Me encontraba parado delante de una gran mansión, mucho más grande que la de Shin. La razón era simple, Akashi. No venía a vengarme y liberar toda mi frustración por el partido, venia algo mucho más simple. Exigirle una disculpa por todo aquello que le dijo a Shin. Sé que no debería entrometerme, pero desde que me lo explico Kise tomé la decisión de exigirle una disculpa por haber herido a mi Shin. No pensaba dejar que nadie lo hiriera, nadie ni si quiera Akashi.

Llamé al timbre de esa enorme mansión y a los pocos segundos salió un hombre vestido con un traje de mayordomo que parecía del siglo XX.

-¿Desea algo?- Preguntó con suma elegancia.

-¿E-Etto esta Seijuro Akashi?

-¿Tiene usted cita con el señorito Akashi?

-N-No.

-Veré que puedo hacer.- Volvió a entrar en la mansión y no fue hasta al cabo de unos cinco minutos que volvió a salir.- El señorito Akashi lo recibirá en seguida, pase por favor.

-No hace falta. Preferiría hablar fuera.- El mayordomo me miró con algo de desprecio y entro de nuevo en la mansión dejando paso a Akashi. Me observo durante unos segundos esperando a que yo hablara primero.- Ho-Hola.- Empecé sin saber muy bien que decir.- Y-Yo, soy...

-Kazunari Takao, lo sé. El partido del orto día. ¿Querías algo?- Tomé aire pensando en que a lo mejor no había sido buena idea ir a exigir algo para otra persona por algo que pasó hacía ya tiempo pero recordé lo que me explico Kise, recordé como se comportó Shin al hablar sobre él, y si nadie antes había conseguido hacer entrar en razón a Akashi lo haría yo.

-Vine por una disculpa.- Akashi me miró incrédulo.- Para Shin-Chan.

-¿Una disculpa? ¿Porque debería disculparme?

-P-Por todo eso que le dijiste a Shin-Chan. 

-Imagino que con "Shin-Chan" te estas refiriendo a Shintaro. Pero no entiendo porque tengo que disculparme.- Eso realmente me enojó.

-¡Por cómo le hablaste cuando rompiste! ¡Por todas esas mentiras que le soltaste!

-¿"Mentiras"? Tan solo fui sincero, es lo que todo el mundo piensa.- Dijo sin menor preocupación cosa que me enfadó mucho más.

-¡No! ¡Shin-Chan no es así y nadie piensa así!

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-¡Porque yo estoy sal... Q-Quiero decir, es mi compañero de equipo y lo conozco bien. Él no es todo eso que le dijiste.

-No creo que su simple compañero de equipo pueda saber cómo es. Si no te importa tengo cosas de las que ocuparme.- Dio media vuelta para irse.

-Tú no sabes nada de él.- Volteó de golpe.- Él puede pretender ser un tsundere que se enfada por todo, pero en realidad no lo es. É-Él siempre es bueno conmigo, siempre se preocupa por mí, aunque me obligue a tirar de la carreta.- Susurré lo último más para mí que para Akashi.- ¡Pero no es nada de lo que tú le dijiste! Le heriste y no pienso irte hasta que disculpes con él.- Akashi rió.

-Debe haber cambiado mucho para que Shintaro sea todo eso que acabas de decirte.- Hizo una breve pausa.- Pero no pienso disculparme por eso.- Retuve las ganas de pegar al hijo de una de las familias más ricas solo por el hecho de que no quería que miles de guardaespaldas me atacaran defendiendo a Akashi. Gruñí y apreté los dientes.

-Vendré todos los días aquí hasta que le pidas disculpas.- Me di la vuelta para irme ya que las ganas de pegarle iban en aumento.

-¿Puedo preguntarte algo?

-¿Qué?

-¿Estas saliendo con Shintaro?- Me sonrojé levemente pero aun así intente mantenerme calmado.

-¿Y que si fuera así?

-Si tanto cambió, no encuentro razón para no robártelo. Al fin y al cabo soy mucho más idóneo para salir con él que tú.- No lo resistí más. Corrí hacia Akashi, agarré el cuello de su camisa elevándolo levemente hasta quedar frente a frente.

-¿Que dijiste?- Pregunté apretando los dientes con fuerza.

-Soy mucho más idóneo que tú. Mi estatus social es el mismo que el suyo, mantengo sus mismas aficiones y nuestro nivel intelectual es parecido, y la razón principal es que no me dejo llevar por los impulsos como tú. Tan solo fíjate en cómo estas en este momento.- No lo aguante más con el puño cerrado lo dirigí a su rostro, pero alguien lo tomo antes de que llegara allí.

-¡¿Takao se puede saber qué haces?!- Me giré de golpe al oír de quien era esa voz.

-Sh-Shin-Chan... E-Esto no es lo que parece...

-¡¿A no?! ¡Porque parecía que estabas a punto de golpear al hijo de una de las empresas más importantes del país!

-Y-Ya pero es que...

-Déjalo Shintaro, no tiene importancia.- Solté a Akashi, esté sacudió un poco su ropa poniéndola  recta.- Entremos.

-¡E-Espera Shin-Chan! E-Esto...

-Ya hablaremos después.- Y no fueron sus palabras, si no esa mirada llena de frialdad que me lanzó la que me hizo detenerme. Asentí mirando hacia el suelo y fui dirección hacia mi casa.

-Kazunari.- Empezó Akashi.- No pienso perder ante ti.- Akashi sonriera con esa odiosa sonrisa victoriosa y sin darme tiempo a contestar entraron en la enorme mansión. ¿Que era esa sensación que sentía? Esa sensación que oprimía mi corazón, fue como lo que sentí cuando Mizuki estaba detrás de Shin pero multiplicado por mil. Me dolía mucho más, y sabía porque era, porque Shin aun tenía cosas sin resolver con Akashi, y eso podía hacer que se enamorara de nuevo de él... ¡No! ¡¿Que estoy pensando?! ¡Eso no pasara! Shin me quiere a mí... ¿Verdad? ¡Si! No pasara nada con Akashi... Seguro... O al menos eso creo. 

Pasé la tarde sentado en mi cama, me sentía algo más tranquilo después de analizar la situación fríamente y darme cuenta de que no creo que Shin volviera con Akashi después de todo lo que les pasó... Pero aun así sentía un nudo en mi garganta que no quería desaparecer. Ya eran las ocho de la noche a esa hora ya tendría que estar en su casa así que le envié un mensaje a Shin para hablar con él.

>Shin-Chan, ya volviste a tu casa? - Tardó varios minutos en contestar

>Sigo con Akashi. Mañana hablamos. - ¿Cómo? N-No eso no podía ser verdad, a estas horas ¿Que hacía con Akashi? No estaba pasando nada ¿Verdad? No... Tan solo mañana hablaremos y todo seguirá, le explicaré el porqué de haber estado a punto de pegar a Akashi y lo entenderá.

Al día siguiente fui a casa de Shin, como de costumbre me tocó conducir el rickshaw. Este era el momento tenía que hablar con Shin.

-Sh-Shin-Chan... Ayer con Akashi...

-¿Crees que este es el momento para hablar?- Preguntó frío.

-N-No pero...

-Nada, lo haremos después.- Y sin decir nada más seguimos el camino.

Intenté hablar con él, en la hora de la comida, entre el cambio de clase, incluso en clase de matemáticas pero siempre era "Este no es momento lo hablaremos después" o "No hables en medio de clase" y si no era el profesor diciendo "Takao-Kun atienda o tendré que mandarlo fuera de clase" ¡¿Pero es que no podía estar un segundo tranquilo?! Agh... Pero ahora por suerte había llegado la hora de salida, hoy no teníamos practica así que todo iría bien. Salí detrás de Shin feliz por al fin poder estar con él pero... Al llegar a fuera había una enorme limusina parada delante de la puerta. Tuve un mal presentimiento que se volvió realidad al ver salir una cabellera roja de la limusina.

-Shin-Chan ¿Que hace él aquí?

-Se me olvido decírtelo. Hoy tengo que ir con Akashi, mañana ya hablaremos.- Se subió a la limusina mientras que Akashi me despedía con la misma sonrisa que el día anterior. Me sentí horrible, no por lo que podría pensar Shin de lo que vio el día anterior, no. Tenía miedo porque Akashi realmente me lo estaba robando. Pero eso no seguirá así, no pienso dejar ir a la persona a la que quiero tan fácilmente.

.

.

.

Realmente pensé que esto sería mucho más fácil pero... Akashi tenía influencias, tenía poder, y sabia la forma de utilizar todo eso para quitarme a Shin. Pasaron dos semanas desde aquel día, y todos, TODOS había estado Akashi esperando a Shin después de la escuela, cuando dijo que me robaría a Shin no pensé que literalmente lo secuestraria para que no estuviera conmigo. Cada vez notaba a Shin más lejos, tan solo hablábamos lo mínimo en clase, y cuando intentaba hablar con él por mensajes eran respuestas vagas y "Estoy con Akashi habanos luego." y cada vez que eso pasaba recordaba la sonrisa de Akashi. ¿Tan frágil era nuestra relación como para que un pelirrojo enano nos separara? Shin fue mi primer gran amor, la primera persona que logró ponerme nervioso con tan solo su presencia, mi primera vez... ¿Y aun así Akashi estaba logrando separarnos? Creo que nunca sentí una opresión tan fuerte en mi corazón. Las únicas tardes en las que Akashi no intervenía era en las prácticas, hasta el día de hoy cuando Shin se fue a la mitad de la práctica porque había quedado con Akashi. Nadie notó mi mezcla de emociones entre tristeza y enojo que acabo en una completa impotencia al ver como se iba, nadie excepto Miyaji ya que por culpa de ese "arrebato de amor" que tuvimos Shin y yo en el vestuario el otro día, Miyaji ya sabía lo nuestro y al ver como se iba Shin se acercó a mi poniendo su mano sobre mi hombro.

-¿Takao te sientes bien?

-Claro, ¿Porque tenía que sentirme mal?

-Midorima acaba de...- Fingí no estar afectado.

-Lo sé no importa. Está todo bien.- Sonreí falsamente. 

Al día siguiente me dirigía hacia casa de Shin en el rickshaw, pero al llegar allí él no estaba fuera esperando como de costumbre. Llamé al timbre y salió Minori.

-Takao ¿Qué haces aquí?

-Vine a por Shin-Chan.- Contesté como si nada.

-¿Cómo? ¿No te lo dijo? Hoy no asistirá a clase, mi abuelo y mi padre van a hablar con los Akashi y querían que tanto Seijuro como Shintaro estuvieran presentes.- Algo dentro de mí dolió más de la cuenta. Ese día no pude concentrarme en clase, tan solo pensaba en Shin y en Akashi, tenía que hacer algo, pero ¿El qué? Cuando pasó algo similar con Mizuki tan solo esperé a que las cosas se solucionaran solas y intervenía solo cuando ambos estaban presente, pero ahora... Supongo que tan solo esperaré a que todo se solucione.

No.

No pienso dejar que me lo arrebaten.

Agarré mi teléfono y miré la hora, las seis y media. Llamé a Shin, no hubo respuesta, otra llamada, lo mismo, un mensaje, sin contestación, de nuevo una llamada, el contestador automático. Decidí no limitarme a llamarlo, corrí hacia casa de Shin, volvió a abrirme Minori. Me dijo que no había nadie, llamé de nuevo a Shin junto a dos mensajes más, nada. Corrí hacia casa de Akashi, su mayordomo dijo que no estaba en casa ¿Pero si no estaba en su casa ni en casa de Shin donde? Empecé a dar vueltas por los alrededores mientras llamaba y le envía mensajes a Shin con la esperanza de que contestara. Nada. Las horas pasaban y ya había recorrido cada lugar al menos tres veces y seguían desparecidos. No se cunetas llamadas y mensajes le había dejado a Shin pero no eran pocos. Volví a mirar la hora las nueve menos cuarto y aun sin respuesta. Llegué a un parque cercano, me senté en un banco pensando en que más hacer. Mi mente estaba en blanco, no se me ocurría nada. Lancé mi teléfono con rabia contra el suelo. Una mano se agacho hasta agarrar mi teléfono.

-¡Eh! ¡Eso es mío!- Subí la mirada.- ¿Qué haces tú aquí?

-Vivo cerca.- Contestó Akashi con tranquilidad.- ¿Ya te has dado cuenta no? Voy a ganar.

-Tan solo déjame ¿Quieres?- Rió levemente.

-Es solo cuestión de tiempo, Shintaro no es idiota, sabrá elegir cuál de los dos es el mejor.- Ignoré su comentario.

-Devuélveme mi teléfono.- Me lo acercó y sin decir nada se fue. Mordí mi labio inferior intentando retener las ganas de llorar, ya no por impotencia si no porque Akashi tenía razón estaba en lo cierto, él es mejor que yo en todo y de nuevo me estaba ganando.-Maldición...- Mustié al sentir como una lágrima se resbalaba por mi mejilla izquierda. Sentí una mano sobre mi hombro ¿Es que Akashi se había atrevido a volver?- ¿Quieres dejarme en paz?

-¡Oye que aún no he hecho nada!- Esa voz no era la de Akashi.

-¡Shin-Chan! ¿Qué ocurre?

-"¿Qué ocurre?" ¡Eso debería preguntarlo yo! ¡Cincuenta llamadas pérdidas y noventa-y-ocho mensajes todos tuyos! ¡¿Se puede saber que te ocurre?!

-Oh... Lo siente no tiene importancia...

-Debe ser importante si estas llorando.

-¡No estoy llorando! Me entro algo en el ojo.

-¿Y bien? ¿Qué pasó?- Me dispuse a contarle lo que pasó con Akashi.

-Shin-Chan el otro día con Akashi lo que pasó fue...

-Lo sé, me lo contó. Tú fuiste a felicitarlo por su victoria y él te molestó hasta que to explotaste ¿Cierto?

-¡No! ¡Lo que pasó fue...- Entonces caí, si le contaba a Shin que fui a exigir que Akashi se disculpara con él por todo eso se enfadaría porque diría que lo deje en mal lugar y lo avergoncé.- Si fue eso.

-¿Y las llamadas y los mensajes?

-C-Como no viniste me preocupé.- Miré hacia el suelo, Shin se puso delante de mi obligándome a mirarlo subiendo mi rostro delicadamente con su mano, acariciando mi mejilla izquierda. Me miró con esos ojos verdes brillando, esos ojos con los que podría enamorar a cualquiera, esos ojos que yo tanto amaba. Juntó nuestras frentes, mierda... Me gustaba demasiado que hiciera eso.- ¿Seguro estas bien?

-S-Si... Ta-Tan solo un poco de dolor de cabeza.-Se acercó a mí en clara busca de un beso. Pero no podía, si seguí así todo sería como siempre y Akashi acabaría por robármelo, no quería que siguiera besándome de esa manera si acabaría por irse. Me aparté de él dejándolo sorprendido.- Creo que si me duele la cabeza... Me voy a casa, hasta mañana.- Lo despedí con media sonrisa.

-A-Adiós.- Shin se quedó en el sitio mientras que yo tan solo me iba con la mirada baja. 

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:D Hola :D Por favor no me maten por el capítulo :c Tenia que añadir un poco de drama para hacerlo más interesante D: aun así espero que les haya gustado ^-^’ y bueno… Muchas gracias por los votos y comentario y de nuevo por favor no me maten D: Nos leemos en el siguiente capítulo.~