Capítulo 30

Desperté por culpa de que el dichoso teléfono no paraba de sonar, ayer me olvidé de quitarle el volumen. Miré el montón de mensajes que tenía, todos felicitándome por mi cumpleaños.

-Rayos... -Miré hacia el despertador.-Solo son las nueve.- Me levanté de la cama sin ni si quiera mirar uno de los mensajes y bajé al comedor.

-¡Onii-Chan feliz cumpleaños!- Gritó Minori al verme.

-Sí... Gracias.- Suspiré sentándome a desayunar. Tomando de mi café, empecé a repasar la lista de todos los mensajes que había recibido, ignorándolos todos hasta encontrar al que buscaba.

De: Kazunari

>Shin-Chan!! Feliz cumpleaños mi tsundere!! Bueno aunque cuando te envié esto aún era 6 de julio... Pero hice cálculos-Ahora se de matemáticas- y creo que recibirás esto hacia las 8? Bueno almenas eso espero. Shin-Chan, te echo de menos, desearía sobre cualquier cosa abrazarte en un día como hoy, poder celebrar "a nuestra manera" tu cumpleaños e.e pero ahora en serio, quiero volver a verte, cuando vuelva pienso besarte tanto que te dejare sin respiración, porque pienso volver Shin-Chan, no sé cuándo, pero lo haré. Te quiero Shin-Chan, te quiero muchísimo aunque suene ridículo, quiero que tengas un feliz cumpleaños, y que lo celebres con Kise y los demás, más te vale enviarme fotos 7-7 creo que ya me estoy alargando... Te quiero y muy feliz cumpleaños Shin-Chan

>Pd: Recuerdas el anillo que me regalaste por mi cumpleaños? Mañana lo usare todo el día, para "simbolizar" que mi tsundere novio es un año más viejo y más cascarrabias

No pude evitarlo, una pequeña sonrisa se formó en mis labios al leerlo, ¿Porque tenía que ser tan idiota? ¿Porque tenía que estar tan lejos? ¿Porque tenía que enamorarme más a cada mensaje que me enviaba?

-Idiota...- Susurré mirando aun el mensaje sin deshacerme da la sonrisa.

-¿Es de Takao?- Preguntó mi hermana tomando mi teléfono.

-¡Eh! ¡Devuélveme eso! ¡No es de él!- Grité sonrojado.

-Pues sonreías como cuando estabas con él, déjame ver.- Miró el mensaje sonriendo enternecida al tiempo que yo le arrebataba mi teléfono.- Que tierno lo tienes como "Kazunari" y con un corazón.

-¡C-CALLATE! ¡Takao lo puso así un día y ahora no se cambiarlo!- Mi hermana rió.

-Está bien si tú lo dices. ¿Van a venir Mi-Chan y los demás?

-No sé... Dijeron algo ayer de venir pero...- El timbre sonó interrumpiéndome.- Oh no.

-Voy a abrir.- Tan solo oír como mi hermana abría la puerta una cabellera rubia se lanzó hacia mí.

-¡Midorimacchi! ¡Felicidades!

-¡Suéltame Kise!- Forcejeé con él para que dejara de abrazarme, consiguiéndolo al fin cuando Miyaji se acercó a nosotros y le separó.

-¿Vas a correr a abrazar a todo el mundo?- Chasqueó la lengua.

-No, tan solo a mis amigos.- Kise miró hacia Miyaji sonriendo.

-El problema es que medio mundo es tu amigo...- Se oyó una fuerte risa desde la entrada.

-¡Mi-Chan deja a Ki-Chan en paz!- Minori siguió riendo.

-Está bien... Feliz cumpleaños Midorima.

-Supongo que gracias.- Di un suspiro.- Decidme que los demás no...

-¡¿Podemos entrar ya?!- La voz de Aomine.

-¡Sí!- Gritó Kise, viendo como poco a poco todos iban apareciendo por la puerta.

-¡Feliz cumpleaños Tsunderima!

-Felicidades Shintaro.

-Un año más viejo Zanahoria.- Rió Aomine.

-Dejadme en paz, son solo las nueve.

-Onii-Chan... Son las doce.

-¡¿Cómo?!

-¿Midorimacchi de verdad crees que conseguiría despertar a Aominecchi a las nueve para venir aquí?- Suspiré molesto.

-Venga, vístete y vamos Midorima.- Dijo Miyaji.

-¿Donde?

-¿Dónde va a ser? ¡A celebrar tu cumpleaños!

-No quiero celebrar nada, quiero quedarme en casa y terminar la tarea.

-Hasta en vacaciones eres aburrido Midorimacchi... ¡Vamos será divertido! Podríamos ir al centro comercial... O a la sala de juegos, o al cine, o al karaoke...

-¡Dije que no quiero ir a ningún lugar!- No si no está él.

-¡No hay opción Midorima! ¡Levántate y vamos!

Después de que todos me obligaran a vestirme y a salir de casa, fuimos al centro comercial ya que según Kise, "Es el único sitio donde puedes encontrar de todo." Fuimos hasta el Karaoke que se encontraba ahí, donde me obligaron a cantar. Cuando fueron más o menos las dos, salimos a comer para después pasar el rato dando vueltas por el centro.

-Como hoy es tu cumpleaños Midorima, vas a poder elegir lo que quieras de cualquier tienda.- Gritó Miyaji entusiasmado.

-Ya dije que no quiero nada.- Lo único que deseo es que él esté aquí.

-¡Midorimacchi eres un aburrido! ¡Seguro que encuentras algo que quieras!- Kise me arrastró literalmente hasta dentro de la tienda de ropa, donde empezó a intentar que me comprara algo ya que decía que yo vestía muy antiguo. Aomine, Kagami, Otsubo y Himuro fueron hasta la sección de deportes, Murasakibara ni si quiera entró en la tienda, se quedó en un puesto de dulces cerca de donde estábamos. Después de al menos veinte cambios, Kise me dejó salir de aquella horrible tienda. Salí fuera quedándome apoyado en la pared, revisando mi teléfono los varios mensajes que había recibido. Aunque no mentiré, volví a leer varias veces el mensaje de Takao.-Tan lejos...

-Midorimacchi.- Kise apareció a mi lado haciendo que me sobresaltara.

-¡Kise maldito! ¡Me asustaste!

-¿Aun no encontraste nada que quieras?

-No.

-¡Vamos!- Hizo un puchero.- Debe de haber algo que quieras.

-Quiero a Takao.- Pensé en voz alta, ni siquiera me di cuenta de que lo que para mí era un pensamiento había salido en voz alta.

-Midorimacchi...- Me sonrojé al darme cuenta de lo que acababa de decir.

-¡N-No importa! ¡Volvamos dentro!- Entré de nuevo en la tienda, sin volver a mirar a Kise.

Después de salir del centro comercial, aun eran las seis y media así que decidieron ir a mi casa, para seguir "celebrando" mi cumpleaños. Al entrar, como de costumbre en esta fecha, no había nadie en casa, Minori había salido con unas amigas, mis padres nunca estaban por mi cumpleaños, y mi abuelo seguramente estaría trabajando hasta tarde. Cuando todos entramos, fuimos al comedor, Kise preguntó si tuviera algún juego de mesa al que pudiéramos jugar todos juntos. Le indiqué donde se encontraban y a los diez minutos volvió con un juego de preguntas al cual se tenía que jugar por parejas.

Empezamos a jugar, al decidir las parejas al azar me tocó con Otsubo, cosa que me ayudó ya que ambos acertábamos cualquier pregunta que nos hacían, acabando ganando el juego.

-¡No es justo! ¡Otra partida! ¡Pero cambiemos las parejas!- Gritó Kise.

-Kise-Kun, es muy mal perdedor.

-¡Kurokocchi!

-Yo ya no quiero jugar más.

-Eso es porque no acertaste ni una Aominecchi.- Aomine golpeó a Kise.

-¡Serás...- En ese momento se abrió la puerta, dejando pasar a mi abuelo.

-Buenas tardes.- Saludó con una sonrisa.

-Ho-Hola.- Contestaron todos quien de golpe se habían callado.

-Shintaro, feliz cumpleaños.- Dijo entregándome un sobre con quince mil* yenes.

-Gracias...- Susurré mirando el sobre, todos los demás, salvo Akashi, se acercaron también a ver el sobre.

-¡¿Qui-Quince mil yenes?!- Gritaron todos menos de nuevo Akashi.

-¡Vamos, vamos!- Mi abuelo rió.- No es más que una pequeña propina. Es un placer verte Seijuro.

-El placer es mío.- Ambos se sonrieron hipócritamente y mi abuelo miró a toda la habitación.

-Shintaro... ¿No está con vosotros el chico pelinegro? Kazu-algo.- Mordí mi labio inferior dolido, en ninguno momento yo no había dicho a nadie de mi familia, excepto a Minori, que Takao se mudaba, y menos a mi abuelo por lo que pasó la primera vez que se vieron.

-N-No... Él se mudó.- Susurré mirando hacia el suelo, sintiendo como de golpe todo el aire se tensaba.

-Oh, no lo sabía.- Mi abuelo sonrió.- Que sigáis pasándolo bien, yo tengo que seguir trabajando.- Se despidió de nosotros y abandonó la sala, dejándonos a todos en silencio.

-Va-Vamos a volver a jugar.- Dijo Kise.

-Yo... Voy un momento fuera.- Salí al jardín, y tan solo dar el primer pasó al salir por la puerta, mi teléfono sonó, haciendo que una pequeña sonrisa volviera a aparecer en mi rostro.

-¡Feliz cumpleaños Shin-Chan!- Gritó Takao al descolgar.

-Gracias...

-¿Cómo fue tu día?

-Cansado... Kise... Se pasó todo el rato corriendo de un lado a otro del centro comercial y... Fue mi cansado.- Takao rió levemente.

-Me alegra saber que Kise nunca cambia...- Hizo una breve pausa.- ¿Recibiste tu regalo?- Tartamudeó un poco nervioso, casi podía ver su rostro sonrojado.

-No... Aun no llegó nada. No tendrías porque haberte molestado.

-No es molestia Shin-Chan, aunque... Me gustaría poder dártelo en persona.- Susurró algo entristecido.

-Bakao... Yo... Deja de pensar en eso ahora.- Takao rió.

-Está bien.- Empezamos a hablar sobre trivialidades y tonterías, realmente nuestras conversaciones solían ser a base de eso. Takao me contaba cualquier cosa que se le ocurría, o me preguntaba por tonterías, pero hacia que aunque fuera un poco, mi día mejorara.

Seguimos hablando durante minutos, olvidando todo lo demás, tan solo estando nosotros dos aunque estuviéramos a miles de quilómetros. Esos eran los únicos momentos, en los que sentía que realmente Takao no estaba tan lejos como parecía.

-T-Takao...- Susurré algo sonrojado.

-¿Qué ocurre?

-Yo... M-Me dieron dinero por mi aniversario y... P-Pensé que podría usarlo para... Ya-Llamarte más seguido.- A cada palabra que decía notaba como mis mejillas ardían cada vez más. Takao rió enternecido, consiguiendo que mi sonrojo aun fuera más fuerte.- ¡No te rías!

-Lo-Lo siento Shin-Chan es que... Puedes llegar a ser muy tierno.

-¡C-Cállate!- Grité ya completamente rojo.

-Está bien.- Rió levemente.- Yo... También tengo ahorrado así que... Podremos hablar más.

-M-Me alegra.- Esbocé una pequeña sonrisa.

-Shin-Chan, hay algo que tengo que decirte.

-¿Qué ocurre?

-Te quiero.- De nuevo, sentí mi rostro arder.

-I-Idiota...

-Aun por teléfono, adoro como reaccionas cada vez que te lo digo. Te quiero Shin-Chan.

-Y-Yo también Bakao.- Oí un grito desde el otro lado de la línea.

-Espera un momento Shin-Chan. ¡Si ya voy!- Gritó a alguien.- Shin-Chan tengo que irme, mi madre me llama. Que sigas pasando un buen día Shin-Chan.

-¡E-Espera!- Grité para evitar que colgara.

-¿Ocurre algo?

-Y-Yo...- Tan solo quería oír tu voz un poco más.- No es nada...

-En ocasiones no te entiendo Shin-Chan.- Rió con fuerza.- Luego te envió un mensaje.

-B-Bien. A-Adiós.

-Adiós Shin-Chan.- Lanzó un pequeño beso en el micrófono.-Idiota... ¿Porque? ¿Porque tengo que necesitarte tanto?- Me dejé caer al suelo, apoyado contra la pared de mi casa, sin hacer nada. Tan solo miraba al cielo pensando si en ese momento sería posible que Takao también lo estuviera mirando.

-Hey, Midorima.- Miyaji salió al jardín poniéndose delante mío.- ¿Era Takao?

-Sí.- Miyaji rebuscó en su bolsillo, sacando un pañuelo de él. Fue entonces cuando me percaté, llevaba ya mucho tiempo llorando, seguramente desde el "Te quiero" de Takao.

-¿Estas bien?

-¿Tu qué crees?- Miyaji se sentó a mi lado.

-Estoy seguro que Takao... Estará bien.

-Lo sé pero...- No sé si yo podré seguir mucho tiempo bien sin él.

-¿Pero?

-No importa, volvamos dentro.

(...)

Dos días después de mi cumpleaños, en la entrada de mi casa había un paquete, enviado desde Estados Unidos. Rápidamente lo cogí y lo llevé a mi habitación, abriéndolo con quedado de no romper nada. Encontrándome lo primero de todo una carta.

Querido tsundere cascarrabias:

Es broma Shin-Chan, sabes que amo molestarte. Bueno... No sé muy bien que decirte, te escribí antes cartas pero... Bueno eso no importa.

Realmente, para tu cumpleaños pensaba regalarte algo grande, pero al decirme que tan solo querías una foto... No sé, algo dentro de mi hizo que pensara que tengo al novio más tierno del mundo. Pero no quedé satisfecho con solo eso, así que también te compré algo más.

Espero que te guste.

Con amor, de Bakao

Bufé con ternura, Takao siempre me pareció tierno a la hora de escribir.

Seguí mirando, encontrando un pequeño libro que indicaba con una nota pegada encima.

Este es uno de los horóscopos más populares aquí, pensé que te gustaría compararlo con Oha Asa. También te compré un llavero en forma de cangrejo.

Ojeé rápidamente el libro, cuando acabara de ver todo, ya lo leería con más detenimiento. Lo siguiente era una foto donde salían Takao y dos chicos más, ambos rubios.

Estos son Itsuki y Shuichi, los dos chicos de los que te hablé. Shuichi se parece a ti, es muy serio, e Itsuki es muy amable, fueron los primeros en hablarme cuando llegué el primer día... Me gustaría poder presentártelos en persona algún día.

Takao había escrito detrás de la fotografía. Me fijé en los dos chicos, no parecían ser alguien quien haría daño a Takao así que me quedé algo más tranquilo. Miré a Takao, y sin hacer esfuerzos por evitarlo, dejé que una sonrisa se posara en mis labios. Volví a mirar en la caja, encontrándome otra fotografía de un conejo de peluche gigante con gafas. Desconcertado giré la fotografía para ver si había algo escrito.

¡Te convirtieron en un conejo Shin-Chan! ;-; Cuando tenga dinero lo compraré.

-¡¿Qué?!- No le tomé importancia, Takao siempre era así cuando veía algo que le gustaba o le hacía gracia. Por último, cogí lo único que quedaba, la fotografía de Takao. Salía levemente sonrojado, detrás solo había un "Espero que te guste la fotografía" Lo miré durante al menos dos minutos, sin quitar la sonrisa.- ¿Cómo puedes seguir tan hermoso?- Me sonrojé al tan solo verlo en la fotografía.

Si pudiera... Volver a verte en persona.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hola~ Busqué y unos 15000 yenes equivalen a 108 euros o 121 dólares, no sé si estará bien. Bueno, al fin el capítulo que seguía la trama. Aunque casi no me dio tiempo de acabarlo por un nuevo fic MiyaTaka que colgué TwT Pero al fin está terminado así que, espero que les gustara :3

Muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top