Capítulo 28

Desperté de la que sin duda fue la noche más horrible de mi vida, no pude dormir ni un solo minuto, siempre que cerraba los ojos el rostro de Takao aparecía, recordándome que él no estaba a mi lado, dándome cuenta de lo fría que era la cama sin él. Las lágrimas volvían a caer hasta que llegó un momento de la noche en el que ya no lloraba, todo era simplemente dolor que no podía salir de mi.

Cuando mi despertador sonó simplemente le di un manotazo apagándolo de golpe, por mi mala suerte tenía que ir a la preparatoria, aunque no estuviera bien, no quería que mis estudios se vieran afectados porque Takao se fue. No sería propio de mí. Fui hacia el baño mirándome al espejo, estaba horrible, tenía ojeras de no haber podido dormir, los ojos algo rojos por habar llorado y un remolino en el pelo que me era imposible peinar. Gruñendo saqué mis gafas limpiándome con abundante agua, intentando disimular al menos el hecho de no haber dormido.

Salí del baño ya preparado para ir a la preparatoria, pero justo cuando iba a salir por la puerta mi teléfono sonó.

Sentí como de nuevo mis ojos pesaban, y me negaba a llorar ahora que ya estaba arreglado.

>Bakao no digas esa clase de cosas... Idiota más que idiota.

>Eres un idiota.

>Pero esta fue la noche más dura de mi vida, idiota.

>Eres un tsundere~

>Me harás un favor?

>Te conozco y eres capaz de pasarte todo el día solo... Ve con Miyaji-San y los demás... Aunque yo no esté, no quiero que te pases el día solo. Lo harás por mí?

>Está bien.

>Pero solo porque quiero... No es que lo haga porque me lo pidas...

>Idiota...

>Yo... También te quiero. 

Mordí mi labio inferior. Sabía perfectamente que en ese momento Takao estaría llorando, le conocía y no podía resistir cuando no se encontraba bien, siempre acababa llorando. Y lo más frustrante no era ese hecho, lo más frustrante era el hecho de saberlo y no poder hacer nada para evitarlo. Mordí mi labio inferior apretando con fuerza la camisa de mi uniforme con el puño, intentando de alguna forma liberar todo el dolor. Di un largo suspiro, guardé mi teléfono en la bolsa y fui hacia abajo.

-Onii-Chan como...- Mi hermana me miró por unos segundos.- Whou ¿Estas bien? ¿Dormiste esta noche? Parece que tengas la resaca de tu vida.

-Déjame.- Contesté con desgana, sabía que ella lo hacía para intentar animarme, pero era inútil.

-Vamos Onii-Chan intentaba animarte, come algo te sentará bien.- Me alargó una tostada que rechacé de inmediato poniendo mi mano parándola.

-No quiero comer. No tengo hambre.

-Ayer no cenaste...

-Si digo que no tengo hambre es que no tengo hambre.- Me miró con preocupación. Sabía que no era normal el no desayunar ni cenar pero, realmente sentía que si comía algo me pondría aun peor. Así que para evitar seguir con la conversación salí de casa aunque era demasiado pronto para ir a la preparatoria.

Miré el Rickshaw al salir de allí,-Supongo que ahora... Tendré que acostumbrarme a ir andando ¿No?- Empecé a ir hacia la preparatoria, pero de pronto un camión pasó por mi lado, me aparté con rapidez para que no me atropellara consiguiendo que el conductor hiciera sonar la bocina y me gritara un "¡Vigila por donde vas!" ¡¿Que se cree?! ¡Era él quien tendría que vigilar! Gruñí con fuerza y seguí andando.

Por mala suerte eso no fue lo único que pasó, un coche pasó por mi lado pasando por encima de un charco, mojándome así toda la ropa, intentando limpiarme no me di cuenta de que había un gato callejero al cual le pisé la cola. El gato me miró con enfado e intentó arañarme, corrí intentando liberarme de él y cuando miré hacia atrás para ver si ya se había ido, tropecé con una cloaca cayendo directo al suelo y empapándome aún más.

-¡¿Se puede saber que pasa hoy?!- Entonces caí, aun haber escuchado a Oha-Asa, por la discusión con mi hermana no pude coger mi lucky ítem.- ¡Rayos! ¡¿Cómo puedo ser tan idiota?!- Mi ítem de hoy era sencillo de conseguir, una revista de modelos, miré a mí alrededor, ni una sola pajarería o quiosco donde poder comprar una. ¡¿Es en serio?! Y por si fuera poco me había desviado y ya no sabía dónde me encontraba. Entre todo ese cumulo de mala suerte, lo único bueno era que aún tenía algo de tiempo hasta que fuera la hora de entrar al instituto.

Empecé a andar, intentando saber al menos en que calle me encontraba, cuando al fin logré salir me di cuenta de donde estaba.- Oh no...-

-¿Midorimacchi? ¿Qué haces aquí?- Estaba justo delante del instituto Kaijo.

-Nada.- Dije con enfado.

-¿Eh? ¿Qué te ocurrió? Te ves horrible.

-¡¿Que me ocurrió?!- Di un suspiro, no quería hablar, no quería hacer nada salvo ir a la preparatoria y distraerme olvidando todo lo que pasó esa horrible mañana.

-¡Kise date prisa!- Gritó un pelinegro.- ¡Como no entres vas a llegar tarde, te castigarán y no llegaras a la práctica! ¡Así que vamos!

-¡Ya voy Kasamatsu-Senpai! Midorimacchi tengo que irme...

- Kise, ¿Tienes una de esas revistas tuyas?

-¿Eh?

-¡¿Eres modelo no?! ¡Tendrás alguna revista donde salgas!

-¡Ah eso! ¡Claro toma!- Sacó una revista donde salía él junto a varios otros modelos. Siempre me pareció extraña su manía de llevar una de sus revistas siempre encima, pero en aquel momento no podría haber sido mejor.

-Gracias.- Suspiré aliviado, a lo mejor así mi día sería un poco mejor... A quien quiero engañar.- Si no tengo suerte es porque no está Takao.- Si no me voy no llegare a la preparatoria... Adiós.

-¡Espera Midorimacchi!- Me paré de golpe y me giré hacia él.- ¿Te ocurre algo?

-Te dije que no me ocurre na...

-No me refiero a eso.- Hizo una breve pausa mirándome a los ojos.- Me refiero si con lo de Takaocchi...

-Ya te dije que siento lo que pasó cuando se fue.- Mordí mi labio inferior.- No es nada, estoy bien.

-P-Pero Midorimacchi...

-¡Te digo que estoy bien! ¡Tan solo quiero llegar a la preparatoria lo más rápido posible! ¡Adiós!

-¡M-Midorimacchi espera...- Me fui sin decir nada más, sabía que si seguía ahí me pasaría como el día que Takao se fue. Y no pensaba volver a mostrarme tan débil ante nadie.

Después de correr como nunca había corrido, llegué a la preparatoria. Entré en el salón donde ya estaban todos los alumnos. Al verme todos se giraron hacia mí, era normal, después del número que monté ayer cuando dijeron lo de Takao... Se oían varios cuchicheos sobre lo que pasó, pero no podía prestarles atención, tan solo deseaba que acabaran rápido las clases.

Sonó el timbre indicando que era la hora del almuerzo. Salí de clase y fui hacia la azotea. Vacía, ¿Porque? ¿Porque tenía la pequeña esperanza de que si subía él estaría ahí?

-Takao...- Susurré mirando hacia mi bento. Recordé lo que le dije a Takao, tenía que ir junto a Miyaji, Takao siempre supo que era lo mejor para mí, y si él deseaba eso, sería lo mejor.

Fui hacia la biblioteca donde solía pasar el tiempo Miyaji, Otsubo y algunas veces Kimura. Algo nervioso abrí la puerta de la biblioteca algo nervioso viendo que estaban los tres comiendo y hablando.

-D-Disculpad...- Empecé sin mirarles.

-¿Eh?- Se giraron hacia mí.

-¡Midorima! ¿Qué te trae por aquí?-Preguntó Miyaji.

-L-La azotea... Se me hace vacía.- Susurré con tristeza, los tres me miraron también con tristeza.

-Anda ven, siéntate con nosotros.- Asentí aun nervioso y me senté junto a Kimura. Volvieron a empezar a hablar, varias veces invitándome a entrar en la conversación aunque no hablaba mucho, ellos en todo momento evitando mencionar a Takao o la graduación.

-Midorima deberías comer, ni si quiera abriste tu bento.

-No... No tengo hambre.- Murmuré mirando aun mirando hacia el suelo.

-¡Tonterías! ¡Tienes que comer anda!- Agarró algo de carne de su bento metiéndola directamente en mi boca. Mastique estando apunto de atragantarme.

-¡N-No haga eso!- Grité tosiendo por la comida.

-¡Si no comes te cansaras muy rápido cuando juegues a baloncesto!

-¡Ha estado a punto de ahogarme!

-¡Vamos! ¡Lo hice con amor!- Todos salvo yo rieron.

-Está a punto a sonar el timbre.- Dijo Kimura recogiendo su comida.

-Tienes razón, Miyaji, te espero en clase.- Otsubo y Kimura salieron de la habitación.

-Yo también debería irme...- Me levanté para salir.

-Midorima espera.

-¿Qué ocurre?

-¿Estas bien?- ¿Porque? ¿Porque todos me lo preguntaban?

-Perfectamente.- Di media vuelta para irme pero Miyaji me agarró por la muñeca parándome, obligándome a mirar hacia él.

-¿Realmente estas bien?- ¿Porque seguía insistiendo? ¿Qué quería? ¿Que volviera a derrumbarme? Mordí mi labio inferior.

-Puede... Que duela un poco.- Miyaji me miro sin saber que responder, palmeó mi hombro dándome apoyo.

-Midorima, soy tu Senpai así que cualquier cosa, no dudes en decírmela.- Dijo serio.

-B-Bien...- Me miró con preocupación, suspiró y salió de la biblioteca.

Las horas pasaron, cuando al fin sonó el timbre del final de las clases y simplemente fui hacia mi casa y me encerré en mi habitación, no quería ver a nadie, tan solo quería tumbarme y estar solo.

.

.

.

Pasó una semana, durante este tiempo los días habían sido prácticamente iguales. Yo iba al instituto sin ganas, había empezado a comer algo más pero aun así comía poco. En las noches tampoco descansaba, y tan solo podía comunicarme con Takao a través de mensajes. Mis padres y mi abuelo, en especial el último mencionado, insistieron que aun que Takao se hubiera mudado no podía llamarle, era demasiado caro. Obviamente repliqué, ellos tenían una gran empresa ¿Y yo no podía hacer una pequeña llamada? Era ridículo, pero cuando se los dije tan solo me contestaron "Si tanto quiere hablar contigo te llamará él, no tengo que gastar de mi dinero para que vayas detrás de un niñato" Esas fueron las palabras exactas de mi abuelo. Iba a contestarle, no permitiría que nadie le dijera algo así a Takao, pero mis padres me pararon. Estaba seguro que mi abuelo sabía que Takao no tenía el suficiente dinero como para llamarme muy seguido. Por eso dijo todo eso.

Pero yo no aguanté más, no podía aguantar tan solo a base de mensajes todo el día. Así que calculé, Takao me dijo que su hora de comer era a las dos y tenía tiempo para poder mensaje arme entonces aunque yo tuviera que contestarle a la mañana siguiente ya que por la diferencia horaria aquí serían las tres de la mañana. Normalmente a esa hora yo solía estar siempre dormido. Pero esa noche no. Me quedé despierto, aguantando a base de café como hacia cuando se acercaban los exámenes finales y tenía que quedarme estudiando, al ver que sonaba mi teléfono y comprobé que era Takao no perdí tiempo y lo llamé.

Sonaron tres largos pitidos, y cuando ya pensaba que no iba a contestar, descolgó el teléfono.

-¿D-Diga?

-¡Bakao! ¡¿Es que no pensabas contestarme?!

-¿S-Shin-Chan?- Por su voz supe que estaba a punto de llorar.

-¡Claro que sí! ¡¿Quién voy a ser si no?!

-¿A lo mejor Kise consiguió que su copia fuera perfecta y copió también tu voz?- Rió levemente.

-¡¿Qué?! ¡¿Que tonterías dices?! ¡Eso solo funciona en el baloncesto!

-No creas... Cuando quiere os sabe imitar muy bien.- Volvió a reír.

-¡¿Cómo?! Prefiero no preguntar.- Takao estalló en carcajadas al oírme, no pude evitar sonreír levemente, su risa siempre fue tan dulce.

-Está bien, está bien, y... ¿Porque llamaste? Creí que tus padres te dijeron que...

-No aguantaba más sin oír tu voz.- Admití sin rodeos, imaginándome casi al instante el rostro completamente rojo de Takao.

-S-Shin-Chan que... Tierno.

-¡No me llames tierno!

-Es que lo eres.- Volvió a reír.

-Serás...- Gruñí oyendo como Takao reía de nuevo.

-Al menos me alivia saber que no dejaste de ser un tsundere cuando me fui.

-¡No me llames tsundere!

-¿Tenemos que volver a empezar como antes?

-No.- Dije suspirando.

-¿Qué hora es hora es allí?

-Las tres de las mañana.

-Whua que tarde... ¿No tienes sueño?

-Un poco pero... No me importa.

-¿Sabes Shin-Chan? En este momento estoy sonriendo como un idiota.- Agrandé un poco más mi sonrisa al imaginarle.

-Es que eres un idiota ¿No?

-Sí pero, soy tu idiota, ¿Verdad?

-Sí Takao, eres mi idiota.- Sentí mi rostro ardiendo a la vez que agradaba mi sonrisa.

-Voy a empezar a ahorrar Shin-Chan.- Dijo decidido haciendo que me desconcertara.

-¿Eh? ¿Para qué?

-Para así poder hablar contigo, porque aunque a ti no te dejen, si llamo yo no te dirán nada. Así podremos hablar juntos más seguido y durante más tiempo sin importar lo caro que sea llamar.- Suspiré feliz ante su explicación.

-Tonto... No tienes que ahorrar para eso, aunque luego mis padres y mi abuelo se enfaden por gastar algo más de dinero... Voy a llamarte más seguido ¿Si?

-Gracias Shin-Chan pero... No quiero causarte no...

-Nunca eres una molestia.- Volví a imaginarme su rostro sonrojado.- T-Takao... P-Podrías...- Susurré sintiendo como mis mejillas ardían por segundo, me daba vergüenza pedirle algo así pero... Quería oírselo de nuevo. Por suerte Takao pareció entender ya que rió levemente.

-Te quiero. ¿Era eso cierto?- Volvió a reír.

-S-Sí.

-¿Quieres que lo repita?

-¡Ha-Haz lo que quieras!

-Te quiero Shin-Chan.- Volvió a repetir haciendo que mi sonrojo aumentara más.- ¿Estas sonrojado?

-¡Claro que no!

-¡Sí lo estás Shin-Chan! ¡Cuando pones esa voz es que te has sonrojado!

-¡T-Te digo que no me he sonrojado!

-Claro que sí Shin-Chan, estas sonrojado, seguro que tienes ese hermoso sonrojo que siempre tenías cuando te lo decía y yo...- Takao sollozó.- Yo... S-Si tan solo pudiera volver a ver... Ese sonrojo...- Oí como Takao había empezado a llorar.

-¡¿T-Takao?! ¡¿E-Estas llorando?! ¡Voy para allá!- Grité levantándome del sofá donde me encontraba.

-¡No puedes venir a Nueva York tan solo porque yo esté llorando!

-¡Puedo y lo haré!- Takao sollozó.

-No puedes Shin-Chan... Lo sabes, pero... Créeme que en este momento daría mi vida por tan solo abrazarte un minuto.- Sollozó.

-T-Takao...- Sentí como yo también me pondría a llorar así que en seguida pasé mi manga por mis ojos.

-Está bien Shin-Chan... Tengo que irme... De aquí poco tendré que seguir con las clases... Te quiero.

-Yo también te quiero... ¿P-Puedo volver a llamarte?

-Claro que si tonto.

-V-Va...

-¿Onii-Chan?- Oí a mi hermana detrás mío.

-Tengo que colgar, te quiero.- Susurré lo último colgando el teléfono.

-¿Estabas hablando con Takao?- Asentí avergonzado.

-¿Cómo supiste que...

-Pusiste esa sonrisa que siempre tienes cuando hablas con él.- Minori sonrió haciendo que me sonrojara.- ¿Te encuentras bien?

-Sí.-Suspiré.- Tan solo quiero ir a dormir...- Así al menos, podré ver a Takao en mis sueños.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hola~~ Bueno, antes de nada quisiera hacerme auto-spam, y decirles que colgué un One-Short yaoi de un solo capítulo titulado "¿Recuerdas Jean?" Del anime Shingeki no Kyojin, la pareja es Jean x Marco- Marco T.T- Y si os gusta la pareja sería un honor para mí que os pasarais a leer y me dierais vuestra opinión ^-^ Siento el spam deben estar ya cansados de tanto uwu Dejando eso a un lado espero que les gustara el capítulo de hoy :3 Muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top