Capítulo 24

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Cuando JungKook entró nuevamente en la habitación, se encontró con el omega sentado en la cama con la cabeza entre las piernas y las manos empuñando su cabello de una forma que parecía dolorosa.

Preocupado, se acercó rápidamente hasta él, dejando el vaso con agua que había ido a buscar para él encima de su mesita de noche y se subió en la cama, sentándose su lado.

—TaeTae, ¿qué pasa? ¿Estás bien? —JungKook envolvió las manos en las muñecas del mayor.

—M-Me duele —este gimió, tirando con más fuerza de su cabello—. Mi cabeza, duele.

—Está bien, deja de tirar de tu pelo o dolerá más.n—JungKook le obligó a que lo soltara y envolvió sus dedos en los del mayor.

TaeHyung gimió dolorosamente y se estiró hasta que enterró la cabeza en su pecho.

—¿Quieres que vaya por una pastilla para el dolor? ¿Esto ha pasado antes? —TaeHyung negó con la cabeza y JungKook se preocupó aún más—. ¿Debería llevarte al hospital?

—No es eso, es él, TaeHyung.

—¿TaeHyung?

—Sí, no deja de empujar. Sigue tratando de empujarme y salir. Es doloroso luchar contra él.

—Oh, cariño. —JungKook soltó una de sus manos para abrazarle, besando la coronilla de su cabeza—. Solo déjale salir, no te obligues a pasar por esto.

—No, no lo haré —negó obstinadamente—. Se supone que esto es para mí, por mí, ¿qué le cuesta dármelo?

Cuando el omega levantó la mirada, JungKook pudo ver las lágrimas correr por sus mejillas. El corazón del menor se apretó, era imposible ignorar el dolor en los ojos de este.

—Él va a matarme, no, va a matarnos Kook —sollozó—. ¿Por qué no puede darme esto? Es todo lo que estoy pidiendo. No le exijo más, permitiré que me condene a muerte y esto es todo lo que quiero a cambio, ¿por qué no puede dármelo? —Lloró.

JungKook juntó sus frentes, sosteniendo ambas mejillas del mayor entre sus manos a la vez que intentaba limpiar las lágrimas que seguían corriendo, con sus pulgares.

—Está bien, calma cariño —JungKook murmuró, cerrando los ojos cuando el omega lo hizo. Tenía que tragarse todo el dolor que el mismo sentía, ser fuerte por su omega.

—Solo pido este momento contigo, aunque es lo que más deseo, no le estoy pidiendo una vida a tu lado. —JungKook sintió las palabras como una puñalada al corazón, su estómago se hundió, pero todo lo que hizo fue apretar al omega aún más entre sus brazos.

—Lo sé. Eres el omega más dulce, hermoso y comprensivo que he conocido nunca —JungKook murmuró junto a su oído.

—Eres parcial.

—Y aún así es lo que pienso. Tae, escucha —JungKook se separó y lo sostuvo por los hombros—, sabes que me he mantenido alejado porque no quiero hacer las cosas más dolorosas para ambos, ¿verdad?

Nuevas lágrimas se desbordaron de los ojos del omega mientras asentía.

—Sí.

—Y sabes que tendré que seguir haciéndolo, ¿no?

El labio inferior de TaeHyung tembló. —Lo sé.

—Puedes estar seguro que no hay algo más que deseara en esta vida que estar junto a ti. —JungKook se obligó a tragar el nudo que se formó en su garganta.

—K-Kook...

—Sin embargo, no puedo obligar a TaeHyung a quererme. No sería correcto. —JungKook parpadeó rápidamente para alejar las lágrimas de sus ojos—. Lo que sí puedo hacer, es jurarte que serás el único omega al que le entregaré mi corazón.

—L-Lo siento.

—No pasa nada cariño, esto no es tu culpa —consoló.

—JungKook —TaeHyung se alzó y envolvió los brazos alrededor del cuello del alfa, JungKook maneobró para no caer—. Te amo, lo juro. No importa lo que mí humano piense o haga, serás el único alfa para mí. Créeme —sollozó.

—Lo hago —JungKook aseguró, ganándose un corto beso en los labios.

—¿Puedo pedirte algo?

—¿Qué es?

—¿Puedes dejar salir a tu pantera para mí?

—No es una buena idea, cariño.

—¿Por qué? No va a pasar nada, no tienes que preocuparte, si no quieres, entonces no puede marcarme, ¿recuerdas?

JungKook sonrió desganado. —Ese es justo el problema, que yo sí quiero hacerlo.

TaeHyung sostuvo el aliento y lo miró como si no pudiera haber algo mejor en el mundo. JungKook no podía mirarlo de forma diferente, porque para él no lo había.

El omega se precipitó hacia él, juntando sus labios tan bruscamente que sus dientes chocaron. Fue doloroso, pero en ese momento no pudo importar menos. De repente, él estaba intentando sacarle la camiseta y JungKook tuvo que obligarse a pararlo.

—Tae, cariño, espera —dijo, pero el omega simplemente volvía a besarle—. TaeTae, detente, detente. —Paró, sosteniendo las dos manos del mayor.

—¿Qué pasa? ¿No quieres...?

—No, muñeco. Sabes que me encanta hacerte el amor. —esta vez fue él quien se acercó para dejarle un corto beso en los labios—. Pero aún no he ido a comprar más condones y no podemos hacerlo sin ellos.

—¿Por qué? Lo hemos hecho antes sin condón, lo recuerdo. Tú y TaeHyung... esa vez.

Jungkook recuerda esto de su primera vez juntos, cuando gastaron los dos únicos condones que habían tenido y no pudieron resistirse a hacerlo de nuevo aún entonces.

—Es cierto, pero no es lo mismo.

—¿Por qué? —El omega preguntó, haciendo una mueca ofendida—. Tal vez no sea exactamente TaeHyung ahora mismo, pero este es su cuerpo. No hay nada diferente.

—No es por eso —JungKook se apuró a explicar—. Es diferente porque ahora mismo estás en celo y si no utilizamos condón, hay un noventa por ciento de posibilidades de que quedes embarazado.

—¿Ese es el problema? —El omega bufó como si aquello fuera una tontería, volviendo a arrimarse hacia el alfa solo para decirle un:— No me importa. —Y luego besarle.

Le tomó varios segundos a JungKook para reaccionar, porque sinceramente su omega era irresistible, sus labios ligeramente gruesos, su dulce sabor y su aún más dulce olor.

—Pero a mí sí —repuso una vez que se había separado—. Si quedaras embarazado, yo no podría soportarlo, no, cuando sé que estarás casado con alguien más.

JungKook sabe que este lo había entendido cuando desvío la mirada y posteriormente agachó la cabeza.

—Pero... te deseo —TaeHyung murmuró, jugando con el borde de la playera del alfa—. Si eso te preocupa tanto, yo... p-prometo tomar la pastilla, esa de "emergencia" que se toman el día después, solo... por favor.

—Tae...

—Alfa, por favor —TaeHyung rogó, alzando la cabeza y mirándole por debajo de las pestañas.

JungKook tomó una pesada bocanada de aire que luego soltó lentamente, había descubierto que no podía resistirse al omega cuando le llamaba de esa forma y le miraba así.

—TaeTae, de verdad no...

—Por favor —el omega rogó una vez más, batiendo sus pestañas lentamente, justo de la forma en que descubrió encantaba al alfa.

—Joder, juegas tan sucio —JungKook quejó—. Está bien, pero solo una vez. Entonces tendrás que dejarme ir a la farmacia por la pastilla y más condones.

—Supongo que puedo dejarte libre por un par de minutos —comentó como quien no quiere la cosa.

JungKook resopló. —Eres insaciable.

—¿De ti? No, nunca podré estarlo —aceptó, luego tomó el borde de su propia playera (que pertenecía a JungKook) y se la sacó por la cabeza, quedando completamente desnudo frente a él, pues era lo único que llevaba puesto.

—Hermoso —Kook murmuró, recorriendole lentamente con la mirada.

—Gracias. —El omega le dio una picara mirada, antes de dejarse caer sobre su espalda, plantando los pies en el colchón para abrir las piernas y que el alfa pudiera ver todo de él.

JungKook asintió con aprobación, llevando una de sus manos a la cara interna de su muslo izquierdo y acariciando descendentemente hasta que alcanzó el semi erecto pene del omega. JungKook le dio un ligero apretón y TaeHyung gimió por lo bajo.

—Por favor —TaeHyung pidió—. Tócame allí también, l-lo necesito.

—¿Ah, sí? ¿Qué tanto?

—Kook —TaeHyung gimió en queja, impulsando sus caderas contra el puño del alfa—. No más juegos, lo quiero ahora. —JungKook sonrió, recordando lo mucho que se había divertido con el exquisito cuerpo de su omega en los últimos días.

—Pero a mí me encanta jugar contigo, Tae —Kook dijo—. Además, hubiera jurado que te gustaba tanto como a mí.

—Lo hace. —Tae asintió, separando aun más sus piernas. Para entonces su pene estaba completamente erecto entre los dedos del menor—. Pero no quiero jugar ahora.

—Hum... —JungKook fingió pensarlo, inclinándose para deslizar su lengua desde la rodilla hasta los testículos del mayor—. Es una pena, porque yo quería tanto jugar contigo otra vez —dijo, pasando su lengua de forma tortuosamente lenta por estos.

—¡Oh, Kook! —TaeHyung gimió, sus caderas meciéndose involuntariamente—. No me hagas rogar por ello.

—Pero esa es otra cosa que me gusta que hagas.

—JungKook, por la diosa, tu... ¡Ah! —TaeHyung se cortó a sí mismo cuando los labios de JungKook se envolvieron alrededor de la bulbosa cabeza de su pene.

Las manos del mayor volaron para sostener el pelo del alfa, sus caderas empujando hacia arriba una vez más, intentando adentrarse más al cálido y húmedo lugar.

JungKook se apuró a agarrarle, hundiendo sus dedos en las caderas del omega para mantenerlas contra el colchón. Respiró profundamente por la nariz, pues se había ahogado por un momento. Deslizó su cabeza lentamente hacia atrás, justo hasta que lo único que sus labios envolvían era la cabeza de el pene del otro. Hundió la punta de su lengua en la ranura y luego la pasó alrededor de ella.

TaeHyung se estremeció, tirando ligeramente de su cabello. JungKook decidió que no lo molestaría más, por lo que se sumergió completamente en la mamada. Comenzando a mecer su cabeza arriba y abajo constantemente.

Llevó una de sus manos hacia atrás y sostuvo el muslo izquierdo del omega, para subir su pierna en su hombro y así su culo quedara ligeramente levantado. Empujó dos dedos contra el agujero del mayor, los mismos deslizándose fácilmente en él.

TaeHyung gimió, intentando empujarse aún más contra ellos, no lográndolo del todo debido al agarre del alfa en él.

—¡JungKook, por favor! —Rogó, a pesar de haber dicho que no deseaba hacerlo.

JungKook separó los dedos en forma de tijeras y luego los dobló, buscando la próstata del omega, sintiéndose satisfecho consigo mismo cuando la encontró con facilidad. TaeHyung volvió a gemir, liberando el agarre en el pelo del alfa solo para sostenerse de la almohada bajo su cabeza.

Kook le dio un último chupón a su pene antes de dejarlo deslizarse fuera de su boca. Bajo la pierna que está sobre su hombro, y deslizó su lengua ascendentemente por el abdomen de este, dejando uno que otro chupón. Prestando especial atención en los pezones café.

Subiendo por su cuello, chupando a conciencia la unión de su cuello y hombro, no alejándose hasta que estuvo seguro que habría una notable marca. Deslizó la lengua por su barbilla hasta finalmente llegar a sus labios.

TaeHyung lo recibió de buena gana. Deslizando las manos por su espalda y abriendo la boca para él, permitiéndole tomar y explorar tanto como quisiera.

—Demasiada ropa —el omega murmuró entre besos—. Quítala, ahora —exigió poco después.

JungKook se enderezó, jugando un poco más con la próstata del mayor, antes de sacar sus dedos y desnudarse. Una vez hecho, volvió a tenderse sobre el omega, juntando sus penes y empujando contra él para que se friscionaran.

TaeHyung le agarró el rostro con las manos y volvió a juntar sus labios, meciéndose en su contra y gimiendo contra ellos. JungKook deslizó las manos por sus costados, tocando y apretando donde quiera que alcanzaran.

—Vamos, estoy listo —el omega gimió. JungKook lo sabía, era normal después de todo el sexo que habían tenido en los últimos cuatro días.

—Lo sé —Kook murmuró, metiendo uno de sus brazos bajo el mayor para sostenerlo y luego rodar sobre su espalda, TaeHyung quedando a horcajadas encima de él—. Hoy quiero que me montes.

Los ojos de TaeHyung resplandecieron. —Sería todo un placer.

TaeHyung dejó un último beso en sus labios antes de enderezarse, llevando sus manos tras él para sostener el pene del alfa y alinearlo contra su agujero.

JungKook se apartó el pelo de la cara y luego bajó su mano para sostenerse a sí mismo y ayudar al omega.

—Despacio, cariño —indicó.

TaeHyung le miró a los ojos y luego comenzó a descender lentamente sobre su pene, cerrando los ojos y dejando caer su cabeza hacia atrás por lo placentero que era sentirse lleno de su alfa.

JungKook maldijo por lo bajo, llevando sus manos a la cintura del omega una vez éste estuvo completamente empalado en él. De alguna forma había olvidado lo maravilloso que era estar en aquel cálido y aterciopelado lugar, sin que nada estuviera de por medio.

—Es... —Tae jadeó—. Grandioso. Te sientes fantástico en mí.

—Me siento fantástico en ti —JungKook aceptó—. Maldición, muñeco, ¿estás bien? ¿Crees que ya puedas...?

TaeHyung no le dejó terminar cuando ya había comenzado a subir y bajar sobre él. Llevó las manos al exquisitamente formado pecho del alfa y se concentró en mover sus caderas tan rápido como pudo.

Su cabeza cayó hacia delante, sus labios separándose para dejar salir los jadeos y gemidos que se precipitan por su garganta. De vez en cuando cambiaba la velocidad, yendo lentamente y meciéndose de izquierda a derecha, aunque no por mucho, pues rápidamente cedía a la necesidad de acelerar los movimientos.

Se acercó hasta el rostro del alfa cuando sintió el irrevocable deseo de besarle. JungKook alzó la cabeza y le alcanzó, sosteniendo su nuca con una de sus manos y envolviendo la otra alrededor de su espalda, obligándole a quedar pecho con pecho. Comenzando a impulsar sus caderas en su contra al mismo tiempo.

TaeHyung se quedó quieto, permitiéndole ser quien tomara el control. Hundiendo su cabeza en el hombro de éste cuando se les dificulto seguir el beso, tuvo que llevar sus manos al colchón y sostenerse allí. Gimiendo y jadeando ruidosamente.

Un rato después, JungKook les volvió a girar, obligándole a ponerse sobre sus rodillas, con el pecho cobra el colchón y el culo alzado.

—Tan precioso —el menor halagó, frotando el ligeramente abierto agujero con el pulgar, antes de tomar su pene entre su puño y cariciarse un par de veces. Se frotó un contra él y luego se empujó lentamente en su interior.

TaeHyung jadeó, impulsándose hacia atrás para que terminara de entrar de una vez por todas. JungKook le dio una nalga, sacándole un gemido y luego sobó donde golpeó.

—Mano pesada —murmuró, girando la cabeza para poder mirarle.

—Como si no te gustara. —Kook sonrió de medio lado, llevó ambas manos al pomposo culo del omega y tomó un puñado de cada nalga—. Sé que te gusta brusco, omega —afirmó finalmente en voz alfa.

El omega se retorció, moviendo el culo en círculos provocativamente.

Mucha charla y poca acción, alfa —retó.

JungKook gruñó, saliendo de él para luego empujarse con fuerza. Un pequeño grito salió de los labios del omega sin que pudiera evitarlo. Kook sonrió ladino y le alzó las cejas.

—Otra vez —Tae pidió y JungKook lo hizo—. Oh diosa, no te detengas —mendigó.

JungKook no tenía pensado hacerlo, estableciendo un ritmo constante en cuanto dio con la próstata de este. Se inclinó sobre el omega, dejando húmedos besos en la ligeramente sudada espalda y llevando su mano alrededor para envolver el lloroso pene del mayor en su puño.

—¡Sí! —TaeHyung gimió.

JungKook subió hasta su hombro, el cual mordisqueó. TaeHyung giró la cabeza y estiró los labios, pidiendo un beso que JungKook no dudó en darle. El alfa deslizó su pulgar por la cabeza del pene, sacándole un nuevo gemido al omega.

—Estoy cerca —TaeHyung avisó.

—Lo sé, igual yo.

—Quiero que me anudes.

—Pero, Tae....

Te lo ruego.

—Joder, serás mi perdición. —Y lo decía literalmente.

JungKook volvió a enderezarse, su ritmo volviéndose errático en una clara señal de que estaba cerca del orgasmo. TaeHyung se vio obligado a extender sus manos al cabecero y apoyarlas en él para evitar que su cabeza fuera a golpearse contra este por los impulsos.

El sonido de piel chocando contra piel aumentando considerablemente. TaeHyung llevó una mano hasta su pene para acariciarse, pues JungKook le había dejado poco antes.

El orgasmo no tardó en golpearle. TaeHyung rugió cuando tira tras tira de semen se disparó desde su pene y manchó sus manos junto con las sábanas bajo él. Su culo apretándose alrededor del pene del alfa, sacándole un bajo gruñido.

JungKook se corrió poco después, demasiado abrumado por la estrechez del omega y el intenso aroma de su orgasmo. Liberó su semen dentro de él en medio de un bajo rugido y su nudo comenzó a formarse inmediatamente después.

TaeHyung se sacudió contra él cuando un nuevo orgasmo le golpeó, JungKook tuvo que sostenerle, evitando que se moviera de más y se hiciera daño a sí mismo. Cuando la bruma comenzó a abandonarlos, JungKook se acostó a su lado, con TaeHyung entre sus brazos siendo la cuchara pequeña.

—No recordaba que se sintiera tan maravillosamente bien —fue lo primero que TaeHyung dijo una vez recuperó el aliento.

JungKook rio nasalmente, llevando una mano hasta el vientre bajo del omega para acariciar el lugar con la yema de sus dedos. Enterró la nariz en el pelo de este e inhaló su dulce aroma.

—Para mí, cada momento junto a ti se siente maravillosamente bien —contestó reverente.

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Dos días después, JungKook se estacionó frente al edificio del omega. Se giró en dirección de éste y le miró a los ojos.

—Llegamos —obvió.

—Gracias por traerme —Tae comentó por lo bajo—. Estos días, fueron los mejores que nunca tendré.

JungKook le dio una triste sonrisa, levantando la mano para acariciar suavemente su mejilla.

—Para mí igual, muñeco —susurró.

Tae envolvió los dedos en su muñeca y giró el rostro para besar su palma. Cuando volvió a mirarle, sus ojos brillaban con lágrimas contenidas.

—De verdad, de verdad, muchísimas gracias por regalarme estos días, Kook.

—No, gracias a tí cariño.

TaeHyung le miró a los ojos por un largo rato y finalmente cedió a sus impulsos, quitándose el cinturón con un rápido movimiento para acercarle al alfa y fundir sus bocas.

Ambos descargaron todo el anhelo, amor y el dolor que sentían en ese beso. Cuando finalmente se separaron, respiraban pesadamente.

TaeHyung volvió a acomodarse en su asiento, dudando unos segundos antes de finalmente abrir la puerta.

—Tae —JungKook llamó justo antes de que éste saliera, el omega le miró—. Realmente lamento que las cosas terminen así.

—Yo también. —TaeHyung asintió y luego salió del auto.

JungKook se despidió con la mano una última vez y TaeHyung le respondió de igual forma. Poco después, el alfa encendió el auto y marchó. TaeHyung se quedó viendo en su dirección hasta que las luces traseras de este desaparecieron en la lejanía, solo entonces dio media vuelta y se dirigió hacia su departamento.

Lo que JungKook nunca supo, es que desde hacía horas que quien estuvo con él no era TaeTae, el omega.

🦁🦁🦁

Cuando YoonGi entró a su departamento, el olor a comida flotaba en el aire. Sonrió inevitablemente, porque eso no significaba otra cosa que el hecho de que TaeHyung había regresado.

Dejó su maletín encima del sofá y se asomó al comedor, donde vio al omega dejar un plato sobre la mesa.

—TaeHyung, al fin volviste —dijo animado, acercándose al omega para envolverlo en un fuerte abrazo—. Te extrañé.

—Me hubiera gustado decir lo mismo. —El omega fingió tristeza, o por lo menos eso fue lo que el alfa creyó.

—Tonto. —YoonGi le soltó, dejando un beso sobre su mejilla—. No vuelvas a irte así, me diste un susto de muerte.

—Lamento eso, JiMin me contó. Dijo que te avisó donde había estado. —TaeHyung hizo una mueca—. Regresamos esta mañana y volví inmediatamente hacia acá.

—Uh-ju. Estuve preocupado porque la recepción del lugar debió ser realmente mala como para que no te llegaran ninguna de mis llamadas —YoonGi confesó—. ¿No es eso peligroso?

—Normalmente no es tan mala, pero hubo una pequeña tormenta un día antes y algunos postes habían caído —TaeHyung explicó—. Tardaron varios días en arreglarlos, por eso la comunicación fue tan inestable.

—Ya veo.

—Sí, lo peor fue que el celo me atrapó en pleno viaje. Al final solo me la pasé encerrado en mi tienda rociándome cuanto neutralizador encontraron.

—Entonces por eso no tienes aroma. —YoonGi frunció el ceño—. Lo noté cuando te abracé, no pude oler nada.

—Sí, lo siento. Con todo lo que me eché, tal vez tarde unos días en volver a la normalidad —TaeHyung dijo, pasándose la mano por el cuello incómodamente.

—No te preocupes Tae. Lo importante es que regresaste, que estás bien y a salvo. —YoonGi le sonrió.

—Es cierto. Entonces toma asiento, traigo agua y cenamos.

—No, por favor siéntate, yo iré por ella. —YoonGi se apresuró a buscar una jarra con agua y llevarla al comedor.

La cena pasó amena, con YoonGi preguntándole a TaeHyung sobre su viaje. Este parecía algo incómodo; sin embargo, de alguna forma se veía mejor que cuando partió. Más calmado... sereno.

Por otro lado, YoonGi sabía que había llegado el momento. Tenía que hablarle a TaeHyung sobre HaNeul, no podía posponerlo más. Se ofreció a lavar los platos, más para tratar de calmarse y poner sus ideas en orden que por otra cosa.

Una vez terminó, seguía igual de nervioso y sin saber como empezar. Por lo que decidió, que simplemente iría directo al grano y luego tal vez explicar.

—TaeHyung, yo... me gustaría hablar algo contigo. —YoonGi se sentó junto a él en el sofá, donde el omega había estado viendo un programa de variedades.

—¿Pasó algo malo? Te ves algo preocupado —TaeHyung se volvió en su dirección.

—No es exactamente malo, pero sí es algo muy importante para mí. Algo que también podría afectarte a ti. —YoonGi se limpió el sudor que comenzó a formarse en su sien debido a los intensos nervios.

El ceño de TaeHyung se frunció, le miró por un largo rato como si tratara de adivinar lo que sea que tenía para decirle. Finalmente, este tomó el control remoto y apago la televisión.

—Te escucho.

—¿Recuerdas que hace años cuando nos conocimos te conté sobre mi última pareja?

—Eso creo —el menor respondió dudoso.

—¿Recuerdas que te dije que un día el simplemente desapareció y que por más que lo busque, no pude encontrarlo?

—YoonGi, ¿quieres ir al grano? ¿Qué pasó? ¿Volviste a encontrártelo o algo por el estilo? —Bufó exasperado, pero cuando YoonGi asintió, sus ojos se abrieron en grande—. ¿Hablas en serio?

—Así es.

—¿Y qué pasó? ¿Le hablaste? ¿Cuándo fue? ¿Te explicó por qué se fue?

—Me lleve una gran sorpresa, sí, hace unos meses y sí.

—Espera, ¿te encontraste con él hace meses? —Cuestionó alzándole las cejas, YoonGi asintió—. Entonces, ¿por qué me lo dices hasta ahora?

—Es que cuando nos encontramos, descubrí algo realmente increíble y yo... no sabía como contártelo.

—YoonGi no me asustes, ¿es algo malo?

— No, no. Para nada —YoonGi se apuró a negar, pero luego su convicción flaqueó—. Bueno, d-depende de cómo lo veas.

—YoonGi en serio, ya ve al grano por favor. Realmente me estás comenzando a poner de los nervios. —TaeHyung se pasó las palmas por los muslos, comenzando ponerse ansioso por todo el misterio que se traía el alfa.

—Tae, lo que pasa es que... él me contó que quedó embarazado de mí.

—Perdón, ¿qué dijiste?

—Yo estuve sumamente sorprendido, pero cuando vi al niño, yo lo sentí, supe al instante que era mío —YoonGi explicó a un estupefacto TaeHyung—. Es de los niños más dulces que podrías conocer, HaNeul es...

—Disculpa, pero ¿dijiste HaNeul? Como HaNeul, Park HaNeul, como el hijo de Minnie.

—Eso es otra cosa, no es que se llama HaNeul como el hijo de JiMin, es que es HaNeul el hijo de JiMin —YoonGi aclaró—. JiMin es el chico del que te conté, mi antigua pareja y el padre de mí hijo.

—¡¿Qué JiMin es qué?! —TaeHyung gritó, poniéndose precipitadamente de pie.

🦁🦁🦁

Stars_Saturn.

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