cierta fresa pudimos volver... Aunque ahora le debo mucho dinero.- Takao levantó la cabeza, sonriendo levemente.- Pero ahora ya todo está bien, ahora que por fin ya volvemos a estar en casa.- Me abrazó con fuerza, hundiendo su rostro en mi cuello, permitiéndome sentir como aunque intentaba evitarlo, sus ojos se humedecían un poco. Correspondí a su abrazo, llenando de besos su hombro.
-Llevas mucho tiempo siendo fuerte, ¿Verdad?- Takao mordió su labio inferior aferrándose con más fuerza a mi cuerpo, dejando ir unas leves lágrimas que rodaron por mi hombro. Le separé de mí, limpiando sus lágrimas y besando su pequeña nariz.- Pero tú mismo lo dijiste, ahora ya está todo bien, ahora que vuelves a estar aquí, ya está todo bien.- Takao asintió, abrazándome de nuevo.
-Te amo Shin-Chan.- Un ligero rubor surgió en mis mejillas.
-Yo también Takao.
-S-Siempre te he amado Shin-Chan, siempre.- De nuevo sentí como sus lágrimas rodaban por mis hombros. Sabía que ese era el momento.
-Lo se Takao.- Le volví a separar, limpiando de nuevo su rostro.- ¿Estas bien?
-L-Lo siento.- Takao bajó la mirada mientras sus lágrimas no habían más que caer.- Y-Yo... T-Te engañe.- Apretó sus dientes sollozando.- Ha-Hace cinco años... Y-Yo casi lo hice con Kylie... E-Estaba solo y... N-Necesitaba verte y t-tenia tanto miedo que... L-Le besé y e-entonces él y yo ca-casi lo hacemos... D-De verdad que yo te amo Shin-Chan... Yo te amo mucho... N-No llegué a intimar con él p-pero... S-Si ahora quisieras... Que me alegara de ti y me odiaras yo... Lo entendería.- Aún con la cabeza gacha, Takao intentó limpiar sus lágrimas inútilmente. Yo subí su rostro, limpiando todas aquellas molestas lágrimas que no me dejaban ver su hermoso rostro. No tardé ni dos segundos a besarle, pero Takao se separó de aquel beso.- ¿S-Shin-Chan que... ¿N-No me odias?
-¿Porque debería hacerlo?- Le abracé apoyándome en su hombro.- Sé que ese chico te engaño, sé que tú no quisiste eso, sé que te sentiste horrible en aquel momento, y lo más importante, sé que no hicisteis nada.
-¿C-Como...- Sonreí levemente.
-Digamos que... Tienes un ángel cuidando de ti.- Takao me miró confundido, ya que su hermana me había dicho que no le dijera nada de su visita.
-¿A-Aún me quieres?
-¿Cómo iba a dejar de hacerlo?- Volví a besarle.- Fue... Muy duro para ti ¿Cierto? Tuviste que mantener a toda tu familia, apartar tus estudios para cuidarla y... Yo ni si quiera estaba allí.- Le di otro beso, apretándole con fuerza hacia mi.- En ocasiones, es bueno ser débil si tienes a alguien que sea fuerte por ti.- Takao correspondió al abrazo con toda su fuerza, sin ni si quiera resistir sus lágrimas, mientras yo tan solo le abrazaba y le acariciaba, ninguno de los dos hablaba, no era necesario decir nada. Seguimos así, hasta que poco a poco las lágrimas de Takao secaron.
-¿Takao?- Le removí levemente, dándome cuenta de que se había quedado dormido.- Sigues siendo como un niño...- Lentamente, le tumbé en la cama, asegurándome de no despertarle. Miré la hora, las dos menos cuarto, si no me daba prisa no llegaría a la universidad. Me intenté levantar de la cama, pero Takao estaba agarrando mi mano. Al estar dormido, no la agarraba con fuerza, podía soltarme de aquel agarre en cualquier momento. Pero no pensaba hacerlo, no iba a volver a soltar nunca la mano de Takao. No quería que de nuevo se fuera de mi lado. Me tumbé junto a él, abrazándole por la cintura, a lo que Takao reaccionó acurrucándose en mi torso.- ¿Que tanto me puedes llegar a enamorar?
(...)
Ese día no fui a la universidad. Apenas me separé de Takao en todo el tiempo que dormía, nada más para comer. Por lo mucho que dormía Takao, me imaginé que durante esta semana no habría estado durmiendo a gusto, quizás por todo el estrés de querer contarme lo de Kylie y lo de su familia. No fue hasta pasadas las seis de la tarde, que acaricié su rostro para despertarlo.
-Takao... Es tarde ya... Despierta.- Takao empezó a abrir sus ojos lentamente.
-¿Shin-Chan?- Pasé mi mano por su pelo, peinándolo a mi paso.
-Empieza a ser tarde, si sigues durmiendo ahora luego no tendrás sueño.- Takao se incorporó tambaleándose.
-¿Qué hora es?
-Más de las seis.- Fregó sus ojos intentando desperezarse un poco.- Ve a tomar una ducha, te ayudará despejarte.- Takao asintió, dirigiéndose arrastrando los pies hasta el baño.
Como supuse que Takao tendría hambre, me dirigí a la cocina para prepararle algo, después de tanto tiempo viviendo solo con mi hermana, tuve que aprender a cocinar a la fuerza.
Al cabo de unos minutos, oí como la puerta del baño se abría, saliendo Takao con un pijama demasiado grande para él que le había prestado para que durmiera.
-¿Tienes hambre?- Asintió.
-No hace falta que te molestes Shin-Chan, no quiero molestar.- Esbozó una ligera sonrisa.- ¿No fuiste a la universidad?- Negué con la cabeza.
-N-No me parecía educado dejarte durmiendo después de cómo te sentías.
-Tsun tsun~- Sonrió levemente.- Debo a ver sido una molestia... Lo siento.- Di un suspiró, acercándome a Takao quien miraba a sus pies apenado.
-Siempre fuiste mi molestia favorita.- Subí su rostro para que me mirara, cosa que hizo que Takao sonriera. Entrelazamos nuestras manos, acercándonos en busca de un beso que necesitábamos demasiado.- Kazunari...- Agarré su mano, llevándola a mis labios.- Aún no me diste una respuesta.- Besé sobre el anillo, el cual Takao aún no se había quitado en todo este tiempo.
-D-De verdad que aun saber lo que pasó en Nueva York... ¿Quieres casarte conmigo?- Dijo con ese sonrojo que a mí me enloquecía. Miré de arriba abajo a Takao. Tan pequeño, tan dulce, tan sonrojado, tan nervioso, tan... Ah... Creo que me estoy enamorando aún más de él.
-¿Crees que te le preguntaría si no?- Lágrimas, esta vez de felicidad, rodaron por las mejillas de Takao mientras se le dibujaba una sonrisa.
-En este caso, Midorima Shintaro.- Limpió las lágrimas con el puño del pijama.- Sí, quiero casarme contigo.
Para ambos fue imposible el retener la sonrisa. Subí a Takao hasta dejarlo por encima de mi cabeza. Adoraba el verle sonreír cuando hacia eso. Empezando a robarnos besos, Takao acarició mi pelo hasta llegar a mis gafas y quitarlas.
-Se me ocurre algo que puede hacer más perfecto este momento.- Incliné la cabeza en señal de duda. Sonriendo, Takao se acercó a mi oído.- Llenarte de besos.- El lóbulo de mi oreja fue besado con rapidez, llevando aquellos besos hasta detrás de esta, donde Takao sabía que yo era tan sensible. Pasando de mi oreja a mi rostro, yo fui andando hasta el sillón donde nos dejé caer a ambos entre besos.- Te amo Ace-Sama.
-Te amo Bakao.- Otro beso. Jugando con las manos de ambos, entrelazándolas y des entrelazándolas, pasamos ahí quien sabe cuánto tiempo, hasta que el timbre de casa sonó. Dejando a Takao en el comedor, me dirigí hacia la puerta.
-¿Midorima Shintaro?- Dijo un hombre azabache.
-Yo mismo, ¿Usted es?
-Daisuke Takao, el padre de Kazunari.
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Cuanto tiempo TwT No sé a mí me pareció mucho TwT En serio mi inspiración me odia, tenía todo el capítulo pensado pero las palabras no salían >n< Y justo cuando me vino me puse a escribir un OS, pueden golpearme no me quejaré ;-; Si escucharon la canción de "Mirishira Romeo and Cindarella" les agradecería que se pasasen por el OS con este mismo nombre (Es MidoTaka/MiyaTaka) En serio me ayudarían mucho ;w;
Como ya dije no quedan muchos caps de esta fic, pensé en después hacer algo así como un apartado de "Datos y curiosidades" Sobre esta fic, ya que si les soy sincera, la mitad de los caps no salieron como fueron planeados xD Diganme si les gustaria o no en los comentarios :3
Muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~
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