Capítulo 26
Desperté de la que sin duda fue una de las noches más duras de mi vida. Ni Takao ni yo nos dormimos hasta que no pasaron al menos de las dos de la mañana, éramos incapaces de hacerlo. No quería dormirme, si me dormía sabía que a la mañana siguiente Takao ya no estaría junto a mí, sabía que ya no seriamos nada salvo "conocidos que una vez se amaron", no podría volver a ver esa sonrisa que me volvía loco, no podría volver a besar esos labios que me resultaban tan perfectos, no podría volver a dormirme abrazado a su pequeño cuerpo, no podría volver a oír un "Te quiero" de su dulce voz, tan solo deseaba que esa noche fuera eterna y así nunca me separara de Takao. Pero no fue así, ambos caímos dormidos aun a riesgo de saber que al despertar, habríamos perdido a la persona a la que amábamos.
A la mañana siguiente me desperté al sonar la alarma de mi teléfono, Takao seguía dormido a mi lado, aferrándose levemente a mi torso con lágrimas secas en sus ojos. Mentiría si dijese que no tuve ganas de lanzarme a abrazarlo, pero no podía hacer eso. Tan solo me levanté y me vestí con el uniforme de la preparatoria. Cuando estuve listo me dirigí hacia la puerta, pero por mala suerte, no pude evitar fijarme en el rostro aun dormido de Takao e inevitablemente me acerqué a él. Bese la frente y acaricie el pelo de mí ahora no novio. Una de las cosas que más me gustaba de Takao es que tenía un sueño muy profundo. Me quede acariciando su pelo sin importarme el llegar tarde al instituto, solo pensaba en que ya no lo tendría a mi lado, ya no podría verlo dormir, ni besarlo, ni acariciarlo mientras dormía como tanto acostumbraba a hacer. Solo pensaba en que ahora ya no éramos nada y que él ahora ya no estaría mi lado. Creo que unas lágrimas rebeldes se escaparon de mis ojos pero no les preste atención.
-Maldito Bakao... ¿Porque tuviste que enamorarme tanto? Eres un idiota.- Susurre sobre su frente para después besarla de nuevo, limpie mis ojos y di media vuelta con la idea que no volvería a ver a Takao.
-¿S-Shin-Chan?- Me pareció oír como Takao se despertaba, por instinto corrí hacia fuera de la habitación.- ¡Shin-Chan!- Se había despertado. Sus pasos se aproximaron a la puerta donde yo me encontraba, parando justo antes de abrirla. Reconocí ese tono de voz, el tono de voz que menos me gustaba de Takao, el tono de voz que ponía cuando estaba llorando. Mordí mi labio inferior reteniendo las lágrimas apoyándome en la puerta que estaba tras de mi e ir bajando hasta quedar sentado en el suelo, mientras sentía como Takao golpeaba la puerta tras de mi gritando y sollozando. Ambos nos sentíamos frustrados, ambos queríamos correr y abrazar al otro, pero ambos sabíamos, que no haríamos eso.
-Lo siento... De verdad que lo siento.- Me levanté y corriendo fui hacia fuera. No quería volver a llorar de buena mañana, así que lo más sencillo era simplemente salir de allí.
Una vez estuve fuera bajé hasta la calle encontrándome con el rickshaw. Pensándolo bien, si ese día, el día en que me declaré, hubiéramos cogido el rickshaw seguramente no hubiera tenido el valor de invitar a Takao a pasar a mi casa, no hubiera tenido la oportunidad para besarle, y no me hubiera declarado. Quien sabe, si ese día hubiéramos cogido el rickshaw, a lo mejor ahora ni si quiera estaríamos saliendo, y tal vez, ahora no me dolería tanto el que se fuera. Maldito trasto, ¿Que haría ahora con él? Si Takao no pedaleaba delante de mí, ¿Qué sentido tenia guardarlo? Si no podía oír la melodiosa voz de Takao tatarear una de sus canciones, ¿Para qué lo quería?-Para nada.- Esa era la respuesta, pero no quería deshacerme de él. Hacerlo significaría olvidarme de todo eso, de las canciones de Takao, de su espalda mientras pedaleaba, de su sonrisa cada vez que se giraba a verme, de sus enfados cada vez que le tocaba pedalear, y de ese pequeño corazón que una vez talló Takao con una de sus llaves en la madera de la carreta, según Takao así me acordaría de él cada vez que me quedara yo con el rickshaw.-Que cursi eras entonces.- Pensé con burla y tristeza.
Emprendí la caminata hacia la preparatoria, por suerte no llegué tarde a clase. En todo el día no pude estar atento, mi único pensamiento era Takao, cada vez que intentaba concentrarme y mirar hacia el profesor, me encontraba con su asiento vacío y por no verlo, dirigía la mirada de nuevo a la ventana. Así fue durante todo el día, en la comida no quería estar con nadie, subí solo a la azotea y simplemente me quedé en silencio sumergido en mis propios pensamientos hasta que sonó el timbre. Y en clase fue exactamente igual. Al sonar el timbre que indicaba el final de las clases, bajé al gimnasio ya que teníamos práctica. Pero todo era diferente, por fuera perecía una práctica cualquiera pero era totalmente diferente. A diferencia de los demás yo corría y entrenaba sin motivación alguna, ni si quiera me fijaba en los ejercicios que hacíamos, tan solo imitaba a los demás.
-Bien chicos, practicad tiros, repartiros entre las diversas canastas.- El entrenador habló. Normalmente siempre nos repartíamos los titulares en una canasta puesta ligeramente más alta que la altura normal para que en los partidos no nos fuera tan difícil marcar. Me dirigí hacia la canasta y empecé a tirar. Uno de esos tiros, al caer después de marcar, el balón fue algo más lejos de lo normal y yo tan solo me quedé quieto, viendo como poco a poco se alejaba. Normalmente cuando eso pasaba Miyaji me tiraba un balón en la cabeza para regañarme por haberlo dejado escapar haciendo que los demás rieran. Y fue entonces cuando me di cuenta. Miré a mí alrededor. Estaba solo. Completamente solo. Miyaji ya no gritaba amenazando con piñas, Otsubo ya no nos indicaba que hacer, Kimura ya no animaba a los más cansados a seguir, Takao ya no reía por la más mínima cosa que pasaba. Todos ellos ya no estaban, yo estaba solo. Busqué a mi alrededor una vez más, tan solo podía ver los recuerdos de los buenos ratos que pasamos allí, jugando todos juntos, entrenando, corriendo, metiéndonos unos con otros, siendo un equipo. Pero eso ya no era así, al menos no era como yo lo sentía, para mi tan solo éramos el resto del equipo, y yo. Ya no me sentía parte de Shutoku, ya no me sentía en mi sitio, volvía a sentirme solo igual que en secundaria, ninguno de los demás se acercaba a mí, supongo por lo que Takao llamaba "tsunderismo", sin Miyaji, sin Otsubo, sin Kimura y sin Takao, para mí ya no era Shutoku.
Mordí mi labio inferior con fuerza, hasta hacerlo sangrar, sintiendo ese horrible sabor que queda en tus labios después de hacerlo. Agarré el balón con fuerza hasta que mis manos dolieron y con la misma fuerza que lo anterior lo tiré golpeado el suelo, logrando que todos los demás se giraran a verme. Pero no les presté atención, tan solo pensaba en como podría hacer para cumplir esa promesa que una vez le hice a Miyaji de "Llevar a Shutoku a la victoria" cosa que en ese momento, me parecía completamente imposible.
-Midorima.- El entrenador llamó mi atención.- Ya me dijeron lo de Takao... Debe de ser duro para ti, estabais muy unidos, si quieres puedes ir ya a casa.- Guardé silencio por unos segundos.
-Si no le importa... Me gustaría quedarme aquí practicando mis tiros.- Dije con mi tono de voz monto que solía usar hacía tiempo, tan solo que ahora me resultaba casi irreconocible, casi no parecía mi voz.
-Está bien, cualquier cosa que necesites no dudes en decírmelo.- Asentí mientras el entrenador volvía a su lugar habitual. La práctica terminó y poco a poco los demás se fueron desapareciendo, yo tan solo me quedé allí. Tirando una y otra vez, creo que fue de las veces que más tiempo me quedé practicando mis tiros, volteando cada vez que lo hacía a ver el final del gimnasio, pensando que quizás en alguna de esas veces Takao estaría allí diciéndome "Nice Shoot" o alguno de los superiores diciendo que me fuera a casa, pero no. Por mucho que volteaba nunca había nadie. Estaba solo.
No me fui del gimnasio hasta que el encargado de la limpieza me echó de allí, no tenía fuerzas casi ni para andar hacia casa, ¿Tanto me afectó? A lo mejor estaba así tan solo por no haber descansado bien. Mis brazos dolían de tanto tirar los triples de alta trayectoria, me sentía agotado y sabía que aún no había pasado lo peor. Y justo en ese momento mi teléfono sonó.
> Hola Midorimacchi :3 Bueno... Sé que este mensaje será incensario y seguramente me contestes: "¡No me digas algo tan obvio nanodayo!" O algo así pero, mañana vamos a despedirnos de Takaocchi, nos dijo que se iba a las siete así que todos iremos antes a despedirnos de él. Sé que seguramente tú ya tenías pensado ir pero, no me quedaba tranquilo si no te lo decía n////n Bueno, ya nos vemos~~<
De alguna forma ese mensaje dolió y a la vez me confundió. Pensé que lloraría, pensé que aun estar en medio de la calle rompería a llorar como si tan solo tuviera cinco años, pero no, sí que dolió, pero de alguna forma ese dolor quedó dentro de mí, haciéndome imposible llorar.
Fui hacia mi casa, si quiera tenia fuerzas para ir a cenar, tan solo entré e ignorando lo que me decían mi hermana y mi madre fui hacia la habitación.
-¿Te encuentras bien Shintaro?- Preguntó mi abuelo a medio camino hacia mi habitación.
-Sí tan solo... Estoy cansado, un compañero se muda y... es muy cansado.- Mi abuelo sonrió.
-Descansa hijo.-Entré en mi habitación y me encerré en ella, me puse el pijama y sin hacer nada más me tumbé en mi cama. No podía dormir, por muy cansado que me encontraba me resultaba imposible conciliar el sueño, tan solo podía pensar en el rostro de Takao.
(...)
Al día siguiente escorpio estaba doceavo y cáncer onceavo, entendía porque, Takao se iría y yo no tenía ganas de hacer nada. Me estaba debatiendo entre levantarme de la cama e ir al instituto o decir que no me sentía bien y seguir ahí, pero no podía faltar a clase por eso. Así que me levanté y sin desayunar me fui hacia la escuela.
-¡Hey Midorima!- Gritó Miyaji tras de mi cuando ya estaba a punto de entrar.
-¿Ocurre algo?- De nuevo me voz sonó motona, sin vida. Miyaji junto a Otsubo y Kimura corrieron hasta llegar donde yo me encontraba.
-E-Estas... ¿Bien?- Preguntó Miyaji nervioso.
-Sí yo... Estoy bien tan solo vayamos a clase, el timbre está a punto de sonar.- Volví a girarme hacia la entrada y empecé a andar, pero una mano en mi hombro me paró.
-No tienes por qué hacerte el fuerte delante de nosotros.- Dijo Otsubo haciendo que me descolocara.
-N-No... D-De verdad estoy bien, tan solo quiero ir a clase.- El timbre sonó y sin decir nada más entré en el instituto.
Las primeras horas fueron normales, salvo por algunas chicas que se acercaban a preguntarme por Takao, yo simplemente no les contestaba. A algunas otras se les oía decir cosas como "¿Os habéis entregado de lo de Takao?" "Sí dicen que se muda." Y cosas así. No fue hasta que quedaban tres clases para irnos que todo empeoró. El director entró en la clase, cosa poco habitual ya que casi nunca se le veía por el centro.
-¿A qué se debe su visita señor director?- Preguntó el profesor.
-Me temo que tengo que darles una mala noticia...- Al oír eso sentí una opresión en mi pecho. Sabía perfectamente porque estaba allí.
-Vuestro...- No...
-...Compañero...-Esto no está bien.
-...Takao Kazunari...-No puedo hacerlo...
-...Ha...-Shintaro contrólate aquí no...
-...Abandonado el centro.-Necesito a Takao.- Me levanté de golpe, haciendo que todo el salón volteara a verme.
-¿Midorima-Kun ocurre algo?- Mordí mi labio inferior y levanté la mirada dejando ver como todo mi rostro estaba cubierto por lágrimas que no dejaban de caer.
-¿Puedo ir al baño?- Pregunté aun sin limpiar mis lágrimas.
-No creo que sea correcto hacer eso con el director delante...
-¡Profesor déjele ir!- Mizuki se levantó mirándome con preocupación. De ella varios de los demás alumnos empezaron a insistir pidiéndole que me dejara ir hasta que aceptó.
-Bien vaya... Pero no tarde.- Asentí y salí corriendo del salón. Llegué al baño y cerré la puerta con fuerza, poniéndome delante del espejo. ¿Podía verme más patético? No, era imposible. Me había puesto a llorar delante de clase, ahora mi rostro se encontraba completamente empapado y sonrojado, y mis gafas estaban totalmente sucias.
-¡Maldita sea! ¡Ya veo como estas bien! ¡¿Shintaro desde cuando te volviste tan patético?!- Me grité a mí mismo dando una patada contra la pared.- ¡¿Por qué lo tuviste que hacer?! ¡¿Porque tuviste que enamorarte?! ¡Si tan solo hubieras seguido los consejos de tu abuelo ahora no estrías así! ¡Eres realmente patético!- Seguí gritando delante del espejo mientras mi rostro se enrojecía y mis lágrimas caían con más fuerza, golpeando todo lo que podía intentando liberar toda la ira, la tristeza y la frustración que tenía.- Maldita sea... Todo por ese estúpido Takao...- No podía seguir ahí, mi cabeza dolía y todo me daba vueltas, necesitaba descansar o simplemente dejar de llorar. Limpié mis ojos lo mejor que pude y salí del baño dispuesto a decirle al profesor que no me sentía bien, pero al salir, esperando en la puerta, estaba Mizuki.
-¿Midorima-Kun te encuentras mejor?
-Sí... G-Gracias por lo de antes.- No quería hablar más así que seguí andando.
-¿Estabas saliendo con Takao cierto?- Me giré de golpe algo sonrojado.- Cuando intenté que salieras conmigo, ¿Estabas saliendo con él no?- Asentí sonrojado con la mirada baja.- ¿Crees estar bien sin él?- Negué con la cabeza.
-N-No lo sé.
-Mira, no me cae bien Kazunari, pero me rechazaste por él así que debes estar muy enamorado de ese chico. Que te quede claro que no pienso dejar que otra chica se te acerque mientras él no este ¿Entendido? Si hace falta te vigilare día y noche hasta que vuelva.
-¿C-Como? ¿Q-Que?- Sin decir nada más me adelantó y se dirigió hacia clase. Aun confuso, fui al salón y le dije al profesor que no me sentía bien y me dejara ir a la enfermería. De allí me dejaron volver a casa ya que vieron que no me sentía bien. En casa no había nadie, estaba totalmente solo, como hice la noche anterior me encerré en mi habitación, me senté sobre mi cama y hundí mi rostro en mis rodillas volviendo a llorar en silencio. Mirara donde mirara veía a Takao, los momentos que pasamos juntos en esa habitación me abrumaban, me abrumaba pensar en no volver a ver su sonrisa, en no poder volver a escuchar su voz, todo era demasiado abrumador en ese momento.
Desconozco cuanto tiempo pasé sin salir de allí hasta que llegó mi hermana, oí la puerta del comedor abrirse y unos pasos rápidos venir hacia mi habitación. Mi hermana abrió la puerta de un golpe y al verme se lanzó a abrazarme, en ocasiones normales le hubiera gritado, pero no tenía fuerzas.
-Onii-Chan...
-¡Estoy bien tan solo quiero estar solo!- Grité.- T-Takao se...
-Muda lo sé, voy al mismo club de voleibol que su hermana. ¿Vas a contarme lo que pasó?
-Él y yo... R-Rompimos para que no fuera tan duro y... Ahora él se irá y yo...- Sollocé sin poder mirar a Minori.
-¿Rompisteis para que no fuera tan duro? Es lo más tonto que oí nunca. ¿No crees que estáis siendo egoístas?
-¿Q-Que...
-Ambos os queréis, nunca te vi como cuando te veo con él, tienes "algo" que hace que hace que te veas completamente diferente a su lado, y Takao también, cuando estas tu cerca siempre sonríe, ¿Y queréis acaba con todo eso tan solo porque se muda? Vamos, admite que suena estúpido. Es egoísta por parte de ambos dejar ir al otro con tanta facilidad, además ¿De verdad es mejor? Nunca faltaste a clase salvo por negocios, te vi ir a clase estando con fiebre, y te has ido porque no aguantabas más ¿Cierto? ¿Y cómo crees que estará ahora Takao? Mal obviamente, se muda muy lejos, ¿Pero crees que eso es lo que más le duele? Estoy segura que no, en este momento seguro que estará llorando porque acaba de perder a la persona a la que quiere. Acaba de perderte. Tú estas igual que él. ¿Y no vas a hacer nada para impedirlo? Es estúpido y egoísta. ¿Sabes que haría yo en tu lugar? Iría a despedirme, a decirle todo lo que siento antes de que se vaya, al menos pasase lo que pasase, en el futuro no estaría preguntándome "¿Qué hubiera pasado si..."
-N-No serviría de nada...- Miré la hora.- Se va en media hora y tardo eso en llegar... A-Además prometimos que si... Nos volvíamos a ver lo intentaríamos de nuevo y...- Minori empezó a reír.
-Si como tú dices volvéis a encontraros ¿Crees realmente que Takao seguiría soltero? Míralo, es un chico atractivo, tiene esa vitalidad que anima a cualquiera y siempre está riendo. Muchas chicas matarían por un chico como él. Y yo sé cómo va esto, si no vas a decirle todo lo que sientes pensará que definitivamente ya no tenéis nada, eso más el haberse mudado hará que se sienta vulnerable, y acabara en brazos de la primera carroñera que pase, ¿Quieres eso? ¿De verdad quieres eso? ¿De verdad es mejor eso que salir corriendo ahora e intentar alcanzarlo? ¿En serio?- Miré a mi hermana sin creer lo que acaba de decir una chica que yo hasta ahora consideraba inmadura, tenía razón, tenía razón en todo. Salté de la cama, cogí mis llaves y salí a la calle.
Empecé a correr sin importarme ni el frio ni como me miraban las personas que pasaban por la calle, solo me importaba Takao. Corría y corría haciéndome paso a codazos cuando alguien no me permitía pasar, cruzando semáforos en rojo si hacía falta, no me importaba nada de eso. Cuando estaba a punto de llegar a su casa, vi como todos los chicos estaban allí, Aomine, Kise, Kuroko, incluso Kimura, no había uno solo que no tuviera al menos una pequeña lágrima corriendo por la mejilla.
-Takao... Takao...- Dije casi en un susurro.- ¡Takao!- Grité, todos se giraron a verme.
-¡Shin-Chan!- Corrí hacía Taka llorando, él también corrió hacia mi hasta que pudimos abrazarnos. Takao me abrazo con fuerza, ambos giramos algo en el sitio sintiendo el calor del otro y sintiendo como se empezaba a mojar mi camisa con las lágrimas de Takao.
-No puedo... ¡Simplemente me niego a romper! T-Tu ¡Eres demasiado importante para mí como para romper por algo así!
-Shin-Chan... Gracias a Dios que viniste, yo ta-tampoco quiero romper.- Sollozó agarrándome con fuerza.
-¿E-Entonces?- Agarre a Takao por el mentón subiendo su mirada. Tenía todo el rostro empapado en lágrimas, sus mejillas y nariz rojas he hinchadas igual que sus ojos.
-Sí, Shin-Chan, volvemos.- Sin pensarlo dos veces lo besé sin ninguno de los dos dejar de llorar.- Sh-Shin-Chan no quiero irme.
- Pero tienes que hacerlo.
-¡Pero no es justo! ¡¿A quién molestaré si no eres tú?!-Volvió a abrazarme escondiendo su rostro en mi torso mientras sus lágrimas aumentaban.
-Encontraras a otro al que molestar.- Intente sonreír por el bien de Takao.
-¿Dónde se supone que encontraré un megane de pelo verde, tsundere y obsesionado por los horóscopos?- Lloré con más fuerza.- Tu encontraras a alguien que tire del Rickshaw.
-Si no eres tú... Prefiero ir andando a clase.- Esta vez fue Takao el que lloró más. Al cabo de unos minutos sin dejar de llorar subió su mirada, intenté sonreír de nuevo para que viera que todo estaba bien aunque no era así.
-Se supone que los tsunderes no lloran.
-No es culpa mía haberme enamorado.- Sollozó con más fuerza y sus lágrimas cayeron con más rapidez.- Eh, no llores, me enamoré de tu sonrisa.- Takao intento sonreír pero en seguida su sonrisa se quebró. Volvió a abrazarme.
-Takaocchi... S-Sé que no es el mejor momento pero todos hicimos esto.- Kise palmeó el hombro de Takao. Él se separó algo de mí para ver como Kise le entregaba un pequeño cuadro con una fotografía donde salimos todos en una de esas salidas que tanto le gustaba hacer a Takao. Takao tomó la fotografía entre sus manos y la miró unos segundos llorando con fuerza, miró hacia Kise y se lanzó a abrazarlo.
-Gracias Kise... Os echaré de menos.- Sollozó. Kise también llorando correspondió al abrazo.
-Yo también te echaré de menos Takaocchi, no sé cómo me meteré con Midorimacchi si tu no me ayudas.- Ambos rieron levemente.
-¡Eh Takao! ¡No es justo que el único que abraces sea a Kise y a Midorima! ¡¿Te has olvidado de tu Senpai?!- Miyaji se acercó a Takao. Él sonrió entre lágrimas y abrazó a Miyaji.- Espero que cuando vuelvas me traigas una piña de allí.
-Lo prometo.- Rió débilmente.- No tenga miedo de mostrar su relación con Otsubo-Senpai.- Le susurró Takao haciendo que Miyaji se sonrojara.
-¡¿Y los demás que?!- Gritaron Aomine y Kagami con una lágrima cayendo por sus mejillas. Al final todos, incluido yo, nos vimos sumidos en un abrazo grupal. Nadie podía dejar de llorar, pero a la vez todos tenían una pequeña sonrisa, recordando todas aquellas veces que nos habíamos divertido juntos.
-¡Te echare de menos enano!- Grito Aomine.
-Ya veras, América es muy agradable cuando llevas un tiempo allí.-Sonrió Himuro aun con lágrimas en los ojos.
-De verdad que... Muchas gracias chicos.- Takao sonrió limpiando sus lágrimas.
-Kazunari.- Empezó Akashi.- Nunca me caíste bien, pero tengo compañías en Nueva York, cualquier cosa que necesites tan solo diles que me conoces y necesitas hablar conmigo.
-Gracias Bakashi.- Bromeó llorando.
-Takao....- Me acerqué a él con los brazos extendidos para que entendiera lo que quería. Takao volvió a abrazarme con fuerza hundiendo su rostro en mi torso.
-Te quiero Shin-Chan... No te olvides ¿Si?
-Bakao... Ni que te estuvieras muriendo.- Apreté los dientes llorando con fuerza.- Mi idiota... No sobrevivo sin ti.- Susurré para que tan solo Takao me oyera. Se aferró con fuerza a mi espalda sintiendo como lloraba con más fuerza.
-Takao tenemos que irnos.- Dijo su madre. Lo solté poco a poco pero él me agarró con más fuerza.
-Aun no Shin-Chan... Déjame abrazarte un poco más.- Sonreí con tristeza.
-Tanto como quieras.- Runruneé contra su pelo. Lloramos sin soltarnos durante unos minutos hasta que su madre lo llamó de nuevo.
-Tienes que irte.- Acaricie un poco su pelo.
-Pero no quiero...
-Yo tampoco quiero.- Acepté sollozando.
-Volveré Shin-Chan y cuando vuelva, quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.- Asentí sonriendo y lo bese de nuevo. Entró en el coche y abrió la ventanilla. Puse mi mano sobre su mejilla limpiando sus lágrimas.
-Echaré de menos tus caricias.- Dijo agarrando la mano que tenía en su mejilla.
-Echare de menos tus besos.- Susurré en busca de un beso. Nos acercamos uniéndonos en un tierno y triste último beso.
-Te quiero.- Dijimos a la vez haciendo que riéramos levemente.
-Adiós chicos.- Se despidió de los demás.
-Cuando llegues ¿Me llamaras?
-Claro.- Bese su frente por última vez y el coche se encendió. Takao cerró la ventanilla y apoyó su mano sobre esta. Coloqué mi mano sobre donde él apoyó la suya, intentando volver a sentir su calor. Nada. Todo era frío. Lloré con más fuerza apretando los dientes, Takao lo vio y también lloró con más fuerza, movió sus labios diciendo algo que no logré oír pero pude leer en sus labios, "No llores Shin-Chan" Eso tan solo hizo que mis lágrimas aumentaran. El coche arranco, viendo por última vez el rostro lloroso de Takao. Al verlo intenté correr, no fueron más que unos metros detrás del coche intentando alcanzarlo.
-¡TAKAO!- Un último grito desesperado salió de mí intentando alcanzarlo, no pude resistirlo más y caí al suelo de rodillas llorando con mucha fuerza.-¡Marchaos! ¡Dejadme solo!- No quería que los demás me vieran así.
-Midorimacchi...... No vamos a dejarte solo.- No podía discutir mas, me apoye contra la pared de casa de Takao escondiendo de nuevo mi rostro en las rodillas, en pocos segundos Kise se sentó a mi lado poniendo su mano en mi espalda intentando animarme aun él estar llorando igual que yo. Pase ahí algo más de una hora, pensaba que a lo mejor si me quedaba lo suficiente Takao volvería diciéndome "¿Porque lloras Shin-Chan?" Pero eso no pasaría, lo sabía pero aun así tenía esa pequeña esperanza. Sentí una mano sobre mi hombro, levanté ligeramente la mirada para ver a Kuroko.
-Midorima-Kun... Sabes que Takao-Kun estará bien allá donde vaya, no se olvidara de ti. Os queréis demasiado como para eso, ninguno te habíamos visto tan bien desde que conociste a Takao-Kun y empezaste a cambiar un poco. Es normal sentirse triste, ¿Crees que Kise-Kun se sentiría bien sin Aomine-Kun? ¿O Himuro-Kun sin Murashakibara-Kun? ¿O Miyaji-San sin Otsubo-San? ¿O yo sin Kagami-Kun? Ninguno nos sentiríamos bien, pero ahora no puedes hacer nada, sabemos que estaréis bien. ¿Confías en Takao? -Asentí- ¿Y confías en ti?
-No tanto ahora que no está Takao.-Baje la mirada.
-¡Ya basta Midorima!- Gritó Miyaji.- ¡Todo queríamos a Takao! ¡Nosotros también hemos perdido a un amigo! ¡Pero todos sabemos que él odiaba vernos tristes! ¡Por eso siempre sonreía! ¡Tú no eres así! ¡Y estoy cien por cien seguro de que Takao se enamoró del Midorima fuerte y recto que eres! ¡No de alguien que se pasa una hora llorando en la calle! ¡Ahora haz el favor de levantarte y ser un hombre!- Miyaji se puso a mi altura y limpió mis lágrimas aun él tener el rostro rojo por tanto llorar.- Siento ser tan duro, pero necesitabas oírlo de alguien.
-Gracias.- Susurré levantándome.
-Midorima-Kun.- Kuroko me llamó.- ¿Confías en ti?-Preguntó de nuevo. Suspiré así intentando calmarme y asentí.- Entonces no tienes por qué preocuparte.-Me giré hacia ellos e hice una reverencia.
-Siento todo esto.
-No importa Midorimacchi. Cualquier cosa que necesites, nos llamas ¿De acuerdo?- Volví a asentir y corrí hacia mi casa. Esa noche, lloraría como nunca lo había hecho, lo sabía, pero después de eso pensaba ser fuerte por Takao. Cuando llegue mi hermana estaba aún despierta, sentada en el sofá, al verme se levantó hacia mí.
-Onii-chan... ¿Necesitas un abrazo?- Pregunto mi hermana. Mordí mi labio inferior intentando dejar de llorar.
-Necesito a Takao.- Aun así ella se acercó a mí y me abrazó. Correspondí al abrazo en silencio.
-Ves a tu habitación, duerme un poco.- Asentí y fui hacia mi habitación. Hundí mi rostro en la almohada intentado que así me fuera más fácil dormir, pero fue al contrario, Takao y yo dormimos demasiadas veces juntos en esa cama, y de alguna forma de tanto hacerlo ese dulce aroma que siempre tenia se había quedado impregnado en esa almohada, nunca me fijé pero esa almohada fue testigo de muchas cosas, nuestra primera vez, incontables caricias, incontables besos, incontables te quieros, incontables sonrisas.
-¡Takao!- Grité sollozando. No me importaba que mis padres estuvieran en casa, no me importaba que mi abuelo pudiera oírme, la única cosa que me importaba estaba en un avión volando más lejos de mí a cada segundo.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola :3 Por favor no me maten :3 A mi también me duele escribir esto ;-; Este cap me quedó inmenso y creo que me pasé un poco de dramática pero espero que les gustara ^-^' Sin más que decir muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top