Capítulo 25

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—Es mi antigua pareja y padre de mi hijo —YoonGi repitió.

—¡¿Y hasta ahora me lo dices?! ¡Hace meses que lo sabes! ¡¿Y es ahora cuando se te ocurre decírmelo?! —Gritó de nueva cuenta el omega.

—No es así. —YoonGi se acercó al omega cuando este se tambaleó como si fuera a desmayarse—. ¿Estás bien? Será mejor que te sientes.

—No me toques —TaeHyung gruñó.

YoonGi le ignoró, llevándolo hasta el sofá y ayudándolo a sentarse. TaeHyung lo hizo de mala gana, zafándose del agarre nada más estuvo acomodado sobre éste.

—Iré por un vaso de agua.

—No quiero un maldito vaso de agua, quiero que me expliques toda ésta mierda —TaeHyung exigió, apartándose el pelo de la cara con una mano temblorosa—. ¿Por qué mierda me estaban ocultando esto? ¿Les pareció divertido reírse a mis espaldas?

—Por supuesto que no, JiMin y yo hemos querido decírtelo desde hace tiempo —el alfa se apresuró a explicar.

— ¿En serio? Porque a mí no me lo parece —bufó.

—Escucha, quise decírtelo desde el primer día; traté de hacerlo muchas veces.

—Pues no parece que trataste lo suficiente —escupió, fulminándole con la mirada.

—Tae, te lo juro. —YoonGi trató de buscar la mano del omega, pero este rechazó el agarre—. Es solo que nunca encontraba el momento correcto, y cuando lo hacía siempre algo sucedía.

—YoonGi, no escucho más que estúpidas excusas salir de tu boca. —TaeHyung se puso de pie, esquivando al alfa que estaba en cuclillas frente a él y comenzó a pasearse de un lado a otro—. Tú realmente no puedes decirme que en todos estos meses, no habías encontrado un maldito día para decírmelo, que ninguno de los dos lo habían hecho —acusó, dándole una mirada herida.

—Sé que parece estúpido...

—Porque lo es —el omega interrumpió y YoonGi asintió.

—Sin embargo, es cierto —aseguró—. En especial en estas últimas semanas, he querido hacerlo cada día, pero tu parecías tan... fuera de ti; no estaba seguro de lo que te ocurriría y no quería abrumarte aún más con esto.

—YoonGi, por la diosa, eso es lo que menos importa, deja de excusarte. —La voz de TaeHyung se quebró y cuando lo miró había lágrimas contenidas en sus ojos—. Era algo que merecía saber desde el primer momento, se supone que eres la persona en quien más debería confiar, que no debería haber secretos entre nosotros, menos aún si esto involucra a quién se supone es mi mejor amigo y a un pequeño niño de cinco años.

—Por eso te lo digo, no podía soportar ocultarlo más. —YoonGi agachó la mirada, no pudiendo enfrentar los ojos llenos de dolor y acusación del omega—. No podía seguir ocultando la existencia de mi hijo, lo amo Tae, es un niño precioso y aunque solo llevo poco tiempo interactuando con él, me siento orgullo de ser su padre.

—Justo ahora yo... no sé como sentirme respecto a esto. —TaeHyung paró de pasearse, sus hombros cayendo de repente—. No puedo creer que incluso JiMin haya sido capaz de ocultarme esto, se supone que soy su mejor amigo y HaNeul es su hijo, ¿qué clase de...? —El omega sacudió la cabeza.

—Fui quien le pidió que no lo hiciera —YoonGi confesó y la cabeza de TaeHyung se levantó de golpe, sus ojos posándose sobre su persona—. Quería ser quien te lo dijera.

—¿Y, él simplemente aceptó? —TaeHyung preguntó, incredulidad tiñendo sus palabras—. ¿Por qué lo haría? ¿Qué clase de padre escondería a su hijo de esa forma? Es que aún no puedo creérmelo.

—No digas eso. —YoonGi vio la necesidad de defender al menor—. JiMin no es un mal padre, lo sabes. HaNeul es lo más importante para él, sé que lo sabes, él solo... me dio una oportunidad de hacer las cosas bien; si no le hubiera rogado, hace tiempo que te lo hubiera dicho.

TaeHyung guardó silencio, agachando la cabeza. Su mirada fija en sus pies descalzos.

—TaeHyung, perdóname, sé que debía contártelo al segundo de enterarme, pero lo estoy haciendo ahora —murmuró dando unos pasos más cerca del menor—. Lo hago porque quiero que también seas parte de la vida de HaNeul como otro padre para él y no como un simple tío postizo amigo de su papá.

—Pero según yo lo veo, YoonGi —respondió en cambio TaeHyung—, la razón por la que lo hiciste fue porque te viste presionado al saber que nuestra boda está a la vuelta de la esquina y ya no pudiste seguir soportando el cargo de conciencia.

—No es así.

—Quizás. —TaeHyung se encogió de hombros, limpiando con cierta brusquedad la lágrima que se deslizó por su mejilla—. Tú no tienes la más mínima idea de cuánto daño haz hecho.

—Créeme, lo sé —YoonGi respondió con amargura, sus puños apretándose mientras la culpa se volvía más pesada sobre sus hombros.

—No, no lo sabes —TaeHyung contradijo y la mirada que este le dio, hizo a YoonGi titubear.

🦁🦁🦁

JiMin cerró la puerta del horno y luego graduó el temporizador que le avisaría cuando las galletas que había hecho para su bebé, estuvieran listas.

—¿Durarán mucho tiempo? —Preguntó un ansioso HaNeul, mirando la recién cerrada puerta.

—Unos cuantos minutos, mi amor —contestó.

HaNeul hizo un pequeño puchero, pero asintió a las palabras del omega. Luego siguió a JiMin a la sala donde este pensaba sentarse con el infante a supervisar como el pequeño realizaba su tarea.

—Ya quiero comerlas —HaNeul anunció, relamiéndose los labios—. Hacía mucho que papi no preparaba galletas para mí.

—Lamento eso mi amor, es sólo que papi había estado bastante ocupado con el trabajo. —JiMin miró afligido a su bebé, después de todo, no mentía, últimamente parecía que casi no tenía tiempo para su pequeño.

—Está bien, papi, yo entiendo. —HaNeul le sonrió y JiMin le correspondió, su bebé era de lo más hermoso.

—Prometo que haré más tiempo para que la pasemos juntos y podamos hornear tus dulces. —HaNeul sonrió aun más en grande y asintió con la cabeza, encantado con las palabras de su papi—. Por ahora, vamos, te ayudaré con tu tare-... —JiMin se vio interrumpido con el timbre.

—¿Crees que será papá? —Preguntó emocionado HaNeul.

—No lo sé, no creo. Hubiera llamado antes —JiMin negó—. Tal vez sea algún vecino.

JiMin fue se acercó a la puerta con HaNeul siguiendo sus pasos. Cuando la abrió sonrió, al percatarse quien estaba tras ella.

—Hey, hola, ¿qué te trae por...? ¿TaeHyung?

JiMin abrió los ojos en grande por la sorpresa, porque definitivamente no esperaba encontrarse con el omega menor con un semblante demacrado, llorando tras su puerta.

—Eres un idiota, un idiota —TaeHyung gimió en un sollozo, alzando el puño para golpear su hombro sin ninguna fuerza.

—Tae...

—Un idiota, JiMin, simplemente —gimió, avanzando hasta él para envolverme entre sus brazos y apoyar la frente en su hombro —, un completo idiota.

—¿Papi? —HaNeul tiró de la pernera de su pantalón con aparente preocupación.

—¿Por qué no me lo dijiste? Por la diosa, JiMin, es tu hijo.

JiMin sintió como su respiración se cortaba, mirando entre incrédulo y sorprendido al menor que lloraba desconsolado en su hombro.

—Él... ¿te lo contó? —Cuando TaeHyung asintió, JiMin suspiró.

—Lo siento, yo quería decírtelo, lo juro. — JiMin palmeó la espalda de TaeHyung, mirando a su bebé, que aún se aferraba a su pantalón—. HaNeul, pequeño, ve arriba, ¿sí?

El infante negó con la cabeza y enterró su rostro en sus muslo. Él alcanzó a ver sus ojos húmedos.

—No, no los dejaré. ¿Por qué el señor TaeHyung está llorando? ¿Qué pasa, papi? —Dijo con voz quebrada.

JiMin se agachó y acarició su cabeza.

—Bebé, prometo que todo está bien, TaeTae solo está un poco triste y confundido, no tienes de qué preocuparte, ¿puedes por favor esperarme arriba? —Pidió con voz suave.

HaNeul miró con duda al omega menor, quién no fue capaz de mirarle a los ojos. Un pronunciado puchero estaba en su boquita, pero terminó asintiendo, después de todo, no debía desobedecer a su papi.

—Espero que no llore por más tiempo —HaNeul dijo a TaeHyung, antes de salir corriendo hacia las escaleras.

—¡HaNeul! —JiMin reprochó; sin embargo, el menor solo se apuró a subir las escaleras, aunque gracias al cielo, parecía poner cuidado en ello—. Pasa, hablemos de esto dentro.

JiMin vio afligido cómo el omega dudó en hacerlo, reteniendo un suspiro de alivio cuando finalmente lo hizo. Conocía la actitud obstinada de TaeHyung y el que lo hiciera, solo significaba que le estaba dando la oportunidad de explicarse. JiMin les guio hasta la sala.

—¿Quieres sentarte?

—No —respondió el menor.

Como él no lo hizo, JiMin tampoco tomó asiento. El león se retorció las manos con nervios.

—Yo... puedo explicarte todo, Tae.

— Eso espero. —TaeHyung negó con la cabeza, limpiando las lágrimas en su rostro con su puño—. Porque te juro que por más que lo pienso, no logro entenderlo.

Repentinamente, TaeHyung comenzó a pasearse de un lado a otro por el lugar.

—Diosa, JiMin, todo este tiempo me hablaste de este alfa, este que amaste tanto y que te lastimó. Tú compañero; tú destinado. —La voz de TaeHyung volvió a quebrarse—. Se supone que soy tu mejor amigo, ¿por qué no me dijiste que esa persona es el hombre con el que me voy a casar?

Los ojos de JiMin se llenaron de lágrimas cuando los húmedos ojos de su amigo le enfrentaron. JiMin quería acercarse y abrazarle, pero no se atrevía a hacerlo, no, cuando el menor parecía tan alterado y no sabía si sería bien recibido en ese momento.

—Yo no podía hacerlo, YoonGi me pidió ser él quien te lo dijera. —Cuando el ceño TaeHyung se arrugó, JiMin se removió en su lugar—. No pude negarme; además, pensé que si alguien debía decírtelo, tenía que ser él, es la persona con quien formarás tu vida.

—¡Pero tú eres mi mejor amigo! ¡Nos conocemos desde cachorros, JiMin! —TaeHyung gritó y JiMin se estremeció de sorpresa—. ¡Estas son el tipo de cosas que debes decirme sin importar qué! ¡¿Cómo crees que me siento sabiendo que voy a casarme con tu destinado?! ¡Me casaré con el hombre que amas!

—¡Eso no es cierto! —JiMin gritó sobresaltado.

—Oh, por favor, ni siquiera te atrevas a negarlo. —Una lágrima se deslizó por la mejilla del omega menor y las de JiMin no tardaron en seguir el mismo camino.

—Yo ya no amo a YoonGi, lo nuestro fue cosa de hace años —refutó. TaeHyung bufó ante sus palabras.

—Por favor, tú mismo lo dijiste, todo fue una confusión. Ese día que me contaste que le habías encontrado, pude verlo claramente. —TaeHyung sonrió con tristeza—. Cuando me dijiste que él en realidad sí te amaba, tu parecías tan... feliz y aliviado; en cambio, cuando me contaste que él estaba con alguien más...

JiMin apretó los labios; su ceño se frunció. TaeHyung estaba claramente confundido, él ya no sentía nada por YoonGi.

"¿No lo haces?", la débil voz de su león susurró en su cabeza.

—¿Sabes? En ese momento deseé egoístamente que ojalá y ellos terminaran; que ese alfa finalmente se diera cuenta que tú eras todo lo que necesitaba en su vida, que esa otra persona con quien estaba supiera alejarse y dejarle libre, ¿no es irónico? —TaeHyung soltó una risa sin gracia—. Resulta que esa persona siempre fui yo.

—No es así. —JiMin decidió tentar su suerte y se acercó hasta su amigo, tomando las manos de este entre las suyas. Agradeció interiormente cuando no le rechazó—. Tae, YoonGi te ama a ti...

—Y tu lo amas a él. —El labio inferior de TaeHyung tembló.

—No, TaeHyung, escucha lo que digo —pidió suavemente—. Yo amé a YoonGi, realmente lo hice, a pesar de lo que pasó yo fui realmente feliz con él, pero eso ya es algo del pasado. Cada uno siguió su propio camino, yo con HaNeul y él rehaciendo su vida junto a ti.

—Y sin embargo, no puedo dejar de pensar que lo estoy alejando de ustedes, de HaNeul —sollozó.

—No es así, si tu aceptas a HaNeul, é-él podría ser tan hijo tuyo como lo es mío. —La voz de JiMin se quebró—. ¿Qué mejor persona para ser padrastro de mi hijo, que mi mejor amigo? —JiMin le dio una temblorosa sonrisa.

—¿Cómo podría no aceptarlo? —TaeHyung murmuró—. Es lo menos que puedo hacer.

JiMin dio un ligero apretón a las manos de su amigo, tan aliviado de escuchar eso que nuevas lágrimas se desbordaron de sus ojos.

—G-Gracias —JiMin dijo casi sin aliento.

—Minnie... — TaeHyung se soltó de su agarre y envolvió a su pequeño amigo entre sus brazos.

JiMin sollozó, devolviéndole el apretado abrazo, apoyando el mentón en el hombro de este—. Perdóname, Tae, te juro que cada vez que te veía, quería contarte todo.

—Perdóname tú a mí, soy quién se está robando a tu pareja.

—Ya deja de decir eso —reprochó.

—Que no lo diga, no hace que deje de ser cierto. —JiMin decidió no contestar.

Un rato después, cuando su llanto calmó, ambos se sentaron en el sofá. Ambos en silencio procesando todo, al menos hasta que un par de minutos después, TaeHyung habló.

—Justo ahora me siento tan tonto —el omega menor dijo—. Es que si lo miras bien, HaNeul es una pequeña copia de YoonGi —agregó, su vista fija en las fotografías del infante en la pared.

—No había forma en que los relacionaras —JiMin dijo.

—Supongo. —TaeHyung se encogió de hombros—. En este momento es tonto, no es como si cambiara algo, pero por alguna razón, no puedo dejar de sentirme como un estúpido.

—Tae...

—Es cierto, solo piénsalo, todos lo sabían excepto yo.

—Lo siento —JiMin disculpó—. Y solo para que sepas, no todos lo sabían.

—Pero las personas que realmente importaban sí lo hacían. —TaeHyung sonrió tristemente—. En todo caso, no tienes de que preocuparte, JiMinnie... creo que me iré ahora.

TaeHyung se puso de pie y JiMin le imitó, siguiéndolo hasta la puerta principal.

—¿Volverás a casa? —Cuestionó.

—No, ahora mismo no me siento listo para volver a enfrentar a YoonGi —TaeHyung respondió, abriendo la puerta por sí mismo y posteriormente saliendo de la casa—. Además, aún tengo que hablar con alguien más.

—¿Alguien más?

—Jeon.

—TaeHyung, Kook no...

—No digas nada —le cortó—. Sea lo que sea, él debe ser capaz de explicarse por sí mismo.

—Pero JungKook no tiene que ver con nada de esto.

—Por supuesto que tiene que ver, ¿no se supone que es mi compañero?

—TaeHyung, no...

—Adiós, JiMin. Luego podremos hablar con más calma sobre esto. —Entonces TaeHyung se fue, no dándole la oportunidad de decir algo más.

JiMin miró preocupado como se subió a su auto y desapareció en a lo lejos. Cerró la puerta y entró a casa, tenía que llamar a JungKook y ponerlo al tanto de que TaeHyung se dirigía hacia su casa y de todo lo que había pasado.

JiMin entró a la cocina para verificar que todo fuera bien, comprobó que aún faltaban unos minutos para que las galletas estuvieran listas. Pasó por el baño y se lavó la cara, no quería que HaNeul viera rastros de lágrimas en ella.

Estuvo a punto de subir las escaleras para ir con su bebé, cuando el timbre volvió a sonar. Pensó que tal vez TaeHyung se había arrepentido y había vuelto, aunque sinceramente lo dudaba mucho.

Cuando fue hasta esta y la abrió, frunció el ceño al encontrar a YoonGi tras ella. El alfa le miró ansiosamente de arriba a abajo.

—¿Estás bien? ¿Dónde está TaeHyung? —YoonGi miró por sobre su hombro como esperando que el menor apareciera a su espalda.

—¿Te dijo que estaría aquí?

—No, HaNeul me llamó. Dijo que Tae estaba aquí y que lo habías mandado a su habitación, pero que estaba asustado porque habían comenzado a gritar —explicó apresuradamente—. ¿Estás bien? —Volvió a preguntar.

—Estoy bien —aseguró—. Y TaeHyung acaba de irse.

—¿Te dijo dónde iría?

JiMin dudó antes de responder negativamente.

—Joder, ¿hora dónde se habrá metido? —El alfa cuestionó al aire, genuinamente preocupado.

—¡Papá!

Ambos adultos se sobresaltaron cuando HaNeul apareció gritando de repente.

—Campeón. —YoonGi se agachó para atrapar al menor, quien no dudó en lanzarse en brazos del alfa—. Ya estoy aquí, ya está. —YoonGi acarició la espalda de su niño cuando este se aferró a su cuello y comenzó a llorar.

—Papá, algo le pasó al señor TaeHyung, él estaba gritando mucho. Le gritó a papi; no es bueno —balbuceó entre llanto.

El corazón de JiMin dolió, su pobre bebé debió asustarse mucho.

—HaNeul, estoy bien, cariño. TaeHyung no es malo. —JiMin se acercó y acarició dulcemente la cabecita su bebé.

HaNeul negó con él rostro aún escondido en el cuello de su papá.

—Sí lo es, él te gritó.

—No es así, cariño.

—Yo lo escuché —lloró.

—Bebé, mírame, estoy bien. —HaNeul le miró reacio, con un pronunciado puchero en sus labios—. ¿Ves? No pasó nada —agregó cuando este, al igual que su padre alfa anteriormente, le miró de arriba a abajo.

—Aún así, ya no me gusta —hipó, limpiando torpemente su nariz, antes de volver a esconder la cabeza en el cuello del alfa.

JiMin suspiró y finalmente le hizo pasar. Los llevó hasta la sala donde el alfa tomó asiento con HaNeul aún en brazos y por lo que parecía, este no estaba dispuesto a soltarle.

Finalmente, la alarma sonó y JiMin tuvo que retirarse a la cocina para sacar las galletas del horno. Sirvió un par en un plato y llenó un vaso con leche para llevárselas a HaNeul, para ver si se animaba. Por supuesto, primero dejaría que estas enfriaran.

—¿Tae te dijo algo malo? —YoonGi preguntó después de un rato, Seguía acariciando suavemente la espalda de HaNeul, quien ya no lloraba y en realidad para entonces estaba más dormido que despierto—. Salí tras él en cuanto salió de la casa; cuando HaNeul llamó, no estaba lejos de aquí.

—Está enojado porque se lo ocultamos hasta ahora. —JiMin miró hacia HaNeul. YoonGi asintió—. Pero también dijo que lo aceptaba.

—Gracias al cielo —YoonGi suspiró pesadamente—. Sé que TaeHyung no es mala persona, pero aún así tenía cierto temor de que no llegara a hacerlo —confesó en un murmullo.

—TaeHyung es buena persona y en realidad, parecía más herido porque no se lo dijimos inmediatamente, que porque HaNeul fuera hijo nuestro, entre otras cosas.

—¿Otras cosas?

—Él siente que se está metiendo entre nosotros —JiMin confesó; YoonGi le dio una mirada decaída—. Le dije que no era así, que entre nosotros no hay nada, después de todo, lo único que nos liga, es HaNeul.

Por alguna razón, decir aquello le había dolido y aunque JiMin no lo supo, al alfa también.

—¿Crees que eso signifique que Tae no... no romperá el compromiso? —YoonGi titubeó.

—No lo sé —sinceró—. Eso es algo que le corresponde a TaeHyung decirlo.

—Entiendo —el alfa murmuró, pero por la mueca en su rostro, JiMin podía decir que este estaba bastante preocupado.

🦁🦁🦁

TaeHyung esperó pacientemente a que JungKook abriera la puerta de su departamento, y nada más lo hizo, levantó la mano y lo abofeteó.

—¿Qué infiernos...? —JungKook se sostuvo el área golpeada—. ¿TaeHyung? ¿Qué demonios? ¿Piensas tomar como rutina cachetearme cada vez que aparezcas frente a mi puerta?

TaeHyung se vio tentado volverlo a hacer, pero se contuvo. Empujó al alfa a un lado y entró al departamento.

—Sí, claro, pasa por favor, estás en tu casa—JungKook ironizó.

TaeHyung le fulminó con la mirada y enfiló hasta el sofá del menor, donde tomó asiento y se cruzó de piernas y manos.

—Siéntate. —Señaló el sofá individual a un lado.

JungKook le arqueó las cejas.— Disculpa, ¿olvidas que esta es casa? —Obvió.

—Sién-ta-te —ordenó entre dientes.

JungKook frunció el ceño en su dirección, pero finalmente tomó asiento luego de soltar un bufido.

—Entonces... ¿cuál es tu excusa? —Cuestionó después de haberle escudriñando un rato con la mirada.

—¿Excusa? ¿De qué hablas?

—No te hagas el idiota, estoy seguro de que JiMin debió haberte llamado. —El ceño fruncido del alfa se pronunció.

—No he hablado con JiMin hoy.

—Entonces lo aclararé para ti. —TaeHyung descruzó sus brazos y se inclinó en dirección al alfa—. Dime, JungKook, ¿por qué no me dijiste que HaNeul es hijo de YoonGi?

Los ojos de JungKook se abrieron en grande durante varios segundos y luego rio negando con la cabeza.

—¿Qué es tan gracioso? —Gruñó.

—Hasta que al fin tuvo los pantalones para decirlo —JungKook bufó; TaeHyung sintió un repentino tic en su ojos derecho.

—¿También lo supiste todo este tiempo?

—Por supuesto que lo supe —confesó sin más.

—¡¿Entonces por qué no me lo dijiste?! —Rugió—. ¡¿Realmente a ninguno se le ocurrió decírmelo inmediatamente?!

—No era algo que de mi incumbencia —respondió con simpleza.

—¿No era de tu...? ¡¿No sé supone que eres mi alfa?! ¡¿No es esto algo que se le dice a un compañero?! —Exigió.

—¿Realmente quieres tener esta conversación otra vez? —JungKook apoyó su codo en el brazo del sofá y sostuvo su cabeza pareciendo aburrido de la conversación.

Eso solo encendió la furia de TaeHyung, quien se puso de pie abruptamente y se le acercó queriendo volver a golpearle para borrar esa estúpida mueca de su cara.

—Ah, no, alto ahí, fiera. —JungKook le sostuvo las manos y TaeHyung se sacudió, pero este no soltó su agarre—. Ya me haz golpeado las veces suficientes por el resto de tu vida.

De alguna manera, JungKook logró maneobralo hasta dejarle sentado en su regazo. TaeHyung rugió rabioso, removiéndose mientras intentaba deshacerse del agarre de la pantera.

—Si no te tranquilizas, terminaras haciéndote daño —JungKook gruñó.

—Daño el que te voy a hacer por imbécil —el omega amenazó.

—No importa por dónde lo veas, este es un tema que debería ser tratado por tu supuesto futuro esposo y quizás, JiMinnie —JungKook contestó con esfuerzo, pues el omega seguía luchando por liberarse.

—Ya, pero cuando viste que ninguno lo hacía, tú pudiste habérmelo dicho —acusó.

—Podría, sí, pero yo nunca traicionaría la confianza de JiMin así.

—¿Ni siquiera por tu omega?

—¿Ahora sí eres mí omega? Muy conveniente, ¿no? —JungKook burló.

TaeHyung dejó de luchar justo después de escuchar al menor, dejó caer su cabeza y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas. Estaba cansado de llorar, pero se sentía estúpidamente herido.

—Lo que me molesta es que... ¿por qué esperar tanto? Han pasado meses y solo falta una semana para... dejarlo para casi el último momento.

—Pero no lo hicieron. —JungKook aflojó el agarre en el cuerpo del omega cuando vio que este no intentaría golpearle otra vez—. Mira Tae, sinceramente me hubiera gustado decírtelo hace tiempo...

—Oh, por favor, todos dicen eso, pero nadie realmente lo hizo —TaeHyung interrumpió con un bufido, limpiando las lágrimas de sus mejillas y suspirando profundamente.

—Cada quien debió tener sus razones, no digo que las más razonables —agregó cuando el omega volvió a bufar—. Al igual que tú, creo que debieron decirte desde el primer momento y si no hubiera sido porque, de hacerlo, estaría traicionando la confianza de JiMin, te juro que yo mismo lo habría hecho.

—Eres un imbécil, debería no entenderlo —gruñó por lo bajo.

—Pero eres más inteligente que eso.

—No tanto si consideramos que todo el mundo lo supo antes que yo.

—Bueno, no todo el mundo. Según tengo entendido, además de nosotros, los únicos que lo saben son YuGyeom y HoSeok.

—¿Incluso tu hermano lo supo antes que yo? —TaeHyung gimió.

—Somos muy cercanos a JiMin y todos sabíamos de su pasado, fue un poco obvio. —JungKook hizo una mueca cuando el omega volvió a gemir; tal vez no había elegido las palabras correctas—. Escucha, ¿por qué mejor no te concentras en lo que harás a continuación?

—Justo ahora no estoy seguro de qué hacer.

—No digas tonterías, no es como si el hecho de que Min y JiMinnie hayan tenido un pasado, cambiara lo que sientes por él —JungKook dudó—. ¿O lo hace? ¿Piensas cancelar la boda por esto?

—No, más bien, no lo sé —TaeHyung contestó.

JungKook le giró de forma en que ambos pudieran mirarse a la cara cómodamente.

—¿TaeHyung? ¿Realmente estás considerando cancelar tu boda? —Le miró sorprendido.

TaeHyung se relamió el labio inferior nerviosamente y bajó la mira hacia su regazo.

—¿TaeHyung? —JungKook insistió.

—¿Qué?

—¿Estás hablando en serio? ¿Realmente piensas cancelar tu boda?

—Yo... no lo sé.

🦁🦁🦁

Stars_Satur.

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