Capítulo 23
-¿C-Como que romper?- Pregunté al borde de romper en lágrimas mientras poco a poco me iba acercando a Takao.- ¿Ta-Takao que estás diciendo? ¿Hice algo mal?
-N-No es eso tan solo que... ¡Yo nunca te quise!- Gritó Takao mientras abundantes lágrimas empezaban a deslizarse por sus mejillas.- ¡Tan solo fuiste un juego!
-¿C-Como?
-¡Un juego! ¡Un juguete! ¡¿Qué es lo que tanto te cuesta de entender idiota?! ¡Quería saber que se siente al estar con otro hombre! ¡Y al ver que tú me besaste pensé que sería una buena oportunidad! ¡Pero ya me cansé, no quiero seguir jugando! ¡Vete! ¡Nunca te quise, no te quiero y nunca te querré!- Dijo cabizbajo mientras aún más lágrimas salían de sus ojos. Lo sabía perfectamente, sabía que cuando Takao hacia eso era que mentía.
-¿En serio?- Pregunté acercándome a él mientras Takao retrocedía.- ¿Tan solo fui un juego?
-Sí.
-¿Todo fue solo un juego? Todas tus sonrisas, todos tus sonrojos, todas las veces que me llamabas "Shin-Chan" con una sonrisa.-Me acerqué aún más a él.- Tus celos, tus besos, tus abrazos, tus caricias, tus "Te quiero" ¿Todo lo que pasamos fue mentira?- Asintió sin dejar de llorar.- Incluso... ¿Nuestra primera vez?- Susurré en su oído.- ¿La recuerdas? Me sentía muy nervioso, en ese momento, a mis ojos, tú eras la persona más frágil y delicada del mundo, y tenía demasiado miedo de herirte. Pero tú, me sonreíste me besaste y me dijiste que todo estaba bien, no puedo expresar lo mucho que te amé en ese momento.- Besé su mejilla.- ¿Recuerdas lo que pasó después de eso? Tus jadeos, tus gemidos, tu rostro sonrojado, todo, todo en ti era perfecto y aquel último beso que me diste antes de quedar dormido en mis brazos... Nunca te lo dije, pero esa noche besé tu frente tantas veces que perdí la cuenta. ¿Y me estás diciendo que todo eso fue tan solo un juego?
-S-Sí.- Tomé su mentón obligándolo a mirarme directamente a los ojos.
-Si eres capaz de decir que no me quieres mirándome a los ojos, me iré y te dejaré en paz.
-Y-Yo no...- Takao subió la mirada y, con los ojos aun sumidos en lágrimas, empezó a balbucear. De pronto bajó el rostro y lo apoyó contra mi torso. -¿Porque Shin-Chan? ¿Porque tuviste que decir esto? ¿Porque no hiciste como cualquier persona normal haría y te fuiste? ¿Porque no me odiaste?- Sonreí levemente, rodeando la cintura de Takao con una mano mientras con la otra acariciaba su pelo.
-Después de tanto tiempo a mi lado, deberías saber que no soy normal.- Volví a acariciar su pelo.- ¿Y bien? ¿Qué pasó?- Takao no contestó, se separó algo de mí, limpió sus lágrimas y, aun sollozando, empezó a desabotonar su camisa hasta dejarla completamente abierta. Tragué saliva, ¿Que estaba intentando hacer? Takao se acercó a mí y comenzó a desabrochar los primeros botones de mi uniforme, seguido por los botones de mi camisa, empezando a besar mi torso a medida que iba desabotonando. No pude más, tomé a Takao entre mis brazos haciendo que sus piernas rodearan mi cintura y sus brazos estuvieran abrazados a mi cuello. Empecé a correr hasta su habitación mientras Takao besaba mi cuello. Lo dejé sobre su cama y me coloqué sobre él, terminando de quitar su camisa. Sin perder tiempo empecé a morder su cuello haciendo que retuviera un gemido, bajé a su torso aun besándolo y mordiendo parándome en uno de sus pezones, coloqué mis labios en él empezándolo a morder y a lamer mientras Takao gemía.
-Ngh... S-Shin-Chan...-Al escuchar eso subí mis labios hasta los suyos, juntándonos en un delicioso beso. Coloqué cada una de mis manos a cada uno de sus pezones empezándolos a pellizcar, Takao gimió aun sin romper el beso, cosa que aproveché para adentrar mi lengua a su boca recorriendo cada rincón de ella. Nos separamos a falta de aire unidos por un fino hilo de saliva que se desvaneció casi al instante.
-¡KAZUNARI! ¡¿SE PUEDE SABER QUE ESTAS HACIENDO?!- Ambos nos giramos hacia la puerta donde estaba su madre con los brazos cruzados y una notoria expresión de enfado en el rostro.
-M-Mama esto no es...
-Hijo, no pongas excusas, se perfectamente lo que es.- Su madre suspiró.- Entiendo que queráis despediros pero... Al menos esperad a que yo me vaya ¿No?- Al oír eso Takao miró hacia sus pies con tristeza.
-Sí, lo siento.
-Kazu no me mires así... Sabes que es necesario. Voy a ir con Minori y Daisuke a ver a la abuela para explicarle todo, tu puedes quedarte aquí con Shintaro, volveré el lunes.-Salió de la habitación.- ¡Ah! ¡Y Kazu que esté todo listo para el martes!
-E-Está bien.- De nuevo una lágrima se deslizó por su mejilla. Al verlo en seguida intenté limpiarla pero Takao me paró y pasó su mano por sus ojos limpiando las pocas lágrimas que amenazaban con volver a caer.- ¿Quieres un café?- Preguntó levantándose. Asentí y lo seguí hasta la cocina. Takao preparó un café para cada uno y me extendió una de las tazas.
-¿Que quería decir tu madre con despedirnos?- Pregunté sin rodeos. Takao bajó la mirada hacia la taza.
-Me-Me mudo.- Mi corazón se paró de golpe ¿Como que se muda? ¿Dónde? ¿Porque? ¿Porque no me lo dijo?
-¿Q-Que? ¿C-Como que te mudas? ¿A-A un sitio mejor? ¿C-Cerca de la preparatoria?- Negó con la cabeza.- ¿E-Entonces?
-A Estados Unidos.- Y por segunda vez en el día algo se rompió dentro de mí. Dejé caer la taza que tenía entre las manos sin importarme el que se rompiera o que se desparramara el café que aún no había terminado.
-¿E-Estados unidos de América?- Asintió.- ¡¿C-Como?! ¡¿P-Porque?! ¡¿Ocurrió algo?!- Volvió a asentir.
-¿Recuerdas el domingo cuando fui a tu casa? A-Al volver me encontré a mi madre llorando y a mi hermana asustada junto a un hombre, pensé que les había hecho algo pero...
Flashback.
-Ha pasado mucho tiempo... Hijo.- No podía creer lo que oía. ¿Hijo? ¿Cómo que hijo?
-¿Q-Quien eres tú?- Pregunté poniéndome delante de mi madre y de mi hermana protegiéndolas de ese hombre, por alguna razón no me inspiraba confianza.
-¿No me recuerdas? Bueno a decir verdad es normal... Hace ya cuantos ¿Trece años? Sí... Creciste mucho.
-Te lo repetiré una última vez, ¿Quién rayos eres tú?- Pregunté esta vez algo más enfadado.
-Soy Daisuke Takao, tu padre, un placer.- Extendió su mano con una sonrisa. Eso tan solo me enfadó más. ¿Mi padre? Si claro, nos abandona durante trece años dejando a mi madre con depresión y ahora viene como si fuera lo más normal del mundo ¿Quién se creía? Además ¿Quién me aseguraba que era mi padre?
-¿Qué haces aquí?
-¿No es obvio? Vine a ver a mi familia.- Sonrió. Encima parecía que se lo tomaba a broma.
-Mira, no se quien serás tu o que diantres viniste a hacer aquí, pero, mi madre lo pasó muy mal cuando mi padre nos abandonó y no pienso permitir que cualquier listillo venga diciendo que es mi padre.
-K-Kazu...-Empezó mi madre.- Sí es él... M-Mira las fotografías... I-Incluso su carnet de identidad... A-Además sabe tu nombre.
-Habrá investigado.- Miré hacia mi "padre".- Fuera de esta casa, ahora.
-No tengo donde pasar la noche...
-Eso no es asunto mío, vete.
-Kazu no. Que duerma hoy aquí.- Volvió a intervenir mi madre.
-¡¿Estás loca?! ¡Podría ser un ladrón o un asesino! No, él se va en este preciso momento.
-Mira.- Mi madre se levantó y trajo un gran álbum con varias fotografías de cuando yo era niño. Me mostró una fotografía donde salía mi madre embarazada y mi padre sujetándome a mí con tan solo dos años de edad. Me fijé en el hombre de la imagen y el que tenía delante, eran prácticamente idénticos tan solo que uno más joven que el otro.- ¿Ahora quedas convencido?
-Y-Yo...- No sabía que pensar, está bien, era mi padre, ¿Pero porque volvió? ¿Porque ahora? ¿Dónde estuvo? ¿Porque nos abandonó? Demasiadas preguntas venían a mi mente.
-Tú debes se Kaori ¿No? Te volviste una chica muy guapa, igual que tu madre.- Dijo refiriéndose a mi hermana. Se acercó a ella y Kaori retrocedió, yo en seguida me puse entre ambos evitando que se le acercara más.
-No te acerques a ella.- Él retrocedió.
-Está bien, lo entiendo, no te fías de mi.- Asentí.- Pero tengo algo que deciros. Por lo que veo no tenéis mucha suerte económicamente...- Tenía razón. Mi madre era la única que trabajaba y apenas podíamos llegar bien a final de mes. Si no fuera por mi juego en baloncesto ni si quiera podría permitirme entrar a Shutoku. Muchas veces intenté ponerme a trabajar pero mi madre se negaba, decía que mis estudios eran más importantes.- Actualmente vivo en Nueva York, en Estados Unidos. Trabajo en una multinacional y mi casa es lo suficientemente grande para todos. Quiero que vengáis todos conmigo.- ¿Estaba de broma? No pensaba aceptar algo así, es decir, un hombre al que prácticamente acabas de conocer te dice que te vayas con él a Nueva York ¡Es ridículo!
-No pensamos movernos.- Afirmé.
-Kazu... Esto no va contigo. Iremos.- Dijo mi madre.
-¡¿Qué?!- Gritamos mi hermana y yo a la vez, ese hombre sonrió victorioso.
-¡Mama no! ¡¿Que pasara con todo lo que tenemos aquí?! ¡Toda nuestra familia vive aquí! ¡¿Que haré con el club de voleibol?! ¡¿Y mis amigas?!- Gritó Kaori empezando a llorar.
-Tendrás amigas nuevas ahí y seguro que encontraras un club de voleibol ahí.
-¡No podemos hacer eso! ¡Aquí están mis mejores amigos! ¡Shutoku! ¡Los estudios!
-Lo siento hijos, ahí tendréis todo eso.
-¿Y-Y qué pasa con Shin-Chan?- Susurré también empezando a llorar. Créeme, cuando dijeron que teníamos que irnos, en la primera persona que pensé fue en ti Shin-Chan. En cómo sobrevivir estando lejos de ti, sin poder ver tus monstruosos tiros, sin poder ver tu rostro todas las mañanas, sin poder tirar del rickshaw, sin ver tus sonrojos, sin poder abrazarte, sin poder decirte lo mucho que te quería, sin poder dormir a tu lado, sin poder quitarte las gafas, sin poder besarte... Eran demasiadas las cosas que necesitaba para poder seguir viviendo.
-Podéis mantener una relación a distancia o... Seguro que habrá otro Shintaro para ti en Nueva York.- Mi madre sonrió. No podía creer lo que escuchaba, ¿"Otro Shintaro"? ¡¿Como que "otro Shintaro"?! ¡¿Es que no se daba cuenta?! ¡No hay otro Shintaro! ¡Simplemente no podía creer lo que decía! ¡Al único Shintaro que yo quiero es a ti!
-¡Si tomamos esa idea seguro que hay otro "Daisuke" para ti aquí!- Grité.- ¡No pienso irme! ¡Y menos con ese hombre! ¡Me da igual quien sea! ¡No pienso irme!- No pude más, sentí que me quedaba sin fuerzas y tan solo quería dejar de hablar con ellos. Todo iba demasiado rápido. Me fui hacia mi habitación cerrando la puerta de un portazo y me tumbé en la cama. Y en ese momento mi teléfono sonó, me habías enviado un mensaje diciéndome que habías llegado a tu casa. Mis lágrimas empezaron a caer con más fuerza. Entonces tomé una decisión, no quería lastimarte, no quería que tú estuvieras mal si yo me iba, y la forma más fácil de hacerlo era conseguir que me odiaras, así cuando me fuera no sería tan doloroso, al menos para ti. Pero simplemente fue demasiado duro verte todos los días preocupado por mí, por eso me encontraste llorando ese día, te necesitaba demasiado y tan solo podía pensar, "Si estoy así por estar sin él durante tres días ¿Que haré en Nueva York?" No sabía que más hacer para que dejaras de hablarme. Después de recibir tu mensaje mi hermana entró en la habitación, también estaba llorando. Llevaba puesto su pijama y llevaba con ella un pequeño conejo de peluche con el que, aun tener trece años, dormía.- K-Kaori... ¿Qué ocurre?
-S-Se va a quedar a dormir... N-No me fio de él... ¿P-Puedo dormir contigo?- Hice sitio en mi cama.
-Ven.- Ella asintió y se puso a mi lado.
-¿P-Porque no podemos quedarnos tu y yo aquí?- Preguntó llorando.
-Tú lo has dicho, no te fías de ese hombre, yo tampoco, así que tendremos que cuidar de mama ¿Si?
-¿Y-Y que haremos con los estudios?
-No lo sé...
-¿Y-Y tú?- Sollozó.- ¿Q-Que harás con Shintaro-Kun?- Empecé a llorar de nuevo.
-No lo sé...- La abracé con fuerza intentando que dejara de llorar.
Fin del flashback.
-Eso fue lo que pasó.- Dijo Takao con aun más lágrimas en los ojos.
-Ta-Takao...- Lo tome entre mis brazos abrazándolo con fuerza.- M-Me estas mintiendo ¿Cierto?
-¡Porque haría algo así!
-D-Dime que esta es una de esas bromas que siempre me gastas...
-L-Lo siento Shin-Chan...- Noté como algo empezaba a caer por mis mejillas. Estaba llorando.
-No debiste hacer eso... Te-Tenía miedo de que me odiaras, de que hubiera hecho algo...
-L-Lo siento...- Se aferró a mi camisa hundiendo su rostro más en mi torso.
-¿Los demás lo saben? Kise y...
-No, no quise decirles que me iba.- En ese momento supe lo que tenía que hacer.
-¿Cuándo te vas?
-El martes.
-P-Pero eso tan solo son cuatro días...
-L-Lo sé.
-Mañana se lo diremos a todos... Iremos todos juntos... Adoras que quedemos todos ¿Cierto?- Takao asintió.- Entonces les avisare para que vayamos todos... Y el domingo estaremos tu yo solos ¿Si?
-S-Shin-Chan... V-Vale...
-¿E-El lunes vendrás a la preparatoria?- Negó con la cabeza.
-El martes tampoco.- Cada vez estaba peor. Takao se iba en tan solo cuatro días y tan solo podría disfrutar de él dos de ellos. ¿Cómo podía estar sin él? Es lo mismo que dijo. Si no pude aguantar una semana sin él, ¿Cómo podría aguantar quien sabe cuánto sin él?- Shin-Chan yo... D-De verdad lo siento.
-No es culpa tuya...
-P-Pero estas llorando por mi culpa.- Levantó la mirada con el rostro totalmente empapado y alargó su mano hasta mi rostro limpiando mis lágrimas.- ¿Cómo se supone que sobreviviré sin mi tsundere?
-Ahora... ¿Tendré que andar yo solo hasta la preparatoria?- Takao rió levemente y limpié sus lágrimas. Fuimos hacia el sofá, Takao se sentó sobre mí apoyando su rostro en mi cuello soltando las últimas lágrimas. Le abracé por la cintura y saqué mi teléfono para explicar a los demás que es lo que ocurría.
Kise: Midorimacchi creó un grupo? O.o
Kuroko: ¿Midorima-Kun te encuentras bien?
Aomine: Deben haberle robado el móvil.
Kise: Midorimacchi te robaron el móvil?! D:
Miyaji: Si le han robado el móvil no podrá contestarte -_-
Kise: ... Cierto :D
>¡¿Queréis dejaros de tonterías?!- Takao leía los mensajes riendo levemente, al menos se le notaba un poco mejor.
Akashi: ¿Que ocurre Shintaro? Tengo trabajo que hacer.
>Hay algo que tengo que tenéis que saber...
Himuro: ¿Qué ocurre?
Miyaji: Con tanto suspense parece que vayas a decirnos que estas embarazado xD
Kise: :O Midorimacchi está embarazado! Me pido padrino :D
Miyaji: No puedes pedirte eso! D:<
Kise: Tarde ya lo hice :P
>¡CALLAD! ¡¿COMO SE SUPONE QUE VOY ESTAR EMBARAZADO?!
-Atajo de...- Me callé al ver que Takao había empezado a reír con fuerza.
Kagami: Entonces esta embarazado o no?
Murasakibara: Le traeré dulces al bebe...
Akashi: Un recién nacido no puede comer dulces.
>¡NO ESTOY EMBARAZADO! De lo que tengo de hablaros es de Takao.
Kise: Takaocchi es el embarazado? :O Me pido padrino igual.
Miyaji: Que no puedes hacer eso!!
Akashi: Eso tiene más lógica que pensar que el embarazado es Shintaro.
Miyaji: Esto ya roza la estupidez.
Otsubo: Esto dejó de tener sentido hace ya dos minutos.
>¡NADIE ESTA EMBARAZADO!
Kise: ¿Entonces? ._.
>Takao... Se muda. -Nadie contestó hasta que pasaron dos minutos.
Miyaji: ¿Mudarse? ¿Dónde?
>Nueva York.-De nuevo nadie contestó.
>Mañana haremos algo así como "una despedida" ¿Todos podéis?- Todos contestaron con tan solo un "Sí" nadie bromeó más, ni si quiera nadie volvió a hablar después de ese último mensaje. Miré hacia Takao.
-¿Estas bien?- Asintió.
-Ta-Tambien les echare mucho de menos.- Dijo con lágrimas en los ojos. Me apresuré a limpiarlas y besé su frente.
-Tranquilízate...-Señalé hacia la televisión.- Es tu programa favorito ¿No?- Asintió y se puso a verlo, al menos conseguí distraerlo durante unos minutos. Llegó la noche, esa noche me quedaría a dormir junto a Takao. Nos tumbamos en su cama, él se apoyó contra mi torso agarrándome por la camisa
-N-No sé cómo podré dormir si no te tengo.-Suspiró.
-Bakao... No pienses en eso ahora... P-Podremos hablar por teléfono, aunque sea caro... No me importa.
-¿Puedes prometerme algo?- Asentí.- ¿Recuerdas lo que dijo Miyaji-San hace unas semanas? Lo de llevar a Shutoku a la victoria.
-Sí.
-Prométeme que te esforzaras para que eso se cumpla... Aunque yo no esté.- Dijo a medida que su voz se quebraba.
-Takao...- De un solo movimiento cambié de posiciones con Takao y me apoyé en su toros. Sentía que volvería a llorar y no permitiría que Takao me viera de nuevo.
-¿S-Shin-Chan que...
-¡C-Cállate! ¡T-Tan solo quiero estar así no me ocurre nada!
-B-Bien...-Sollozó.- Te amo Shin-Chan no lo olvides.- Lo apreté con fuerza.
-¡N-No digas ese tipo de cosas ahora!- Mordí mi labio inferior reteniendo las lágrimas.
-Sigue siendo un tsundere siempre...-Suspiró.- Te ves lindo así.- Rió levemente acariciando mi pelo.- Buenas noches Shin-Chan.
-B-Buenas noches.- Desapreté un poco a Takao, me acurruqué en su torso y cerré los ojos sintiendo como poco a poco las caricias de Takao disminuían.
-Te quiero Ace-Sama.- Dijo en tan solo un susurro. ¿Cómo podre sobrevivir sin oír eso?
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
*Se va corriendo* No me maten D: Piensen que a mi también me duele escribir esto ;-; no tengo mucho que decir salvo que no me maten y no me odien ;-; yo las amo mucho ;-; B-Bueno espero que aun el drama les haya gustado el capítulo... Y-Y eso es todo muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top