Capítulo 7

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Agosto llegó en un abrir y cerrar de ojos; las últimas dos semanas no transcurrieron muy diferente para YoonGi a excepción de que evitó aún más a JiMin en su semana de celo. El que sí se mantuvo frecuentando al menor fue TaeHyung.

JiMin y él se habían estado reuniendo casi diariamente desde que volvió, para cuadrar los preparativos de la boda o simplemente para "ponerse al día" como el mismo TaeHyung había dicho.

En ese tiempo YoonGi no había hablado con HaNeul más que por vídeo llamada y en persona, las únicas dos veces que TaeHyung había logrado arrastrarle con él. Aunque simplemente se había ofrecido a cuidar del infante mientras ellos hablaban de un montón de cosas que sinceramente no le interesaban.

Esto era otra cosa, YoonGi todavía no había podido hablarle a TaeHyung sobre su parentesco con HaNeul y eso lo tenía bastante estresado. Ambos habían estado bastante ocupados los últimos días, principalmente TaeHyung, ya que este estaba trabajando el triple para poder tener tiempo libre para su boda y finales del año.

TaeHyung había decidido que no participaría en la semana de la moda en invierno ni en ninguna otra actividad que lo llevara fuera del país, en realidad, su viaje a New York era el último viaje de trabajo que haría fuera de Corea. Su mánager había pegado el grito al cielo, porque los últimos meses del año eran de los más movidos en el mundo de la moda.

TaeHyung había dejado bastante claro que no haría nada que lo llevara fuera de Corea por lo que restaba del año, él había dicho que quería concentrarse en su boda y luego en su vida de casados.

Aunque YoonGi no se mentiría a sí mismo, porque sabía que él no lo había intentado demasiado, definitivamente no había insistido lo suficiente en ello y era una mierda.

Parpadeó saliendo de sus pensamientos cuando sintió un peso sobre sus piernas y una presión en sus labios. Sonrió dejando su iPad a un lado en el sofá y envolvió la cintura del menor para corresponder el beso.

—¿En qué piensas tanto? —TaeHyung preguntó una vez rompió el beso, sonriendo cuando YoonGi enterró su rostro en su cuello y le olfateó.

—Solo en cosas —contestó, acariciando el cuello del menor con su nariz; suspirando ante lo bien que olía.

TaeHyung tenía un suave aroma a vainilla que era realmente agradable al olfato.

—Pero ¿exactamente en qué cosas? —Rio cuando YoonGi le picoteó la barbilla entre besos.

—Es solo que me he dado cuenta en este último tiempo, mientras tratamos de cuadrar nuestras agendas para que nuestros horarios coincidan, que en realidad pasamos más tiempos separados que juntos —contestó afligido.

Y era verdad, aunque no es que YoonGi se quejara, porque ellos habían funcionado así en los tres años de relación que llevaban y habían estado bastante bien hasta entonces.

Pero por otro lado, si se ponía a pensar y juntaba todos los días que estaban justos en el año, se daría cuenta que pasaban medio año juntos y medio año separados (y eso que desde que se mudaron juntos hace casi dos años, coinciden más en su día a día).

—Oh Yoonnie, lo siento tanto. —TaeHyung tomó su rostro entre sus manos y besó castamente sus labios—. También me he dado cuenta, ¿sabes? Y sé que es mi culpa, porque me paso más tiempo viajando que en casa, pero prometo que reduciré los viajes si...

—No. —YoonGi le cortó picoteando un par de veces los labios del menor—. Sé que amas tu trabajo, el modelaje ha sido tu pasión desde mucho antes que me conocieras, nunca te pediría que dejaras de hacer algo que amas.

—Lo sé, pero también te amo a ti, y no me importaría no participar en tantas actividades al año si de esa forma...

—No, no y no. —Volvió a cortarle, acariciando con sus nudillos la suave mejilla de su menor, odiando la mueca mortificada que su rostro tenía—. No harás nada de eso, ¿sabes qué? Olvida todo lo que dije, ¿sí? Estamos bien y eso es lo que importa.

—Pero...

—Ningún pero. —YoonGi comenzó a besar todo el rostro del menor y hundió sus dedos en los costados de este hasta que estuvo retorciéndose de la risa—. Ésta conversación nunca paso, ¿bueno? Simplemente olvídate de ella.

TaeHyung escapó de sus brazos y se pasó los dedos por su cabello, acomodando los pocos mechones desordenados en su cabeza.

—Hablaremos de esto después, por más que quieras, no olvidaré esta conversación.

—Taeee... —quejó, pero este negó con la cabeza.

—Después, YoonGi. Ahora iré con JiMin a la floristería que quiere que contratemos para ver las flores —TaeHyung caminaba de un lado a otro terminando de buscar sus cosas, YoonGi le miraba impasible—, y tú, no olvides ir a tomarte las medidas del traje más tarde, ¿me oíste? —Le apuntó amenazante.

YoonGi se irguió y llevó una mano hasta su frente para hacer un saludo militar.

—Como mi omega general ordene. —TaeHyung sonrió acercándose para dejar un último beso sobre sus labios y palmear suavemente su mejilla.

—Ese es mi alfa, ahora tengo que irme.

TaeHyung caminó hasta la puerta principal para salir, no sin antes lanzarle un beso que YoonGi devolvió con una sonrisa.

—¡No olvides lo de tu traje, YoonGi! —Le gritó tras la puerta.

—¡No lo haré! ¡Lo prometo!

YoonGi no recibió ninguna respuesta, así que dedujo que el menor ya se había ido, tomó su iPad y se echó sobre el sofá. Ese sería un largo día.

🦁🦁🦁

TaeHyung estacionó su auto en el pequeño estacionamiento que tenía el lindo establecimiento. Sonrió por lo colorido del lugar y se encamino hacia la puerta.

A través de los amplios ventanales vio a una chica tras un elegante mostrador decorado un unas bonitas rosas. Cuando entró esta lo recibió con una sonrisa y le saludó, TaeHyung le devolvió el saludo y miró alrededor, se encontró a JiMin sentado en una pequeña mesa redonda junto a una hermosa señora.

Se acercó hasta ellos llamando la atención de su amigo y asesor de bodas, quien le sonrió y se puso de pie para recibirlo con un pequeño abrazo.

—Hey, Tae, esta es la Señora Jeon, la dueña de la tienda. —Los presentó, TaeHyung hizo una reverencia en su dirección.

—Es un placer —dijo y esta sonrió encantadoramente, sacándole a su vez una sonrisa a él porque esta parecía un lindo conejito cuando lo hacia.

—Oh TaeHyung-ssi, primero déjame felicitarte por tu próxima boda, JiMinnie, me ha hablado maravillas de ti. —Esta se puso de pie y le abrazó confianzudamente.

TaeHyung le lanzó una mirada a JiMin sobre el hombro de la dulce mujer y este simplemente se encogió de hombros. TaeHyung correspondió el pequeño abrazo.

—Tengo las rosas que querías, son un poco difíciles de conseguir, pero no imposible —la señora le dijo una vez se separó, tomándole de la mano y guiándole hacia otra sala.

En realidad esta parecía una clase de invernadero o algo por el estilo, porque la misma estaba llena de hermosas flores y rosas de casi todos los colores, incluso había algunas que parecían muy exóticas debido a la peculiar forma de sus pétalos.

—Tengo algunos ejemplares por aquí, podrías elegir las que más te gusten o mirar alrededor por si cambias de opinión y quieres de otro color o tipo. —La Señora soltó su mano y se intentó más profundo en la sala para buscar sus anheladas rosas.

—¿Hay acaso de todas las clases existentes aquí o qué? —Preguntó con gracia hacia JiMin.

—No, no todas, pero hay muchas de ellas sin embargo. —JiMin sonrió y miró con cariño alrededor del lugar—. La Señora Jeon se toma muy en serio su trabajo, es de las mejores en esto, ella ama las flores e hizo de ellas su pasión y trabajo.

—No es trabajo si amas lo que haces, JiMinnie —la Señora Jeon dijo con una sonrisa mientras regresaba con varios tarros de rosas y flores azules en las manos.

Ambos menores se apuraron a ayudarla y dejaron los tarros en una larga mesa de madera que había en una esquina del lugar.

— Estas son algunas, voy y busco las demás y luego hablamos ¿Está bien?— Esta aplaudió emocionada y volvió a perderse en el lugar.

—Ella es muy energética, ¿no? —Preguntó divertido por la actitud de la Señora.

—Es solo que está muy emocionada desde que le conté que mi mejor amigo se iba a casar —JiMin confesó y TaeHyung sonrió brillante hacia él, porque JiMin aún lo consideraba su mejor amigo.

—Es muy lindo de su parte.

—Lo sé, así es la Señora Jeon. —JiMin rio.

—Aquí están las demás —la Señora Jeon trajo otro grupo de flores y las puso junto a las anteriores, frunciendo un poco el ceño—, aunque falta una clase de ellas que JungKook debería estar trayendo en cualquier momento.

—¿JungKook? —Preguntó distraídamente mientras miraba atentamente el grupo de rosas.

—Mí hijo —ella contestó y TaeHyung asintió.

—Oh, esto será tan difícil, todas están hermosas, ¿qué debería hacer? —Gimió.

—Está bien, Tae, solo hay que tomarlo con calma, te ayudaré tanto como pueda. —JiMin le palmeó el hombro y TaeHyung hizo un puchero en su dirección.

—¿Exactamente cuándo será la boda? Porque tengo que estar al tanto de las fechas por las estaciones, así sabré qué tanto cuidado deberé tener con ellas para mantenerlas. —La adorable mujer preguntó.

JiMin asintió y preguntó de igual forma:— Es cierto, aun no me han dado una fecha exacta, ¿ya decidieron cuándo será? No podré reservar el salón para la fiesta ni el día de la iglesia sino lo sé.

—Bueno, YoonGi y yo lo estuvimos hablando y la verdad es que ya tenía esta fecha pensada y él me dio el visto bueno, así que decidimos que fuera el...

—¡Mamá, ya llegué! ¡Traigo tus lindas, lindas y sanas flores! —TaeHyung se vio interrumpido cuando la puerta de la sala se abrió y un alto y azabache chico entró.

Cuando el chico se acercó hasta ellos, dejando las flores a un lado y por fin mostrando su rostro, TaeHyung contuvo el aliento, porque él debía ser uno de los tipos más calientes que había visto en su vida.

El chico le devolvió la mirada y olfateó con disimulo en su dirección, y TaeHyung fue plenamente como los ojos de este se oscurecían al instante. Deslizando sus oscuros ojos desde arriba a abajo sobre él, y TaeHyung jura que casi se sintió como una caricia en su piel.

—¿Kim TaeHyung? —Él preguntó con voz ronca.

TaeHyung soltó el aire lentamente y respiró, y oh-maldita-jodida-sea él no debió hacerlo, porque este chico olía como debería oler el cielo. TaeHyung hizo el mismo recorrido en él, que el que este había echo antes sobre su cuerpo.

Gimió interiormente apreciando los apretados y duros músculos bajo la oscura camisa que se amoldaba a sus brazos y torso, y los exquisitamente esculpidos muslos enfundados en ese apretado pantalón negro.

Carraspeó tratando de conseguir su voz, porque no estaba seguro de poder hablar.

—¿Te conozco? —TaeHyung se golpeó interiormente, porque sonó sospechosamente sin aliento.

El chico le dio una lenta y jodidamente sexy media sonrisa, de seguro bastante consciente del efecto que había tenido en él.

—Soy JungKook, Jeon JungKook. El fotógrafo. —TaeHyung parpadeó y su boca se abrió ligeramente por la sorpresa.

—¿Eres ese Jeon JungKook? ¿JK el fotógrafo? —TaeHyung apreció como el largo y rizado cabello azabache se movió cuando este asintió y le tendió la mano.

TaeHyung la tomó y cada vello de su cuerpo se erizó ante el contacto, tembló ligeramente cuando su pene se sacudió emocionado. Por la mirada que JungKook le dio, TaeHyung sabía que sste no debía sentirse muy diferente.

—Ese mismo... ¿Podemos hablar en privado un momento? —Preguntó con brusquedad al final, como sino pudiera resistirse más.

—Esperen, ¿se conocen? —JiMin llamó la atención de ambos.

TaeHyung tragó soltando la mano del azabache y se giró a mirarlo sin saber qué decir, porque ellos no se conocían, pero pudieron haberlo hecho hace un par de semanas si a Jeon no le hubiera surgido un imprevisto que le hizo cancelar su sesión fotográfica cuando estuvo en New York.

—Algo así —JungKook se apuró a decir, enfrentando la curiosa mirada de su mejor amigo y su madre. Luego volvió a poner sus ojos en él—. Entonces, ¿me regalarías un par de minutos, TaeHyung?

Oh-maldita-jodida-mierda, TaeHyung jadeó, él acababa de follarse su nombre justo en sus narices. Porque Jeon había formulado cada sílaba como si probara el peso de estas en su lengua y por la mueca conforme que puso al final, pareciera que le había encantado.

—Yo... —TaeHyung le miró y tragó pesado, luego se giró hacia JiMin y le sonrió o algo así antes de decir:— ¿Me permiten unos momentos?

JiMin tenía el ceño ligeramente fruncido mientras que miraba con desconcierto de uno al otro, pero terminó asintiendo de todas formas, por su parte, la señora Jeon le sonrió y le dio un efusivo "sí", totalmente ajena a la tensión del momento.

JungKook los guio fuera del "invernadero" y lo llevó a otra sala que tenía pinta de oficina por lo poco que llegó a ver antes de ser empujado contra la pared y cubierto por el musculoso cuerpo del alfa.

—¿Pero qué demo-!hum!...?

JungKook asaltó su boca con un arrasador beso que hizo que sus piernas temblaran, él dominó su boca al instante, chupando sus labios y lengua como si quisiera succionarle el alma. TaeHyung gimió y llevó sus manos al rizado caballero y tiró de él, Jeon gruñó entre el beso y lo apretó aún más entre la pared y su cuerpo.

TaeHyung le correspondió antes de que se diera cuenta, sus manos viajando por todas partes en el cuerpo contrario, pasando por su duro pecho, hombros y musculosos brazos. JungKook abandonó su boca con un húmedo chasquido, un fino hilo de saliva unía sus labios hasta que TaeHyung paso su lengua sobre su propio labio inferior y lo cortó.

Jeon repartió besos por su barbilla y mejillas hasta llegar a su oreja donde suspiró, haciendo que se estremeciera cerrando los ojos y gimiera de pura necesidad cuando este comenzó a succionar un chupón tras ésta.

—Hueles como el cielo, cariño, eres tan sexy y caliente como el infierno —ronroneó contra su oído y TaeHyung se derritió contra su pecho, su entrada pulsando ansiosa mientras comenzaba a chorrear su lubricante natural—. Estoy tan feliz de haberte encontrado, compañero.

Justo entonces, TaeHyung reaccionó, abriendo los ojos horrorizado y empujando al alfa lejos de su cuerpo. JungKook trastabilló un par de pasos antes de que retomara el equilibro y le mirada desconcertado.

—¿Q-Que pasó? —Preguntó con claro desconcierto.

TaeHyung le miró con anhelo unos segundos antes de cerrar los ojos y sacudir la cabeza, se llevó las manos al pelo y tiró de ellos con algo de fuerza. Querida diosa, ¿qué demonios estaba haciendo?

Hey, ¿estás bien? No hagas eso. —JungKook comenzó a acercarse, pero TaeHyung levantó una mano, parando su andar.

—Quédate jodidamente allí —hablo entre dientes y soltó su pelo solo para comenzar a gesticular con sus manos mientras caminaba de un lado a otro—. Es que jodidamente no entiendo, ¿por qué? En serio dime, ¿por qué? ¡¿Por qué tenías que aparecer precisamente ahora?! —Gritó hacia él.

JungKook abrió los ojos en shock y dio dos pasos hacia atrás, luego le miró con cautela, claramente sin entender a lo que TaeHyung se refería.

—Lo siento, pero no entiendo a qué te refieres.

A TaeHyung se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Eres mi compañero —gimió lastimeramente.

—Sí, lo soy, ¿por qué actúas como si fuera algo malo? —JungKook se acercó hasta él y le sostuvo de los brazos, preocupado por ver las lágrimas contenidas en sus ojos.

—JungKook, diosa, solo ¿sabes donde estamos? ¿Qué crees que hago aquí? —El azabache se quedó en silencio durante largos segundos como si estuviera procesando la pregunta, su agarre aflojándose hasta soltarle cuando pareció caer en cuenta de ello.

—No —Él negó testarudo con la cabeza—. No puedes.

—Sí, JungKook, sí. Voy a casarme dentro de poco y diosa, ¿por qué tenías que aparecer justo en este momento? —Preguntó con voz constipada.

—No, no puedes casarte, eres mí compañero. La diosa no sería tan cruel de por fin ponerte en mí camino, solo para que tuviera que ver como te entregas a alguien más. —JungKook se chupó el labio inferior y comenzó a palmera su bolsillos hasta dar con un chupachus.

—No puedes pedirme eso —le dijo mientras veía como este quitaba la envoltura de caramelo casi con ansiedad—. No puedes simplemente aparecer y pedirme que no me case, yo... amo a mí alfa.

—¡Él no es tú alfa! —Medio gritó en un rugido, terminado de destapar el dulce y metiéndoselo a la boca para comenzar a chuparlo con ansiedad, TaeHyung le miró extrañado, pero no dijo nada—. No vuelvas a decir que alguien que no soy yo es tú alfa.

—Mira, lo siento, pero hace tres años que estoy una relación con mi pareja y hace poco decidimos que queríamos pasar el resto de nuestras vidas juntos, ¿ves esto? —TaeHyung apuntó la plateada sortija de compromiso en su dedo anular, JungKook la miró como si fuera le representación del mal—. Esto significa que amo a mí pareja lo suficientemente como para haber aceptado casarme con él y lo siento, pero lo nuestro no pude ser.

TaeHyung sintió como un nudo se formaba en su estómago ante sus propias palabras y como el lloriqueo de su omega se escuchaba en su cabeza.

"No".

Entonces, ¿qué se supone que va a pasar con nosotros? —JungKook preguntó, pareciendo repentinamente agotado.

—Pasará que iré ahí afuera y elegiré una lindas rosas para el arreglo de mí boda —tragó pesado—, y tanto tú como yo olvidaremos los últimos minutos de nuestras vidas, ¿ok? Nunca nos conocimos, esto nunca pasó.

—Las cosas no funcionan así y lo sabes. —TaeHyung gimió y se estrujó la cara cuando una lágrima se derramó por su mejilla.

"Diosa, ¿por qué decir esto duele tanto?"

"Porque es nuestro alfa".

"Lo sé, pero no podemos dejar nuestra vida de lado por alguien que conocimos hace, ¿cuánto?, ¿cinco minutos?"

"Pero es nuestro compañero".

"Diosa, ya lo sé, pero amamos a YoonGi, ¿recuerdas? Nos casaremos con él".

"Él es un buen alfa, nos cuido cuando nos sentimos solos y desamparados. Le quiero por eso, pero no es nuestro".

"Lo sé", volvió a repetir estúpidamente porque, ¿qué más podría decir?

—No serán felices —JungKook sentenció.

—Lo hemos sido hasta ahora.

—Pero fue antes de encontrarnos, él no es para ti, yo lo soy. —TaeHyung vio la mirada desolada que el alfa le dio cuando negó con la cabeza.

—Mira, simplemente dejemos esto, yo iré afuera, ¿sí? Por favor, por favor olvida lo que pasó —suplicó, limpiando la nueva lágrima que deslizó por su mejilla.

JungKook no dijo nada y TaeHyung no se atrevió a mirarle a la cara nuevamente, simplemente salió de aquella oficina y se dirigió nuevamente al invernadero donde se encontró a JiMin y la Señora Jeon haciendo algunos arreglos florales como muestra. TaeHyung sonrió por la vista y se acercó a ellos, ignorando el hecho de que ya no se encontraba tan emocionado por todo como cuando llegó.

—Hey, Tae, la Señora Jeon sugirió que hiciéramos estos arreglos para facilitarte las cosas. —JiMin sonrió, ignorante a todo lo que él sentía—. ¿Dónde quedó JungKookie?

TaeHyung se encogió de hombros y sonrió hacia la Señora Jeon cuando esta comenzó a explicarle el concepto de cada arreglo, JiMin pareció olvidarse del azabache alfa por el momento, porque también comenzó a dar ideas para la organización y decoración del lugar de la boda.

Varios minutos después, JungKook entró en la sala anunciando que debía irse, JiMin se acercó hasta él y ambos hablaron en voz baja durante unos segundos. TaeHyung pudo ver por el rabillo del ojo cómo su amigo besaba la mejilla del alfa y por un segundo ardió de celos, pero se obligó a calmarse cuando cayó en cuenta de que no tenía razón para hacerlo.

"Sí la hay, porque él es nuestro".

TaeHyung ignoró la voz de su omega y se concentró en los arreglos frente a él, sonriendo hacia JiMin cuando este regresó a su lado una vez JungKook se despidiera de su madre y de él.

—Entonces, ¿en qué estábamos? —JiMin preguntó y TaeHyung suspiró.

🦁🦁🦁

YoonGi tomó un poco de agua del vaso frente a él sin quitar la mirada de su pareja, TaeHyung se había mantenido removiendo la comida de su plato de un lado a otro desde hace casi diez minutos.

—¿Qué pasó, Tae? ¿No te gustó lo que cociné? —TaeHyung levantó la mirada y asintió, pero sus ojos se mostraban tan desenfocados que YoonGi dudaba que en realidad le estuviera mirando.

—Sí, esta muy rica —él dijo, volviendo a lo de antes.

YoonGi sonrió con burla porque este ni siquiera había probado un bocado.

—¿Es así? Y ¿Cómo lo sabes? Porque que no haz probado la comida. —TaeHyung parpadeó en su dirección, esta vez enfocando su mirada en él, tomó una porción del filete y se lo metió a la boca.

—Uhmm... delicioso, como siempre. —YoonGi soltó una risita y negó con la cabeza.

—¿Gracias? —TaeHyung asintió y se perdió en sus pensamientos una vez más, YoonGi frunció el ceño algo preocupado—. Hey, ¿Qué pasa, cariño? ¿Hay algo que te moleste?

—¿Qué?

—Has estado raro desde que llegaste a casa, ¿pasó algo que te molestó? —YoonGi arqueó las cejas cuando TaeHyung se puso rígido.

—No, nada, ¿por qué lo dices? —YoonGi solo se preocupó aún más.

—En serio, Tae, dime si pasó algo. Me preocupas, te has mantenido muy callado y solo te quedas absorto mirando a la nada. —YoonGi extendió una de sus manos para tomar la de TaeHyung que estaba sobre la mesa y entrelazó sus dedos.

—No es nada, lo prometo. —TaeHyung sonrió dándole un apretón a su mano—. Solo estoy pensando mucho sobre las cosas de la boda, pienso sobre todo lo que nos falta hacer y lo que ya hemos hecho, y eso.

—¿Seguro? —TaeHyung asintió—. Entonces por qué pareces tan... triste, dime la verdad, TaeHyung, ¿te estás arrepintiendo? ¿Ya no quieres que nos casemos?

—¡¿Qué?! N-No, no es eso. Por supuesto que me quiero casar contigo, YoonGi, te amo y realmente quiero pasar el resto de mis días junto a ti. —TaeHyung le miró directo a los ojos cuando habló.

YoonGi asintió y sonrió en su dirección, fingiendo no notar el cierto titubeo que este tuvo al decirle aquello. Debía ser algo normal, todos dudan sobre ello cuando están cerca de la fecha.

YoonGi despejó su mente y decidió abordar una vez más el tema de HaNeul, era ahora o nunca, se dijo.

—Está bien cariño, te creo. —Sonrió para quitarle peso al asunto, TaeHyung asintió y besó el dorso de su mano.

—Genial... la verdad es que estoy muy cansado y no tengo mucho apetito, lo siento, pero creo que iré a dormir ahora, ¿está bien? —TaeHyung comenzó a ponerse de pie, pero YoonGi sostuvo su mano.

—Espera, es que quería que habláramos algo y...

—¿No puede ser mañana? De verdad estoy muy cansado. —YoonGi vio el agotamiento en la cara del menor y asintió.

—Está bien, yo... supongo que puedo esperar un poco más —contestó, TaeHyung sonrió y se inclinó para besar castamente sus labios antes de girar y dirigirse hacia su habitación.

YoonGi le observó irse e hizo una mueca, un día más no podía afectar el resultado, ¿no? Miró su plato frente a él, de repente también perdiendo el apetito. Lo hizo a un lado y apoyó los codos sobre la mesa para poder apoyar su barbilla en sus manos.

"¿Por qué pareciera que las cosas solo comenzaban a complicarse?"

🦁🦁🦁

Stars_Saturn.

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