Cap1: Confianza
—¿Q-qué? ¿Qué me quieres decir? L-lloyd... ¿Él nunca llegó? —sintió un dolor profundo en el corazón asimilando aquella información. Nya solo quedó impactada al escuchar las palabras de su hermano.
—No... ¿No estaba con ustedes? —Misako también se empezó a asustar en el mismo tono que el otro —¡Kai! ¡Por favor no juegues! ¡¿Dónde está mi hijo?!
Dos meses antes...
Un chico de cabellera rubia se encontraba viendo un libro que guardaba en su estantería, pasando hoja por hoja, sentado sobre su cama y esperando noticias con respecto al que ahora consideraba su novio. Ya llevaban tres meses desde que se confesaran sus sentimientos y les había ido muy bien. Hoy el Sensei había enviado al equipo para que pudieran hacerse cargo de un incendio en la ciudad, viendo esa situación sería bueno que mientras más gente mejor ¿o no? Pero el mismo le pidió a Lloyd que se quedase porque nuestro Ninja Verde seguía entrenando cada día y al exigirse demasiado prefirió darle un descanso, aunque al principio reprochó por eso. Irónico, eres el que entrena más de todos pero al que no envían a misiones.
—¿Ya volvieron? —gritó desde su cuarto hacia el único presente en el barco.
—No, pero ya deberían hacerlo en unos minutos —respondió su tío tranquilamente.
Tal como dijo, pasaron unos cuantos minutos para que se pudiese sentir un pequeño temblor en el Bounty, indicando que los dragones elementales de cada uno ya habían aterrizado en la cubierta.
Lloyd dió un brinco de su cama tirando el libro por cualquier parte de la habitación de la que luego salió corriendo. Iba a salir pero la puerta se abrió antes dejando que el resto entrara.
—¿Cómo les fue? —preguntó deteniéndose en frente de ellos.
—Logramos sacar a todas las personas pero el edificio igual se derrumbo —respondió la Ninja de Agua.
—¿Ustedes están bien? —asintieron a excepción de uno, y al darse cuenta notó que estaba algo distraído —. ¿Estás bien Kai? —se acercó a su pareja agachando su cabeza para poder ver mejor su rostro.
—¿Eh? ¡Oh si! ¡Estoy perfectamente bien! No te preocupes —habló para tranquilizarlo —. Solo quiero ir a descansar un poco, te veo luego.
Le dió un beso en la mejilla y se retiró de la sala, aunque se estaba moviendo algo raro, y eso lo pudo notar Lloyd.
—Pueden ir a descansar alumnos, de seguro lo necesitan.
—Si sensei, la verdad ya me duele todo el cuerpo —mencionó Jay para luego colocar ambas manos por su espalda y empujandose para oírse crujir.
—Estoy igual, iré a ver si no tengo algo malo en mi circuitos —se despidió Zane y dandose la media vuelta fue a buscar a su pareja.
—Yo me daré una ducha —dijo el azabache e igualmente se fue.
—¡No te demores! —gritó Nya.
—¡No te prometo nada!
—Bien... yo iré a... mi cuarto —habló el de ojos verdosos dejando a los que quedaban en la sala.
Caminó por donde se encontraban las habitaciones notando como la puerta del castaño se encontraba cerrada. Algo no andaba bien y él iría a averiguarlo.
—Kai —tocó un par de veces —.¿Todo en orden?
—Si, ya te dije que estoy bien —respondió del otro lado pero con algo de nervios.
—¿Entonces no hay problema si entro? —posó su mano sobre la perilla.
—¡Si! Digo ¡no!... Solo... ¡Estoy bien! No me pasa nada.
—No te pregunté eso, solo quiero verte no tiene nada de malo ¿o sí? —siguió insistiendo.
—Yo... es que...
—¡Voy a entrar! —giró la perilla y abrió por completo la puerta dejando ver al castaño sentado sobre su cama que apenas al verlo se levantó —. ¿Qué pasa Kai?
—Ya ves que no es nada, tranquilo —dijo pero con un brazo sobre su pecho, aunque no muy convencido de sus propias palabras.
—Aja... —asintió incrédulo mientras cerraba la puerta por su detrás —. Quítate el traje.
—¡¿Qué?! —exclamó mientras se sonrojaba, pero Lloyd parecía tranquilo.
—Solo la parte de arriba.
—¿P-por qué?
—Si no te pasa nada, no tendrás problema en mostrarme que te hiciste.
—No es nada...
—Kai, te lo quitas por las buenas o por las malas —dijo ya casi perdiendo la paciencia. Claro que lo quería y confiaba en él pero podía reconocer al instante cuando mentía.
—¡Que no es nada!
—¡Hasta aquí! —se acercó al castaño que se intentó alejar pero lo tomó del brazo y lo jaló provocando que gimiera de dolor, estuvieron peleando por un rato hasta que Lloyd le pudo quitar la parte superior del traje. Notando así una gran herida entre su pecho y brazo dejándolo preocupado —¿Lo ves? ¡No estás para nada bien!
—No quería preocuparte —musitó con algo de pena mientras que el menor lo sentaba en su cama.
—Ya vuelvo, quedate aquí.
Pasó menos de veinte segundos para que volviese con un botiquín de primeros auxilios en manos, se sentó al lado del cataño y sacó primero una botella de alcohol.
—Oh no, eso no —alejó la botella al ver como el otro la acercaba a la herida.
—Esa no es tu decisión —quitó su mano y le empezó a echar sobre su piel, el otro aguantó gritar.
Luego de desinfectar, tomó una gasa con la que le vendó el brazo con cuidado, estaba serio y no decía nada, eso lo hizo sentir mal a Kai.
—Lamento si te molesté, solo no quería preocuparte —habló en un tono no tan bajo escuchando un suspiro por parte del menor dejando el resto de gasa a un lado.
—No estoy molesto Kai, es que dices no querer preocuparme pero son estas cosas las que me preocupan, que algún día te pase algo y yo no este enterado es lo menos que quiero —dijo cabizbajo y luego sintió como el Ninja de Fuego tomaba su mano.
—Lo sé y lo siento, te prometo que no lo volveré a hacer —acercó su otra mano libre para dejar a un lado el cabello que tenía en el rostro y dejar un beso en su frente —Te amo.
—También te amo, aunque a veces seas un idiota.
—Un idiota que te ama y adoras —tomó su rostro y lo acercó para darle un beso en los labios, calmando esa preocupación por parte de Lloyd.
No pensaba en el entorno, o en la situación, se dejaba llevar por eso tierno e inocente beso que le daba a su novio. Deslizó uno de sus dedos por la espalda del más bajo y llegando firme a sujetar su cintura y apegarla a su cuerpo. Un pequeño gemido se escapó de los labios de Lloyd al separarse del beso, logrando así que Kai solo quisiera más y más de él. Volvió a unir sus labios y tuvo intenciones de recostarlo en su cama (ya sabrán para qué) pero apenas su brazo herido hizo contacto con la sábana; para ser más exactos, cuando lo apoyó en la cama, este se quejó por aquel dolor que invadió de poco a poco el resto de su pecho.
—¡Ugh! —se le escapó volviendose a sentar y Lloyd al notarlo también se levantó, dejando a un lado lo que estaba por pasar.
—¿Estás bien?
—Si... espero que me deje de doler pronto, me interrumpió un buen momento —lo vió con cierta perversidad devolviéndole al rubio su sonrojo.
—Y-yo... Te d-dejo descansar —se levantó de la cama llevandose el botiquín consigo —No hagas esfuerzo por ahora.
—¿Y después me das mi premio?
—¡Pervertido! —tomó una almohada y se la lanzó en la cara para luego salir del cuarto.
—¡Te amo! —gritó con una sonrisa en su rostro, le gustaba como era Lloyd, además de su inocencia y ternura.
[…]
Pasaron unos días, claro que su hermana y sus amigos se enteraron sobre la herida que Kai se había hecho al igual que el sensei que le prohibió el patrullaje nocturno hasta que se mejorase. Las cosas pasaban con total normalidad, y cuando Kai se empezó a sentir mucho mejor invitó a Lloyd a dar una vuelta por la ciudad, este obviamente aceptó.
Estaba haciendo cualquier cosa en su habitación hasta que escuchó como el celular que estaba en su cama se prendía dejando ver que le había llegado un mensaje. Se acercó y leyó: "¿Nos reencontramos?" escrito por su exnovia Skaylor.
Él antes pensó darse por vencido con respecto a Lloyd y para superar aquel sentimiento, creyó que salir con esa chica nueva que había conocido esa vez que fueron al Torneo de los elementos, de nombre Skaylor, le haría olvidar y en vez intentar amarla. Pasando tiempo y los dos llevaban una relación en secreto, pero terminó después de que se dio cuenta que en realidad nunca funcionaría ya que cada mañana al despertar... solo verlo y le hacía olvidar que tenía novia. Hasta hace más de tres meses cuando finalmente fue correspondido y agradeció eternamente por eso.
"No puedo ahora" escribió y se lo envió volviendo a tirar el celular a la cama que a los pocos segundos sonó otra vez. Lo agarró y lo leyó.
"Será rápido, te lo prometo" antes de que la chica se hiciera más insistente, aceptó la petición pero estaba consciente de que debería llegar en menos de una hora para poder salir con Lloyd. Tomó su chaqueta y sin dar aviso salió del Bounty.
Llegó a la ciudad y se dirigió a aquel lugar en donde la joven se encontraba trabajando pero ya acabaría su turno. Entró sin más y ahí vió a la pelirroja ya lista para cerrar el local.
—Vamos —le dijo para que luego pudiese salir apagando las luces y cerrando el restaurante.
—¿Qué querías decirme? —preguntó caminando, en su compañía.
—Solo que quiero que las cosas cambien Kai, hemos estado distantes desde que terminamos y lo peor es que ni siquiera me dijiste porqué lo hicimos.
—Si te dije, siento algo por alguien más.
—¿Pero quién? —se detuvo para que el castaño hiciera lo mismo pero no le respondió —. Mira, no me des otra explicación pero quiero asegurar que las cosas entre nosotros no se harán incómodas —se acercó para tomarle de ambas manos —Al menos ¿Podemos ser amigos?
Kai lo pensó un poco para luego asentir ante lo dicho.
—Claro, no creo que haya problema.
—Perfecto —separó una mano y con la que aún lo tenía sujetado lo empezó a jalar.
—¿A dónde me llevas?
—Vamos a comer algo, para charlar un poco más ¿Te parece? ¿O tienes algo más que hacer?
—En realidad si —respondió recordando aquella salida en la que había quedado hacer con cierto ojiverde, no lo quería dejar plantado o algo por el estilo.
—Anda, solo veinte minutos —insitió la chica tomándole mejor por el hombro.
—Esta bien, pero solo eso, no más —advirtió y Skaylor asintió alegre.
[…]
Dos chicos que cualquiera diría que son pareja, riendose y jugando con cosas que se encontraban en la mesa del restaurante al que habían elegido para comer una cena ligera. Le gustaba estar de vuelta en la compañía de la pelirroja después de tanto tiempo que llevaba sin verla, ya que el tema de su ruptura le había parecido algo incómoda.
—Vaya, no recordaba lo agradable que era hablar contigo —mencionó el castaño subiendo los dos brazos a la mesa juntando sus manos.
—Si, en serio lo extrañaba... ¿Pedimos algo más? —sugirió apunto de levantar la mano para llamar la atención del camarero.
—No, yo estoy bien no te preocupes —Skaylor sonrió al ver como Kai hacía lo mismo, al fin podía estar junto a esa persona que ella decía amar.
—Oye, al parecer no tenías nada que hacer... ¿Acaso no querías aceptar mi invitación?
—¿De qué hablas? —preguntó algo confundido.
—Oh ya sabes, de lo que me dijiste que tenías algo pendiente y que no tardaríamos mucho para que pudieses ir —el castaño abrió los ojos como platos al recordarlo, en serio se había olvidado de su cita.
—¡Ay no! —lo más rápido que pudo buscó su celular para fijarse en el tiempo. Llevaba exactamente dos horas y media hablando con la chica —. Maldición...
—¿Todo bien?
—Si yo... ¡Ah! ¡lo siento Skaylor! ¡Debo irme! —tomó su chaqueta que la había dejado a un lado de su silla, y se despidió dejando un beso en la mejilla de la pelirroja.
Fue lo más de prisa que pudo, formando su dragón para volar y al cabo de unos segundos llegar al Bounty. Eran las ocho de la noche, llegaba muy tarde.
Abrió la puerta dejando ver a todos sus amigos comiendo en la sala, el Sensei no estaba, se había ido de visita para poder ver a Misako que se encontraba trabajando en un lugar alejado de allí. Giraron a verlo con asombro tras el azote que este había pegado. Buscó con la mirada, Lloyd no estaba.
—¿A dónde fuiste? —le interrogó su hermana.
—Tenía algo que hacer pero no importa... ¿Y Lloyd? En serio debo hablar con él.
—Está en su habitación ¿por qu...? —el pelirrojo no pudo terminar su pregunta ya que Kai había salido corriendo.
Se acercó a su puerta y antes de que pudiese tocar, esta se abrió dejando ver a aquel chico de cabello rubio y ojos como esmeraldas que tenía la cabeza gacha. Iba a decirle algo pero este solo pasó de largo ignorando la presencia del otro.
—¡Lloyd! Espera... por favor —lo tomó del brazo deteniendo su camino y esperando palabra por parte del mismo.
—Bien... —se dió la vuelta para poder ver mejor al castaño, se notaba extrañamente tranquilo pero eso era lo que lo preocupaba más —. ¿En dónde estabas?
—Lo lamento, sé que te prometí que ibamos a salir pero me distraje caminando y... algo surgió en la ciudad, estaban asaltando y tuve que ayudar —no le gustaba mentirle, pero tampoco quería decirle que estuvo la noche charlando con Skaylor. Él ya sabía que era su ex.
—¿En serio? —se acercó quedando solo a un paso de el otro —. ¿Puedes mirarme a los ojos y repetírmelo?
Kai alzó la mirada y lo tomó por los hombros.
—Llegué tarde porque algo surgió, asaltaban y tenía que ayudar —repitió con descaro y cierto dolor en el pecho por seguir mintiendole.
Lloyd pareció querer calmarse y colocó sus manos sobre las de Kai para bajarlas de sus hombros y sostenerlas. Sonrió levemente pero luego volvió a ponerse algo pensativo por unos pocos segundos.
—Kai... ¿Me querrás pase lo que pase? —dijo fijando su vista hacia los ojos marrones de su pareja.
—Yo a tí si, pero ¿tú haras lo mismo conmigo?
—Claro que sí. Pero si queremos que nuestra relación continúe, debes confiar en mí así como yo confío en tí, y si tienes algo que decirme debes hacerlo ¿De acuerdo?
—De acuerdo —afirmó y queriendo olvidar el tema anterior, tomó el rostro de su pareja y unirlos en un beso sutil.
Teniendo la habitación de Kai cerca, lo cargó de la cintura sin separar su beso y caminar hacia el cuarto, cerrando la puerta con seguro.
La noche será larga para estos dos.
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