Nadie lo ve, nadie lo sabe


JUNIO

Los primeros días de junio Mila me enloquece con la fiesta para celebrar mi primer año de matrimonio. Yo le digo que no quiero nada grande, quiero algo pequeño pero Mila se deja llevar. Esta emocionada y todo parece ser color de rosa para ella, esta conociendo a alguien, se llama Tyler es mitad jamaiquino y es doctor. Ella habla de él casi todo el tiempo y todos le decimos que se tome las cosas con calma

-Mira, Hazel, este lugar es muy bonito y la comida es exquisita.-me dice Mila y señala un lugar en un catálogo.

Sonreír y fingir que me alegra estar escogiendo decoraciones y viendo catering. Que me alegra estar cumpliendo un año de casada. En otras circunstancias me alegraría, pero no así. No cuando he sido infiel la gran parte de mi matrimonio ¿Cómo puedo seguir así? ¿Cómo puedo seguir con esta mentira?

-Jaime y yo queremos una celebración pequeña, Mila.

Ella asiente y gira las ojas del catalogó.

-Bueno, pero cuando cumplan diez años de casados si vamos hacer una gran fiesta.

Diez años... ¿realmente pienso seguir tanto tiempo con esta mentira? Tengo que parar, debo hacer, tengo que decir la verdad y ser juzgada por mis pecados. No puedo seguir viviendo esta mentira, no puedo seguir engañando a Jaime.

-Hablemos de eso cuando suceda.

La madre de Jaime engaño a su padre y Sebastián es fruto de ese engaño. Tal engaño fue el colapso del matrimonio de sus padres. Tal engaño desató una mala época para los hermanos Pierce y nunca se repusieron del todo, aún tienen cicatrices de aquella época. Jaime me hablo sobre el engaño de sus padres y porque él jamás haría algo así. Cuando se enteré de mi engaño, jamás me va a perdonar. Ni siquiera Mila lo hará. ¿Cómo les pude hacer eso? ¿Cómo es que aún no me detengo?

-Faltan solo nueve años para eso, Hazel.

-Nueve años es mucho tiempo.

-No lo es cuando estas junto a la persona que amas.

Si lo supieras, Mila, si tan solo lo supieras.

El timbre de la casa suena y Mila se levanta a ver quien es. Ciara, mi hermana, entra con un puchero en su cara y se tira en el mueble junto a mí. Dice algo que yo no alcanzo a entender y después recuesta su cabeza en mis piernas.

-¿Se puede amar a dos hombres a la vez?-nos pregunta ella.

Me quedo quieta por un momento y siento que mis mejillas se ponen algo rojas. Muevo mi cabello para cubrir mi rostro.

-¿Porqué lo preguntas?-le dice Mila.

-¿Recuerdan al camarero? Se llama Owen, es muy tierno y estoy saliendo con él, nada serio, solo saliendo de vez en cuando. Pero también esta otra persona, alguien que me gusta mucho, realmente me gusta y llevamos un tiempo. Pero no sé, estoy confundida. Así que por eso pregunto ¿Se puede amar a dos personas a la vez?

Paso una mano por su cabello castaño oscuro. No puedo evitar verla como mi pequeña hermana con dos coletas que corría por la casa a esconderse después de hacer una travesura.

-Si, se puede. Pero no amas a los dos de la misma manera por que cada amor es único, amas a cada persona de manera diferente. Te pongo un ejemplo: amas a papá y a mamá ¿Verdad? Pero el amor hacía papá, no es igual que el amor hacía mamá aunque si es igual de fuerte y darías tu vida por los dos. Así que si, puedes amar a dos personas al mismo tiempo pero siempre hay una a la que quieres más.

Ella cierra sus ojos y frunce su cara, tal vez esta pensando en lo que acabo de decir, tal vez tratando de saber a quién de los dos quiere más.

-¿Quién es el otro hombre?

Ciara se sienta en el sofá y me mira como un cachorro herido. Mila la mira esperando una respuesta a su pregunta pero por la expresión de Ciara veo que no me va a gustar la respuesta.

-Yo lo siento hermana, quiero que sepas que solo sucedió, yo no estaba buscando que pasará pero pasó.

-Ciara, di su nombre ¡Ahora!

-Es Bruno, del departamento de publicidad.

-¿Pero cuando paso eso?

-Cuando fui a visitarte para hablar sobre Owen, el camarero ¿Recuerdas? Conocí a Bruno en el ascensor cuando salí de tu oficina ¿No es irónico?

Mila se ríe y dice que Ciara tiene razón, es una situación muy irónica pero yo no veo la gracia en todo esto.

-Ciara él es como doce años mayor que tú.

-Solo es diez años mayor.

Ciara puede ser tan terca e irresponsable a veces.

-¿Sabes qué? Ya estás grande, has lo que quieras, ve y acuéstate con quien te de la gana pero utiliza condón. Así al menos no quedarás embarazada y deberás preocuparte por averiguar quien es el padre.

-No seas cruel, Hazel, lo siento. Yo solo estoy algo confundida tratando de saber que hacer con mi vida. Perdón por ser un desastre.

¿Y quién soy yo para juzgarla? Estoy en una situación mucho peor que la de ella. Estiro mis brazos y ella se acurruca en mi pecho.

-Todo va a estar bien, Ciara.

-¿Lo dices en serio?

-Si.

Lo creo, debo hacerlo. Mi vida también es un desastre en este momento y debo creer que todo estará bien.

JULIO

En julio me entero que Kate sigue siendo amiga con derecho de Rafael. Pero esta vez no fui yo quien los descubrió, fue Mila y dejó de ser secreto porque Mila nos lo contó a todos y yo fingí sorpresa con la noticia. Es a finales de junio cuando siento que no puedo más y decido poner un alto a lo que tengo con Sebastián. Él me dijo que no lo haga, que esperé un poco más ¿Qué debemos esperar?

-Por favor, tan solo danos algo más de tiempo.-me dice él.-¿No ves que aún te necesito?

-Yo también te necesito, Sebastián, pero no puedo seguir con esto.

-Espera... Por favor, tan solo espera.

Muevo mi cabeza y retrocedo.

-Ya no puedo esperar, ya no puedo hacer esto.

Él se acerca a mí y toma mi rostro entre sus manos, muevo mi cabeza porque no quiero mirarlo pero él me obliga a mirarlo. Luce devastado, perdido y asustado. El niño pequeño que se escondía de sus padres vuelve a mi mente, igual que cada vez que lo veo sufrir no puedo evitar pensar en lo que él sufrió cuando era pequeño.

-¿Así termina todo? ¿Lo escoges a él? Siempre fue él ¿Verdad? debí saber que siempre sería él.

-Lo siento.

Él pone un dedo en mis labios y después me besa. Un beso amargo, lleno de buenos recuerdos, secretos y engaños. Él se separa de mí y me mira antes de besar mi frente y alejarse con la cabeza agachada y las manos en sus bolsillos. Me quedo quieta mirando como él se aleja.

AGOSTO Y SEPTIEMBRE

Ambos meses pasaron como un borrón y no recuerdo algo memorable de aquellos meses excepto el dolor de haber perdido a mi mejor amigo porque me enamoré de él. Perdí a un amigo, a mi mejor amigo y el dolor a veces no me dejaba respirar. Casi no lo vi esos meses, tal vez lo vi solo cuatro veces, creo. Ya no hablamos por llamadas o nos mandamos mensajes. Ha terminado, esta vez en serio terminó. Se siente extraño y no del todo liberador porque aún pesa el secreto de lo que estuvimos haciendo. Aún la mentira gira cerca de nosotros lista para explotar en nuestras caras en cualquier momento. A veces me quedaba viendo a Jaime pensando en decirle todo y dejar que suceda lo que tenga que suceder pero nunca encontré el valor para hacerlo.

Mila empezó a salir con Tyler de forma sería y Kate termino su amistad con derecho con Rafael cuando él le dijo que invitaría a Paula a cenar. No es que él y Paula hubieran regresado, no, pero él la invito a salir. Kate es fuerte, más fuerte de lo que ella cree y ahora está concentrada en sus estudios. Ciara esta saliendo con Owen, el camarero, solo con él y Owen parece ser bueno para Ciara. Es totalmente opuesto a ella, él es tranquilo y algo tímido, choca contra la personalidad explosiva de Ciara. Ella lo hace sonrojar casi todo el tiempo con sus comentarios.

-Es una noche hermosa.-me dice Jaime mientras pone una manta sobre mis hombros.

Él se sienta a mi lado en el portal de nuestra casa y juntos contemplamos el cielo en silencio. Es el último día del mes de septiembre, un nuevo mes inicia en unas horas y el tiempo avanza, no se detiene por nada.

-No te voy a preguntar si estás bien porque puedo ver que no es así pero quiero decirte que sea cual sea lo que te tiene así, estoy aquí para ti. Siempre voy a estar aquí para ti. Te amo, Hazel.

Pero yo no merezco tu amor, pienso mientras recuesto mi cabeza en su pecho y unas cuantas lágrimas ruedan por mis mejillas.

OCTUBRE

Octubre llegó con anécdotas de nuestra época en la Universidad. Buenos recuerdos de una época donde todo parecía tan fácil. La primera semana de octubre tuvimos nuestra cena grupal en casa de Rafael. Jaime tenia su brazo alrededor de mi cintura y nuestras manos descansaban juntas sobre mis piernas. Podía sentir la mirada de Sebastián sobre nosotros dos pero él no decía nada.

-¿Recuerdas nuestro grupo musical?-le pregunta Henry a Rafael y Sebastián.

-Por supuesto. Aún recuerdo la música que le escribimos a tu novia de aquella época.

-¿Cómo era la música?

Rafael y Sebastián comparten una mirada antes de empezar a cantar una muy mala música sobre una chica llamada Polly y su cabello rubio. Si ellos se hubieran dedicado a la música se hubieran muerto de hambre. Son muy malos pero sus malas composiciones sirven para distraernos un momento.

-Por nuestra época universitaria y los buenos amigos que nos dejó.-dice Rafael mientras levanta su copa de vino.

-Amigos que se volvieron familia.-le dice Sebastián cuando él levanta su propia copa.

Todos brindamos y seguimos compartiendo anécdotas hasta altas horas de la noche.

Todo iba bien entre Jaime y yo, también como las cosas podrían ir. Estaba feliz, feliz viviendo en mi egoísta mentira. Estaba tratando de ser una buena persona de nuevo, tratando de compensar todo lo malo que había hecho. Todo estaba bien hasta aquella noche donde él  me llamó en la madrugada. Llevaba meses sin llamar, meses donde no hemos hablado y ver su nombre brillar en la pantalla de mi teléfono me sorprendió.

-Hola.

-Hazel.

-¿Qué sucede Sebastián? ¿Dónde estás?

Me siento en la cama y acomodo el teléfono en mi oreja.

-Estoy en mi casa, estaba bebiendo y pensando en ti.

Paso una mano por mi cara.

-¿Cuanto has bebido?

-Eso no importa ¿Sabes que día es hoy? Creo que no lo sabes, hoy hace un año te besé ¿Recuerdas ahora? Te besé porque no podía seguir ocultando lo que siento por ti. No me arrepiento de besarte, no me arrepiento de amarte.

No podemos hacer esto otra vez, no podemos seguir amándonos en la oscuridad pretendiendo que nuestro amor no lastima a nadie y todo esta bien. No podemos hacerlo, no puedo y sin embargo me levanto de la cama y me cambio de ropa. Le digo que estaré en su casa en un momento. Le miento y le digo que todo va a estar bien aunque yo realmente no sé como va a terminar esta historia. Pero creo que si seguimos así, no hay un final feliz a la vista.

-Por favor, Sebastián, esta noche no me digas que me amas.-es lo primero que digo cuando entro en su casa.

Al parecer no importa el tiempo que estemos separados o lo mucho que nos esforzamos en dejar de sentir lo que sentimos. Al parecer no importan nuestros mejores esfuerzos porque sigo volviendo a él, a sus brazos y a sus caricias y esa noche mientras hacemos el amor él me pregunta si es solo un error.

-Estamos algo arruinados y un poco desordenados. Somos un desastre a veces pero no somos un error. No eres un error.

NOVIEMBRE

En noviembre todo empieza a colapsar, la telaraña de mentiras que he tejido todo este tiempo me envuelve hasta el punto que me impide respirar. El castillo de cristal que construí con todos mis secretos se empieza a derrumbar poco a poco, puntal por puntal cuando sostengo la prueba de embarazo en mi mano. Positivo. Estoy embarazada, sabía que había la posibilidad y decidí ir a lo seguro y hacerme una prueba de sangre en lugar de una casera. Sospechaba de la respuesta y sin embargo al confirmarlo todo parece girar demasiado deprisa. Me siento junto a la puerta de mi habitación y maldigo lo estúpida que he sido. Quiero gritar pero no puedo moverme, mis ojos siguen fijos en el papel en mi mano.

-¿Qué voy hacer ahora?

No puedo seguir ocultando la verdad. No puedo seguir viviendo una mentira. Este bebé que viene en camino se merece algo mejor que un hogar basado en el engaño y el adulterio.

¿Cómo paso esto? ¿Cómo dejé que esto llegará tan lejos? Debí contarle a Jaime sobre el beso, debí decirle todo en ese momento y nada de esto hubiera pasado.
Pero sucedió y ahora tengo que enfrentarlo, no puedo vivir en el mundo del hubiera.

Sebastián trata de hablar conmigo pero yo lo ignoro todo el tiempo, no estoy lista para hablar con él. Realmente no quiero hablar con nadie pero debo hacerlo. Sé que debo, pero no sé con quién hablar primero.

Inhala, exhala.

Él esta sentado solo en la sala de su casa con las luces apagadas, solo una pequeña lámpara ilumina la estancia. Él esta tan sumido en sus pensamientos que no se da cuenta de mi presencia.

-Sebastián.

Él levanta la mirada y deja el vaso vacío en el suelo antes de levantarse del sofá. Sebastián Pierce me mira de pies a cabeza como si me viera por primera vez aunque solo llevamos dos semanas sin vernos.

-Hazel.

Él tono de su voz en amargo.

-Tenemos que hablar.

-¿Ahora quieres hablar?

No puedo ignorar el enojo en su voz y a pesar que él trata de mantener un rostro neutral lo conozco muy bien para saber que esta molesto conmigo.

-Yo no soy la mala de esta historia, Sebastián, no me mires así.

Él se pasa una mano por su cara.

-¿Sobre que quieres hablar?

Inhalo. Exhalo

-Estoy embarazada. 

-¿Es mío o de Jaime?

-Ya sabes la respuesta a esa pregunta, Sebastián.

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