6. Humillaciones y consecuencias. ¿Mitsuki?
// damas y caballeros aquí esta lo prometido.
Advertencias: ligera feminización, complejos en un menor, intento de violación a un menor, humillación publica, abuso de poder, peleas, sufrimiento, Mitsuboru al fin llego.
Bien. Comencemos//
A medida que las cosas fueron avanzando en la academia Sarada se fue dando cuenta de algo estaba pasando justo frente a sus narices. Y no le gustaba.
Las clases y días iban progresando, las relaciones en los salones se estrechaban. Himawari y ella se volvieron muy buenas amigas de las chicas del grupo, prácticamente haciendo de Sarada su líder.
Sarada considero esto una buena manera de practicar en su desempeño alfa, básicamente haciendo una pequeña manada con las alfas y betas de su grado, esta vez con Himawari como su segunda.
Pero la verdad ese no era el problema. Como siempre, la base de su descontento tenia apellido y nombre.
Uzumaki Boruto para ser exacta.
Y es que no solo ella se había alzado como una guía e influencia para sus compañeras, si no que Boruto había hecho lo propio con los varones del grupo.
Uno a uno cada chico fue cayendo a los pies de Boruto por su propia cuenta, siguiéndolo en sus locuras y rotando alrededor de él como si fuera la cosa más interesante del salón.
Menma y Charasuke no hacían nada para detener este tratamiento, ellos prácticamente habían caído periódicamente en la camaradería y compañerismo por el resto de los chicos del grupo cuando todos comenzaron a cuidar y seguir a Boruto de la misma forma. Como Boruto les siguió dando la prioridad a ellos y a Himawari no tenían nada de que quejarse.
Oh, pero ella si que tenía algunas cosas que decir sobre el asunto.
Seguía absolutamente segura de que Boruto era un beta, su aroma no era en lo absoluto el de un alfa, así que no había ninguna opción de que fuera lo contrario. Pero el chico estaba haciendo inconscientemente una manada que aunque ella odiaba admitirlo era fuerte, su generación estaba en un muy buen nivel de habilidades, además de que los chicos eran mayoria, Boruto se había ganado la confianza y lealtad de los niños.
Y ella no lo quería permitir.
Por que Boruto ahora era un líder de manada al igual que ella, además de eso ella no era tonta, podía ver como se iban desarrollando las cosas. Cuando llegara el momento de que Boruto presentara, en poco tiempo si su instinto no le fallaba, ella no seria la única que querría reclamar a Boruto como uno de los suyos.
Podía verlo en la forma en que Inojin y Shikadai se habían vuelto más amables con Boruto, la manera en que Iwabee cedía ante los consejos del Uzumaki, como Metal tocaba con más confianza al oji azul cada que podía y como todos lo seguían en cada capricho que al rubio se le ocurría.
Y eso a ella no le parecía en lo más mínimo.
Por que Boruto ya tenía dueños, porque ella no permitiría que esos débiles alfas se lo quitaran. Y porque en su opinión Boruto como líder de manada, era la definición de una desgracia.
Sarada perdió su paciencia al ver a Boruto dirigir descaradamente a los chicos en una nueva locura justo en su presencia. En una clase nada menos.
—¡Oigan!, ¡Invoquemos todos juntos una bestia enorme!
El idiota necesitaba un recordatorio de a quien pertenecía.
—No hagan tonterías.
Su presencia alfa se extendió por el lugar llamando la atención de los chicos.
—Cuando ustedes hacen tonterías también nos miran mal a nosotras. Soy la alfa de las chicas de este salón y no voy a tolerar una mala fama por sus tonterías Boruto.
Claro que el idiota como siempre querría desafiar su autoridad.
—¡Yo no hago tonterías!
—¡Claro que si! Todos los días haces escándalos Boruto. Las demás clases dicen que somos problemáticos.
Y claro que las chicas secundaron sus quejas apoyándola, los chicos a su propia manera imprudente les causaban a todas varios tipos de problemas además de tener el descaro de admitirlo tan tranquilamente y sin arrepentimiento.
Ellos también las desafiaron y aunque Boruto no tenía una gran presencia con su aroma, sus compañeros hicieron ese trabajo por él, no dejándose intimidar y dando su presencia como respaldo a la de Boruto.
Miro a Charasuke y a Menma parados a cada lado de Boruto, Himawari también actuando y parándose junto a ella.
Porque Himawari amaba Boruto, creía que lo mejor para él era dejar de meterse en tantos líos aunque estos fuesen divertidos. Como segunda de Sarada era obvio que no permitiría que ella lo dejara a su suerte y si eso significaba pelear a su lado. Púes que así fuera. En algún momento Boruto también escucharía razones.
Por el lado de Charasuke y Menma la cosa fue igual de simple. Sarada era su hermana y la líder de los Uchiha mientras su padre no estaba, pero Boruto era parte de su propiedad también. Ellos sentían que Sarada descuidaba descaradamente de Boruto y eso ellos preferían compensarlo con sus propios métodos. Si Boruto quería algo él lo tendría. Si iban a pelear de lado de Boruto, que así fuera.
Bien si así son las cosas.
—En todo caso, dejen de actuar como un montón de niños.
—¿Que tenemos nosotros de niños?—Boruto avanzo irritado.
—Pues que se enojan con nada — Sarada también avanzo.
— ¡¿Que dices ttebasa?!
Y el enfrentamiento fue detenido por la campana.
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Boruto estaba que se moría de la cólera.
¿Cuál era el maldito problema de Sarada?
Primero ella no quiere nada que ver con él en la manada. Ok, él lo acepto y le dio por su lado.
Y entonces ¿Se siente ella con el derecho de ordenarle cosas? ¡Él no era su maldito juguete!.
Boruto se había esforzado por llevar la fiesta en paz con ella, todo el tiempo había procurado cuidar de los cachorros. La invito decenas de veces a comer con ellos, ¡incluso le hizo el almuerzo! Solo para que ella no apareciera y si lo hacia era para llevarse con ella a Himawari.
Si ella esperaba que le rogara podía esperar sentada todo lo que quisiera, él hizo el esfuerzo por tratar de llevarse bien con ella.
—¿Tú y Sarada son amigos de la infancia no Boruto?
Casi se sintió aplastado con esa simple suposición. Más que amigos Boruto la había considerado su hermana en algún punto del camino y aunque jamás lo reconoció en voz alta, si había llegado a respetarla como su alfa, dándole su plena confianza en que ella no lo abandonaría en un momento difícil.
Pero claramente estaba equivocado.
—Nos conocemos hace mucho tiempo por que nuestros padres se conocen. Así es como estos pequeños se volvieron mis cachorros. —Sonrió acomodando mejor a Charasuke en su cadera mientras abrazaba a Menma contra su costado. —Pero ella no es amiga mía.
Claro que no era su amiga. Un día fue su alfa, no podía considerarla fácilmente una amiga después de una relación tan desvariada de poder como esa,sólo guiada por el simple echo de que él ni siquiera tenía idea de lo que era su subgénero.
Un rival era un termino más exacto en su opinión.
Puede que ella ya le hubiera ganado en el asunto de presentar en su subgénero por sus genes Uchiha, pero eso no significaba nada a sus ojos.
Su tío Sasuke y su padre fueron rivales durante años, así que sabía perfectamente que nada estaba decidido todavía entre ninguno de los dos.
Boruto confiaba firmemente en convertirse en el alfa más fuerte de toda la aldea, superaría a su padre, a Sarada y a cualquiera. Así ella lo reconocería como su igual.
—Pero no necesitamos pensar en eso. Vamos a comer que estos pequeños alfas seguro están hambrientos.
Si se dieron cuenta del sonrojo de los Uchiha ninguno lo mencionó. No después de ver como Charasuke mando a volar a Metal con su semidesarrollado Chidori y al dragón que Menma podía atraer con su jutsu. Considerando que Charasuke aun no tenía su 100℅ y que la leyenda contaba que las bestias de Menma eran un total de 9.
Bueno. Mejor era callarse mientras los niños recibían los mimos de Boruto, total después de todos, en el sentido práctico eran ciertamente cachorros.
Boruto no había tenido tiempo en la mañana para poder cocinar el monto de almuerzos que solía hacer para su manada (que usualmente salían de su mesada para no cargar la cuenta a su madre) así que hoy iban a comprar almuerzo.
—Buenos días señora, me da un paquete de bollos dulces- Tomó el paquete y se los dio a Charasuke.
—Un paquete de Sándwiches con salchichas fritas— Se lo dio a Menma, recordando que el chico no gustaba de comer dulces.
—Y un pan de Yakisoba por favor — dijo al mismo tiempo que una persona que conocía perfectamente.
Vale esto era el colmo.
Claro no le costaba cederle el pan a otra persona, total el comía de eso todos los días era su favorito después de las hamburguesas, pero el problema era que tenía que cederlo a Sarada.
Y llevaba toda la vida cediéndole cosas, desde cosas simples como juguetes hasta cosas importantes para él como ser el alfa de la pequeña manada que habían iniciado.
Quería al menos una pequeña victoria, así fuera con un misero pan.
—¿No es de caballeros cederle lo último a las niñas?—
Se canso de la pasividad.
—Bueno, a las betas y omegas sí. —
Golpe bajo lo sabía, pero ella comenzó.
—¡¿Qué dices?!
—¿¡Tú qué crees ttebasa?!
Ella estaba molesta y con razón, cualquier alfa que se respete se habría puesto colérico. Boruto había puesto en duda su rango como alfa, un sinónimo verbal equivalente a escupirle en la cara mientras le daba una bofetada pública.
Las chicas detrás de Sarada, alfas y betas tensas.
Los chicos detrás de Boruto, alfas y betas listos para rasgar gargantas.
Himawari junto a Sarada.
Charasuke y Menma a cada lado de Boruto.
Y nuevamente salvados de la batalla. En este caso por Shino sensei.
Boruto no podía estar más molesto por las diferencias. Había detenido a Sarada claro, pero ni siquiera le puso un dedo encima, mientras que el hombre se había tomado el descaro de agarrarlo de la nuca y presionar sus glándulas con ambos dedos.
De no ser por la reacción instantánea de sus cachorros Boruto abría caído de rodillas en un segundó.
Eso era frustrante, una forma de relajar omegas y calmar crías problemáticas cuando era suave como ahora, pero podría ser un humillante castigo si se aplicaba más fuerza. Boruto solo aguanto de pie por su orgullo y sus compañeros, no era tonto pese a la creencia popular, honestamente él sabía que sus compañeros lo habían elegido para seguirlo y que los representara. No debía mostrarse débil.
Por lo que estuvo más que encantado al momento de escuchar sobre su próxima batalla.
Al menos hasta que se dijo lo que iba a ser apostado.
La manada perdedora se sometería a la ganadora.
Y Boruto no se permitiría a sí mismo perder otra vez.
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Uno a uno los chicos fueron cayendo a medida que se acercaban a la azotea de su edificio.
Iwabee, Metal, Denki caídos a mano de las chicas con los demás varones hasta que solo quedaban los Uchiha, Boruto, Shikadai e Inojin.
Las chicas por su parte estaban enteras entre sus miembros.
Odiaban admitirlo, pero estaba bien dirigidas.
Aún así ellos llevaban más terreno recorrido, solo necesitaban que uno llegara a la azotea por la dichosa bandera y terminaría. Solo eso.
El plan fue, Charasuke, Shikadai e Inojin serian carnada para las kunoichi, Menma usaría su jutsu de Bestias enmascaradas para enviar a Boruto por fuera hasta la azotea.
La esperanza debía recaer en Boruto.
Y todo iba muy bien.
Tan bien que por un momento Boruto se permitió sentirse ganador.
—¡Puño suave!
Claro que como siempre se adelanto a los hechos.
Charasuke y Menma estaban en el suelo su chakra bloqueado de momento gracias al puño suave de Himawari, impidiéndoles moverse.
Por un momento su instinto fue más fuerte que su deseo de ganar, corriendo ciegamente hacia sus cachorros caídos, la bandera olvidada a punto de ser reclamada.
Entonces, pocos metros antes de alcanzar a sus crías, Boruto estaba cayendo de rodillas.
La mano de Sarada en su nuca apretando sus glándulas de apareamiento era horriblemente más fuerte que la mano de su sensei.
Las hormonas de Sarada lo estaban rodeando por completo, ahogándolo privado de aire fresco, sus glándulas comenzaban a hincharse y secretar hormonas, la fuerza abandonando en cuestión de segundo su persona.
Su cuerpo lo estaba traicionando.
Escucho la presencia de los varones y las demás chicas llegando a la azotea, la lucha momentáneamente olvidada mientras la visión de su situación les quitaba el aliento.
Con justa razón. Calmar crías y omegas con la mano era una cosa, sin embargo esta forma fue diferente. Esto solo se le hacia a los omegas para castigarlos.
Fue humillante.
Sarada lo estaba disfrutando, tanto que incluso Boruto admitió que sentía miedo de esta faceta de la Uchiha.
Porque ella en realidad sentía que se estaba saldando las cuentas, de cada vez que Boruto había humillado su buen nombre como líder de manada, cada tontería y dolor de cabeza.
Todo siendo saldado por la vista del muchacho tembloroso arrodillado a sus pies.
"Justo como debe ser" Pensó ella.
Sin embargo hubo un problema, uno que quizás solo los alfas que ya estuvieron maduros o solo los mas cercanos a Boruto notaron. El olor de Boruto era diferente con este tratamiento, a diferencia de su usual olor quemado y ahumado, su escénica esta vez era dulce, picante.
Era demasiado tentador.
Al diablo con esperar a que Boruto presentara, Sarada lo quería de rodillas justo ahora.
Claro que Boruto noto el cambió de su adversaria. El olor más pesado, el agarre más firme en lugar del mortal usado al principio, como ella trataba de que él mostrara su cuello.
Sarada iba a morderlo.
La sola idea lo hizo entrar en pánico.
Si ella lo mordía Boruto podía decirle adiós a sus aspiraciones para siempre, obligado a servirle solo a ella. No por voluntad si no por culpa de una tonta marca.
"¡En tus mejores sueños ttebasa!"
Así con todo el uso de su fuerza de voluntad hizo tan rápido como pudo los sellos y mordió su dedo para sacar sangre en el momento que escucho los colmillos de Sarada crecer en sus encías.
—¡Jutsu de invocación! —
Y aunque su primera idea realmente no había sido una serpiente tan grande la verdad no se quejaba de que eso le hubiera quitado a Sarada de encima.
Pero si se arrepentía de que empujara a Chouchou fuera del edificio.
Fue rescatado por Inojin y Shikadai mientras Konohamaru sensei se encargaba de las serpiente. Una vez en un lugar firme corrió hacía sus cachorros quitando a Sarada de su camino, Himawari ya estaba desbloqueando el chakra de Charasuke por lo que se dirigió hacia Menma para hacer lo mismo.
Los 3 pequeños notaron el cambio en el ojo derecho de Boruto. Pero decidieron no decir nada al respecto.
—Boruto. - Menma llamo su atención una vez que su flujo de chakra estuvo normalizado.
Boruto volteo hacia donde su cachorro había apuntado.
Sumire tenía la bandera entre sus manos.
Pero a Boruto ya no le importaba tanto haber perdido, si no la implicación de lo que eso significaba. Sarada había cruzado limites que Boruto jamás pensó que serían tocados. Después de lo que había pasado ni siquiera tenia la fuerza para mantenerse de pie por su propia cuenta.
Pero también había dejado claro que él no se entregaría tan fácil, que no se dejaría marcar de buena gana sin luchar por su honor. No importa que aun no supiera cuál era su subgénero, él no le daría el derecho a ella de marcarlo solo porque ella pensaba que podía.
Él podía elegir a quién seguir o no seguir a nadie. Eso le dijo su tío Sasuke y pensaba seguir su consejo a como fuera. Aún si era en contra de su hija.
—Lo siento Chouchou. No pretendía ponerte en peligro, aunque supongo que fue una buena invocación ¿No?
Todos se dividieron de nuevo luego de que Boruto aligerara el ambiente. Boruto miro a sus compañeros y encontró aún después de todo apoyo, estaba aliviado de que ellos no lo miraran mal por lo ocurrido, por lo vulnerable que se había visto.
—No niegan que ganamos entonces.
Bueno si se sintió algo mal por el asunto, porque bueno el no sería el único afectado, a fin de cuentas los chicos habían confiado en él y había permitido su fracaso.
—No, ustedes ganaron. Haremos lo que quieran.
—Esta bien así Boruto. Lo dejaremos pasar por lo que hicieron por Chouchou. Aún en esa situación la salvaron. Diría que estuvo bastante bien.
El alivio de Boruto fue tal que parecía que todos los chicos de pronto se sintieron tan tranquilos como él.
Agradecieron a las chicas y recogieron sus cosas, estaban algo asustados por que al final el edificio de sus clases había terminado destrozado por la lucha, pero de todas formas la perspectiva de clases al aire libre no sonaba mal.
Sarada de despidió de su manada de chicas y tomo a Himawari a su lado.
Boruto por su parte a como los chicos iban despidiéndose de él también se acercaban a su cuello a oler. La razón era simple, muchos nunca habían sentido ni una pizca del aroma de su líder en todo el tiempo que llevaban de clase aunque aún así decidieron seguirle.
La verdad muchos no querían ni despegarse del rubio luego de olerlo. Era demasiado rico.
Al final los únicos con duda eran los que sí habían sentido su aroma con anterioridad, osea sus cachorros, Sarada, Iwabe, Shikadai e Inojin.
Pero nadie dijo nada al respecto. Aún si hubieran dicho algo, podría haber sido grave.
Por lo que cuando Boruto le dijo a Sarada que estaba demasiado cansado para quedarse con los Uchiha y que le encargaba a Himawari alegando que estaba cansado, nadie lo contradijo y cada quien se fue por su lado.
Solo la imagen persistente de Boruto yéndose tembloroso y aun algo sonrojado quedó en la mente de todos.
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"Él insiste en portarse como un alfa desbocado Sasuke, ya no se que hacer con él"
"¿Haz hablado con él siquiera?, es una edad difícil Naruto. Ni tú ni yo estamos en lugar de juzgar sus acciones, sabes todo lo que hicimos entonces"
"Nosotros éramos alfas Sasuke. Puede que sea sumamente talentoso, pero tú y yo sabemos que él nunca sera un alfa".
'¿Nunca seré un alfa?'
Boruto iba caminando por la ciudad, en el camino largo hacía su casa.
Estaba algo afectado si era honesto.
La experiencia que le hizo pasar Sarada le había enseñado unas cuantas cosas. Era terco y débil.
Las palabras de su padre hace algunas semanas después del incidente de los trenes habían decidido acosarlo ahora luego de su dura experiencia de esta tarde.
Boruto quería ser un alfa. Honestamente le enfermaba lo mucho que quería el título sobre su cabeza.
Pero las palabras de Naruto aún pesaban fuerte sobre su consciencia.
Recuerda que en su infancia, antes de que su padre se alejara y su tío se fuera, Naruto había tenido un cambio radical con él y con sus cachorros. Himawari siempre era su pequeña alfa mientras que Boruto era su niño especial.
Cuándo antes Boruto siempre había sido considerado aquel que sería un día el alfa de la casa.
Boruto era algo flojo a la hora de entrenar, reconocía que no fue una de sus virtudes. Pero en realidad era un niño muy estudioso.
En sus pocos años de vida se había propuesto a aprender todo lo necesario para ser un buen líder de manada, un buen alfa y un buen hombre. Pensando que un día su padre le cedería el lugar a él como alfa de su hogar y tendría que ver por los suyos.
Pero ahora, que todavía no daba grandes señales de desarrollo y su padre no lo veía como nada más que un mocoso. No podía evitar querer aún más el titulo.
Boruto quería ser un alfa, porque estaba seguro de que era lo que su viejo quería.
Quizás se había sumido en el trabajo de ser Hokage solo porque no quería ver la decepción de que uno de sus hijo no fuera un alfa. Creía firmemente que si presentaba como un alfa la cosa mejoraría.
Pero Sarada hoy le había demostrado lo lejos que estaba de su ambición. Qué en su estado podía ser reclamado por cualquiera.
Aunque lo bueno que salió de allí fue ver que la gente lo seguiría como un alfa, aún sin tener esa certeza. Era lo único que lo mantenía en pie ahora.
Sin embargo una cosa le decía que algo estaba mal con él.
Aún le quedaba camino para llegar a casa, una casa vacía ya que su madre hoy era voluntaria en el hospital y volvería hasta la mañana.
Pero Boruto no se sentía bien. Sentía su cuerpo con calor, mucho calor a pesar del tremendo frío de la noche. La ropa le picaba, sentía sus piernas temblar y pequeños picotazos comenzaron a atacar su vientre.
(Si están en contra del abuso saltarse hasta el siguiente paréntesis )
—¿Pero que tenemos aquí?. Una pequeña zorra abandonada.
Boruto levanto la mirada con algo de temor encontrándose con 3 hombres, 3 grandes hombres maduros y borrachos.
Alfas.
No le habría importado en un día normal pero en su estado actual incluso el aroma de los tipos lo mareo de repente, su cuerpo se sintió más débil y tuvo el impulso de tratar de hacerse más pequeño de lo que en realidad era.
— Es un gran descaro salir en precalentamiento pequeña zorra. ¿A caso saliste para encontrar a alguien que te llenara como una puta?
Boruto trato de avanzar nuevamente, debía salir de allí.
Uno de los tipos lo agarro de la nuca con fuerza y presiono. Duro.
—¡Ja! De rodillas como una bonita zorra.
Las rodillas de Boruto se dieron sin mucho esfuerzo, los espasmos en su vientre fueron cada vez más dolorosos y la fuerza de su cuerpo fue exprimida en unos segundos.
Estaba en problemas.
Un espasmo en particular lo hizo arder de pies a cabeza, su espalda se arqueo mientras el calor de sus hormonas comenzó a ser doloroso. Sus ojos se abrieron de golpe al sentir un líquido espeso y caliente brotar deslizándose por sus piernas, empapando su pantalón.
—Ni siquiera lo hemos tocado y ya esta lubricando. Vaya zorrita más dispuesta nos hemos encontrado, salir en medio del inicio de un precelo. Eso es pedir a gritos que te follen zorrita.
Un precelo. Celo, no rutina. Un celo.
Dios, por favor no.
Boruto fue levantado sin la menor dificultad por alguno de los hombres, no supo cual y arrastrado al interior de un sucio y húmedo callejón.
Pateo y rasguño a los hombres con tanta fuerza como pudo, pero sus pocas fuerzas fueron únicamente sirvientes del pánico, por lo que no fue tan difícil contenerlo.
Su ropa fue arrancada, sus zapatos aventados en algún punto en el olvido, su torso fue duramente presionado contra el suelo y su trasero fue alzado al aire, presentado para que cualquiera pudiera tomarlo.
—Pero miren nada más. Se ve tan apretado.
3 dedos grandes y cayosos fueron empujados sin consideración en su trasero, movidos con fuerza, con la intención de lastimarlo.
Boruto no recuerda haber dado un grito tan agónico en toda su vida.
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(Gracias por su atención )
— ¡Shikadai! ¡Inojin! ¿Estan bien?
Temari e Ino alejaron a sus hijos de los vidrios rotos en el suelo.
Ambos chicos habían estado algo extraños desde que los Yamanaka llegaron a casa de los Nara para la cena, en los últimos segundos habían estado intranquilos, Inojin parecía temeroso mientras que Shikadai se había mantenido al limite, parecía listo para arrancarle la garganta a quien fuera en cualquier momento.
Y de la nada Shikadai rompió el vaso que había estado sosteniendo mientras Inojin dejo caer el suyo propio.
—Salgan mientras recogemos esto.
Y ambos lo hicieron.
Shikadai observo la noche un momento, con Inojin parado a su lado.
—Tú también lo sientes .
—Creo que esta en peligro.
Allí afuera pudieron observar como 4 figuras que conocían perfectamente saltaban a gran velocidad entre los tejados.
No dudaron en saltar ellos también a la acción en cuanto los reconocieron. Pues confirmaba su sospechas.
Boruto estaba en peligro.
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Boruto yacía hecho una bolita en una esquina del callejón, sucio, asustado y todavía muy desnudo.
Antes de que sus captores hubieran podido tener su camino sobre él, un cuarto individuo apareció y dejo inconscientes a los alfas mayores sin mucho esfuerzo.
Boruto se había alejado de la pelea lo más que pudo intentando cubrir su cuerpo. Estaba aterrado.
Su cuerpo aun temblaba producto del celo, su entrada aun escurría lubricación y todo lo que Boruto quería en este momento era morir donde nadie lo encontrara.
Una mano paso suavemente por su mentón, haciéndolo levantar la vista.
—Tranquilo. No voy a hacerte daño.
Un joven, quizás de su edad, lo había salvado de ser violado por unos mal nacidos.
Un chico que también era un alfa.
Pero gracias al cielo no parecía importarle que estuviera en precalentamiento, tampoco parecía tener la intención de saltarle encima.
Su cacheta fue envuelta alrededor de sus hombros en un gentil intento de resguardo de su salvador. Y aun en la oscuridad Boruto pudo distinguir sus facciones.
El tipo fue tan blanco que incluso parecía irreal, su cabello azul no hacia más que resaltar su palidez.
El contraste total fueron sus ojos. Ojos dorados que parecían brillar al verlo, Boruto juro que podía ver su reflejo en ellos.
Se dejo cargar por el muchacho que lo había envuelto en su chaqueta, en un claro intento de resguardar su modestia.
—¿Te llevo a tú casa? Lo peor del celo a pasado ya, así que con unas píldoras y un buen baño debería estar bien.
Su casa sonaba a un lugar excelente ahora. La casa Uchiha estaba paralelamente en la punta opuesta de la ciudad de su casa y sus padres no estarían.
Era el mejor lugar ya que no quería que nadie lo viera así.
—Si. Por favor yo te guió.
—Por supuesto.
El singular extraño lo llevo rápidamente a su hogar, entrando a su habitación por la ventana.
Pregunto por el baño y llevo hasta allí a Boruto.
Lavo su cuerpo, atendió los golpes y raspones resultados de sus intentos por defenderse y lo mimo como a un niño en todo el proceso.
En cuestión de 5 minutos Boruto estaba de regreso en su cuarto, limpio y vestido con camisón proveniente de la caja de vestidos hechos por Himawari en lugar de los usuales pantalones sueltos y la camisa rosa que usaba para dormir.
Boruto solo se había dejado hacer en todo el proceso calmado de estar a salvo.
Su aroma ya no estaba por todos lados, el aroma de los Malnacidos había sido removido de su cuerpo y gracias al cielo estaba en casa.
Jamás le pareció tan bueno tener casa sola como esta noche.
El extraño alfa, su salvador, lo acomodo en su nido y lo arropo con cuidado de no mal tratar su cuerpo.
"Reglas de un alfa de manada: Cuida y consiente al omega de la casa. Nunca lo quites de tu vista."
Recordar esa regla y saber que ahora era aplicada a él lo hizo sentir bastante mal. Pero ahora entendía el porque su padre lo trataba como lo hacia.
—Es hora de que me vaya.
—Espera.
Boruto tomo una manga del kimono que usaba su salvador. El chico solo sonrió tranquilo.
—Gracias por salvarme. Yo, bueno. ¿Volvere a verte? Por favor no le digas a nadie.
Boruto recibió un beso en la frente y una caricia en su mejilla.
—Si volveré a verte. Guardare tu secreto, así que tranquilo.
Se puso de cuclillas en el alfeizar de la ventana y le miro.
—Debo advertirte algo. Yo no soy mucho más grande que tú, pero reconozco tus efectos. Tu precalentamiento fue provocado por un alfa con bastante fuerza, posiblemente alguien que quiso doblegarte. Ten cuidado, tu cuerpo producirá un celo normal en alrededor de un mes o dos. Mantente alerta. Yo volveré para cuidarte—
El chico desapareció al más puro estilo ninja.
Boruto sintió que estuvo allí arrodillado por horas, aunque debieron haber sido quizás solo unos 5 minutos.
5 minutos en lo que llegaron 7 alfas, un beta y lo que sea que Inojin y Metal fueran. Su teléfono estaba lleno de mensajes preocupados de las chicas del salón y él sólo pudo mirarlos a todos.
Allí arrodillado en medio de su nido, con golpes llenando su cuerpo, solo un camisón cubriendo su cuerpo y ellos sosteniendo las ropas rasgadas que se supone debían haber quedado olvidadas en algún lugar de un callejón en la ciudad, Boruto sabía que ellos sabían. Todos lo sabían.
Un omega fue atacado en una noche solitaria.
Boruto era un omega.
Y los omegas no pueden ser shinobi.
// Y bueno. Es todo por ahora, yo lo siento pero tenía que hacer esto, era parte de la trama desde que me lo imagine... So...
Bueno, aun sigo en pie con la dinámica de hace algunos capítulos atrás, quien más comente y entienda las referencias ocultas en el capitulo tendrá premio! Si no pues, se acumula.
Se premian comentarios! Se agradecen ★.
Besitos de gemas y alabanzas en dragones!
Yusefan Halackti.
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