Cap 9. Él sabe.

// Aquí la actualización del siguiente capítulo. Un poco de relación padre e hijo para los que de hecho vemos el anime esperando a ver si Naruto y Boruto se dicen algo que valga más la pena.

Recordando el episodio de la semana pasada y la emotiva escena extendida de la plática entre padre e hijo, díganme:

Alguien más creé que habría quedado aún mejor si no hubieran remplazado la escena donde Boruto se toma de la camisa con lágrimas en sus ojos y se regodea en su cama por recibir la atención de Naruto? Porque la verdad esa era una de mis escenas favoritas de la película y del videojuego, incluso en español suena super triste y emotivo al mismo tiempo!!! No sé, me abría dado ese golpe a corazón como el que le dió ver a Naruto sonreír en su oficina después de la plática, sobre todo porque eso me confirma que Naruto realmente fue y no era un Kagebushin.

Disclaimer: no son míos, que no queda claro? Hago esto porque me apetece.

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Naruto había logrado hacer un multiclones de sombras para antes de llegar a la hora de almuerzo y los mando a la aldea tan rápido como pudieran llegar. El trabajo no espera a nadie, ni siquiera a él.

Llegó a casa en algún momento pasada la hora de dormir de sus hijos, entro sintiéndose cansado y aún culpable, pero tenía un objetivo bastante claro por lo que en realidad sólo tenía que poner su mente en ello.

Entro a la cocina para tomar algo de leche y luego revisar a sus hijos.

Aunque, alguien se le adelanto al parecer.

Boruto estaba inclinado en el refrigerador, algo de jamón colgando de su boca; leche, polvo de chocolate, mayonesa, queso y otros productos estaban encerrados en sus brazos.

La cara de Boruto se coloro por haberse visto atrapado infraganti. Después de todo no le dejaban meterse en el refrigerador pasada la hora de cenar.

—Así que... Un bocadillo nocturno. — Observó como su hijo disimuladamente trataba de esconder mejor entre la leche y los embutidos un claro paquete de galletas de chocolate.

Tampoco podía comer dulces tan tarde después de todo.

Honestamente Naruto no estaba molesto por la escapada hambrienta de su hijo. De hecho estaba aliviado de encontrarlo con tanta normalidad vagando por la casa, se veía tranquilo y normal. Nada que ver con el pequeño desastre que encontró la noche anterior en el nido de su habitación.

— No voy a castigarte por esto y no le diré a tu madre— Se le acercó tranquilo sin la intención de asustarlo quitándole algunas cosas de encima, acomodando todo en el mostrador —Siempre y cuando también me hagas un Sándwich y me acompañes a cenar dattebayo.

Y por muy tentado que Boruto pudiera haber estado a rechazar la oferta, su estómago trono con fuerza resonando en la cocina. Su sonrojo aumento.

Dios, sus hijos eran tan pequeños.

Ver a su muchachito así de chico, bueno, no le hacía más fácil el nudo en la garganta, de verás.

Al final Naruto termino haciendo los sandwiches mientras sentaba a Boruto en el mostrador. Abrió el paquete de galletas en un plato e hizo dos vasos de leche con chocolate.

No era realmente el bocadillo más saludable, pero es mejor que las hamburguesas que su hijo devoraba cada vez que Hinata se descuidaba, además en honor a la verdad Naruto se había criado a base de leche y ramen instantáneo.

Considerando que le puso lechuga, y bastantes tomates al de su hijo, era prácticamente una ensalada en un pan.

Boruto había estado mirando el reloj de la cocina fijamente durante un buen rato mientras Naruto hacía su ilegal bocadillo.

Las 11:30 PM.

— Llegaste temprano.—  Bueno, en términos generales era cierto. Había tenido ocasiones en que llegaba a casa incluso pasadas las 2 de la madrugada. Claro si lograba llegar a casa.

—Bueno, tenía que asegurarme que estabas bien. Dejé varios clones de sombra haciendo algunas cosas por mí— Naruto le paso su Sándwich a Boruto y jalando una silla del comedor se sentó frente al mostrador para comer con él.

Naruto sabía que su hijo no estaba tan bien como podía lograr aparentar. Estaba tan tranquilo y callado que parecía mentira.

— Sobre lo que pasó ayer. Esos hombres.— Naruto noto la tensión en el cuerpo de su hijo tan grande como una cuerda ninja. Eso sí que había llamado la atención del chico.

— Yo me encargue personalmente. No te preocupes, nunca volverán a hacer daño a nadie.— Las palabras sabían amargas en su boca, aún no del todo tranquilo con lo que había hecho. Pero era mejor asegurarle a su hijo que no tenía nada que temer.

—¿Qué hiciste con ellos? ¿Cómo los encontraste?—

Una pequeña mentira no haría daño. Es decir, ciertamente su hijo estaba en la academia ninja, en algún momento si milagrosamente su hijo lograba convertirse en Genin mínimo, muy posiblemente tendría que matar para salvar su vida.

—Seguí tu aroma— Pero todavía no. Él ya tenía suficiente en la cabeza — Y los envié a la prisión de sangre.

Bien hubiera sido un destino igual de bueno que la condena a muerte, así que trató de consolarse a sí mismo con su resolución. Aunque no pudo reprimir una mueca de asco al recordar su propio tiempo en la dichosa prisión.

La ligera mueca de náuseas de su hijo era básicamente el reflejo de la suya — ¿La cárcel dónde se envían los ninjas renegados?

—Veo que prestas atención a tus clases en la academia.

—¿Nunca volverán?

—Es probable que mueran antes de que siquiera considere enviar una carta para su liberación.

—¿Sufrirán?

—Créeme, no quieres saberlo Boruto.

Ambos dejaron el tema en un acuerdo silencioso. Boruto al menos parecía más tranquilo con la garantía de que sus abusadores ya no estaban. 

Era raro sentirse como un extraño alrededor de su hijo, aunque la noche anterior el niño se aferrarse a su cuerpo como si la vida le fuera en ello. Al menos estaba contento de que Boruto no rechazaba su presencia y toque como había huido en un principio al de Sarada. Realmente no habría sido capaz de manejar eso.

La última galleta se la dio Naruto en la boca a un medio dormido Boruto, se aseguró que se terminará la leche y se lo hecho encima.

Pesaba, pero no le importaba mucho realmente.

Claro ya no era lo mismo cargar a Boruto que cargar a Himawari o a Charasuke, Boruto y Sarada estaban cada vez más grandes, tanto que aveces Naruto no podía evitar preguntarse cómo cambiaron tan rápido sus bebés por estos adorables niños.

Recostó a Boruto en su nido en lugar de su cama y lo tapo con algunas frasadas.

Cuando él era más joven y aprendió a anidar, tuvo que admitir que era mucho mejor y más reconfortante que su viejo colchón. Así su primer nido hubiese sido un montón de trapos, un par de tristes sábanas y algo de ropa que Sasuke le había prestado en el orfanato luego de que la anciana que administraba el lugar los hubiera vendido a algún Shinobi de paso durante algunas horas.

Gracias al cielo todo eso estaba en el pasado.

Dejo a Boruto durmiendo y salió con cuidado de la habitación. Aunque una pequeña cabecita curiosa ya se asomaba al otro lado del pasillo. Un paquete de galletas de avena en una mano y un vaso con leche en la otra.

— Hola papi. ¿Boruto está bien?— Himawari seguía preocupada por su hermano. Nadie podía culparla después de todo lo que había pasado en un par de días.

—Si princesa tu hermano está bien— Tomo el vaso de leche con su prótesis y la cargo con su propio brazo.

—Vamos. Te acompañaré a tu cuarto para tu bocadillo y entonces puedes contarme qué tal te va en la academia— En definitiva Naruto haría todo lo posible por cuidar de las sonrisas de sus hijos.

Aunque fuera lo último en su vida.

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Sacar a Boruto de su casa el resto del fin de semana fue básicamente un esfuerzo inútil. Hinata realmente quería que su hijo estuviera un tiempo en casa antes de tener realmente que ir a la academia, nadie podía culparla, era una madre preocupada con un hijo que casi había sido abusado por hombres mayores no menos.   

Así que en lugar de tratar de sacar a Boruto de la casa, se centraron en acostumbrarlo a su nueva percepción del mundo.

Boruto daba gracias al cielo que difícilmente hubo un hueso sumiso en alguna parte de su cuerpo. 

Con sus amigos practico como responder normalmente a diferentes tipos de situaciones, sobre todo en la lucha, ya que muchos alfas solían usar sus presencias u hormonas en un combate para tratar de doblegar a su oponente. Boruto estaba realmente contento de que, al igual que antes de todo el desastre, la mayoría de los alfas realmente no le afectaran demasiado.

La lucha fue muy terapéutica para él, al momento de enfrentarse y sentirse fuerte, saber que podía defenderse, verdaderamente hizo que se sintiera mucho más cómodo en su propia piel nuevamente. 

Cuando sus amigos se iban al llegar la hora de la cena en sus hogares, los únicos que se quedaban en casa eran los Uchiha.

La tía Sakura había decidido quedarse con ellos un par de días, tanto para la protección de todos los niños como para poder estar pendiente de sus propios hijos, ya que ellos se negaron a dejar volver a casa hasta que terminara el fin de semana.

Boruto estuvo muy bien con ello, la verdad seguía pensando que los Uchiha y los Uzumaki deberían compartir siempre una misma casa o mínimo tener un pequeño complejo donde todos vivieran juntos.

Su mamá y la tía Sakura eran muy buenas amigas, se apoyaban y se querían mucho, además de que sus padres eran amigos de toda la vida. Pero bueno, los adultos siempre son complicados. 

Esas noches después de una gran cena y asegurarse de que todos estaban limpios para dormir, Himawari y el resto de los niños Uchiha se habían comprometido a que Boruto además de poder actuar perfectamente como un alfa, osea como había actuado toda su vida, también supiera actuar como un omega. Bueno, tan omega como Boruto lograría manejar.

  — ¿Por que diablos yo querría actuar como omega-ttebasa? 

  — Apruebo y apoyo que quieras seguir en la academia. Tu falsa confianza no me gusta, pero podrías ser un shinobi bastante bueno si pones tu mente en ello.  Pero si en algún momento te descubren y te degradan a ser un civil, tienes que saber como adaptarte a la sociedad Boruto. Las personas pueden ser realmente crueles con algo que no entienden.— Fue la explicación de Sarada.

Y aunque le pesara en las entrañas, Boruto admitía que tenía su parte de razón. La gente de Konoha, en su gran mayoría, fueron un pueblo lleno de gente buena, que pasaron juntos hambrunas, batallas y guerras. Pero la masa al mismo tiempo era ignorante y bastante cruel con las cosas que no podían entender o que simplemente no eran lo considerado normal. 

¿Un niño omega uno de los mejores en la academia? 

Boruto ya tenía encima la cruz de ser el hijo del Hokage, cosa que cargaría hasta conseguir que lo reconocieran por su propia valía. Pero si no lo lograba, mínimo necesitaba saber que hacer para que al menos no terminara en algún lugar de mala muerte o algo peor.

No es que no pudiera conseguir en algún momento un trabajo o ser alguien importante en la sociedad, los omegas casi siempre destacaban en fuertes trabajos donde se requería astucia e inteligencia. 

Algunos incluso llegaron a ser grandes empresarios o tecnológicos por ejemplo, chefs, modistas, ingenieros, actores, maestros, doctores regulares, etc, etc. La vida laboral en realidad no se le cerraba, aunque las normas de conducta fueran un poco más estrictas y mantenerse a la altura era un poco más complicado. 

Así que decidió que era mejor prevenir que curar en cualquier caso. A fin de cuentas Boruto sabía que su secreto no sería eterno, que de hecho estaba cometiendo un crimen, pero no le importaba mucho, nadie le quitaría todo lo que lograra a fin de cuentas. 

Como decía la tía Hanabi, si te vas de fiesta y te atrapan, lo bailado nadie te lo quita.

Con ayuda de los instintos, unos libros de la biblioteca y una copia de lo que se consideraba la biblia de la educación del subgénero "Los preceptos A/B/O", pusieron manos a la obra.

Boruto realmente respeto a aquellos que desde muy pequeños sabían de su genero y eran criados y educados como tal. La cantidad de cosas que debía cuidar en publico era fácilmente ridícula, cosas de las que nunca antes se abría preocupado.

Honestamente su padre a medida que creció casi siempre lo trato como a un niño alfa, cuando sucedió el incidente de sus glándulas el hombre cambio un poco su manera de tratarlo, pero Boruto siguió estudiando para ser un buen alfa por su cuenta, independientemente de que  sus oportunidades parecían cerrarse cada vez más, incluso hubo un tiempo que por curiosidad aprendió como ser un buen beta, diciéndose a si mismo que era para buscar a su mano derecha una vez hubiese presentado como el alfa de los Uzumaki.

Nunca abrió el tomo de educación omega hasta ahora.

Al final también terminaron viendo muchos tutoriales en la computadora de Boruto para que el rubio aprendiera todo lo que pudiera correctamente.

Terminaron con una lista considerable de cosas que Boruto debía pulir en su persona, accesorios que deberían conseguir, algunos productos que necesitaría para cuidar su aseo personal, ropa que debería tener por si acaso, entre otras cosas más que Sarada insistía en conseguir ella misma.

  — Estoy invirtiendo a futuro Boruto. Eres el omega de la manada ahora, ¿Que clase de alfa seré si no puedo proveerte lo básico para estar sano y en tu mejor condición?— Dijo el domingo por la tarde en el portón de su casa junto con sus hermanos. Pasaría a la ciudad para comprar algunas cosas antes de ir a su propia casa.

Boruto no sentía que fuera a acostumbrarse pronto.

Después de todo, termino igual que antes de su pelea, peor y mejor en partes iguales. Era el omega de la manada ahora, una manada más grande, donde aunque él era el líder de la mitad era el Omega del grupo, mientras Sarada era líder de la otra mitad, una alfa peligrosa ya que al fin tenía su voz alfa desarrollada.

"Si solo pudiera producir un aroma como cualquiera de mi especie" El pensamiento fue agrio, pero parcialmente hubiera sido una ventaja y una desventaja al mismo tiempo. Nada en la vida es fácil a fin de cuentas, por mucho que le moleste.

El lunes por la mañana Boruto metió en su mochila su único libro de trabajo y un pergamino con su ropa de emergencia sellada.

Era una chaqueta más larga de la que usualmente usaba pero igual de cómoda y unos shorts negros, nada más, ya que su usual playera blanca era unisex.

Porque en el infierno dejaría que lo volvieran a ver usando una falda o un vestido hasta que pudieran mantener sus cabezas fuera de sus pollas. Honestamente sus amigos eran también unos bastardos posesivos.

Hizo un enorme carga de almuerzos junto con Himawari y luego de asegurarle a su madre que sí iría a la academia y que iría por la parte más transitada por precaución, se aventuró a la calle de la mano confiada de su hermana.

Porque era Boruto Uzumaki aquí y dónde fuera, Omega o no está aldea lo reconocería.

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Mitsuki observó desde los tejados a los Uzumaki despedirse de su madre para tomar camino a la academia.

El alfa dentro de él ronroneo a la vista del chico de cabeza rubia. "Mío".

Al irse de su casa, de la aldea del sonido específicamente, luego de decidir encontrar un camino propio. Mitsuki aún había confiado en su madre/padre para ayudarlo con lo que quería.

Al encontrar la foto de su sol, había hecho que sus instintos lo guiarán directamente a la persona que estaba allí plasmada. Tan alegre y hermoso.

De Orochimaru consiguió toda la información posible sobre el muchacho, su familia y los secretos disponibles de su casi extinto clan.

Le sorprendió enterarse de la condición de su familia, los secretos que Orochimaru poseía sobre el Hokage y su verdadera pareja eran algo realmente invaluable, también cruel si consideran la forma en que están criando a 5 niños, hermanos, separados en diferentes clanes.

Pero Mitsuki sabe mejor que andar divulgando secretos y destruyendo lazos. Esa era una caja de Pandora que tendría guardada para algún caso de emergencia, a la larga estaba seguro que los 5 niños de enterarían. Y si Boruto probaba ser efectivamente su sol, estaría allí para seguir lo que el chico quisiera. Sea ayuda o venganza.

Desde el momento que llegó a la aldea de Konoha como invitado, lo primero que hizo antes de ir a la oficina del Hokage fue encontrar directamente a la razón de su estadía.

Encontrar a Boruto de la manera en que lo hizo había sido uno de los catalizadores de rabia más grandes que Mitsuki hubiera sentido en su vida.

De la información que anteriormente había conseguido estaba consciente de que el rubio era un Omega, las probabilidades en su fuerte genética lo hacía prácticamente un hecho desde el momento en que nació.

Aunque él tampoco estaba tan preparado para el aroma que Boruto desprendía.

Mitsuki sólo logró controlarse ya que parte del entrenamiento ninja que Orochimaru, Tsuigetsu, Karin y Juugo le habían aplicado fue el control de su subgénero.

Había estado en presencia de alfas mucho más fuertes que él y logrado ignorar el efecto masivo de sus voces.

Lo habían encerrado con omegas en pleno celo y no fue afectado en lo más mínimo.

Pero Boruto había sido la cosa más deliciosa que alguna vez había olfateado.

Saco su frustración, la ira de su alfa interior en los hombres que habían osado tocar y lastimar al caído Omega.

Si Mitsuki era completamente honesto, él planeaba matarlos. Pero el olor junto con la vista asustada y miserable de Boruto, habían hecho retroceder su sed de sangre en favor de atender las necesidades del Omega herido.

Cuido del chico tan bien como pudo en cuanto estuvieron seguros y Mitsuki se aseguró de observarlo los días posteriores al altercado.

A su lado alfa realmente no le parecía en lo más mínimo que Boruto estuviera rodeado tanto de alfas y betas que no fueran de su familia. Aún con Sarada, su hermana alfa, tenía problemas para controlarse. Podía sentir las intenciones de la chica hacía  Boruto y no le gustaban del todo.

Lo siguió desde lejos por la ciudad, a medida que algunos compañeros se le unieron en la caminata, pudo ver el sutil punte de alerta de los mismos.

Resopló divertido al ver como ya lo trataban ligeramente diferente. "Medida de manada conjunta. Cláusula de protección: Omegas y crías salen escoltados."

Era interesante ver a Boruto en su ambiente natural. Cómo reaccionaba ante los problemas.

Un alfa estaba causando alboroto en la ciudad con jutsus de fuego, ya que había sido expulsado de la academia.

Boruto noto algo extraño en el comportamiento del chico, y Mitsuki noto un cambio bastante singular en uno de sus ojos. Bastante interesante si se lo preguntan.

Boruto actuaba como un alfa, se lanzaba a la acción y no esperaba que alguien tuviera que protegerlo, más bien tomaba por hecho de que iban a trabajar con él.

Mitsuki debía admitir que tanto a él como a su lado alfa les atraía ese tipo de actitud.

A pesar de considerarse alguien pacifico gustaba de las emociones fuertes y los retos. No es que pensará que la actitud regular de los omegas estaba mal, había logrado conocer a varios que tenían un fuerte carácter, pero nadie tan desinhibido en su personalidad como Boruto.

Todos los omegas guardaban cierto recato, demasiado monótono para su gusto. No sé permitían disfrutar de muchas comidas para cuidar su figura por ejemplo.

No es que Mitsuki realmente comiera mucho, pero podía disfrutar del acto como cualquiera.

El alfa alborotador huyó de la escena cuando se vio superado por mayoría y Boruto lo siguió. Por mucho que le gustará ver las diferentes facetas del chico, mejor terminaba con el alfa primero. Después de todo había tratado de quemar a Boruto y eso ya era suficiente para merecer estar inconciente. Mínimo.

Cuando el idiota se metió en un callejón para la suerte de Mitsuki, este simplemente lo aventó contra la pared, no con la suficiente fuerza para matarlo, pero posiblemente el chico tendría una jaqueca de campeonato por al menos unos 3 días. Junto con algunos puntos en la cabeza.

Escucho el derrape de las sandalias ninja y el sorprendido jadeo a sus espaldas. Sonrió.

—No es que me importe pero.— Se movió lentamente midiendo las reacciones de su espectador —Que ciudad tan más ruidosa.

Boruto tenía las pupilas dilatadas, la cara sonrojada y sus rodillas temblaban ligeramente, como si en algún momento pronto fueran a dejarlo caer al suelo en una posición indigna.

Le divertía un poco a Mitsuki, Boruto antes había actuado feroz y lleno de voracidad, pero ahora en su presencia  no parecía más que una presa de frente a un depredador natural.

Bueno si entraban en detalles, no era una comparación muy alejada de la realidad.

Boruto lucho por controlar sus impulsos y luego de un esfuerzo tal pareció haberlo logrado. Su ojo volvió a tener ese cambio tan singular al observar al intento de alfa caído en el suelo.

—¿Quien eres?— Pregunto Boruto una vez que estuvieron de frente.

Mitsuki sólo le sonrió, ciertamente antes no le había dicho su nombre, no había sido la mejor situación para las presentaciones. Pero veía el claro brillo del reconocimiento en los ojos del rubio.

Oh, cuanto se iba a divertir.

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— Creí que ya te habías acostumbrado al aroma de los alfas. ¿Seguro que no quieres volver a casa? Nadie te culpara si no llegas hoy, diré que te sentiste mal y volviste. — Himawari iba pegada al costado de Boruto. El chico seguía algo tembloroso.

—Estoy bien Hima, simplemente me tomo desprevenido. Los aromas de todos los demás son familiares, estaré perfectamente bien— Boruto no estaba seguro si quería conversar más a Himawari o a sí mismo en toda esta locura. Independientemente de eso aún iban a la academia.

—Que molestía. Es mejor que te quedes al rededor de nosotros hoy. — Shikadai ya podía sentir un dolor de cabeza formarse en su frente. — No queremos una repetición del fin de semana—

—Entonces no le digan a Sarada. Ella está muy territorial desde lo que paso—

Y vaya que no era broma, Sarada, Menma y Charasuke eran tan Malditamente territoriales que Boruto casi sintió la necesidad de quedarse en casa para no molestarlos.

Casi.

Porque no iba a quedarse en casa como si fuera una esposa obediente o algo por el estilo. Boruto tenía una vida, personas que ver, lugares a donde ir, cosas que visitar.

En este caso una clase a la cual asistir y aplastar a la crítica.

—¡Boruto!—

Se agachó ligeramente para atrapar en brazos a Charasuke y acomodarlo en su cadera. Dejo que su cachorro lo olfatear todo lo que quisiera y se relajo con el aroma del niño. Si eso estaba bien. Podía hacerlo.

—¿Que tal mi nueva camisa? Muy cool ¿no? ¡También tengo un collar con el emblema del Clan!—

Ciertamente, la ropa del niño era una ligera variable de la ropa usual Uchiha, un poco más actualizada al estilo de los chicos de moda y el collar era muy lindo, le recordaba a Boruto porque el mismo usaba un perno como referencia a su nombre.

— Si, tu ropa está muy linda-ttebasa—

—Y yo tan guapo— Charasuke agitó su cabello luciendo ciertamente bastante deslumbrante para su edad.

Boruto simplemente le dedicó una sonrisa nerviosa mientras comenzó a moverse hacia el jardín donde tendrían la clase.

Charasuke le recordaba mucho a él, y es que aveces era tan... Vanidoso.

Al menos ya no era un niño tan callado como para que algunos llegarán a preguntarle si era mudo o algo así.

Dejo a Charasuke en el suelo una vez que divisó a Menma para que Charasuke fuera con él.

Estaba bastante alegre de que al menos la academia realmente estaba haciendo que todos salieran de su caparazón. Sus madres estarían tan felices.

"Ellas han hecho un buen trabajo Dattebasa"

Más le valía a su viejo y al tío Sasuke apreciarlo, porque nunca iban a poder pagarles.

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— Les presento a su nuevo compañero, estudiará con nosotros a partir de hoy así que llevense bien con él. Se llama Mitsuki—

Diablos. Es que hizo algo tan imperdonable en su vida pasada, ¿Que lo tiene que pagar así?

El chico de esta mañana, el mismo que lo había salvado cuando su precelo llegó de repente estaba aquí, iba a ser su compañero. Vaya destino.

—Mi nombre es Mitsuki. Soy un alfa proveniente de la aldea oculta del sonido. Mucho gusto—

Boruto se concentró en mantener su respiración estable mientras se acostumbraba a su aroma, dios era tan rico y fuerte. Debería ser ilegal andar oliendo así por la calle.

Escucho los parloteos de sus compañeros de clase, claro era normal Mitsuki en este momento era la novedad.

Anteriormente la aldea del sonido había sido enemiga de Konoha, pero después de la guerra fue refundada como una nueva aldea ninja con gente muy talentosa

Mitsuki dio una reverencia al grupo y cuando se levantó miró directo a los ojos de Boruto. El rubio lucho por no sonrojarse mientras le aguantaba la mirada.

La sonrisa y la mirada del albino alfa se lo decían. Mitsuki también lo reconocía, ósea que Mitsuki también lo sabía, él de todos lo sabían.

Genial, descubierto el primer día que sale de su casa.

Honestamente pensó que su secreto tardaría más tiempo en salir a la luz.

—Boruto ¿Conoces al nuevo?— Denki lo saco de sus pensamientos pesimistas.

—Si. Yo... — En realidad Boruto no le había dicho a nadie, como absolutamente nadie que fue lo que en realidad paso el día de su "incidente".

Sus amigos habían sentido su aroma en todo el estupido callejón y habían visto un montón de alfas inconscientes entre su ropa rasgada, además del incipiente aroma a Omega inmaduro. Ciertamente los restos habían explicado la situación por si sola.

Sus padres no pidieron explicaciones y Boruto simplemente no le dijo nada a nadie. Y considerando que luego de saberlo cada alfa a su alrededor enterado se había vuelto jodidamente posesivo y territorial de su persona, quizás era mejor que no lo supieran.

-Obligaciones de un Omega de manada:
No mentir u ocultar información a alfas o betas de tu manada. La confianza de una manada radica en su Omega, demuestra lealtad y honor.
Castigo por protocolo: Suplicar perdón de rodillas a los pies de la manada-

Se estremeció ligeramente cuando le apareció una imagen mental de los protocolos omegas. Era una estupidez, no le afectaban antes no ahora. — Lo vimos está mañana—

No era mentira técnicamente.

— Venció a un alfa que estaba dando problemas— Si. Con Iwabe confirmando no había problema.

—Osea que es fuerte.—

Desconecto su cabeza de las conversaciones de sus compañeros, estaba consciente de que todos hablaban de Mitsuki, pero simplemente no podía dejar de verlo.

Todo el mundo había estado tan distraído que nadie noto cuando Mitsuki comenzó a avanzar.

Y Boruto se tenso por completo, el tipo estaba caminando directamente hacia él, estaba seguro, le seguía sonriendo con esa expresión en blanco y sus ojos no se apartaban. ¡Claro que iba hacia él!

Bien, se acabó eso es todo. Mitsuki se iba a acercar, probablemente iba a olerlo y lo haría ceder a mostrar su cuello. De seguro preguntaría que hacía un Omega sentado en media clase de una academia ninja y todos incluido Shino-sensei se enterarían.

Adiós academía. Adiós a ser visto por su padre. Adiós salidas preocuparse. Adiós amigos.

¡Adiós todo!

—Hola—

¿Eh?

Mitsuki si estaba inclinado hacia él, pero de una distancia prudente, lo estaba tratando de forma amable y no parecía tener malas intenciones. Más bien solo parecía curioso.

— ¿Puedo sentarme a tu lado?—

-Reglas de etiqueta alfa:
Siempre pregunta al Omega si te permite hacerle compañía como muestra de respeto durante el primer encuentro. Esto permite a la química de ambos cuerpos reconocerse para demostrar que no se pretende ningún tipo de abuso. -

Lo estaba ayudando para acostumbrarse a su aroma.

— Ah, sí claro. — Sonrió aliviado mientras trataba de mantener las apariencias — Yo soy Uzumaki Boruto Dattebasa, cualquier cosa que quieras saber puedes preguntarme a mí.

Una pequeña indirecta que gracias al cielo tuvo efecto cuando vio el reconocimiento en los ojos dorados.

El mensaje fue simple.

"Yo te lo explico, pero porfavor no le digas a nadie"

— ¿Cualquier cosa?

— Si. Lo que quieras.

— En ese caso... —

Dios que no le pregunté aquí, que no le pregunté aquí.

— ¿ Porqué solo nosotros no tenemos salón?

Este chico le está tomando el pelo.

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Mitsuki era un poco extraño.

Sin embargo no era diferente a cualquier alfa, pero de todas formas lograba llamar la atención de Boruto como casi ningún alfa lo hacía.

Era listo, bastante inteligente por lo poco que daba a mostrar, también era amable y directo.

Sin embargo seguía tratando a Boruto de la misma manera que en el poco tiempo que convivieron la primera ocasión, saltando en su ayuda de forma efectiva y discreta, siguiendo los protocolos y de alguna forma haciendo sentir cómodo a Boruto.

Y a sus amigos no parecían estar muy de acuerdo con la presencia de Mitsuki.

Al menos Shikadai tal cual no confiaba en Mitsuki, desde el punto en que el alfa se sentó a su lado no le había quitado los ojos de encima, ni siquiera había bostezando tanto como de costumbre.

Sarada también se había mantenido alerta y por su rostro ya veía que le esperaba un interrogatorio antes de llegar a casa, ella lo conocía lo suficientemente bien para darse cuenta de que él y Mitsuki ya se habían visto antes. Cosa que se supone no debería ser posible ya que Mitsuki no era de Konoha, si no del sonido.

Menma tampoco estaba muy contento , si su aroma era algo que le diera una pista.

O solo estaban siendo unos idiotas territoriales.

De todas formas, al menos Charasuke no parecía tan molesto después de que Mitsuki elogió su estilo y Himawari adoro al alfa desde el momento en que se levantó a ayudar a Boruto en el pizarrón.

Boruto suspiro aún en medio de la arena de entrenamientos, realmente necesitaba una buena lucha para desquitar su frustración.

— Espero que estés preparado. No pienso ser suave contigo— Si Iwabe realmente era el indicado para ayudarlo a sentirse mejor.

El alfa gustaba de probar su fuerza ante Boruto, mucho más si era compitiendo en contra y a Boruto le encantaba, en el momento en la lucha era cuando más se podían entender.

—¡Inicien!—

El rugido alfa de Iwabe resonó en todo el lugar, algunos betas incluso basilaron en las gradas ante el sonido, Boruto sonrió.

Esquivo las embestidas duras tratando de encontrar aberturas.

Iwabe peleaba en su mayoría fuera del taijutsu regular de la academia, usaba la vieja usanza ninja pegada del instinto alfa, de esta forma sorprendía a sus contrincantes, pues sus movimientos no consistían en patrones dados de la práctica ni la limpieza de el uso estándar.

Cada golpe tosco y poderoso fue parte del instinto alfa de Iwabe, pues tal como experimento la primera ocasión, este no luchaba contra su instinto primordial a la hora de luchar para hacer a alguien morder el polvo. Ambos fluían de igual forma.

Y claro, a Boruto le daba emoción.

Una vez que encontró una abertura se lanzó a embestir con un brazo pero Iwabe fue rápido, respondiendo de la misma forma.

Quizás admite que se confió de más en su agilidad para ser escurridizo

Ya que Iwabe lo engañó y lo azoto duramente contra el suelo.

Vale, tal vez no debería ser tan presumido todo el tiempo.

— Bueno. Al fin te la devuelvo ¿no?—

Si, en definitiva Iwabe era un buen rival y un buen amigo.

—En fuerza bruta, es imposible que yo te gane-ttebasa— Iwabe le extendió la mano para levantarle, Boruto acepto la ayuda.

"¿Todo en orden?" Fue la pregunta muda del alfa.

"Claro, no hay problema". Respondió su Omega.

Algo curioso de aceptar tener su propia manada es que, según tenía entendido Boruto, él iba a compartir un tipo de conexión mental con los miembros de su paquete.

Era gracioso tener la capacidad de usarlo como Omega, todos tendrían la facilidad de hablar con él en su cabeza pero no entre ellos, al menos hasta que Boruto fuera reclamado como pareja por alguien y finalmente mordido. Si era un alfa de la manada, las conexiones seguirían igual mientras se permitiera, si no... Bueno, no le gustaba mucho pensar en esas consecuencias.

—Bien. Iwabe es el ganador. Y ahora...

Un tirón en la base de la columna vertebral de Boruto hizo que su cuerpo se tensara e instintivamente bajará un poco la cabeza.

Trago saliva para humedecer su repentinamente seca garganta.

— Ahora contra mi.—

Mitsuki.

Boruto no se permitió temblar.

Pese a seguir con la misma expresión amigable y serena Boruto sentía que el aire a su alrededor se había enfriado varios grados bajo cero.

— Como quieras novato—

Los miro a ambos un segundo, supuso que era una cosa alfa, estar en un nuevo territorio debía ser algo estresante para el alfa de Mitsuki por lo que supuso, tal vez simplemente necesitaba probarse con un alfa local que se viera poderoso.

—Suerte a los dos. — Si. No había de que preocuparse.

—Ven con todo. —

—¿Estas seguro?—

—Por supuesto—

Si, el alfa de Iwabe estaba retando y midiendo fuerza con el de Mitsuki, nada malo iba a salir de esto. Quizás incluso verlo sería divertido.

—Bien, en ese caso.—

Boruto paro en seco.

—Aqui voy. —

Mitsuki desapareció y reapareció en un borrón detrás de Iwabe, su velocidad era bastante increíble.

En un momento el Mitsuki que había llegado esta mañana ya no era el mismo, ahora era el que Boruto podía recordar con más claridad. Los movimientos fueron rápidos y duros, un estilo de pelea que el solo había visto allí, tendido medio desnudo en un callejón oscuro.

Y a todos les pareció extraño. Ver y sentir el cambió de una naturaleza pacífica a una feroz.

Boruto mirando con atención podía deducir que Mitsuki incluso parecía ligeramente irritado y molesto, o tan molesta como su sonrisa crispada podía dejar notar.

Casi se fue de espaldas cuando uno de sus golpes de hecho resonó en una bofetada dura en la cara de Iwabe, tan dura como para hacer al chico voltear.

-Restricciones alfa:
Prohibido tocar de cualquier forma violenta a un Omega frente a manadas agenas o semejantes sin que esté haya cometido una falta grave y se tenga evidencia de dicha falta. De ser el caso solo el compañero puede elegir aplicar tal correctivo, si no se cuenta con un compañero el alfa de manada debe tomar la responsabilidad del correctivo.
Castigo por protocolo: Bofetada pública por el compañero o líder del Omega afectado. Dependiendo la gravedad del daño infringido al Omega se puede solicitar castigos más severos e incluso la muerte -

Oh mierda.

Hubo varios jadeos y miradas ligeramente sorprendidas por el mero acto. Y es que posiblemente solo Boruto entendía el significado de dicho acto, los alfas no solían abofetearse en batalla, menos los varones, eso casi siempre pasaba solo entre las mujeres betas y eso que era un golpe íntimo de peleas personales. No algo que tuviera lugar en un entrenamiento.

Los golpes de Mitsuki siguieron subiendo de nivel y fuerza conforme iba ganando terreno, dejándole poco espacio a Iwabe para recuperar el aliento.

En cuanto encontró la abertura, aprovecho.

Mitsuki se escurrió detrás del alfa moreno al más puro estilo de una serpiente y lo apresó. Un brazo alrededor de su garganta y otro sosteniendo la cabeza.

Un movimiento sorprendente y particular, para nada parte de su entrenamiento estándar.

Los murmullos y cuchicheos resonaron en las gradas con fuerza, Mitsuki era fuerte y había aprovechado para dejárselo a todos en claro.

Al ver que Iwabe seguía luchando para liberarse fue que Boruto finalmente lo noto.

Mitsuki pretendía ahogar a Iwabe.

Y claro no fue el único en notarlo, muchos en las gradas pararon sus pláticas sorprendidos de que en realidad no parecía tener intención de detenerse hasta que el alfa más grande estuviera muerto.

Shino-sensei se metió entre ambos, trató de razonar con Mitsuki y cuando esto no funcionó trató de separarlos, pero el agarre del alfa albino era mortal y certero, decidido en permanecer en donde estaba. Frío, duro, sin reaccionar.

Mierda, eso no era bueno.

—¡Oe Mitsuki!— Boruto corrió de regreso para separarlos. Jamás pensó que podría suscitar este tipo de problemas por algo tan simple.

Gracias al cielo Mitsuki si parecía reaccionar a su llamado.

—¡Ya se acabó! ¡Sueltalo!—

Iwabe calló de rodillas, agotado por la falta de aire, pero cuando menos estaba a salvo y muy vivo. Un alivio.

Aún después de todo Mitsuki de veía tan tranquilo y fresco como una lechuga, que era difícil imaginar que hace un segundo estaba bastante dispuesto a matar a un compañero.

Sus ojos dorados se posaron sobre Boruto, pesados e implacables. El rubio ignoro la pequeña y molesta necesidad de arrodillarse, por mucho que su Omega interior pareciera estar chillando ante la vista. La cosa molesta.

—¿ Porque me detuviste? Ya iba a ganar—

Boruto flanqueo ligeramente, el tono sonaba francamente confundido sin dejar de ser suave, por lo que muchos miraron sorprendidos la calma del albino alfa. Boruto que estaba de frente bien pudo sentirlo, puede que su tono fuera de lo más tranquilo, pero sus ojos le exigían una respuesta.

-Reglas Omega:
Un Omega jamás debe inmiscuirse en medio de una lucha fisica entre dos alfas, considerándose un total atentado contra su integridad física y una clara muestra de desconfianza ante su alfa.
Castigo por protocolo: rogar perdón postrado ante el alfa.-

Al diablo el estupido libro.

—¡En todo caso disculparte con Iwabe!— Estaba arto de estar titubeando por culpa de todo lo que leyó en ese dichoso libro. Ya estaba bueno de tantas idioteces.

Se mantuvo firme aún cuando Mitsuki avanzó hasta que ambos estuvieron de frente.

—¿Porque? Fui en serio, justo como él me dijo—

Boruto arremetió.—¡Pero te excediste! No me gusta ese modo de pelear.—

Mitsuki realmente pareció desconsertado.

—¿No... Te gusta?— Casi parecía difícil de procesar para él.

—Claro que no. —

El rostro de Mitsuki se suavizó y Boruto aunque no se permitió cambiar su expresión decidida si reconoció mejor las facciones del alfa frente a él.

Lo estaba observando tal cual como la última vez que se habían visto.

"Si volveré a verte"

— Ya veo— Boruto podía verse reflejar en esos ojos dorados. Se sentía igual que entonces.

"Guardaré tu secreto, tranquilo"

—Yo no quiero que me odies— Tanto que de pronto, al igual que en ese momento, se sentía mucho más tranquilo.

Se sintió flojo y maleable, el aroma de Mitsuki formaba a su alrededor, tan rico y suave, tan bueno y penetrante que no pudo evitar sonrojarse.

Estaba tomando todo el autocontrol que quedaba en su flojo cuerpo para no caer de rodillas y empezar a ronronear por unos cuantos mimos.

" Yo volveré a cuidarte".

Mitsuki se apiadó de él y volteó hacia Iwabe rompiendo el encanto. Boruto apretó los puños dando respiraciones pausadas y profundas.

— Parece que me excedí. Perdóname—

Mitsuki ayudó a Iwabe a levantarse y este acepto fácilmente la disculpa, el resto ignorantes de la revolución hormonal que estaba asiendo estragos en el interior de Boruto.

Movió un poco el hombro de su chaqueta para revisar sus glándulas de apareamiento.

Apretó los dientes al encontrar que estás estaban ya inchadas, esperando a ser ordeñadas para liberar presión.

Sarada había tardado mucho tiempo en provocarle este tipo de reacciones a su cuerpo y este nivel de inchason era demasiado para ser apenas su segundo encuentro. No era lógico. No era normal. 

Un poco raro no, Mitsuki era un alfa realmente extraño.

// 6548 palabras damas y caballeros. Mitsuki finalmente a llegado revolucionando el cuerpo de Boruto y a llegado para quedarse!

Mitsuboru al mil a partir de ahora!!!

Y estamos celebrando! El fanfiction aún no tiene 3 meses y ya pasamos los 1k de lecturas!!!

Kyaaa!!!!!!

Muchas gracias por seguir esta historia, darles sus ★ y todos los comentarios. Créanme leo cada uno sin falta y me rió junto con ustedes.

Para los interesados, en mi perfil hay una especie de precuela de este fanfiction que trata de un tema que vi a algunos de ustedes les pareció algo shockeante, La experiencia de Naruto y Sasuke durante su estadía en el Horfanato de Konohagakure

Para aquéllos que quieran leerla en mi perfil está disponible y cuenta con dos capítulos publicados el día de ayer. Es una historia con un tinte más triste y de allí se tomaran algunas referencias que aquí ya se han dicho, no es necesario leerla para entender este fanfiction, así que puede leerse independiente uno del otro.


Y por último está esta, un nuevo omegaverse de Boruto donde van a interactuar con los personajes de Naruto Clásico. Y no, no viajan en el tiempo, ninguno de ellos.

Recuerden aquí se agradecen ★ y se premian comentarios!

Besitos de gemas y alabanzas en dragones!

Yusefanhalackti.

16/Mayo/2018//

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