Capítulo 8

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Cuando JiMin salió de la oficina junto a sus nuevos clientes, se encontró a JungKook inclinado sobre el mostrador de Lisa teniendo su habitual discusión con ella. Fue por esto que se apuró a despedirlos, no queriendo que escucharan la infantil discusión de estos dos, una vez hecho se acercó a ambos menores.

—Vamos Simpson, yo sé que lo quieres, una noche. No pido nada más. —JungKook le dio su sexy sonrisa.

Lisa arrugó el ceño con desagrado y le fulminó con la mirada.

—Soy una alfa igual que tú imbécil —Lisa contestó bruscamente.

—Eso no importa, no es ningún impedimento para que pueda mostrarte lo mucho que un hombre puede hacer gozar a una mujer. —JungKook movió las cejas con coquetería y le acarició la mejilla.

Lisa gruñó y le dio un manotazo, sacándole una baja risita al azabache. Lisa giró los ojos exasperada.

—¿Cuantas veces tengo que decirte que no me interesa? Soy monosexual* ¿Entiendes? Mo-no-sexual, ¿si sabes lo que significa? Porque sino puedes googlearlo o buscar el significado en un diccionario. —Lisa blanqueó los ojos hacia Kook.

—Pero eso no...

—Muy bien, es todo. —JiMin se apuró a interrumpir al azabache, preocupado de que su secretaria finalmente perdiera sus cabales y se lanzara sobre sus huesos, y no de la buena forma.

Lisa dio un gran suspiro de alivio y le miró enfurruñada.

—Gracias al cielo, JiMin. Juro que estaba a punto de sacarle los ojos con mis garras a este idiota.—Lisa apuntó a JungKook con la barbilla.

—Yo sé que me deseas, tigresa. —JungKook fingió un rugido y Lisa se precipitó sobre el escritorio con las manos extendidas hacia él y las garras afuera.

JungKook se apuró a echarse hacia atrás, salvándose por casualidad del zarpazo que esta le lanzó. Si no hubiera sido por sus grandes reflejos, quizás esta habría cumplido sus palabras y en ese momento JungKook tendría un ojo menos.

—Es todo, JK, corta el rollo. —JiMin agarró al azabache por la oreja y comenzó a arrastrarlo a su oficina.

Le lanzó una mirada de disculpa a Lisa cuando esta murmuró por lo bajo algo que se escuchó como "no me pagan lo suficientemente para aguantar al idiota de Jeon". JiMin hizo una nota mental de hablar con ella sobre el aumento que había planeado hacerle hace algunas semanas.

—¡Luego seguimos hablando, primor! —JungKook guiñó hacia la fémina y esta le sacó el dedo medio mientras volvía a tomar asiento.

JiMin golpeó la cabeza del azabache y le dio un pequeño empujón para que finalmente entrara a la oficina. Una vez dentro, JiMin se dirigió a su asiento, las risas de Kook resonando por todo el lugar.

—Corta el rollo ya, Kook, el mejor día ella cumplirá su promesa y te quedarás tuerto.

—Ella me desea, lo sé, es solo su orgullo de tigresa que no la deja aceptarlo. —JungKook tomó asiento en las sillas frente a él y cruzó la piernas, su tobillo izquierdo quedando sobre la rodilla derecha.

—Ya. —JiMin giró los ojos y suspiró.

—Entonces, ¿para qué soy bueno?

—¿Uh?

—Me llamaste, ¿no? ¿Qué necesitas?

—Ah, eso. —JiMin sonrió y negó con la cabeza—. Sinceramente es solo que estaba algo preocupado por ti, pero veo que estás bien.

—Por supuesto que estoy bien. —JungKook meneó las cejas hacia él—. ¿Por qué no lo estaría? —JiMin se encogió de hombros.

—No sé, tú dime. No supe nada de ti durante los tres días pasados, ni un mensaje, ni una llamada desde que nos vimos en la floristería y hablaste con TaeHyung. —JiMin vio como el cuerpo de JungKook se puso rígido cuando mencionó a su mejor amigo—. Kook, exactamente, ¿qué pasó entre ustedes ese día? ¿Desde cuándo se conocen? ¿Por qué no me habías dicho que lo hacían?

—Es uno de los mejores modelos de este tiempo, por supuesto que lo conocía. —JungKook se encogió de hombros—. Aunque no sabía que se iba a casar.

—¿Es en serio? ¿Qué clase de fotógrafo eres? —Preguntó con gracia.

—Sabes como soy, sé quienes están en el medio y quienes están de moda, pero en cuanto a su vida personal —JungKook negó con la cabeza—, no me interesa de ninguna forma.

—Eres raro, te digo. Por otro lado, sí, se va casar dentro de poco y como ya sabes, soy su asesor y organizador de bodas —respondió mirándole perspicaz—. Pero esto no responde a mí pregunta, ¿dónde demonios estabas? ¿Por qué te desapareciste de repente?

JiMin se preocupó cuando JungKook solo se limitó a bajar la mirada y comenzar a jugar con los hilos de la rotura que sus pantalones tenían de diseño en la rodilla. JiMin se puso de pie para tomar asiento junto a él y tomar su mano libre entre la suya.

—JungKook, cariño, dime qué pasa, ¿qué es lo que te tiene tan alejado del mundo? —JungKook le dio un suave apretón a su mano y JiMin comenzó a acariciarle el dorso con el pulgar—. Cuando estés listo, cariño, estaré aquí para cuando me necesites.

Luego de un rato, JungKook respondió:— Encontré a mí destinado.

JiMin frunció el ceño ante lo desanimado que el menor sonó, se supone que debía estar alegre por eso, ¿no? Aunque si lo pensaba bien y se basaba en su experiencia, JiMin sabía que esto no siempre significaba algo bueno.

—¿Qué pasó? ¿No te reconoció? ¿Te rechazó? ¿No fue lo que esperabas? —JungKook le miró a los ojos y negó con la cabeza.

—No, sabes que no soy alguien tan superficial. —JiMin asintió, sabiendo que eso es cierto—, En cuanto a lo otro, sí, él me rechazó.

—Oh, Kookie. —JiMin alzó los brazos y envolvió al menor en un apretado abrazo, JungKook se acurrucó en su pecho sacando un chupachus de su bolsillo para quitarle la envoltura y meterselo a la boca—. Pero ¿qué pasó? ¿Te dijo por qué te rechazaba o simplemente fue un imbécil?

—En realidad, él tuvo una muy buena razón.

—¿Si? No me digas, ya estaba con alguien más, tal vez tenía una familia ya forjada o... —JiMin calló cuando no supo qué más decir.

—Uh, algo parecido, él va a casarse y me dijo que lo sentía pero que no podía abandonar todos sus planes de vida por mí, que era un desconocido y que, bueno, básicamente me dijo que no valía la pena. —JungKook suspiró pesadamente.

—Oh cariño, lo lamento tanto. —JiMin pasó su mano de arriba a abajo por uno de los brazos del menor—, ¿Al menos sabes su nombre? ¿Te dijo quién era?

JungKook asintió lentamente.

—Y, ¿quién era?

—Kim TaeHyung. —JiMin palideció.

—Por favor dime que no es el Kim TaeHyung que estoy pensando, JungKook —jadeó.

—Bueno, si estás pensando en Kim TaeHyung el flamante y reconocido modelo, entonces estás en lo cierto.

JiMin sintió como un nudo se formaba en su estómago, se separó lentamente del menor y este se enderezó para mirarle directamente a los ojos.

—Kook, TaeHyung, él... se va a casar con YoonGi, Min YoonGi, mí ex.

JiMin vio cómo los ojos de JungKook se abrieron desorbitados y luego gruñía frunciendo el ceño.

—Bueno mierda, ¿no es el mundo un pañuelo? —JungKook sacudió la cabeza—. Joder, JiMin. ¿Por qué nos pasan estas mierdas a nosotros?

JiMin se pasó una mano por el cabello y tragó, el nudo en su estómago volviéndose más apretado cuando miró los entrecerrados ojos de su menor.

 No lo sé, Kook, simplemente, no lo sé.

🦁🦁🦁

Una hora después JungKook estaba entrando a la sucursal coreana de la empresa en la que trabaja, según su jefe, debía encontrase con un tal Kim NamJoon en, según su reloj, dieciocho minutos.

Trataba de sacar de su cabeza la larga conversación que había tenido con JiMin. Curvó los labios en una sonrisa irónica porqu,e ¿de verdad el mundo era tan pequeño? De las miles de millones de personas en el planeta, su destinado tenía que ir a casarse con el destinado de su mejor amigo barra, casi padre, barra, madre.

¿De verdad? ¿En serio?

JungKook rodó los hombros y se chupó el labio inferior en un intento de liberar el estrés, él odiaba las personas que se compadecían de sí mismas y ahora mírenlo allí, regodeándose en su miseria.

Salió de sus pensamientos cuando llegó al set donde se llevaría acabo la sesión de este día, se supone que eran para la portada de la marca Chanel edición coreana y el modelo llegaría junto a Kim NamJoon, que por lo que su jefe le había dicho es
el mánager de este.

Aprovechó el tiempo libre en coordinar con el personal todos los escenarios y vestuarios que se modelarían, también las luces y todo lo demás. Todo esto en un intento desesperado por despejar su mente. Y al parecer lo logró, porque antes de darse cuenta, Kim NamJoon estaba frente a él teniéndole la mano.

—Es un placer conocerlo, señor Jeon, he oído mucho acerca de usted —NamJoon dijo, sacudiendo su mano durante unos momentos cuando él la tomó.

—El gusto es mío, y espero que solo haya escuchado cosas buenas —bromeó, NamJoon le dio una devastadora sonrisa de hoyuelos que de seguro haría que muchos omegas se derritieron a sus pies.

—Por supuesto, nada más que maravillas. —Le guiñó un ojo.

JungKook rio, decidiendo que el alfa le caía bien.

—Entonces, ¿dónde está su modelo, señor Kim?

—Él debería llegar en cualquier momen-oh ahí viene. —NamJoon se cortó a sí mismo y señaló tras su espalda.

JungKook giró mirando en dirección donde señaló y gimió lastimeramente en su interior, ¿un pañuelo? El mundo no era ningún pañuelo, era un puto grano de arroz. Porque de qué otra forma Kim TaeHyung estaría caminado con toda su gracia hacia él.

JungKook supo el momento exacto en que él se percató de su presencia, porque él titubeó y paro de caminar durante un segundo antes de retomar el paso y acercarse hasta ellos.

—¡Tae! —NamJoon saludó alegremente, ajeno a la tensión que había entre ellos dos—. Este es Jeon JungKook, será quien te fotografíe y te haga ver más hermoso de lo que ya eres, el día de hoy. —NamJoon se acercó hasta el omega y le rodeó los hombros con un brazo.

—JungKook. —TaeHyung saludó con una leve inclinación de cabeza.

—TaeHyung —JungKook sonrió con ironía—, no esperaba volver a verte tan pronto.

—Yo tampoco esperaba volver a verte. —JungKook luchó porque su rostro no demostrara el dolor que esas palabras le causaron, no importa que después de unos segundos este agregara:— tan rápido.

—¿Ustedes se conocen? —NamJoon preguntó, sonriendo cuando ambos asintieron—. Eso es genial, ¿no? Será más fácil y cómodo que trabajen juntos.

—Supongo que sí. —JungKook asintió mirando al alfa—. ¿Por qué no vas a prepararte TaeHyung-ssi? terminaré unas cosas aquí y podremos comenzar.

JungKook no esperó ninguna respuesta, solo movió ligeramente su mano en un gesto de "los espero" y se giró para ir con el resto del personal. Una media hora después, cuando TaeHyung se paró frente a su cámara, ya debidamente vestido y maquillado, JungKook seguía sin sentirse cómodo, pero este era su trabajo y él era un profesional.

Es por esto que procuró dejar todos sus asuntos personajes y tomar las fotografías, por suerte era fácil fotografiar a TaeHyung, porque era hermoso y sabía bien cómo posar para lucir cada prenda y/o accesorio.

Fue gracias a esto que las siguientes dos horas pasaron rápidamente y sin contratiempos, solo deteniéndose en tres ocasiones para tomar un descanso de diez minutos.

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JungKook revisaba las fotos que había tomado, encontrándose bastante indeciso de cuáles elegir para mandar a la editorial para que estos eligieran la foto de la portada. Y es que muchas de ellas eran bastante buenas y las que no, las descartaba por un mal movimiento que hizo las imágenes borrosas o algún accesorio se movió.

—¿Esas son las que haz elegido? —JungKook saltó un poco cuando alguien se inclinó sobre su hombro y habló directamente en su oído.

—No todas, debo reducirlas a diez o preferiblemente cinco —contestó hacia el omega.

—¿Puedo verlas? —JungKook frunció un poco el ceño, pero asintió y se hizo a un lado para darle mas espacio al mayor—. Era cierto lo que todos dicen, eres muy buen fotógrafo —TaeHyung halagó pasando las imágenes en la pantalla.

—Gracias, siempre trato de dar lo mejor de mí. —TaeHyung hizo un sonido afirmativo con la garganta y se enderezó una vez terminó.

JungKook luchó por tomar cortas respiraciones, obligándose a no inhalar demasiado del dulce y adictivo aroma que brotaba de su compañero, en especial cada cada vez que se movía y la brisa lo expandía aún más.

—Creo que estas tres están muy bien —TaeHyung dijo con una sonrisa satisfecha.

JungKook despegó su vista del hermoso (real, realmente hermoso) perfil del omega para mirar la pantalla que apuntaba. Miró críticamente las imágenes y asintió de acuerdo, porque esas habían sido de sus favoritas.

—Concuerdo contigo, las separaré para enviarlas —dijo, tecleando algunas cosas para guardarlas en una carpeta aparte.

—¿En serio? Wow, gracias. —TaeHyung sonrió en su dirección y el corazón de JungKook se saltó un latido—. Nunca me habían dejado elegir ninguna imagen.

JungKook se encogió de hombros y eligió tres imágenes más.

—Realmente aún tengo que editarlas un poco y luego entregarlas, ni siquiera sé si vayan a elegir alguna de ellas—. Y no mentía en cuanto a eso.

—Aún así, gracias por esto. —TaeHyung apoyó una mano en su hombro y JungKook sintió todo su cuerpo vibrar.

Cerró los ojos durante unos segundos tratando de calmarse y recordarse que no tenía ninguna oportunidad con él, que el omega ya lo había rechazado.

Sin embargo, ni siquiera así pudo evitar preguntar.

—¿Realmente no te afecta? ¿No sientes nada cuando estás cerca de mí? —TaeHyung comenzó a retirar su mano, pero JungKook la sostuvo entre la suyas—. Respóndeme —exigió.

TaeHyung dejó salir un tembloroso suspiro y asintió.

—Me afecta, ¿ok? Ni siquiera me interesaba ver las fotos, solo quería acercarme a ti porque... —TaeHyung frunció el ceño y calló, mordiéndose el labio.

JungKook se puso de pie hasta estar a su altura y dio un paso hacia él, TaeHyung abrió los ojos ampliamente y miró nervioso a su alrededor, a pesar de que sabía que no había nadie en el set, desde todos se habían ido hace rato.

—J-JungKook...

—¿Por qué? ¿Por qué te acercaste a mí? —Preguntó, dando otro paso más cerca.

—JungKook por favor, no hagas esto.

—TaeHyung... ¿por qué? —El omega tembló ante su voz y agachó la mirada.

No lo sé. ¿sí? No lo sé, solo sentí ésta cosa en mí pecho que me llamaba y me pedía que me acercara y yo solo... —TaeHyung suspiró mirándole a los ojos—. Solo me acerqué antes de que me diera cuenta de que lo había hecho.

—TaeHyung... —JungKook murmuró, acercándose hasta que solo centímetros le separaban, manteniendo la mano de este firmemente agarrada.

—No podemos hacer esto.

—No estamos haciendo nada —murmuró, acercando su rostros hasta que sus narices rozaron—. No aún.

—Kook...

—Tae.

—Hablo en serio.

—Yo también. —Y entonces lo besó.

JungKook suspiró cuando sus labios se unieron y TaeHyung jadeó, derritiéndose contra él y abriendo la boca. JungKook no dudó, internó su lengua en el cálido lugar y saboreó el dulce néctar de su omega. Soltando la mano contraria para rodearle la cintura con los brazos y pegarle aún más a su pecho.

TaeHyung llevó las manos al cuello del menor y ladeó la cabeza, entregándose totalmente al beso. Deslizando su lengua junto a la contraria y gimiendo cuando el alfa comenzó a chuparla, sus vellos erizándose y sus dedos curvándose y enterrándose en la suave piel de su nuca ante la acción.

—JungKook —Jadeó cuando este se separó un momento y le dejó tomar un respiro.

—Eres mío y lo sabes.

—No.

—Sí.

Y JungKook lo besó una vez más, esta vez siendo mucho más exigente y agresivo, recorriendo el interior de la boca contraria, mordiendo sus labios y lamiendo sobre ellos antes de chupar. Deleitándose con los sexys sonidos que el mayor hacia, amando como éste deslizaba sus dedos en su cabello y tiraba de ellos, abriéndose para él y volviéndose todo flexible y dócil.

—Tenemos que parar —TaeHyung gimió cortando el beso.

—Ajá —JungKook murmuró, empujándolo contra el pequeño escritorio para subirlo en el y volver a besarle.

—Kook, en serio, paremos.

—Sí.

JungKook deslizó sus manos entre los muslos del omega y los separó, ubicándose entre ellos y pegando sus cuerpos todo lo que pudo, el aroma a excitación comenzando a salir de ellos y expandirse en el set. Llevó su mano al largo y rizado pelo, tirando de ellos y sonriendo satisfecho cuando el omega se expuso para él.

—Esto está tan mal —TaeHyung gimió justo cuando JungKook rastrilló sus dientes en la unión de su cuello y hombro—. Kook, no, me dejarás marca.

—Ssh, solo déjate hacer, me encargaré de t-...

—¡Tae ¿estás aquí?!

Ambos chicos saltaron en sus lugares, JungKook se alejó de TaeHyung cuando este le empujó y se bajó del escritorio para comenzar a arreglar casi frenéticamente su ropa y cabello. JungKook le imitó por pura inercia.

—¡¿Tae?!

—¡Estoy aquí, NamJoon! ¡Ya voy! —TaeHyung gritó hacia su mánager, quien respondió afirmativamente y el omega le miró a los ojos—. Y-Yo... tengo que irme, adiós.

JungKook sostuvo el brazo de TaeHyung cuando intentó pasar por su lado y escapar, TaeHyung se detuvo y le lanzó una mortifica mirada.

—Tenemos que hablar, sabes que no podemos dejar las cosas así. —Le miró con severidad.

—No, JungKook, lo que debemos hacer es...

—TaeHyung —le cortó—, estoy hablando en serio. —El omega se mordió el labio inferior y negó con la cabeza.

—Me voy a casar, Kook.

—¿Quieres hacer que te persiga?

TaeHyung abrió los ojos en grande y le miró dudoso, como si no creyera que él estuviera hablando en serio. JungKook no cambio su expresión y este suspiró nerviosamente.

—Me pondré en contacto contigo, ¿sí? Ahora, por favor suéltame, de verdad debo irme.

JungKook asintió y le dejó libre, TaeHyung le dio una última mirada antes de prácticamente correr fuera del set. JungKook suspiró y se alborotó el cabello, luego se estrujó el rostro con las palmas.

"Joder, este chico será mi perdición".

🦁🦁🦁

YoonGi miró de reojo hacia JiMin; el omega había estado tan inmerso en sus pensamientos que ni siquiera habían llegado a sentir la habitual incomodidad que les envolvía desde aquella noche en la casa del menor.

Por un segundo se preocupó, preguntándose si algo malo había pasado con él, porque YoonGi sabía que no era algo normal en él comportarse de esa forma. En realidad, según recuerda, las únicas veces en la que el menor adoptaba esa actitud era cuando estaba preocupado o estresado con algo.

—¡Papi! ¡Señor Min! —YoonGi miró hacia el frente y sonrió.

HaNeul se acercaba corriendo hacia ellos mientras balanceaba sus manitas, haciendo que la lonchera en una de ellas se moviera de un lado a otro. YoonGi se agachó para recibirlo y este se lanzó a sus brazos con un grito feliz.

—¡Hey, campeón! —YoonGi besó la cabecita de su bebé, quien riendo le devolvió el beso en la mejilla—. ¿Cómo estuvo tu día?

—¡Estuvo genial! Nos divertimos un montón hoy. —HaNeul miró hacia JiMin y extendió sus brazos hacia él—. Hola papi.

—Hola, mi amor. —JiMin tomó a su pequeño en brazos y le llenó el rostro de besos—. Me alegro mucho que te divirtiera.

—Sí, sí. El señor Min también está aquí, ¿eso quiere decir que iremos de paseo? —HaNeul soltó un gritito contento cuando JiMin asintió.

—Síp, iremos al parque y luego al centro comercial a comprar ropita, ¿está bien? —JiMin sonrió cuando HaNeul puchereó arrugando la nariz.

—A comprar ropa no, papi —quejó—. Siempre duramos años allí y no me gusta tener que medirme mucha ropa.

—No hagas berrinche, HaNeul —YoonGi dijo, acercándose a su auto para abrir la puerta trasera y dejar que JiMin entrara junto a él—, tienes que ser un niño bueno y hacer lo que papi diga, ¿ok? —Cerró la puerta una vez el pequeño asintió, a pesar del claro puchero en su rostro.

YoonGi dio la vuelta y subió en el lado del conductor, encendiendo el auto y poniéndose en marcha nada más lo hizo. Miró por el espejo retrovisor como JiMin le quitaba la mochila y la lonchera a su cachorro para dejarlas a un lado.

—Señor Min, ¿cree que podamos pasar más tiempo juntos a partir de mañana?

—Supongo, si es lo que quieres, cariño.

—Genial, es que mañana se termina el taller de verano y ya no tendré que regresar al colegio hasta septiembre y me preguntaba si entonces podríamos vernos más.

YoonGi asintió, sabiendo que JiMin apuntó a HaNeul en el taller de arte que su colegio impartía todos los veranos, según el omega, esto les ayudaba ya que cada cierto tiempo también les daban un tipo de refuerzo en matemáticas, letras y lectura.

—Por mí no hay ningún problema, bebé, en realidad eso me haría muy feliz —dijo sincero, HaNeul sonrió y se giró hacia su padre omega.

—¿Escuchaste eso, papi? Voy a ver mucho más al señor Min. —HaNeul aplaudió con emoción.

JiMin asintió con una sonrisa, conmovido por la ternura que desprendía su lindo bebé.

—¿Ya ves? No había nada de qué preocuparse. —JiMin besó la cabeza de su niño y le abrazó.

Los siguientes veinte minutos se fueron en ellos hablando de un montón de cosas, concentrándose principalmente en responder el montón de preguntas que un curioso HaNeul hacia. Cuando finalmente llegaron al parque, HaNeul corrió a los columpios nada más bajaron del auto.

—¡Park HaNeul! ¡¿Qué te he dicho sobre correr de esa forma?! —JiMin reprendió.

—¡Lo siento, papi! —HaNeul gritó de vuelta, dejando de correr para caminar tranquilamente hasta que llegó a ellos, JiMin bufó.

—Hey, déjale. Solo está emocionado. —JiMin le miró con el ceño fruncido y YoonGi levantó las manos en un gesto de "ok, no he dicho nada".

—¿Nos sentamos? —Señaló un banco a unos metros desde donde podían ver perfectamente cómo HaNeul jugaba.

JiMin no respondió, solo caminó con esa gracia y sensualidad que siempre poseía hasta llegar a él y tomar asiento, cruzando sus sexys piernas en una pose despreocupada pero elegante. YoonGi sonrió, reprendiéndose internamente por no haber despegado sus ojos del trasero del omega durante todo el trayecto.

—Entonces —YoonGi dijo una vez se sentó junto al omega—. ¿Vas a decirme qué te tiene tan preocupado?

JiMin se giró en su dirección y le lanzó una cautelosa mirada.

—¿Preocupado? ¿Qué te hace pensar que estoy preocupado?

YoonGi sonrió y negó con la cabeza, mirando la mueca que el menor hizo por el rabillo del ojo, ya que procuraba no quitar la mirada de su cachorro. Le aterraba que le pasara algo si se distraía por tan sólo un segundo.

—Te conozco, ¿sabes? Y sé que han pasado años sin que tuviéramos ningún tipo de contacto, pero hay cosas que —YoonGi se relamió los labios cuando algunos recuerdos de su pasado le golpearon—, que simplemente no cambian —murmuró.

JiMin no respondió y cuando YoonGi volvió a mirarle éste tenía la vista puesta en HaNeul.

—Yo estoy bien, si es lo que te preocupa. —JiMin se apartó un mechón de cabello que estaba molestando su ojo—. No estoy así por mí, sino por JungKook.

JungKook, el nombre se le hizo conocido y YoonGi luchó por recordar de dónde, entonces la imagen de un chico alto y azabache llegó a su cabeza.

—Ah... hablas de tu novio. —Luchó porque su tono no demostrara la amargura que pensar en eso le provocaba.

—¿Creí haberte dejado claro que JungKook es más como un hijo para mí? —JiMin le miró con el ceño fruncido y YoonGi se encogió de hombros aparentando despreocupación.

—Sí tu dices. —JiMin giró los ojos y resopló, haciendo que las comisuras de YoonGi se curvaran levemente.

—La cosa es que él está teniendo problemas con su pareja. —YoonGi arqueó las cejas, entonces, ¿de verdad el chico no era nada de JiMin?

—¿Tiene pareja?

—Uh, no exactamente, más bien él encontró a su destinado, ¿sabes?

—Oh. ¿no es eso bueno? ¿Acaso es una mala persona y por eso estas preocupado? —YoonGi miró el perfil del menor y no se perdió la sonrisa amarga que surcó sus labios.

—Tú más que nadie sabes que encontrar a tu destinado a veces no significa nada, que no siempre terminan juntos.

—JiMin...

—Pero esto no es sobre nosotros. —JiMin sacudió la cabeza—. Y respondiendo tu pregunta, no es que sea una mala persona, más bien es que lo rechazó y JungKook está bastante afectado por eso.

—Cielos, eso es ... —YoonGi calló y apretó los labios cuando se dio cuenta de lo que iba a decir.

JiMin le miró y sonrió con amargura.

—Lo es, sí. —Asintió, mirándole directamente a los ojos.

YoonGi se sintió golpeado por todos los sentimientos que estos albergaban, pero sabía que los que más resaltaban era la tristeza y... la decepción.

—JiMin, te juro que de verdad, yo...

—Déjalo, YoonGi —JiMin le cortó negando con la cabeza—. Lo nuestro es pasado y allí debe quedarse.

—¡Señor Min! —YoonGi giró su cabeza en dirección al grito, viendo cómo HaNeul movía los brazos haciéndole señas—. ¡Señor Min, venga a jugar conmigo!

—Lo siento —murmuró hacia el omega.

—Sí, yo también —dijo él de igual forma.

—¡Señor Min!

—Te juro que si yo...

—YoonGi, por favor, dejémoslo. Olvidemos esto, ¿sí? —JiMin le miró con súplica y YoonGi apretó los labios inconforme—. Mejor ve con HaNeul, él es el único que importa aquí. Por eso estamos juntos en esto momento.

—Pero...

—¡Señor Min!

—Solo ve. —JiMin sonrió y señaló con la cabeza en dirección a su cachorro.

YoonGi le miró por un momento, pero luego se puso de pie suspirando rendido, camino hasta su hijo y le devolvió la radiante sonrisa que este le dedicó.

Sabía que no resolverán nada Sólo echando las cosas a un lado, ellos debían hablar y finalmente sacar todo de su sistema, por eso se prometió a sí mismo citar a JiMin para hacerlo en algún momento.

🦁🦁🦁

Stars_Saturn.

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