Capítulo 31

Mediados de Octubre, todo parecía normal en clase. Con el cambio de curso habían cambiado algunos compañeros de clase, por suerte, Itsuki, Shuichi y yo seguíamos juntos en la misma. Como siempre ellos se sentaban juntos detrás de mí. Todos escuchábamos o al menos fingíamos estar atentos a lo que decía el profesor, diciendo que un nuevo alumno llegaría un ya haber empezado el curso, cosa extraña al estar el curso ya empezado y aún más extraño al ser hoy viernes.

-Es un poco irregular que llegue ahora un nuevo estudiante.- Susurró Itsuki tirándose un poco hacia adelante para poder hablar conmigo. Yo tan solo asentí sin dejar de mirar al profesor quien aún no había dejado de hablar.

-Bien, ya puedes pasar.- Al decir eso, un chico castaño de ojos verdes y piel morena entró en clase.

-Hola, mi nombre es Kylie Hoysted. Vengo de Australia, espero que pronto pueda llevarme bien con todos.- Sonríe hacia todos los alumnos, sacándoles un suspiro a las chicas.

-Bien señor Kylie, puede sentarse en cualquier sitio que esté libre.- Varias de las chicas de clase movieron la silla de su lado para que Kylie notara que estaba el sitio libre, pero el andó hasta mi lado.

-¿Me puedo sentar aquí?- Preguntó en ingles sonriéndome.

-Claro.- Aparté mi mochila que había dejado antes en la silla y aparté está un poco para que Kylie se pudiera sentar.

-Gracias, Kylie Hoysted, encantado.- Me alargó la mano.

-Encantado, soy Kazunari Takao.- Le sonreí de vuelta estrechando su mano.

-¿Eres japonés?- Asentí.- ¡Genial! ¡Tengo familiares japoneses y entiendo un poco! ¡Tú me ayudaras a practicar!- Sonrió a todo lo ancho de su sonrisa, consiguiendo que yo riera levemente.

-Está bien, ¿Entonces eres de...

-Señor Kazunari, estoy muy contento de que se lleve bien con Kylie, pero deje el socializar para sus ratos libres.

-¡Sí lo siento!- Grité mirando hacia el profesor, haciendo que Kylie riera levemente.- No te rías.- Susurré hinchando las mejillas.

-No pude evitarlo.

Después de eso llegó la hora del almuerzo, invité a Kylie a comer junto a nosotros. Itsuki, al ser bastante sociable, parecía llevarse bastante bien con Kylie, mientras que Shuichi al ser más bien un tsundere como Shin, seguía sin hablar salvo cuando Itsuki le hacía alguna pregunta o hacia que se metiese en la conversación.

Durante el resto de clase, los tres le estuvimos enseñándole a Kylie la mayoría de las instalaciones del centro y cómo funcionaba todo. Yo al llevar ya seis meses ahí ya conocía algo mejor la preparatoria. Kylie parecía un chico agradable, aun acabarse de mudar siempre estaba sonriendo, al contrario de cuando yo me mude. Y físicamente no lo iba a negar, era un chico muy atractivo, tan solo llevaba unas horas aquí y ya había enamorado a la mitad de las chicas de la clase.

-¡Espera! ¡Kazunari!- Me gritó cuando yo ya salía por la puerta de clase.

-¿Ocurre algo, Kylie?- Paré en la entrada y giré hacia él.

-¿Tienes teléfono? ¿Puedes darme tu numero?- Preguntó mirándome con una pequeña sonrisa y un leve rubor en las mejillas.

-¡Claro! ¡Se me olvidaba quería decirte lo mismo durante el almuerzo peor se me olvidó!- Reí con una mano tras la cabeza.

Intercambiamos números de teléfono y andamos juntos hasta la entrada hablando de cualquier trivialidad. Por lo visto resulto que éramos casi vecinos, ya que él vivía tan solo a cinco casas de distancia que la mía. Andamos juntos hasta casa, Kylie contándome como era su vida en Australia y por qué se había mudado aquí. Por lo visto su padre era un empresario de bastante prestigio, así que solía viajar bastante. Pero hace poco le comunicaron que tenía que mudarse a Estados Unidos indefinidamente, probablemente por varios años. Kylie, como ya dijo, tenía familiares japoneses, pero no tenía ningún familiar en Australia salvo su padre, ya que su madre murió cuando él tenía dos años. Yo le conté algo sobre cómo era mi vida en Japón, y como fue el cambio aquí, que por suerte encontré a Itsuki y Shuichi que me ayudaron a integrarme bien. Cuando llegamos a su casa nos despedimos con una sonrisa y yo me dirigí hacia la mía.

Cuando entré en casa, como de costumbre tan solo estaba mi hermana, concentrada con un videojuego en el comedor.

-Bienvenido Onii-Chan.

-Ya llegué, ¿Mama y Daisuke se fueron de nuevo?- Asintió.

-Hoy tienen "cena romántica".- Chasqueó la lengua.- Y por eso se van a las cuatro y media de la tarde ¿No?- Reí levemente por la indignación de mi hermana.

-Es lo de siempre... Voy a la habitación.- Me fui hacia mi habitación. Ahí solo me tumbé en la cama, hoy por suerte no teníamos deberes para mañana, así que podría descansar. Cogí mi teléfono, y casi inconscientemente, miré mi conversación de mensajes con Shin, fijándome en el último que me envió... Hacia dos días.

"Te echo de menos, Bakao."

Desde ese momento no hubimos vuelto a hablar, había sido antes de ayer pero... No haber hablado con él ayer... Realmente me dolía mucho. Sabía que él estaba ocupado ya que estaba intentando que sus notas fueran todas de sobresaliente para poder entrar en la mejor universidad posible, aun quedarle a un tercero de preparatoria, quería tener la mejor nota de clase en segundo. Me auto convencía diciéndome que si no me hablaba era porque estaba muy concentrado en sus estudios y no tenía tiempo.

-Él no me ha olvidado... Tan solo han pasado seis meses, un tsundere como Shin-Chan no me olvidaría en tan poco tiempo... ¿Verdad?

Di un largo suspiro, llevando mi móvil está mi pecho y cerrando los ojos.

-Te echo tanto de menos... Si tan solo pudiera ver tu rostro...

Ni si quiera podía casi llamarle, aun tener algo de dinero, empezaba ser muy complicado el encontrar una hora buena para ambos. Muchas veces pensé en que podríamos hacer una video llamada, el problema era "mi padre".

"-¿Para qué quieres un ordenador? Ya tienes un teléfono móvil, ahí tienes todo y más de lo que tendrías en un ordenador, es un gasto exagerado e innecesario."

Por mucho que mi hermana y yo le decíamos que eso no era cierto, que no era lo mismo, no nos prestaba atención. Y se ve que "mágicamente" nuestros ordenadores habían desaparecido durante la mudanza. En las mudanzas se pierden muchas cosas ¿No? O más bien se tiran muchas cosas. Muchas veces habíamos pensado en ir por navidad o en verano a Japón a ver a la familia que teníamos ahí, o en mi caso, ir a ver a Shin. Pero no, de nuevo "mi padre", decía que no había dinero alguno para ir. Pero eso no era cierto, pues tan solo a mí me dijo lo que opinaba de verdad.

"-¿Volver ahí? ¡Con lo que me costó que tú y tu hermana vinierais aquí! ¡Ni loco os dejo volver a ahí!"

Empezaba a pensar que él odiaba de donde venía. No había otra explicación lógica para eso.

Mi teléfono sonó, "despertándome" de mis pensamientos que cada vez eran peores.

De: Itsuki

Kazunari ^-^ Shuichi y yo teníamos pensado ir esta tarde al parque a pasear un poco, ¿Quieres venir?

> Claro!! En cinco minutos salgo de casa y nos vemos en la tuya!

Lo más rápido posible, me puse mis zapatos, cogí mi chaqueta junto las llaves y con un "Salgo un rato" Me despedí de mi hermana y salí de casa.

La casa de Itsuki quedaba a unos veinte minutos de la mía, en realidad vivía en un pequeño departamento junto a su hermana mayor. Yendo casi corriendo por la calle para llegar lo más pronto posible, en tan solo un cuarto de hora ya estaba allí. Él vivía en un tercero, sin ascensor. Subí por las escaleras también corriendo, y cuando empecé a andar por el pasillo, oí algo extraño.

-P-Para...- Susurró una voz detrás de la puerta de casa de Itsuki, su voz. Yo me tensé, ¿Había alguien en su casa? ¿Y si alguien le estaba haciendo daño? Con algo de miedo moví el picaporte de su puerta, abierto. A cada paso que daba oía la voz de Itsuki más fuerte, yo estaba a cada paso más asustado, hasta que al fin, aun con miedo, me paré delante de la puerta de la habitación de Itsuki.

-¡¿Pero qué?!- Grité al encontrarme con Shuichi sobre Itsuki, ambos sin camiseta, Shuichi besando el cuello con una mano en un sitio que no voy a nombrar de Itsuki, mientras este se aferraba con fuerza a su espalda. Por suerte ambos llevaban aun pantalones. Al oírme se giraron hacia mí con el rostro completamente rojos, separándose al instante.

-¡Ka-Kazunari esto no es lo que parece!- Itsuki se puso su camiseta tapándose lo máximo posible su pantalón.-Ahora entiendo cómo se sentía Miyaji-San... Tengo que disculparme con él la próxima vez que hable con él.

-Vosotros estáis... ¿Saliendo?- Pregunté una vez ambos estuvieron vestidos.

-S-Sí.- Itsuki asintió sonrojado.- Llevamos dos años saliendo... S-Si tú ahora... Te diera asco o algo así... Lo entenderíamos...

-¡No, no al contrario! ¡Tengo muchos amigos gais! Pensándolo bien... Creo que todos mis amigos lo son.- Itsuki suspiró aliviado.

-Tuve miedo de que no nos aceptaras...- Sonrió mirando hacia mi.- ¿Vamos hacia el parque?- Preguntó intentando hacer que no pareciera nada.

-Yo creo que... Antes los dos deberíais daros una ducha fría.- Dije casi riendo, consiguiendo que ambos se volvieran a sonrojar.

Después de que ambos bajaran su "problemilla" fuimos hacia el parque, Itsuki llevaba un balón de básquet, aunque yo no tenía pensado jugar. Desde que me mudé no volví a jugar, cada vez que lo hacía, recordaba mis partidos con Shutoku, los partidos por pura diversión que hacíamos con Kagami, Himuro, Furihata y los milagros, todo eso era doloroso... Saber que ya no poder volver a jugar con ellos, me dolía demasiado. Sobretodo el hecho de pensar, que Shin ya no recibiría mis pases, me dolía.

-¡Vamos Kazunari! ¡Ya verás cómo te divertirás si juegas!

-No sé... Hace mucho que no lo hago...

-¡Vamos seguro que aun eres muy bueno! ¡Tan solo una pequeña presentación!

-Te digo que no se si podre... Además mi especialidad eran los pases...

-Por favor.- Hizo un pequeño puchero. Suspiré tomando el balón y empezando a correr por la pequeña cancha que había en el parque, corrí botando el balón hasta la canasta.

Era simplemente increíble, tirase de donde tirase, de alguna forma acertaba, obviamente no podía tirar del otro lado de la cancha como hacia Shin, pero aun tirando de triple, desde cualquier posición acertaba.

Flashback

Nice shoot Takaocchi!

-Fue suerte pulga.

-¡A la próxima canastaré yo!

-Sigue soñando Taiga.

-A-Akashi-Kun...

-¡¿Dijiste algo Fresa?!

-Cálmese Kagami-Kun.

-¡Kuroko no me golpees!

-T-Takao...

-¿Que ocurre Shin-Chan?

-Bu-Buen tiro.

-Gracias Shin-Chan.

Fin del flashback

¿Porque ahora? ¿Porque ahora recordaba todo eso? ¿Porque recordaba algo que hacía tiempo que ni si quiera podía oír? No lo sabía pero, tan solo quería quedarme en esa cancha, olvidándome de todo el presente, tan solo quería sumergirme en el baloncesto y olvidar todo.

-Ta-Takao.- La voz de Itsuki me sacó del pequeño mundo en el que me había sumergido.

-Whua... Lo siento creo que me emocioné, hacía mucho que no jugaba.- Shuichi y Itsuki me miraban con tristeza y algo asustados.- ¿Qué ocurre?

-Estas llorando.- Toqué mis mejillas, notando las lágrimas caer por mis mejillas. Miré mi mano mojada por las lágrimas y sonreí.

-Sí... Eso parece...- Reí débilmente, viendo como poco a poco esa risa empezaba a convertirse en llanto, de un momento a otro caí al suelo de rodillas, llorando. Sollozando el nombre de Shin entre fuertes gritos ahogados por mis lágrimas. Tapé mi rostro, intentando hacer que pararan de caer inútilmente.

-Kazunari...- Sentí una mano sobre mi hombro derecho, miré hacia allí viendo a Itsuki, sentí otra mano en el hombro izquierdo, y volteé a ver a Shuichi quien estaba a mi izquierda.- Echas mucho de menos Japón, ¿Verdad?- Asentí aun llorando.

-Q-Quiero ver a Shin-Chan.- Sollocé mordiendo mi labio inferior.

-Ese chico era tu...

-N-Novio.- Susurré sonrojado sin poder dejar de llorar.

-Venga levántate, vas a preocupar a la gente si te ve llorando en el suelo.- Con una sonrisa intentando animarme, Itsuki me ayudo a levantarme.- Shuichi tu casa queda cerca, vayamos allí.- El asintió como respuesta y fuimos hacia su casa.

Llegamos a casa de Shuichi, la cual era bastante más grande que la de Itsuki. Por lo que me había contado Itsuki, su padre, al haber vivido en Estados Unidos y Japón, era quien en su empresa hacia las conferencias internacionales entre dichos países.

Una vez allí les conté sobre Shin, al saber que ellos también mantenían una relación no tenía por qué tener miedo a como reaccionarían al saber sobre él.

-Y... ¿Nunca pensaste en hacer video llamadas? Cuando Shuichi se mudó hubo un año en el cual no tuvimos mucho contacto y... Hablábamos así.

-N-No puedo hacerlo... Mis padres me cortaron cualquier contacto con él salvo por teléfono... Dudo ni si quiera que sepan que aun hablo con Shin-Chan y los demás por ahí...

-Puedo... Dejarte el ordenador.- Dijo Shuichi, cosa extraña en él pues no solía hablar.

-N-No hace falta... No quisiera molestar.- Acabe de limpiar mis lágrimas por lo anterior sucedido.

-No es molestia, además...- Itsuki hizo una breve pausa.- Si dices que ese tal Shintaro es tan parecido a Shuichi, me da curiosidad verle.- Rió levemente mirando hacia Shuichi quien soltó un gruñido.- A ver...- Miró su reloj.- Ahora son las ocho así que en Japón deben ser las nueve de la mañana más o menos. ¿Sabes cómo hacerlo?- Asentí. Antes de que mi ordenador se perdiera "misteriosamente" en la mudanza, varias veces había hecho video llamadas con Shin. Tan solo era cuestión de ver su usuario en línea y llamarlo.

Media hora después, el usuario de Shin estuvo en línea. Sin pensarlo dos segundos empecé a llamar, apareciendo al instante el rostro confundió de Shin en la pantalla.

-¡Shi-Shin-Chan!- Miré hacia él con una sonrisa, que cada vez iba más en aumento al ver como poco a poco las mejillas de Shin se sonrojaban.

-¿T-Takao?- Preguntó con los ojos cristalizados.

-¡Sí!- Grité feliz, con una lágrima de felicidad resbalando por mi ojo derecho.

-¿C-Como? Me... Me dijiste que tu habías perdido el... ¿Cómo es que?- A Shin se le veía tan confundido que parecía que de un momento a otro le empezaría a salir humo por las orejas. No pude evitar reír enternecido, su rostro confundió siempre fue una de sus expresiones más tiernas.

-Fue... Gracias a Shuichi, su padre... Bueno es una larga historia pero... Lo importante es que ahora... Puedo verte.- Sonreí de nuevo, sintiendo otra lágrima por mi mejilla. No era lo mismo que hablar por mensaje o por teléfono, no era lo mismo que verlo en un video enviado por Kise o una fotografía, no era como tenerlo en persona pero... Era parecido.

-¿E-Estas en su casa?-Asentí, viendo como Shuichi se acercaba a mí, apareciendo a un lado de la pantalla. En seguida vi como Shin posó su mirada en él, con algo de enfado, pues siempre que le hablaba de él se notaba que le daban ciertos celos, por el contrario al hablarle de Itsuki no.

-No te preocupes, Itsuki también está.- Itsuki apareció por el otro lado de la pantalla.

-Un placer conocerle.- Itsuki sonrió.

-E-Encantado, gracias por cuidar de Takao.

-No es nada.- Él rió levemente sin dejar de mirar hacia Shin.- Tenias razón, se parece a Shuichi.

-No nos parecemos.- Dijeron ambos a la vez lo que hizo que Itsuki y yo riéramos.

-Venga, dejémosle intimidad.- Itsuki me sonrió y se fue de la sala junto a Shuichi. Yo miré de nuevo a Shin.

-Echaba de menos tus celos.- Susurré mirando hacia su rostro.

-N-No estoy celoso.- Se sonrojó de golpe y desvió la mirada.

-¡Sí lo estás! ¡Y además estas sonrojado!- Reí mirando hacia él, viendo como su sonrojo aumentaba más.

-¡T-Te digo que no lo estoy!- Gritó mirando hacia mí.

-Tsundere~- Canturreé sonriendo.- Y... ¿Cómo va con tus estudios?

Pasamos horas hablando, casi todo eran tan solo las tonterías que solía decir cuando vivía en Japón, pero muchas veces, tan solo quedábamos en silencio, yo sonriendo como un idiota, y Shin con un tierno sonrojo en las mejillas.

-Rayos... Te quiero Shin-Chan.

-Bakao... Es la décima vez que lo dices en los últimos cinco minutos.- Durante todo el rato que llevábamos hablando, Shin no se deshizo del suave color carmín de sus mejillas.

-Es que... No sé cuándo podremos volver a hablar así, por eso...- Sonreí con algo de tristeza.

-Takao... Yo ta-tambien... T-Te quiero.- Esta vez fui yo quien se sonrojó. Miré la hora, sin darme cuenta ya eran las once de la noche.

-Vaya... Ya es tarde... Son casi las doce. Debería colgarlo o... Shuichi acabará prohibiéndome entrar en su casa.- Reí levemente.

-B-Bien.- Nos miramos unos segundos, ninguno de los dos quería terminar la llamada.

-Te echo de menos, te lo digo siempre pero...

-No sabes como más expresarlo.- Asentí al ver que Shin había terminado mi frase.

-Voy a... Voy a colgar.- Miré hacia él, viendo como sus ojos se cristalizaban.- S-Shin-Chan tus ojos.- Pasó la manga de su camiseta por sus ojos, limpiando si había alguna lágrima.

-Takao tu... También...

-Ya...- Limpié las lágrimas que ya estaban cayendo por mis mejillas.- Te quiero Shin-Chan.

-Y-Ya lo dijiste Bakao... Y-Yo también idiota.- Sonreí levemente, acercando mis labios a la cámara como si así intentara besar a Shin.- ¡I-Idiota!

-Ahora sí que estas rojo.- Reí con fuerza al ver como estaba sonrojado hasta la medula.- Hablamos luego, ¿Vale Shin-Chan?

-B-Bien.- Observé su rostro una última vez, antes de cerrar la pantalla. Bajé la mirada, y apreté con fuerza los dientes.

¿Porque no puedo simplemente volver a tu lado?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hola~ Bueno apareció un nuevo personaje ese Ya se verá si viene como amistad o a poner salseo a la trama(? Bueno, quisiera decir que a lo mejor los siguientes capítulos serán algo liosos, pues los narrados por Midorima serán desde el "futuro" y los de Takao desde el "pasado", es decir- por ejemplo- Midorima narrará desde los hechos que pasan en marzo, y Takao desde diciembre, algo así no sé si me explico :/

Sin más, muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top