Rosa
Una flor tan delicada y hermosa que debía desarrollar un medio de auto defensa, para cuidarse de quien las quisiera dañar por su belleza, las espinas.
Afrodita Iasc, era como una rosa que creció en un lugar tan infestado de seres que podían dañarla, que tuvo que desarrollar espinas para defenderse de todos ellos, que la veían indefensa y delicada.
Tenía 15 años, y a esa edad había aprendido que el tener dinero y todo lo material posible que deseaba, no serbia de nada ya que lo que en verdad quería y anhelaba era algo que no se podía conseguir con ello.
Sus padres desde sus tempranos años la habían dejado al cuidado de una mujer de mediana edad, que la crio como si fuera su hija propia. Esa mujer había sido la que le había dado el cariño que sus padres creían darle a través de objetos inanimados y todo lo que ella pidiera y quisiera.
Era caprichosa y todo lo que ella decía era ley en su casa, pero... muy dentro de ella y detrás de esa capa superficial que había formado, ella quería algo más, ella quería el amor que sus padres no le supieron dar.
De que serbia ser una de las chicas con más posesión económica de la escuela, ser hermosa y tener cuanto deseara y quería, si lo que en verdad necesitaba estaba muy lejos siquiera de ser rosado por sus delicadas manos. Amor, siempre deseo ello...
Pero no todo lo que queremos, lo podemos tener. Muchos desean economía y olvidan o ignoran que tienen el amor familiar; muchos desean el amor familiar y olvidan que tienen posesión económica. Ironías de la vida, tener algo y no quererlo porque no es lo que necesitas.
Dinero de que serbia, si cuando tenía una pesadilla y corría a la habitación de sus padres para encontrar consuelo por esta, encontraba soledad e inmensa oscuridad. Ropa, zapatos, etc. de que servían si cuando tenía miedo y necesitaba un abrazo protector estos no se lo podían dar, de que servía todo ello cuando lloraba porque alguien la daño y estos no podían decirle: todo está bien, ya paso.
Dolió días y noches, darse cuenta que estaba sola en ese inmenso lugar que era su "hogar", que si bien Silvia, su nodriza, la cuidaba y quería no era lo mismo.
Y como cualquier niña y joven que busca el cariño donde pueda, encontró a sus amigas que gracias a alguna voluntad divina habían sido buenas. Pero aun había un vacío, uno muy grande, el cual se semi lleno cuando conoció a Ángelo que si bien no era el príncipe que cual cualquier mujer espera, para ella él era el indicado y correcto. Ángelo Portán de nacionalidad Italiana, con quien había iniciado una gran amistad y habían congeniado tan bien que iniciaron algo más al cruzar primer año de secundaria. Él le había dado esa estabilidad sentimental a su vida, y si hubiese hablado con él antes de que todo esto que la dañaba ocurriera, no estaría llorando ahora en la casa de su amiga, escuchando como la madre de esta se peleaba con medio mundo con tal de verlas bien a todas ellas.
Y debía reconocerlo, siempre había envidiado la suerte de su amiga, Mu por tener a Yuzuriha como madre, aunque jamás lo había dicho.
Me importa una mierda, Shion! – las chicas no pudieron más que abrir sus ojos al escuchar a la mayor hablar con su tan temido director – no!, un examen y a mí qué?! Pues yo te voy a decir que! – La rubia hacía movimientos con su mano, como si tuviera al peli verde frente a ella y pudiera golpearlo – son mis niñas y qué?! Qué?! Enserio estas que buscas que te golpe!, además dime que escusa tienes!, no yo me arreglo con ellos – disminuyo su tono de voz al darse cuenta de que estaba hablando con el director de la escuela donde estudiaba su hija y sus amigas – Shion, si no fuera algo en verdad importante no te lo pediría, enserio... — dejo salir un suspiro – no, nada de eso...lo que pasa...— miro de reojo a la peli celeste que lloraba – cosas de chicas, Shion y no seas metiche – otra vez su carácter salió a relucir – ya te dije, yo me arreglo con ellos...bien, gracias – sin más corto la llamada – odioso...— mascullo la rubia con un leve sonrojo, el cual se acrecentó al ver la mirada de las jovencitas sobre ella – esto...ya quede con Shion, mañana no tendrán el examen – sonrió de manera nerviosa — permítanme...— dicho ello se puso en plan marcar el número de otra persona – Degel – Camus miro a la rubia con los ojos un tanto abiertos –
No te preocupes, mamá es muy discreta – le susurro Mu al ver al peli aguamarina tornarse nerviosa, era sabido por ella que Camus no quería que su padre se enterara de lo de Milo –
Sí, pero no es sutil – sonrió y una gota de sudor frio baja por su nuca al ver como Yuzuriha, parecía querer golpear a su padre a través del celular –
Cierto – asintió la peli lila mientras sonreía –
Calla Degel, que bien sabes a que me refiero – silencio por un momento – ay si y como el señor están bueno...— el sarcasmo de la señora hicieron reír a sus oyentes incluso a la sueca – no me vengas con eso!, bien pudiste llamarme...yo te ayudaba y con gusto! —
Apuesto que papá está a punto de arrancarse un mechón de cabello – asevero la francesa –
Y eso?, como si no lo fuera – ahora más de una se preguntó qué diablos estarían hablando la china y el francés – no, enserio?... ya, no me cambies de tema. Si ya hable con él y qué? – las mejillas de Yuzuriha se tiñeron de un intenso carmín – no es gracioso!, ya, ya como digas – corto la llamada – cuatro ojos...— balbuceo antes de sonreír – Camus linda, Degel dijo que no hay problema – y había demorado tanto para ello? –
Yo le llamo a mi padre! – Shura se adelantó al ver que Yuzuriha buscaba el número de su progenitor –
Ya lo ubique – le hizo un gesto de que no se molestara – Izo "cariño", hace mucho...—
Papá odia que le digan así...— negó –
Quieren algo? – Mu se puso de pie —
Espérame – pidió al hombre del otro lado del celular – Mu de mi bolso saca dinero y compra algo para todas – pido a lo que la peli lila asintió – ahora si dime...— al parecer su madre podía hablar con los hombres sin gritar – no, y eso...no que yo recuerde. Si ya se lo dije y no, no hay problema... se han puesto de acuerdo todos o qué?! –
Ya empezó – murmuro Mu al escuchar el grito de su madre –
No molestes Izou! – Corto la llamada – tienes permiso – expreso a peli negro verdosa que asintió –
***M***
La práctica había iniciado y ya los había separado en dos equipos, y mientras los integrantes de cada grupo se dedicaban a correr tras el balón, Kanon se dedicaba a observar sus movimientos y actitudes.
...- arrugo el ceño al ver como Ángelo y Siegfried estaban chocando más de lo necesario – rayos! – mascullo y apretó el puño al ver como el peli azul, utilizaba casi todo su cuerpo para teclear al peli almendra para "quitarle el balón" dejándolo tirado y adolorido en el proceso –
Falta! – el reclamo de Aioria no se hizo esperar – Kanon, eso fue falta! A las de la ley! – reclamo al mayor que seguía observando sin decir o hacer movimiento alguno –
A la pelota animal! No a mí! – Siegfried se había puesto de pie y se acercó con molestia al italiano – o qué?! Qué problema conmigo, idiota!... – Suficiente esas palabras bastaron para que el peli azul saltara sobre el ojí almendra, provocando así una pelea que el equipo entero atestiguo y dejo proseguir, hasta que el capitán decidió intervenir –
Quietos ya! Los dos! – Kanon con la ayuda de Saga, Milo y Aioria separaron a los dos chicos que se habían agarrado a golpes, después de una acalorada práctica de futbol – ya Ángelo! – grito al ver que el Italiano seguía luchando por soltarse – que les pasa?! – exigió una respuesta que ninguno de los dos estaba dispuesto a decir –
El director! – la mirada de todos se giró en dirección a donde Hagen había señalado –
Rayos!, rayos! – mascullo el griego al saber que después de eso el director castigaría a los dos idiotas de la pelea, y con un juego a puertas – ya les valió idiotas! – mascullo –
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