Capítulo 13 - Bridgette y Félix
Ya llevo más o menos media hora intentando llegar a mi departamento cuando escucho sonar mis aretes.
"-Por favor, ahora no" -Pienso.
Me costó llegar hasta la perrera, me perdí en el camino y me volví a perder hace un rato pero estoy cerca.
-Apurate Bridgette, no vas a durar mucho tiempo más -Dice Tikki preocupada.
-Voy lo más rápido posible.
Estoy a punto de llegar al edificio, pero la transformación desaparece.
-Ahhh -Comienzo a caer.
Para mi suerte, estaba cruzando por el pequeño parque que ésta detrás del edificio donde vivo.
Caigo en un frondoso árbol. Me voy golpeando con todas las ramas que posee, mi cabello se engancha varias veces pero por suerte no me arranco ningún mechón pero tampoco llego a agarrarme de ninguna y finalmente caigo al piso del lado de mi pierna herida.
-Auch... -Intento levantarme pero me duele mucho todo el cuerpo, principalmente la pierna.
Tengo todo el pelo en la cara por lo cual apenas puedo ver. Una silueta masculina se agacha en frente mío.
-¿Se encuentra bien señorita? -Dice una voz varonil y preocupada.
-Si -Me apoyo con una mano en el suelo y con el otro brazo despejo mi cara mientras me siento en el suelo- no se preocupe -Lo miro- ¿¡Félix!?
Me quedo mirándola un rato ¿Qué hace tirada debajo de un árbol con todo el pelo enmarañado?
-¿Bridgette?
-Si -Se ríe ligeramente.
-¿Qué haces aquí? -Veo que está toda rasguñada, de pies a cabeza- ¿Qué te paso?
Piensa algo rápido Bridgette.
-Yo... me...
Veo algo raro debajo de su vestido, lo corro para ver que es pero automáticamente ella toma el borde de su vestido y lo estira lo más posible.
-¿¡Pe-pero que crees que estás haciendo!? -Grita sonrojada de la vergüenza.
Tomo conciencia de lo que iba a hacer.
-Ahhh -Abro los ojos como platos y miro para otro lado mientras tapo mi boca- no me mal intérpretes.
Casi descubre mi vendaje, aunque creo que deberé cambiarlo porque la herida volvió a sangrar.
-Yo escuche un gatito aullando, así que me subí a buscarlo. Pero no lo encontré, pise mal y me caí.
Miró hacía arriba, me levanto y apoyo mi mano en la rama más cercana. La levanto a Bridgette, ella se para en una sola pierna, levanto su mano y la estiro hacia el cielo.
¿Qué está haciendo?
-Salta.
¿Qué?
-Salta.
Lo sigo mirando.
-Salta. Flexiona las piernas e impúlsate.
Intento hacer lo que me dice, pero al flexionar la pierna izquierda la venda me aprieta y siento la sangre brotando nuevamente.
-No puedo.
-Entonces como hiciste para alcanzar la rama más baja si esta como a treinta centímetros de distancia de lo que alcanza tu brazo.
Es bastante astuto. Pero ¿Qué pretende saber?
-Es que me golpee mucho al caer del árbol, me subí hasta última rama pero no lo vi.
La miro de costado, algo oculta. Incluso dejó su mano tirando de su vestido en la parte izquierda. Se nota que cayo del árbol, si cayó desde arriba el golpe debe haber sido muy fuerte. Escuché un grito que provenía desde el cielo pero mire hacia arriba pero vi nada. Luego escuché como algo cayo al suelo detrás de mi, fui a socorrer a la persona sin saber que era Bridgette de quien se trataba.
-¿Y tu? ¿Qué haces por aquí?
-Yo...
Vine a verla a ella pero no me animo a decírselo.
Me mira, bajo la mirada y la poso sobre su vestido, la parte izquierda está manchada. Lleva el mismo de vestido de ayer. Toco esa parte y veo que hace una mueca de dolor.
-¿Qué te paso ahí? Tu vestido tiene sangre.
-Yo...
Listo, ya me acorraló.
Siento que me alza como a un niño pequeño. Agarra mi brazo derecho por detrás de su cuello y con su brazo derecho agarra mis piernas de tal modo que me lleva sentada.
No digo nada, él tampoco. Estoy súper sonrojada, no quiero mirarlo. Veo su cabello, tiene polvo, empiezo a sacudirlo.
-¿Qué-qué haces?
-Tienes polvo en todo el pelo.
Ya que la estoy cargando la miro desde abajo, parece una niña pequeña despeinándome.
Cuando volví a mi casa, llamé a Allegra para preguntarle como se encontraba Bridgette pero no me contesto. Entonces llamé a sus amigas, las cuales me dijeron que irían a verla a la noche, que no habían hablado con ella desde el almuerzo. Me arme de valor y le llamé por teléfono pero también me pasó al contestador. Ya me había preocupado y como no tenía nada que hacer, decidí salir a pasear un rato, tomar aire y tranquilizarme. Decidí venir a un pequeño parque que está cerca de la universidad, las veces que pasé por aquí estaba vacío. Y como de esperarse, hoy estaba igual. Dejé mi auto estacionado y salí tomando mucho aire, no es mi costumbre salir a la calle a menos que sea de suma necesidad. Me puse a caminar tranquilo, pero escuché un grito parecido a uno de Ladybug, miré para todos lados pero no la divisé. Seguí caminando y escuché un golpe seco, me acerco y me encuentro con Bridgette, fue una alegría verla pero está peor que ayer, encima no me quiere decir que le pasó. Llegamos a mi auto, ella ya dejo de jugar con mi cabello. Abro la puerta del conductor y la siento. Me agacho en cuclillas.
-¿Puedo ver tu pierna?
Sólo asiente.
Levanto su vestido. Tiene un vendaje extendido a lo largo de todo su muslo y una marca ovalada de sangre, parece una linea punteada.
-¿Me vas a decir que te pasó?
-Me mordió un perro -Confiesa finalmente.
-¿Cuando?
-Hoy a la tarde, Allegra se fue a ver a Allan y como estaba aburrida salí a pasear por la cuidad, justo pase por una casa donde tenían un perro suelto y me mordió.
La mordedura es rara. La mordió de costado. Y la mordió en el mismo lugar donde mordió a Ladybug...
Tiene los ojos abiertos como platos. Mira mi herida y me mira a mi. Flexiona las piernas de tal modo que queda nuestras caras quedan a la misma altura. Me mira fijo y corre un mechón de mi rostro colocándolo detrás de mi oreja. Finalmente suspira y se agacha de nuevo.
¿Qué fue eso?
Acaso... Iba a besarme...
-¡Felicidades! -Escucho que gritan varias personas.
Ambos miramos de donde provenían las voces. Eran Allegra, Allan, Amber, Liz y Claude. Todos sonríen y aplauden. Siento como los colores me suben a la cara, la miro de reojo y ella está paralizada mirándolos con la cara más roja que un tomate.
-¿Por qué esa cara niña? -Dice Allegra.
-¿De donde salieron todos ustedes?
-Ibamos a tu departamento a hacer la pijamada pero Allan tenía que venir a hacer unas cosas por aquí.
-Yo estaba en casa de Claude -Dice Liz- pasamos buscando a Amber y vinimos caminando hasta tu departamento. Claude tiene que hacer unas cosas por aquí también.
-Ya que estamos todos, porque no haces una juntada de amigos, por lo que nos conocemos y los que no -Dice Bridgette.
-Siiiii -Gritan todos.
Ella sonríe, puedo ver la felicidad en su rostro. Lo cual también me hace sonreír a mi. Quiero mantener esa sonrisa intacta.
-¡Vamos a tu casa Bri! -Dice Amber.
-Si -Digo asintiendo.
Me intento parar pero la pierna me duele.
-¿Qué te pasó en la pierna? -Pregunta Liz.
-Me mordió un perro.
-¿En que momento? -Pregunta Allegra alarmada.
-Cuando saliste, también salí a tomar un poco de aire.
-Espera -Dice Félix- si ya te había mordido el perro como hiciste para subir al árbol con la pierna herida.
-Me impulse con una sola pierna, si me dolió pero todo era por el gatito.
-¿Porque tienes todo el pelo sucio? -Pregunta Claude.
-Es que me caí del árbol -Río levemente.
-¡TE CAÍSTE DEL ÁRBOL! -Todos gritan menos Félix, porque bueno, él fue el quien me encontró.
-Tranquilos, estoy bien.
-¿Puedes caminar? -Pregunta Liz preocupada.
-Si, llegue caminando desde el hospital hasta el parque -Miento, se que no me puedo parar siquiera de esa pierna.
-¿El edificio donde vives tiene estacionamiento?
-Si, uno subterráneo.
-Entonces suban todos al auto y vamos para allí.
-Siiii -Dicen todos muy animados.
Abro la puerta de atrás, suben todos. Allan carga a Allegra, Amber se sienta sola al medio y Claude, mi primo, sienta a Liz sobre su falda. Bridgette se pasa al asiento del acompañante y yo tomo asiento. Coloco la llave y arranco el auto.
-¿Donde vives Bridgette?
-En ese edificio -Señala a uno que da justo con el parque, mi auto esta del otro lado del edificio- el estacionamiento está justo ahí -Señala unas compuertas al medio del edificio.
-Vives cerca de la universidad -Le digo mientras dirijo mi auto hacia el estacionamiento.
-A solo dos cuadras, voy y vuelvo caminando -Dice sin mirarme, tiene sus ojos en la ventanilla cerrada.
-¿Queres que te abra la ventanilla?
Hace un ruido que llego a entender como un "Si" mientras asiente, su actitud cambio mucho en comparación a hace unos minutos.
Toco un botón y la ventanilla baja, miro por el espejo retrovisor, todos me miran sonriendo con cara de complicidad.
-¿De-de que se ríen?
-De nada -Responden todos al unísono mientras sueltan una que otra risita.
Cuando el auto esta llegando, las compuertas se abren automáticamente.
-¿Siempre hacen eso?
-Solo cuando aviso -Dice Bridgette, bajo los ojos y veo su celular en sus manos- Allegra -La nombrada la mira.
-¿Que ocurre?
-¿Cómo hiciste para entrar si ni siquiera sabía que habías venido?
-En la recepción dije que era un familiar tuyo, si podía dejar mi auto adentro. Me abrieron las puertas y entre como si nada.
-Guau -Dijo Bridgette muy desganada. Su cambio es impresionante a comparación de la felicidad que mostraba de que todos vayamos a su departamento.
Ahora que lo pienso, si ella tiene que avisar que habrán las compuertas ¿Por qué no tenía el numero agendado en su celular? Podría pensar que por eso no tiene agendado a sus padres pero se que murieron ¿Y sus familiares? ¿Tendrá contacto con ellos?
Termino de estacionar el auto pero ninguno muestra indicios de querer bajar.
-¿Necesitan comprar algo para comer? -Pregunta Allan.
-Compremos comida -Dicen todas las chicas de atrás a lo cual los chicos ríen. Bridgette sigue en la nebulosa.
-¿Qué vamos a comer? -Pregunto.
-Sándwiches con papas fritas.
-No tengo carne, no tengo pan, ni tomate ni lechuga. Creo que aún me quedan papas y huevos. Si quieren compren queso y jamón para ponerle a los sándwiches.
-Siiii -Responden todos de atrás.
-Alquilemos una película -Dice Liz.
-¡Una de terror! -Dice emocionada Amber.
-
De terror no por favor -Dice Bridgette como con miedo, por fin deja de mirar hacía un costado y mira a sus amigos detrás. La imito sentándome de costados para poder mirarlos.
-Dale, será divertido -Dice Allegra.
-Sabes que que no me gusta ese género y también que me dan mucho miedo.
-¡Por favor Briiiiii! -Dicen a modo de súplica Amber y Liz.
Suspiro sonoramente. Con esas caras convencerían a cualquiera. Les he tomado bastante cariño en el poco tiempo que llevamos de conocernos y mucha confianza también. Pero hay secretos que no me animo ni a contarle a mi mejor amiga.
-De acuerdo.
-¡Siiii! -Celebran todos en el fondo de auto.
-Nosotras vamos por la película y ustedes por la comida -Dice Allegra.
-¿Por qué? -Dicen los nominados.
-Porque seguro elegimos una mejor película que ustedes -Dice Amber a modo de pelea con una sonrisa en sus labios.
-Eso creen -Dijo Allan de la misma forma.
-El que encuentra la mejor película y la mejor comida gana -Dijo Allegra en el mismo tono.
Dicho esto, todos salen corriendo del auto directo a las escaleras del estacionamiento subterráneo y suben a la misma velocidad, los pierdo de vista cuando corren para distintas partes.
-Parece que nos quedamos sólo tu y yo -Dice Félix.
En otro momento me estaría muriendo... A quien engaño, si me estoy muriendo, sólo que estoy algo molesta con él, me siento rara ahora. Hace unos días hubiera matado por quedarme a ellas con él pero hoy no quería que eso me pasará...
-Así parece.
-¿No se hinchó tu pierna?
-No, creo que no.
-¿Me permites ver?
Me limitó a asentar. Levanta mis vestido hacia arriba de mi pierna rozando la herida provocándome un pequeño dolor.
-¡Perdón! -Suelta el vestido- ¿Te apreté la pierna?
-No, no, tranquilo.
Mira el vendaje, la sangre ya se ha secado.
-¿Puedes caminar?
-Si, si puedo.
-¿Quieres que vamos subiendo?
Oh mi Dios... Creo que ya puedo morir en paz...
-Si, vamos.
Abre la puerta y sale del auto, yo estaba por abrir la puerta pero él lo hizo por mi.
-Mi Lady -Hace una reverencia y extiende su mano.
Esas palabras... Ese gesto...
Los grandes ojos azules de Bridgette parecen salirse de orbita de tanto que los está abriendo, miraba mi mano y luego mi rostro, así estuvo un rato.
-¿Qué ocurre Bridgette? -Apoyo mis manos en mis piernas y me inclino hacia adelante. Mira mis manos y suspira.
-Nada Félix.
Se levanta y camina lo más normal que le permite su pierna, su cara no refleja dolor ni en lo más mínimo. Me impresiona bastante, sabe manejar el dolor o la forma de fingir y engañar a los demás de como se siente. Pero de igual manera creo que si le debe doler al pisar.
Sin previo aviso, siento que me agarran de la espalda y levantan mis piernas.
-¿Pero qué...?
-Soy yo -Dice Félix- se que tu pierna duele, no la sobreesfuerces.
Sólo suelto el aire por la nariz a modo de suspiro.
-Aire que sobre por alguien que falta -Dice Felix mirando hacia delante.
-¿Y eso?
-Una frase que solía decir mi madre.
Entramos al ascensor, aprieto los números para que nos lleve directo a mi departamento.
-Entre cada suspiro que das, se te va la felicidad -Me mira- eso decía la mía.
Un silencio medio incómodo se ha formado, el ambiente se encuentra pesado. Me siento medio incómoda en esta situación por no decir que estoy muy nerviosa y tengo miedo de decir algo incoherente y estúpido.
-Es la primera vez que estás así de callada -Dice Félix mirándome con una sonrisa.
-Creo que he sido una molestia todo este tiempo -Dije con una risa triste.
-¡No-no pienses eso! -Lo miro, su cara refleja sinceridad con asombro, como que dice "No me mal entiendas"- Me gustaba mucho tu compañía.
-¿Acosiva? -Digo riéndome.
-Por lo menos no dejabas que me aburra de mi vida -Dijo casi en un susurro.
-Ahhh -Apoyo mi cabeza en su pecho, sus latidos son acelerados, al igual que los mios.
-Bri-Bridgette -Dice moviéndome alterado.
-Tranquilo -Digo mirándolo, su cara es de preocupación sólo estoy cansada.
Es verdad, él estuvo conmigo desde que ingresé al hospital hasta que salí. También presenció mi improvisto desmayo y mi fatídico intento de suicidio.
-Bridgette -Lo miro pero no logró descifrar sus gestos, son raros, por lo menos en el nunca los había visto.
El ascensor se detiene y las puertas se abren. El edificio es bastante viejo, al igual que el ascensor por lo cual tarda a llegar a su destino. Me sorprende que por la zona no sea tan costoso y tampoco muy habitado, los departamentos son enormes pero en todo el edificio vivimos en total seis personas, incluyendo al dueño. Con Allegra somos siete. En total tiene siete pisos y dos departamentos por piso. Yo ocupo el cuarto, en frente no vive nadie. Estuve pensando mudarme al último piso pero no me animo, los dos últimos no están habitados por nadie. Mi piso es el único en el cual vive uno solo, en los otros ambas habitaciones están ocupadas, por lo cual si necesitan ayuda les es más fácil obtenerla.
-¿Cuál es el tuyo? -Dice Félix.
No me había dado cuenta pero había caminado hasta el medio del pasillo y nos encontrábamos en medio de ambas puertas.
-Esta -Digo señalándola.
Félix gira la perilla y la puerta cede. En el apuro de ir a buscarla a Tikki no me di cuenta que no había cerrado con llave, aunque tampoco tengo mucho de que preocuparme ya que nadie viene para este piso.
-¿No cerraste con llave? -Me dice a modo de reproche.
-Allegra había salido y no sabía si había llevado llave y nadie más vive en este piso.
-Pero hay gente que vive arriba.
-No, tampoco. Nadie más vive arriba.
Sólo me mira, había perdido nuestra pequeña discusión. Sólo me reí por lo bajo.
-¿De que ríes? -Dice con un puchero.
-De nada Félix -Pero mi risa se vuelve una fuerte carcajada.
Él comienza a reír igual que yo y finalmente entramos.
-Guau, tu departamento es gigantesco.
-No eres el primero en decir eso.
-¿Vives sola?
-Si, desde que comencé la universidad.
Sus emociones cambian muy rápidamente, pasa de la inexpresión al miedo, del miedo a la alegría, a la alegría a la inexpresión de vuelta. Aunque no debería sorprenderme, no es la primera vez que la veo así...
-¿Donde tienes vendas?
-En el baño.
Miro para todos lados y veo una puerta que parece ser del baño, me dirijo a ella.
-¡Espera! ¡No entres! -Dice alterada.
Fue demasiado tarde, ya había abierto la puerta.
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