Capítulo 26

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—TaeHyung, juro que no te entiendo —JungKook suspiró—. Eres la persona más confusa, testaruda y frustrante que he conocido en mi vida.

TaeHyung le frunció el ceño, poniéndose de pie para ir a sentarse donde anteriormente estuvo.

—Dices que todo esto no cambia lo que sientes por Min, pero también dices que por lo mismo quieres cancelar la boda. —JungKook negó para sí mismo—. Sinceramente, ¿qué demonios pasa por tu cabeza? ¿Puedes por una vez decidirte?

—No mentí cuando dije que no cambiaría, bueno, no demasiado. —El omega se retorció los dedos nerviosamente—. Quiero decir, pensando las cosas objetivamente, no es como si me hubiera engañado y recién le dejara embarazado, ¿verdad?

JungKook arqueó las cejas en su dirección. —No es como que tú pudieras decir algo respecto a eso, ¿o sí?

TaeHyung le fulminó con la mirada; sin embargo, se limitó a apretar sus labios, después de todo, el alfa no estaba equivocado.

—La cosa es, JiMin es mi mejor amigo y aunque me duele que no haya tenido la siguiente confianza en mí para haberme dicho las cosas, no cambia el hecho de que sea JiMinnie. —TaeHyung sonrió tristemente—. Es el chico con el que me crié hasta la adolescencia, quien me acompañó en todas mis travesuras, quien se enfermó conmigo, quien lloró junto a mí cuando estaba triste y yo...

TaeHyung cerró los ojos y tomó una profunda respiración, tragando el nudo en su garganta.

—¿Y, tú qué? —JungKook le incitó a continuar.

—Yo... ¿cómo podría ser capaz de casarme con su destinado? —TaeHyung finalmente confesó lo que más le molestaba de aquella situación—. Es su compañero, se supone que deben estar juntos. Sus leones están muriendo lenta y dolorosamente porque están separados, y saber que yo influyo tan directamente me...

—Y otra vez —JungKook le interrumpió—. No es como que tú pudieras decir algo respecto a eso. —JungKook no pudo evitar mirarle con molestia—. ¿Qué pasa Tae? ¿Acaso se te olvida que es lo mismo que tú estás haciendo? Condenando a nuestros animales a la muerte; por favor, no seas hipócrita.

TaeHyung le miró sorprendido, era la primera vez que JungKook le hablaba de aquella forma. No es como si no supiera que lo merecía, pero aún así no dejaba de sorprenderle.

—¿Qué pasa? ¿De repente ya no tienes nada que decir? —JungKook preguntó ante la mudez del mayor—. Mira, TaeHyung, ¿por qué no me dices el verdadero motivo por el que estás aquí? Y no me salgas con esa mierda de que es para reclamarme que no te contara algo con lo que no tengo nada que ver.

Cuando TaeHyung desvió la mirada y se mordió el labio inferior negándose a responder, JungKook soltó un ruidoso suspiró de exasperación. Chupó su labio inferior con insistencia y se puso de pie para acercarse al tarro lleno de chupachus que tenía en el estante.

Lo tomó y lo abrió para sacar uno, quitándole la envoltura para ponerlo rápidamente en su boca. Todo bajo la curiosa mirada del menor.

—¿Por qué siempre cargas tantos dulces? —El omega preguntó, al parecer ganado por la curiosidad.

—Tengo un tipo de fijación, tic o como quieras llamarlo. La cosa es que realmente empeora cuando estoy nervioso o estresado —contestó vagamente—. Y no evites mi pregunta.

—No la evito, simplemente decidí no contestarla.

JungKook giró los ojos aún más exasperado que antes y negó con la cabeza en medio de un suspiro.

—TaeHyung, solo vuelve a casa, ¿quieres? —Dijo—. Habla las cosas con Min y resuelvan todo lo que tengan que resolver, para que todo vuelva a la normalidad y a sus felices planes de boda. Por mi parte, tengo que salir de la ciudad mañana temprano, no tengo tiempo para esto.

—Eres tan raro —TaeHyung dijo después de un largo rato de solo mirarle—. No deberías, no sé, ¿tratar de convencerme para que, efectivamente, cancelara la boda de una vez por todas?

—¿Por qué haría yo eso? —El alfa preguntó con sinceridad.

—¿Cómo por qué? ¿A caso ya no te importa que esté con alguien más? ¿Ya no deseas que esté contigo?

JungKook apretó el puente de sus nariz entre su dedo índice y pulgar, rodando el dulce en su boca con la lengua.

—Primero, no es que ya no me importe; segundo, ¿en qué cambiaría que lo hiciera? ¿Me aceptarás si te propongo que te quedes conmigo? —JungKook sonrió irónico ante el silencio del contrario—. ¿Ya ves?

El alfa volvió a tomar asiento en donde estuvo con anterioridad, encarando casi con aburrimiento al mayor.

—Escucha, ¿sinceramente? Yo ya me rendí contigo —confesó, por mucho que realmente le doliera decirlo—. No sé si lo olvidaste, pero te advertí que tuvieras cuidado de la próxima vez que me rechazaras, porque lo tomaría como tu última palabra y tú ya lo hiciste, ¿recuerdas?

TaeHyung mentiría si dijera que no estaba impactado por las palabras que el alfa había soltando con aparente facilidad, no quería aceptarlo, pero de alguna forma le dolían y le entristecían. La cosa es, ¿por qué se siente así? ¿No se supone que debía estar feliz y aliviado de que este al fin se haya dado por vencido con él?

Entonces, ¿por qué el alivio no llegaba?

—Yo... llegué a pensar que nunca dirías eso —murmuró por lo bajo, más para sí mismo que para el contrario.

No obstante, JungKook le escuchó. Y se sintió bastante enojado con el omega.

—¿Por qué? Realmente creíste que te iba a estar rogando por el resto de mí vida —escupió.

Sintiéndose atacado, TaeHyung dudó antes de responder:— No es así, es solo que no creí que lo hicieras hasta que me vieras dando el sí o con una marca en el cuello.

JungKook miró el lugar mencionado, recordando el moratón que había dejado ahí, mismo que el omega se había visto abligado a cubrir con maquillaje. Realmente pensó que sería capaz de convencerle y que la marca de apareamiento que el omega mayor llevaría no sería más que la suya.

Lamentablemente, el omega no lo quería así y JungKook se vio obligado a aceptarlo.

"Duele, pero si no nos quiere, finalmente no hay nada que podamos hacer", su pantera dijo tristemente en su cabeza, también aceptando que no podrían tener al omega con ellos.

"Lo siento", JungKook le dijo.

"No es tu culpa", su pantera consoló, "nadie la tiene realmente, no es como que el amor pueda ser forzado en alguien".

—Pues ya ves —JungKook dijo al omega—. Finalmente acepté que no me quieres, dejaré de molestarte.

—Kook...

—Entonces, si no hay nada más que quieras decirme, será mejor que vuelvas a casa antes de que se haga más tarde. —JungKook se puso de pie y al omega no le quedó de otra más que imitarle.

JungKook le encaminó hasta la puerta y una vez fuera, el omega se giró a mirarle.

—Lamento que las cosas resultaran así —dijo—. Tal vez si nos hubiéramos conocido antes, yo...

—No hagas esto TaeHyung —interrumpió y el mayor apretó los labios, asintiendo con la cabeza—. Buenas noches, vuelve a casa de forma segura y... sé feliz.

—Igual tú, Kook —TaeHyung murmuró, JungKook asintió y estuvo a punto de cerrar la puerta cuando el omega agregó:— Perdóname por ser egoísta y venir hasta a ti.

—¿A qué te refieres? —Preguntó.

TaeHyung sonrió y negó con la cabeza. —No es nada. Ten una buena noche, Kook —contestó y seguido de eso se alejó por el pasillo.

JungKook cerró la puerta con llave y luego de apagar las luces, volvió a su habitación y se adentró en su cama. Sumergiéndose nuevamente en la miseria y el profundo sentimiento de perdida que cargaba desde que el omega había bajado de su auto más temprano.

—Solo espero que seas realmente feliz —murmuró al aire, cerrando los ojos con fuerza en un vano intento de contener las lágrimas.

Ya había fingido ser fuerte y casi indiferente por bastante tiempo. Por el momento, podía sumergirse en su pequeño duelo.

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A la mañana siguiente, TaeHyung finalmente entró en su departamento. Había pasado la noche en un hotel, no sintiéndose lo suficientemente preparado para volver y enfrentar a YoonGi.

Al menos, no, sin que terminaran envueltos en una seria discusión.

Cuando entró a la cocina encontró café recién hecho en la cafetera, lo que significaba que el alfa ya se había levantado para alistarse e irse al trabajo.

Se sirvió un poco en una taza y agregó abundante leche, después de todo, él era más del tipo de los que beben té.
Tomó un panecillo y se sentó en uno de los taburetes junto a la encimera para comerlo junto a su café.

Estaba casi terminando cuando YoonGi entró al lugar. El alfa paró y se le quedó mirando fijamente durante varios segundos, antes de acercarse a la cafetera y servir una taza para sí mismo.

—¿Dónde pasaste la noche? —Le preguntó, quedándose parado del otro lado de la encimera.

—En un hotel no muy lejos de aquí.

—Veo. —YoonGi asintió, tomando un sorbo de su café después de endulzarlo un poco—. Y... ¿cómo estás? ¿Finalmente te haz calmado?

TaeHyung suspiró, tomando lo último de su leche con café antes de dejar la taza a un lado.

—¿Tienes tiempo para hablar antes de que tengas que irte? —Preguntó en cambio.

YoonGi miró su reloj de pulsera y luego asintió.

—Tengo media hora —contestó.

—Muy bien, ¿quieres hacerlo aquí o vamos a la sala?

—En la sala.

Dicho esto, ambos fueron hasta el lugar, tomando asiento una al lado del otro. TaeHyung pensó en cómo comenzar, pero finalmente se dio por vencido.

—Estoy bien con lo de HaNeul —fue lo primero que dijo.

—¿Sí?

—Sí, no estaba molesto con ello en sí. Fue más el hecho de que no tuvieran la suficiente confianza en mí para decírmelo desde un principio, quiero decir, ¿qué pensaron que haría cuando me enterara? ¿Odiarlos o algo por el estilo?

—No es... yo solo estaba inseguro, aún más después de saber que JiMin y tú en realidad eran amigos. —YoonGi se encogió de hombros.

—¿No debió ser esa una razón aún más fuerte para decírmelo inmediatamente lo supieron? —Gruñó, pero luego suspiró profundamente. No tenía sentido seguir enojado—. Como dijiste, JiMin es un amigo y tú eres mi pareja, lo que pasó entre ustedes fue hace años, ¿qué podría decir en cuanto a eso?

—¿Entonces por qué reaccionaste así anoche? Creí que te molestaba, bueno, todo —YoonGi inquirió.

—No me molesta que HaNeul sea tu hijo, lo que me molesta es lo que eso conlleva.

—¿Qué quieres decir? —YoonGi preguntó, tensando sus hombros de repente—. ¿A caso no quieres que HaNeul sea parte de nuestras vidas? Porque de ser así yo...

—No digas tonterías —TaeHyung le interrumpió—. Ya te he dicho que no tengo ningún problema en cuanto a eso.

—Entonces, ¿a qué te refieres? —El alfa preguntó con aparente confusión.

—YoonGi, JiMin me había contado todo antes. —TaeHyung se giró para mirarle a los ojos—. Me dijo que ustedes son destinados y que lo que pasó en el pasado, fue un error, que el que terminaran como lo hicieron no se debió más que a un problema de comunicación entre ambos.

El alfa agachó la mirada, raro en él. Eran pocas las veces en que YoonGi no era capaz de enfrentar a alguien. Por algo había tenido todo el éxito con el que cuenta como abogado.

—¿Sabes en la posición que me deja eso a mí?

—Tae...

—¿Cómo podría yo casarme con el destinado de mi mejor amigo? ¿Con el padre de su hijo?

Esto ganó que YoonGi volviera a plantar los ojos sobre él, repentinamente ansioso por las palabras del menor.

—¿Que quieres decir con eso? ¿Acaso tú quieres...? —Contuvo la respiración, suspirando cuando el omega negó suavemente con la cabeza.

—Sinceramente, ahora mismo estoy muy confundido.

—TaeHyung...

—No, solo escúchame, ¿está bien? —Le cortó. YoonGi asintió lentamente—. Este es un momento bastante difícil para mí, porque todo lo que puedo pensar, es en la posición en que me encuentro ahora entre JiMinnie y tú; sin embargo, si planteo las cosas desde un punto objetivo, yo no soy precisamente la persona correcta para decir que no podemos casarnos porque con quien debes estar es tu destinado —dijo, recordando las palabras de JungKook la noche anterior.

—Discúlpame, pero realmente no estoy entendiendo.

—YoonGi yo... conocí a mi destinado —confesó.

Los ojos de YoonGi se abrieron hasta más no poder y retuvo el aliento, claramente impactado por las palabras del omega.

—Oh, cielos, TaeHyung...

—Yo lo rechacé —agregó.

—¡¿Qué?! ¿Por qué?

—¿No es obvio? —TaeHyung sonrió sin realmente llegar a sentirlo—. Claramente fue por ti.

—Tae, yo no... oh, diosa, no debiste hacer eso. Si quieres estar con tu compañero, no debiste rechazarlo solo porque se supone que tienes que casarte conmigo —YoonGi sostuvo la mano del omega y le dio un ligero apretón.

—No es eso y aunque quisiera, creo que ya es algo tarde para ello.

—¿Entonces sí quieres estar con él? —TaeHyung titubeó, por primera vez, no atreviéndose a negarlo del todo.

—No es eso —repitió finalmente casi para sí mismo—. Cuando lo rechacé, lo hice porque realmente quería estar contigo, YoonGi.

—¿Eso significa que te arrepientes? —Cuando el menor agachó la cabeza y apretó los labios, el corazón de YoonGi se compadeció—. Tae, negar a un compañero es mucho más difícil de lo que puede parecer. Quizás en un primer momento no lo sientas del todo, pero con el tiempo, tu animal comienza a morir; puedes sentir el dolor y como poco a poco la vida se va yendo de él. —YoonGi se llevó una mano al pecho y lo sobó, recordando con nostalgia a su moribundo león.

—Ustedes dos, ¿por qué uno trata de empujarme al otro? —Sonrió sin gracia.

—¿Uh? —YoonGi le miró confundido, TaeHyung sacudió la cabeza—. En todo caso, Tae, aún queda una semana para nuestra boda. Tienes hasta el domingo para pensarlo seriamente.

—En realidad yo...

—TaeHyung, tienes hasta el domingo —interrumpió decisivo—. Si decides que dejar a tu compañero es algo que realmente no puedes hacer, entonces no importa que solo falten minutos para la boda, no dudes en decírmelo e irte con esa persona.

—Gracias, es muy lindo de tu parte, pero como ya dije, probablemente ya sea demasiado tarde para eso —negó, soltando un suspiro—. Aún así, prometo tomarte la palabra y pensar profundamente acerca de ello.

YoonGi le miró con una mueca preocupada en su rostro, al parecer no convencido de su decisión.

—Vamos, deberías ponerte en camino —animó—. Si no mal recuerdo, ayer en la cena dijiste que tenías una importante reunión con tu jefe.

—TaeHyung....

—Solo ve, YoonGi, yo estoy bien —dijo, aunque solo era la mitad de cierto—. Yo por mientras me recostaré otro rato. Anoche no pude dormir mucho a decir verdad —bostezó, poniéndose de pie.

—Está bien, pero lo que dije sigue en pie, no importa lo que implique. —YoonGi se dio por vencido, mirando nuevamente la hora en su reloj—. Me iré ahora, por cierto, hace una semana JiMin mando la ¿presentación? Sigo sin saber exactamente cómo decirle, en fin, mando la presentación 3D de los arreglos, el USB está en el cajón de tu mesita de noche.

YoonGi parecía incómodo mientras lo ponía al tanto de ello, de hecho, él apretó los labios en un titubeó y se sobó la nunca con una mano a ntes de continuar.

—No sé que pasará en adelante, pero de todas formas, tal vez querrías verlo y está allí, así que... —él se encogió de hombros.

—Está bien. Lo veré luego. —Asintió, viendo como el alfa tomaba su maletín, celular y cartera de la estantería—. Y no olvides que esta noche es el primer ensayo de la boda aunque mamá y papá llegarán mañana. No te atrevas a llegar tarde.

—¿Todavía planeas que vayamos?

—Pagamos por el servicio y aún no estoy seguro de si al final nosotros no... —TaeHyung se precionó la frente cuando una punzada le atravesó—. En todo caso, ya hay personas que nos regalan su tiempo, no ir es un desperdicio y una falta de respeto para ellos, ¿no?

—Supongo. Lo tendré pendiente entonces —YoonGi respondió, acercándose hasta él y dudando antes de dejar un beso en su mejilla, que aunque se negaran a admitir, les hizo sentir incómodos a ambos.  Los hábitos podrían ser perjudiciales—. Hasta esta noche, Tae.

—Hasta esta noche —despidió, viendo cómo el alfa salía y le dejaba solo en el departamento.

🦁🦁🦁

JiMin entró en la enfermería de la escuela y se acercó a la camilla donde su bebé estaba durmiendo. Pasó su mano suavemente por su cabecita y acarició con ternura sus mejillas.

—Estuve al pendiente de él toda la mañana porque no se veía muy bien, finalmente, a la hora del almuerzo se acercó y dijo que no se sentía bien —la profesora de HaNeul explicó.

—Ya le hemos dado medicina y se durmió no mucho después de que le llamaran —esta vez la enfermera habló—. Es un buen niño, se tomó la medicina sin protestar.

—Nunca ha sido un mal bebedor, ahora, la historia es diferente cuando se trata de ponerle una vacuna.

Ambas mujeres sonrieron y asintieron en comprensión.

—La mayoría de los niños tienen problemas con las inyecciones —concedió la enfermera—. Aún así fue muy valiente, no lloró ni una vez mientras esperaba antes de que se quedara dormido.

—Es cierto, casi todos lloran hasta que vienen por ellos —secundó la profesora.

—Mi bebé ya es todo un hombrecito. —JiMin sonrió con orgullo no disimulado—. Entonces me lo llevaré ahora —JiMin avisó, recogiendo al menor se la cama para cargarlo en brazos.

HaNeul se quejó entre sueños, acomodando su cabeza en el hombro de su papi poco después para seguir durmiendo.

—Parece ser una fiebre común, si sigue medicándole a su hora, debería pasar rápido —la enfermera dijo—. Si la fiebre persiste y aumenta, entonces debería llevarlo al hospital.

—Está bien. Muchas gracias por todo —agradeció a ambas, inclinado su cabeza en su dirección.

—Déjeme acompañarle a la salida. —La profesora tomó las pertenencias de HaNeul en sus manos y se apresuró a abrir la puerta para él. JiMin le murmuró un gracias.

Nada más salir, se encontraron con un pequeño cachorrito que se interpuso en su camino.

—¿Se lo llevará? ¿Está HaNeul bien? —El niño, que parecía de la edad de su hijo, preguntó.

JiMin no lo conocía, por lo que imaginó que debía ser un nuevo estudiante que se había hecho amigo de su bebé.

—HaNeul está algo enfermo y por eso el señor Park se lo llevará —la profesora respondió.

El pequeño hizo una pequeña "o" con sus labios y luego le miró preocupado.

—¿Es usted el papi de HaNeul? ¿Me puedo despedir de él antes? —El niño preguntó tímidamente.

—Cariño, HaNeul está dormido. No podrá escucharte —la profesora le dijo.

—Está bien —JiMin aseguró al ver la mueca decepcionada del niño—. Puedes despedirte de él y luego yo se lo repetiré.

—Gracias —el pequeño dijo—. Señorita Hye. —Alzó los brazos hacia la maestra.

Esta lo alzó y lo acercó hasta HaNeul, entonces el niño se inclinó y dejó un pequeño besito sobre sus labios. JiMin abrió la boca sorprendido por la osadía del niño, quien sonrojado le murmuró un: "mejórate pronto", antes de pedir ser bajado y despedirse rápidamente con una torpe reverencia, antes de huir.

—Byul, te he dicho que no debes correr de esa forma —reprochó la mujer y el niño apenas gritó una disculpa antes de finalmente desaparecer.

—Bueno, vaya. —JiMin rio entre enternecido e incrédulo.

—Lamento eso, señor Park, es algo que también he deseado comentarle. Desde que se conocieron el primer día, Byul quedó encantado con HaNeul y le persiguió a todos lados, regalándole flores y chocolates —ella suspiró casi dramáticamente.

—¿En serio? —JiMin cuestionó, mientras ambos continuaban su camino hacia su auto.

—Así es. Hace una semana se paró en medio de la cafetería y le pidió ser su novio, de alguna forma logró que HaNeul le dijera que sí —rio—. Desde entonces supuestamente son novios, aún no entiendo cómo pasó porque al principio HaNeul siempre huía de él y parecía incómodo.

—¿Sí? —JiMin sonrió divertido, imaginándose a su pequeño en aquella situación.

—He tratado de explicarles que no pueden ser novios. En un principio HaNeul aceptó y dijo que entonces no lo serían, pero Byul comenzó a llorar y no paró hasta que HaNeul le dijo que aún no habían terminado, no con esas palabras, pero usted entiende.

—Es curioso, HaNeul no me lo mencionó ni una vez —confesó.

—No me sorprende, les escuché hablar el viernes pasado y HaNeul dijo que si su papá se enteraba, estaría enojado —ella agregó—. Le dijo que su papá era un alfa muy celoso y que le había dicho que no podía estar con nadie hasta que cumpliera treinta.

Esta vez JiMin rio libremente, obligándose a callar cuando HaNeul soltó un gemido molesto entre sus brazos. Parando al lado de su auto, JiMin se las ingenió para abrir la puerta trasera y con un poco de ayuda de la mujer, dejar a HaNeul en su silla de seguridad.

—Gracias por la ayuda —JiMin dijo una vez esta dejó las cosas de HaNeul en el asiento junto a él.

—No hay de qué.

—Y en cuanto lo de HaNeul, no creo que haya de que preocuparse, solo son cosas de niños, ¿no?

—Eso pensé, la cosa es que a pesar de que solo tienen una semana de "relación", se han visto envueltos en varias discusiones. —La profesora hizo una mueca preocupada—. Cada vez que preguntamos, resulta que es porque Byul se pone celoso cuando HaNeul juega mucho con sus otros amiguitos y no con él.

—Oh —JiMin murmuró, frunciendo el ceño al entender de qué iba el asunto.

—Se lo conté porque de seguir así, me veré obligada a tener una reunión con los padres de Byul y como HaNeul está involucrado, quería que estuviera informado. Byul no es un mal niño, pero tampoco está teniendo una buena actitud —finalmente dijo.

—Ya veo. —JiMin asintió—. Gracias por avisar, cualquier cosa, no dude en informarme. Por ahora me iré primero, tenga un buen día, señorita Hye.

—Igualmente, señor Park, espero que HaNeul mejore rápidamente para que pueda volver a integrarse a clases —esta contestó.

—Gracias.

Entonces JiMin subió al auto y en poco tiempo se encontró en la autopista conduciendo devuelta a casa. Cuando paró en un semáforo, miró a un aun durmiente HaNeul por el espejo retrovisor.

—Crecen tan rápido —murmuró y luego agregó con gracia:— incluso ya tienes peleas de pareja y todo, ya quiero ver la cara de Kook cuando se entere y ni mencionar la de YoonGi.

JiMin sonrió divertido, pensando en llamar a su alfa amigo. No había sabido de él desde que le llevó los supresores para TaeHyung; además, quería saber qué había pasado con este último y él, después de que el omega menor fuera a su casa anoche.

—Supongo que si no me ha llamado para quejarse o algo, no debió pasar nada malo —murmuró para sí mismo—. Aunque conociendo a JungKook como es, no dudaría en guardarse las cosas para sí mismo.

Tomando una decisión, en cuando tuvo que parar en otro semáforo, JiMin marcó el número del menor, encendiendo el manos libres del auto.

—Jeon JungKook. —La ronca y aparentemente adormilada voz de su amigo sonó en las bocinas del vehículo.

—¿Te acabas de despertar? —JiMin miró el reloj que marcaba las doce y cincuenta y tres de la tarde.

—¿JiMinnie?

—El mismo.

—¿Pasó algo? ¿Por qué llamas tan temprano?

—Kook, van a ser la una de la tarde —JiMin dijo.

JungKook guardó silencio durante unos segundos y luego soltó una maldición.

—Joder, me he quedado dormido, llevo horas de retraso —el alfa maldijo, de fondo se escuchaba como este abría y cerraba algunos cajones—. Van a jodidamente matarme.

—Esa boca, Kook, estás en alta voz y HaNeul viene conmigo —advirtió, a pesar de que éste auwn dormía.

—¿Con HaNeul? ¿No es muy temprano para que salga de la escuela?

—Ha enfermado en el transcurso de la mañana y me llamaron para que fuera por él, estoy yendo a casa justo ahora. —JiMin dobló en la siguiente calle, saliendo de la autopista principal—. No falta mucho para que llegue, en cuanto a ti, ¿qué hacías dormido tan tarde?

—Yo... —JungKook titubeó—. No tuve una buena noche, me dormí bastante tarde en la madrugada, ¿está HaNeul bien?

—Está bien, no es nada grave por el momento —afirmó—. Sé que TaeHyung fue a tu casa anoche, ¿pasó algo?

—Nada nuevo, realmente. Lo que me recuerda, hasta que por fin Min se puso los pantalones y le contó sobre HaNeul —desvió.

—Sí, supongo que Tae se lo tomó relativamente bien.

—Eso me dio a entender anoche —JungKook suspiró—. Minnie, perdón, pero tendré que colgar, se supone que hace horas que debería estar fuera de la ciudad.

—¿Trabajo

—Así es.

—Está bien, te dejaré entonces. Sin embargo, no creas que te has salvado de nuestra conversación —amenazó.

—No lo pensé ni por un momento.

—Es bueno que lo tengas claro. —Asintió conforme—. Entonces te dejo, Kook, acabo de llegar. Por favor ten cuidado y no te vayas en tu moto, no me interesa que se te haya hecho tarde.

—Lo que digas, mamá.

—Idiota.

Luego de una despedida más, JiMin colgó y bajó del auto para tomar a HaNeul y entrar a la casa, donde pasó el resto del día atendiendo la fiebre de HaNeul.

🦁🦁🦁

Stars_Satyrn.

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