Capítulo 18

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Cuando todos se sentaron en la mesa para cenar, las cosas parecieron mejorar. Toda la familia Jeon parecía muy feliz, por lo que los demás terminaron contagiándose de su buen humor.

HoSeok y YuGyeom se unieron un par de minutos después, y para nadie pasó desapercibida su cercanía ni que el mayor estaba cubierto con el olor del menor. Esto hizo que se ganaran algunas bromas, mismas que avergonzaron a HoSeok pero que no parecieron afectar en lo más mínimo a YuGyeom.

—Y así fue como JungKook terminó abandonando la casa —contó la señora Jeon—. Por suerte, unos meses después conoció a JiMin y este amablemente le daba de comer, sino, no quiero imaginar qué le hubiera pasado.

—Espere, ¿amablemente? No es así como yo lo recuerdo —JiMin contradijo—. Él me chantajeó para que se la diera, me dijo que me ayudaría solo si le alimentaba con mis amadas galletas.

—No fue así —JungKook defendió—. Tú me preguntaste cómo podrías pagarme, en un principio no iba a pedir nada, pero luego recordé el rico olor a galletas que salía a menudo de tu departamento y no pude resistirme. Además, hacías un montón de ellas.

—Pero estaba embarazado —dramatizó—. ¿Sabes lo difícil que era consentir los antojos cuando estaba en aquella situación? Y solo para aclarar, no eran tantas.

—¿No? Eran un montón, admítelo. El problema era que te la pasabas comiendo de ellas todo el tiempo.

—Es que siempre tenía hambre —JiMin gimoteó—. HaNeul nunca estaba satisfecho.

—¿Yo? Papi, eso no es justo, ¿qué culpa tenía yo de que te gustara comer tanto? —Se quejó inocentemente el pequeño.

—Sí, JiMin, ¿qué culpa tenía él de que parecieras un pozo sin fondo? —TaeHyung bromeó.

Todos estaban riendo por las muecas exageradas que estaban haciendo y burlaron un poco a JiMin antes de que JungKook volviera a ser el centro de atención.

—Yo recuerdo una vez que Kook y Gyeom fueron a pasarse las vacaciones en casa —uno de sus tíos dijo—. Si no mal recuerdo, fue un domingo por la mañana, había una yegua que había dado a luz la noche anterior a un potro de pelaje blanco...

—Ah, ya recuerdo. Es el potro del que Kook se enamoró, ¿no? —YuGyeom molestó y JungKook le fulminó con la mirada.

—Que no me enamoré de él, es solo que me pareció tan lindo y frágil que en aquel entonces, no pude evitar preocuparme.

—Eso es cierto, se preocupó tanto que incluso despertó como a las cinco de la mañana para ir a "verificar" que realmente estuviera bien. Y eso porque no le dejamos amanecer en el establo.

—Aww... JungKook-ssi, no conocía ese lado tierno tuyo —TaeHyung dijo, haciendo que el menor se cohibiera.

—Ya, dejen de molestar. Era solo un niño inocente.

—Lo eras —la esposa de su tío intervino—. Tenías tan buen corazón que era casi imposible sacarte del establo, ya que siempre estaba pendiente de su alimentación y cuidado. Aún lo tienes en realidad.

—Eso es cierto, incluso llegué a pensar que estudiaría para ser veterinario —agregó su madre—. Porque siempre aparecía con algún animalito herido diciendo que había que curarle o llevarlo al veterinario si estaba muy grave.

—¿En serio? Yo también era así —TaeHyung comentó con emoción.

—Es verdad, incluso llegó a llevar una serpiente, gracias a la diosa no venenosa, a la casa —JiMin rio cuando recordó el momento—. La señora Kim casi se infarta.

—Me obligó a devolverla donde la encontré. Recuerdo que eso me hizo enojar mucho, no entendía por qué había ayudado a los otros pero no quería ayudar a la pobre serpiente.

TaeHyung aclaró los ojos.

—Entonces saqué lo poco que tenía ahorrado y la llevé al veterinario, allí me dijeron que ellos se encargarían de devolverla a su hábitat natural. Pobre mamá, no fue hasta tiempo después que comprendí que lo que la hizo actuar así fue el miedo que les tenía.

Al final, se la pasaron muy bien y una vez dieron las ocho de la noche, todos comenzaron a retirarse, con excepción del señor y la señora Jeon que vivían en una finca retirada de la ciudad.

TaeHyung se ofreció a ayudar a recoger todo y por más que JiMin y la madre de JungKook insistieron en que no era necesario, este no quiso irse sin ayudarles.

Fue por esto que terminaron yéndose alrededor de las nueve y media de la noche. JungKook se quedaría en casa de su madre esa noche porque esta le necesitaba para hacer algunas diligencias al día siguiente y YuGyeom se había ido antes con HoSeok.

—¿Necesitas que te llevemos? —YoonGi ofreció a JiMin, pues este había dicho que no podía quedarse con los Jeon.

—Oh, no, no es necesario. Tomaré un taxi hasta allá, gracias —JiMin negó.

—¿Cómo crees, JiMinnie? No permitiré que te vayas en un taxi cuando nosotros perfectamente podemos llevarte —TaeHyung intervino.

—Pero no vivimos muy cerca uno del otro que digamos, así que es más conveniente que tome un taxi —el omega mayor refutó.

—Eso no importa; además, sería más seguro si vienes nosotros. Mira, no es por menospreciar a su clase, pero es peligroso que un omega sin marca ande tan tarde solo y aún más, con un cachorro —YoonGi contestó, mirando de reojo a un casi dormido HaNeul en el sillón.

—Min tiene razón, JiMin, ve con ellos. Me sentiría más cómodo de esa forma. —JungKook se acercó a él y le abrazó por la cintura, JiMin hizo una mueca, no muy seguro—. Sé que puede llegar a ser incómodo para ti, lo es para mí y yo no iré, pero odiaría que algo pudiera pasarte —susurró cerca de su rostro.

—Nada me pasará, Kook —JiMin respondió de igual forma.

—Por favor —rogó, pero JiMin no cambió su postura—. Ok, si no vas con ellos, te quedarás aquí. HaNeul y tú pueden dormir conmigo.

—Sabes que no puedo. Tengo que estar mañana temprano en la oficina, tengo muchas citas programadas.

—Entonces solo ve con ellos, ¿sí?

—Está bien. —JiMin se separó del menor para luego decir en voz alta:— Ok, iré con ustedes. Solo déjenme ir por las cosas de HaNeul.

JiMin ignoró las muecas extrañas y mal disimuladas de los dos y se apuró a juntar sus cosas; una vez hecho, los cuatro se despidieron de todos los Jeon y se subieron al auto con YoonGi de piloto, Tae de copiloto y JiMin junto a HaNeul atrás, para luego marcharse.

HaNeul estuvo hablando mucho durante un buen rato, pero para cuando iban a mitad de viaje, finalmente el sueño le venció, por lo que recostándose en su costado, se quedó dormido.

—Entonces, primero dejaré a Tae en el departamento porque vivimos antes y luego les llevaré a ustedes a casa —YoonGi dijo.

—No es necesario, ya desde allí puedo tomar un taxi —JiMin refutó, sin embargo, los otros le ignoraron.

—Me parece bien —TaeHyung le había dicho al alfa—. Mientras vuelves, iré tomando un baño y revisaré mi agenda para mañana.

—Bueno —YoonGi concordó.

Fue así como quince minutos después, ellos estaban parqueados en la entrada del edificio donde estos vivían, dejando al omega menor, quien se despidió rápidamente de JiMin antes de entrar en el. Les tomó unos veinte y tanto minutos estar frente a su casa y una vez allí, YoonGi le ayudó con un aún dormido HaNeul, cargándolo en brazos para que él pudiera entrar cómodamente.

—Lo llevaré a su habitación —el alfa dijo y JiMin simplemente asintió, encendiendo las luces de la casa para que el mayor pudiera ver dónde pisaba—. ¿Deberías cambiarle de ropa?

—Sí, pero por hoy lo dejaré así —JiMin contestó, quitándole los zapatos a su pequeño una vez que estaba instalado en la cama—. No quiero perturbar más su sueño.

Después de arroparle, ambos salieron de la habitación y bajaron nuevamente a la primera planta, donde JiMin acompañó al alfa hasta la puerta.

—Gracias por traerme.

—No hay de qué, en realidad ahora que me quedo más tranquilo. —YoonGi sacó las llaves del auto de su bolsillo—. Ahora será mejor me vaya, ten una buena noche JiMin.

—Gracias, tú igual —YoonGi asintió y comenzó a caminar hacia su auto.

-- Por cierto, aún no olvido la conversación pendiente que tenemos.-- Dijo antes de subir en él.-- Te estaré llamando para que cuadremos una cita.

—Ok —fue todo lo que respondió y YoonGi finalmente se fue.

JiMin volvió adentro, dispuesto a tomar un baño para luego irse a dormir. Había sido un fin de semana bastante movido, por lo que si realmente quería llegar temprano al trabajo mañana, debía acostarse cuanto antes.

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Al día siguiente, JungKook regresaba por el galón de pesticidas que había dejado en la acera para subirlo a la camioneta de la floristería de su mamá, cuando alguien chocó contra él y le derribó.

—Joder —maldijo por el fuerte golpe que se había llevado su trasero.

El chico que había caído en su regazo también estaba soltando algunos quejidos mientras se sostenía de sus hombros.

—¿Tae? —Preguntó cuando percibió el dulce olor a vainilla y el rizado cabello azabache.

—¿Sí? —El chico respondió.

— Tae, ¿qué haces por...? Tú no eres TaeHyung —JungKook repuso cuando pudo ver el rostro de aquel chico, dándose cuenta solo por el color de ojos y ciertas características, porque en realidad eran abrumadoramente parecidos.

—No, mi nombre no es TaeHyung. Me llamo TaeHo —el chico respondió, sonrojándose cuando se dio cuenta que estaba casi a horcajadas en el regazo del alfa. Por lo que se apuró a ponerse de pie—. Lo siento, ¿está bien? —Él inquirió, ofreciéndole una mano para ayudarle a ponerse de pie.

—Eso creo —JungKook murmuró, tomando la mano que se le fue ofrecida.

Tanto él como su pantera se sentían completamente abrumados por el chico. Una vez de pie, se quedó observándole con atención, tratando de descifrar cómo era posible que hubiera alguien más con el olor de su omega y no solo eso, sino que también fuera tan parecido a él.

—Ah... ¿Disculpe? ¿Seguro está bien?

—¿Uh? Yo... sí.

—Ah, bueno, es que como no me ha soltado pues... —El chico desvió su mirada al agarre que Jeon tenía en su mano, por lo que el alfa hizo lo mismo y al darse cuenta de a lo que se refería se apuró a soltarle.

—Disculpa, no ha sido mi intención incomodarte. —JungKook se pasó una mano por el cuello con nerviosismo—. Este, ¿tú estás bien? Ese fue un duro golpe.

—Lo fue, sí, pero usted amortiguó la mayoría del impacto. Lamento eso —Este hizo una mueca, curiosamente parecida a las que TaeHyung solía hacer—. Pagaré cualquier daño, lo prometo.

—¿Qué? —JungKook preguntó, pues nuevamente se había quedado embobado mirándole, el chico frunció el ceño y le miró extrañado—. Quise decir, no te preocupes. No hay nada que pagar en todo caso.

—Si usted lo dice —el chico murmuró y luego comenzó a recoger algunas carpetas y libros del suelo.

JungKook se apuró a ayudarle, viendo algunos dibujos muy buenos en una que otra hoja suelta que llegó a recoger. Una vez terminaron, se levantaron y Kook entregó las cosas que recogió, para posteriormente recoger el galón de pesticidas y ponerlo en la camioneta.

—Oh, ¿trabajas en una floristería? —El chico preguntó, mirando con curiosidad el logo e imágenes en la camioneta.

—Oh, no, no trabajo en una, mi madre es la dueña y la estoy ayudando con unos encargos. Yo soy fotógrafo en realidad —JungKook aclaró y el chico le dedicó una adorable sonrisa, otra vez similar a la de TaeHyung.

—Eso es lindo, la mayoría de los alfas que conozco ni de juego harían lo que usted. —Arrugó la nariz graciosamente, sacándole una sonrisa involuntaria a JungKook.

—Entonces, tal vez no te juntas con los alfas correctos —Kook ofreció.

—Tienes razón, aunque no suelo juntarme con ellos en realidad, son demasiado... narcisistas —El chico, omega, por sus palabras y aroma, se encogió de hombros y se apartó un mechón de cabello que le obstruía la vista—. Yo... creo que debería irme.

—¿Necesitas que te lleve? —Preguntó antes de qué se diera cuenta—. Quiero decir, yo, este, ah... —JungKook maldijo por lo bajo su torpe actitud; hacia años que no se comportaba de esa forma, desde que tenía quince para ser exactos.

—No te preocupes —el omega rio—. Debes estar ocupado y tu madre podría estar esperando eso—. Señaló la camioneta con el mentón.

—En realidad tengo tiempo, así que si no te molesta andar en una camioneta con el logo de una floristería, entonces no habría problema.

—Bueno, realmente no me molestaría, pero la verdad es que no te conozco, es más, ni siquiera sé cómo te llamas.

—Cierto, disculpa que aún no me presento, soy Jeon JungKook. —Se reverenció y el chico le imitó.

—Un placer JungKook-ssi, yo soy Kim TaeHo. —Sonrió.

JungKook abrió los ojos sorprendido, porque eso podría explicar muchas cosas.

—Disculpa que te haga esta pregunta, pero ¿eres familia de Kim TaeHyung? Ya sabes, el modelo. —Kook se desconcertó al ver como la linda sonrisa del chico desaparecía y era por una mueca estoica.

—Por supuesto, tú también. —él murmuró antes de comenzar a alejarse rápidamente.

JungKook se apuró a seguirle por inercia, pues este parecía haberse enojado bastante.

—Hey, ¿qué pasó? —JungKook le sostuvo del brazo, pero el chico se sacudió el agarre.

—¡No me toques! —Medio gritó y JungKook levantó los brazos en son de paz—. Deja de seguirme.

—Lo siento, es solo que te has ido de repente y no me has respondido —justificó.

—Mira, no soy nada del Oh, gran modelo Kim TaeHyung, ni siquiera le conozco. Así que si decidiste fingir estar interesado en mí por eso, pierdes tu tiempo —respondió con brusquedad el omega—. Ni siquiera sé por qué pensé que un chico lindo se interesaría en mí por ser yo, soy un tonto —él masculló por lo bajo, pero JungKook le escuchó, lo que le hizo sentir bastante mal.

—No fingí nada, lo juro. Y no te pregunte eso porque pensé que podría acercarme a TaeHyung por medio de ti.

—Por supuesto que no —TaeHo respondió con ironía—. ¿Sabes qué? No me interesa, ahora déjame en paz. —Intentó irse nuevamente, pero Kook volvió a detenerle—. ¡Te dije que no me toques!

—¡Está bien! Está bien, no volveré a tocarte. —JungKook alzó sus manos una vez más—. Cálmate y escúchame, yo conozco a TaeHyung, ¿sí? Es mí amigo y por eso tu parecido con él me sorprendió.

—¿Hablas en serio? —TaeHo preguntó dudoso y JungKook asintió.

—Soy fotógrafo, ya te dije. Hago fotos para algunas revistas famosas y he trabajado con él; además, es amigo de un amigo y... tú entiendes —trató de explicarse.

—Claro, y si eres tan amigo de él como dices, ¿por qué piensas que soy familia de él? En caso de, ¿no te habría hablado de mí? —TaeHo cuestionó, arqueando las cejas en su dirección.

—¿Eso quiere decir que si eres familia de él?

—¡Que no lo soy! Odio que todo el mundo me confunda con él y traten de acercárseme por eso —rugió con furia.

—Está bien, entiendo. Eso debe ser una mierda —dijo el alfa sinceramente—. Y él me ha contado acerca de su vida, pero creí que podrías ser algún primo o algo porque... no te molestes, pero si no fuera por tu color de ojos y que no tienes el lunar en la nariz; además de que tus labios son ligeramente más rellenos, serían idénticos.

—Vaya, parece que realmente le conoces. —TaeHo asintió y se relajó un poco—. Pero lo siento, no soy nada de él.

—No te preocupes, eso no es realmente importante.

—Bueno, entonces, si me disculpas, realmente tengo que llegar a casa. —Una vez más, JungKook tuvo que detener su partida—. Oye, estoy comenzando a asustarme en serio de que no me permitas irme. —TaeHo se alejó dos pasos y le miró con cautela.

—De verdad lamento eso. Te juro que no soy peligroso, quiero decir, nunca te haría daño. —JungKook se pasó una mano por el pelo y se mordisqueó el labio inferior—. Escucha, hay otro motivo por lo que me mostré interesado en ti.

—¿Oh, si? —TaeHo le miró dudoso.

—Sí, es que tú... hueles como mi compañero —confesó.

—¿Q-Qué?

JungKook vio cómo el chico abría los ojos en grande, aparentemente impactado por sus palabras.

—Entonces, ¿me permites llevarte? Realmente necesito hablar contigo.

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—No sé qué decir. Me refiero a que, esto es sorprendente; siempre creí que cada persona tenía un aroma característico —TaeHo expuso.

—Lo sé, pero juro que no estoy mintiendo.

—No es que no te crea, es más bien que yo, ¿estoy un poco en shock aún? —Tae sonrió quedo—. ¿Por qué crees que sea?

JungKook miró el café en su taza por un momento, analizando bien cómo responder a la pregunta.

—No estoy seguro, quiero decir, cuando olí el aroma y vi por primera vez a mi compañero yo... reaccioné casi instantáneamente. —JungKook apretó los labios y miró al chico frente a él—. Pero cuando te olí a ti, yo también reaccioné, pero estuve más desconcertado que otra cosa, porque, ¿cómo es posible?

El omega tomó un trago de su taza de té y JungKook le imitó, tomando un trago de la propia.

—Pero ¿cómo fue tu reacción con esa persona? ¿Fue parecida a como reaccionaste conmigo o...?

—No, fueron algo distintas. Con él sentí como si... mi mundo diera un giro de ciento ochenta grados, como si todo se hubiera detenido alrededor y solo existiríamos él y yo en el mundo. —JungKook sonrió de solo recordar el moment—. Contigo, como ya dije, me sentí muy confundido.

—Oye, pero por lo que me dices de aquella persona, ni siquiera hay un punto de comparación. Es casi como si compararas un todo con un nada —TaeHo rio un poco.

—¿Un todo con un nada?

—Ah, yo me entiendo. —El omega hizo un ademán con la mano para quitarle peso al asunto.

—¿Ok? —JungKook respondió dudoso, pero luego negó con la cabeza tratando de volver a concentrarse—. La cosa es que, a pesar de que puedo olerte, no puedo sentir tu animal interior. No puedo percibir qué eres, simplemente no puedo sentirle en lo absoluto.

—Oh, eso. —TaeHo hizo una mueca de incomodidad—. Teóricamente, soy una pantera negra.

—¿Teóricamente?

—Así es, yo... cuando era pequeño tuve un accidente que no recuerdo, pero que fue tan malo que mi mente se vio obligada a reprimirlo. —JungKook se percató de la mirada perdida del omega y se arrepintió de preguntar.

—Lo lamento, no quise incomodarte.

—Al parecer tus frases celebres son "lo siento" y "no quiero incomodarte". —TaeHo sonrió despreocupadamente y se encogió de hombros—. No importa, en realidad no lo recuerdo, así que se podría decir que no me afecta. El punto es que, yo perdí o algo por el estilo, mi animal.

—Disculpa, pero no estoy entendiendo muy bien.

—Mi pantera resultó muy afectada con lo que pasó y simplemente se "ocultó". Desde entonces no la volví a sentir hasta el día que me presenté como omega —explicó lo más claro que pudo—. Desde ese momento, de ella solo se queda el olor permanente; además, de que solo aparece muy ligeramente para los celos, si es que pueden llamarse así.

—¿Uh?

—Es que, no estoy seguro de cómo explicarlo, yo... —TaeHo dudó un poco antes de continuar—. En mí semana de celo, me siento muy excitado, pero no es para nada parecido como con otros omegas que se sienten desesperados por ser poseídos y eso. Los míos nunca han sido así de intensos.

—Ya veo —JungKook murmuró, volviendo a tomar de su café—. Pero si lo piensas desde cierto punto de vista, es mejor, te lo juro. Tengo amigos omegas y los que no tienen una pareja la pasan muy mal.

—Lo sé, mi hermana dice que me envidia. —TaeHo hizo una mueca divertida. —Quizás es por eso que nunca he sentido la necesidad de estar con alguien.

—¿Qué quieres decir? ¿Insinúas que aún eres... virgen? —Kook arqueó las cejas en su dirección.

—Ah, este, yo... —El omega se sonrojó casi furiosamente, al parecer cayendo en cuenta de lo que había dicho—. Sí, lo soy.

JungKook encontró que su reacción era curiosamente adorable.

—¿Por qué pareces avergonzado? Eso no es malo —Kook dijo y el omega lo miró con intriga.

—¿No me dirás que cómo es posible a mi edad? —Cuestionó algo cohibido.

—¿Por qué debería hacerlo? Es tu vida, solo tú decides si quieres estar de esa forma con alguien o no —tranquilizó—. Además, ¿qué es eso de que a tú edad? ¿Cuántos años tienes?

—Veinticinco —murmuró.

—No eres tan mayor, yo tengo veintiocho. Solo eres tres años menor. —Sonrió.

Luego se concentraron en terminar sus bebidas. JungKook pagó por ellas y se ofreció a llevar a TaeHo, esta vez sí, a su casa.

—¿Y aqué te dedicas? Quiero decir, ¿trabajas, estudias o...? —JungKook preguntó después de unos minutos de silencioso viaje.

—Estoy terminando mi carrera, estudio periodismo y comunicación, me falta entregar mí monográfico y eso.

—Eso sueña bastante interesante. Si algún día necesitas un fotógrafo o algo, puedes llamarme. —Kook guiñó el ojo y TaeHo sonrió.

—Lo es y gracias, lo tendré pendiente. A la derecha en la siguiente esquina —indicó el camino.

—¿Por aquí? ¿Sigo derecho o doblo allí? —Preguntó JungKook, después de desviarse y ver una entrada a unos metros.

—No, sigue derecho, yo te digo donde debes volver a doblar —respondió—. Y en cuanto a tu otra pregunta, trabajo en una editorial. Por ahora hago trabajo de escritorio, pero mi jefa prometió que podría hacer trabajo de campo en cuanto finalmente me gradúe.

—¿Asegurando un puesto desde temprano? Bien hecho, yo hice lo mismo en mí último año.

—¿Sí?

—Uh-ju, trabajé durante un tiempo en un bufet pero ya luego comencé a buscar trabajo donde podría ir adquiriendo experiencia en mí campo laboral. Como ves, me fue bastante bien. —El alfa sonrió sintiéndose orgullosos de sí mismo.

—Sí, se nota. —TaeHo fingió darle una mirada al interior de la camioneta y JungKook palmeó suavemente su hombro.

—Oye, ¿qué pasa? Te informo que ser florista es un trabajo bastante digno, mí madre lo es y cuando papá murió cuando tenía cinco, ella nos sacó adelante con este negocio.

—Perdón, solo bromeaba. No creo que este trabajo tenga nada malo —Tae se disculpó y luego señaló donde debía doblar.

—Ya sé, solo estaba molestándote. —Kook sonrió y Tae le dio un pequeño empujoncito en el hombro.

—Lamento lo de tu padre.

—Está bien, fue hace mucho tiempo.

—Aún así. —TaeHo hizo una mueca, pero JungKook negó encogiéndose de hombros—. Bueno, oh... dobla en aquella calle, vivo en el edificio que está más adelante.

JungKook estacionó en el lugar indicado y bajó junto al omega para acompañarle hasta la puerta de este.

—Gracias por el té y por traerme a casa —TaeHo dijo una vez estuvieron en la entrada.

—Gracias a ti por haberme escuchado, uh, no quiero ser intenso, pero ¿me pasarías tu número? Me gustaría que nos mantuviéramos en contacto —pidió.

—Por supuesto, la verdad es que yo también me siento interesado en lo que dijiste; creo entender cómo te sientes después de qué tu posible compañero simplemente te rechazara. —TaeHo hizo una mueca y sacó su celular para intercambiar números—. Lamento no ser de mucha ayuda, pero como mi olfato no es bueno y mi pantera no está presente, se me es imposible confirmar o descartar cualquier duda.

—No te preocupes, no es tú culpa después de todo. En realidad soy yo quien debería disculparse por meterte en éste embrollo. —JungKook se pasó una mano por el cuello sintiéndose apenado.

—Pero no es así, aún más si puedes resultar siendo mi pareja, ¿no? —El corazón de JungKook dio un vuelco ante las palabras del omega.

—S-Supongo que sí —titubeó un poco.

—Ok, entonces nos mantendremos en contacto —TaeHo dijo, para luego inclinarse y dejar un suave beso en su mejilla.

JungKook cerró los ojos y su corazón latió desbocado cuando inhaló el dulce y embriagante aroma a vainilla.

—Adiós, JungKook-ssi.

—A-Adiós —tartamudeó, mirando los verdosos ojos hasta que el omega rompió el contacto y se alejó para posteriormente entrar al edificio.

JungKook le vio partir, sintiéndose desconcertado, porque, ¿qué significaba su reacción? ¿Qué significado tenía todo aquello? Y aún más, ¿qué implicaría eso en su relación (aún en proceso) con TaeHyung?

🦁🦁🦁

Stars_Saturn.

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