Cap12: Pasado de Mentiras
—¿Cómo te llamas? —preguntó aquel que aparentaba ser joven con su cabello negro y algo particular en él. Observaba a ese chico rubio que solo se mantenía sentado en uno de los muebles con una taza de té entre las manos.
—L-lloyd... Lloyd Garmadon... ¿q-quién eres? —dijo con algo de nervios —¿Por qué estoy aquí...? Qué... ¿qué está pasando?
—Dime todo lo que recuerdas.
—Pues... Recuerdo que... Mmh —pensaba intentando que algún hecho pasado volviera a su cabeza pero no se le venía ningún otro nombre —N-no... solo... mi nombre y... Ah, que puedo hacer esto —formó una pequeña esfera de energía en su mano derecha.
—Que mal —habló este acercándose al menor que solo seguía mirando —¿Seguro que no recuerdas nada más? —este solo asintió.
—¿Tú sabes quién soy? —dudó.
—Si, eres el Ninja Verde, salvador de la ciudad de Ninjago en donde vivías con tus "amigos", o al menos así les hacías llamar... ellos codiciaban tu poder elemental.
—¿Cómo se llamaban?
—Jay, Cole, Zane, Nya y Kai, pero este último te hizo mucho más daño, por eso mismo fue que huíste de tu hogar que es un barco volador o mejor conocido como El Bounty.
—¿Qué me hizo Kai? —preguntaba curiosamente tal como lo haría un niño en cualquier otra situacion.
—Él y tú eran pareja.
—¿Qué? —dijo sorprendido —¿Ese no es hombre?
—Si, pero eso no es lo único, además de que te fue infiel millones de veces, te golpeó y te mintió de la misma manera, a nadie le parecía correcto pero tampoco se quejaban —eso dejó aún más perturbado al ojiesmeralda —Pero dime... ¿cómo te sientes ahora?
—Mmh... es... me duele un poco la cabeza y aparte de confundido siento algo de náuseas... no por el lugar sino que... no, no sé por qué.
—Lo supuse, te diré una cosa más, tú tienes un pequeño don excepcional, casi nunca se había visto pero tienes ciertas características del sexo opuesto, por lo que tu cuerpo posee la capacidad de poder crear vida —ahora sí, Lloyd estaba traumado.
—¿Q-qué quieres decir con eso? —el azabache encorvó un poco la espalda para poder quedar de frente con él.
—Esperas un hijo de Kai.
°•°•°
—Él nunca te quiso, nadie nunca lo hizo pero solo fingían porque te necesitaban... Les convenía.
°•°•°
—Pobre criatura —dijo el chico caminando al rededor de esa pequeña cama donde yacía un pequeño respirando lenta y tranquilamente —Sin sus dos padres —acercó su mano viendo como es que el niño jugaba con sus dedos.
—Él no lo merece conocerlo —habló un ojiesmeralda sentado en el sofá de a uno, jugando con una navaja entre sus manos, la misma que conservó por buen tiempo —Nisiquiera saber su existencia, nadie más que tú y yo saben de él y quiero que se mantenga así, no me arriesgaré en ponerlo en peligro de algo.
—¿Y de mí? —el joven alzó su mirada para notar como mientras que decía eso, el mayor ya se había acercado suficiente —Lloyd... sabes que durante este tiempo te he ayudado en todo... el proceso... recordar un par de cosas y con tu querido niño, pero quiero algo a cambio ahora aunque me dé pena decirlo.
—Calma, sabía que algún día lo dirías —se levantó del mueble y tiró la cuchilla a la misma cruzándose de brazos con una mirada seria —Dime... ¿cómo te devuelvo el favor?
—Verás... necesito algo que está escondido por alguna parte de Ninjago, tengo diez lugares los cuales podrían ser sitios en donde podría estar por eso necesito que...
—Yo los busque —completó —Lo haré con gusto, pero quiero pedirte una última cosa.
—Adelante.
—Quiero ir con los Ninjas, ver a ese Kai Smith y hacerlo pagar por todo lo que me hizo, por todo lo que logro recordar y sé que es verdad... Para quedar con mi alma tranquila.
—Hecho, pero será dentro de unos meses, si es que no encuentras lo que te pido en los primeros lugares, irás con ellos y que si tienes suerte lo harán por tí. Ah, por cierto, si es que eso llega a pasar, no puedes involucrarte con ese maldito, ya sabes por qué.
—Como si quisiera.
—¿Tenemos un trato? —dijo este extendiendo su mano esperando que el rubio la estrechara.
Miró primero a su pequeño de tan solo una semana, quien ya se había dejado caer en su sueño. Volvió al azabache dibujandose una sonrisa traviesa en él.
—Ellos me hicieron mucho daño, van a pagar por ello, en especial ese Kai Smith —estrechó su mano formándose una sonrisa triunfante en el rostro del contrario.
°•°•°
Miles de millones de recuerdos llegaban a su cabeza cuando apenas abrió los ojos en ese lugar desconocido, solo podiendo verlo a él que le contó varias cosas de su pasado y de las cuales creyó todas las palabras porque era su única opción, había llegado a confiar de una manera extraña hacia él.
También le creía puesto que pequeñas escenas de ese pasado le llegaban, como si fuesen varias piezas de las cuales solo una que otra habrá logrado rescatar, como cuando Kai le había mentido, cuando sus amigos no le decían nada por eso, cuando le había abofeteado, entre esa y más cosas que apenas recordaba.
Tal vez él le haya dicho una cosa, pero esto ya no era un simple trabajo, esto para él ahora se trataba de venganza, una que haría pagar con el mismo dolor que sintió, que sienta ese vacío en el alma cuando todo salga a la luz. Claro que primero meditó un poco esa decisión, Lloyd no era una persona vengativa pero ese cambio de ambiente y vida, también lo cambió a él.
Volvía a jugar con esa misma navaja del pasado, tal vez luego le será útil.
La guardó en ese cajón en el cual también dejaba su teléfono y luego lo aseguraba dándole tres vueltas a la llave de bronce en la cerradura.
Se miró en su espejo.
—En que me he convertido —se dijo a sí mismo pero sin remordimiento alguno por ello, ni siquiera parecía darle lastima o cualquier otra emoción negativa.
Salió de su habitación cuando ya la puesta de sol iba cayendo podiéndolo afirmar cuando pensaba todo eso apoyado en el marco de su ventana. Se cercioró de que ninguno de los otros estuviera, y luego se dirigió a la habitación del castaño. No esperó a tocar, que le diera el pase o nada, simplemente abrió la puerta.
—Oye Kai —le llamó viendo como es que este se asustaba un poco y guardaba algo debajo de su almohada, pudo diferenciar que era pero no le iba a decir nada por eso —¿Todo bien?
—Si, perdón es que... digamos que nunca esperé que tú me buscaras... Normalmente yo te busco a ti aunque me quieras lejos —dijo directamente como si las palabras salieran por sí solas de su boca —Bueno... ya sabes...
—Si, lo entiendo —entró a la habitación por completo viendo a los lados y percatándose de algo —¿La sigues conservando?
Kai arqueó una ceja y miró a la misma dirección que el menor, ahí había una fotografía del equipo ninja antigüo. Se levantó de la cama en donde estaba sentado, y se acercó a Lloyd sosteniendo el marco entre sus manos.
—Si, para recordar pequeñas cosas del pasado... cuando todavía todo era risas, tonterías, algunas discusiones, y otras cosas —soltó una pequeña risa sin despegar sus ojos de la foto.
—Lo sé, en ese momento no habían muchos problemas ¿no? Además de lo de mi padre que en realidad aunque era presión, podía lidiar con ellos, pero ahora todos crecimos. ¿Cuánto pasó? Tres, ¿cuatro años?
—Cuatro y medio, pero quiero que me digas la verdadera razón por la cual estás aquí —dejó el objeto en su lugar y volvió a Lloyd con las manos en la cintura, este se mostraba algo nervioso —Desde... esa noche... —lo dijo con algo de pena disimulada —... no me habías querido ni ver aunque yo fuera insistente ¿por qué ahora sí?
—Kai, lo de esa noche al principio lo sentí como si fuera algo que no debió pasar, por eso es que estaba más distante que de costumbre, no quería pensar que te aprovechaste solo por la situación.
—Yo no me aprovecharía de tí, en serio Te am... —se mordió la lengua recordando lo que había "prometido" —Lo siento, no quise dec...
Antes de lo que se imaginaba, Lloyd ya lo estaba volviendo a besar habiéndolo jalado del cuello de su camiseta, uniendo sus bocas en un beso pasional en el cual intentaba seguir el ritmo saliendo poco a poco de su trance. Kai lo separó con cuidado pero sin quitar el asombro que su cara reflejaba.
—¿Q-qué estás haciendo?
—Yo... —lo suelta —Perdóname, en serio sé que no debí hacerlo pero fue por... el momento, creo y... —suspira —Kai, ya no puedo seguir así.
—¿Así cómo?
—Sé que he estado actuando diferente y te diré por qué —hizo una pausa e inhaló preparado para lo que iba a decir —Es que te sigo amando, Kai, al igual que tú conmigo pero no quería aceptarlo, tenía miedo de volver a caer y que me decepcionarás, mi manera de ocultarlo u olvidarlo era evitándote, actuando mal contigo porque pensé que podía reemplazar ese sentimiento con odio. Me equivoqué, Kai y ya no puedo seguir con esto, no más.
El castaño perplejo por su confesión pudo notar como es que las mejillas del menor se tornaban de un ligero carmesí mientras que este agachaba la cabeza queriendo ocultarlo, jugando con sus dedos tal niño pequeño. En ese momento le daban ganas de hacerle muchas cosas.
A la mierda el autocontrol se dijo en la mente y se acercó casi de prisa tomándolo de la cintura y apegándolo a su cuerpo para poder plantar un beso en sus labios que gustosamente recibió, abriendo un poco la boca para poder respirar por ratos ya que estaba siendo un poco rudo con él.
No estaba pensando en ese momento e igual de cegado, lo cargó sin mucho esfuerzo y caminó hacia la cama en donde lo recostó sin dejar de besarlo, recorriendo su espalda, cintura y cadera con sus dedos causando que una pequeña descarga recorriera el cuerpo del menor.
—K-kai... e-espera —pedía Lloyd apartándolo de sus hombros —Es algo apresurado.
—S-si, lo siento —se quitó de encima y le extendió una mano para que este también se levantara —Me dejé llevar, creo —siguió apenado.
—Tranquilo, llegará el momento, por ahora solo quiero asegurar si es que aceptas mi disculpa.
—No tengo que disculparte de nada, tú serías el que debería perdonarme porque sé que te hice mucho daño.
—Es el pasado —sonrió y con sus brazos lo rodeó del cuello para darle un muy corto beso —Iré a ver otras cosas ¿va?
—Va —sonrió de igual manera y Lloyd se separó para que pudiera retirarse de la habitación.
Su sonrisa se esfumó de repente, pensando en la pena que el pobre castaño pagaría luego.
Lo labios de Kai se fueron para abajo y se volvió a acercar a su cama sacando aquella bufanda que había escondido apenas el rubio entró a la habitación. Podía estar felíz porque finalmente sus sentimientos habrán sido correspondidos nuevamente junto con su perdón, pero algo en esta historia seguía inquietandole.
"Mentiras con mentiras se pagan"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top