Capítulo 16

🦁

Eran la una de la tarde cuando JiMin decidió darse un descanso e ir a comer algo, por lo que salió del lugar unos minutos y fue hacia una pequeña pero agradable cafetería que había a unas dos cuadras de allí.

Hizo su pedido y sacó su celular para mensajear a JungKook y preguntarle por HaNeul, ya que había salido desde temprano en la mañana para organizar los últimos detalles de la boda que se llevaría a cabo ese día.

Por suerte, Jeon había aceptado quedarse con su bebé, dado que, según le dijo, solo tenía un compromiso en la tarde, pero que no habría problema si llevaba a HaNeul con él.

Yo:

¿Cómo les está yendo?

JungKook no tardó en contestar, ya que estaba en línea cuando le mandó el mensaje.

JungKookie💙:

Todo en orden.
HaNeul comió hace unos minutos y sí, incluí verduras en su comida.

JiMin sonrió por eso. Siempre le insistía a JungKook que era importante que las verduras fueran parte de su comida, pero el menor se quejaba de que era el tío favorito de HaNeul y como tal debía malcriarlo.

Lo que en su vocabulario significaba darle comida chatarra hasta que HaNeul no pudiera más.

Yo:

Más te vale, Jeon.

JungKookie💙:

Eres aburrido.
Y que te conste que será la única comida sana que le daré en el día.😈
No puedo perder mi puesto del mejor tío 😎

Yo:

Supongo que es justo.

JungKookie 💙:

Por supuesto que lo es, duh.

Yo:

Como sea, solo no vayas a darle demasiada.
Sabes que después se puede enfermar del estómago.
Y Kook, por más que te ruegue, No-Le-Des-Cacahuates-con-helado.

JungKook 💙:

Prometo no hacerlo✋
Además es una combinación asquerosa 😝
No sé como tu hijo puede comer eso, lo juro Minnie, debe haber algo mal en él.

Yo:

No hay nada mal en mi hijo😠
Es solo que tiene gustos algo...
Peculiares.😊

JungKookie 💙:

Si tú lo dices...

Yo:

Lo que sea.
Solo te escribí para saber de ambos, avísame si algo pasa.

JungKookie💙:

Lo haré, Minnie.
No entiendo por qué después de todo este tiempo sigues diciéndome eso😢
Confía más en mi.

Yo:

Confío en ti, Kookie.
En lo que no confío, es en HaNeul y tú juntos.

JungKookie💙:

😇😇

Yo:

😂😂😂
Hablamos después, Kook.
Dale un beso a HaNeul de mi parte.

JungKookie💙:

Se lo daré.
Luego nos vemos👋

Yo:

👋

JiMin guardó su celular y justo en ese momento una linda omega se acercó con su pedido, le agradeció y se dispuso a comer. Después de terminar, pagó por todo y salió del lugar hacia la iglesia, donde continuó con su trabajo.

Los invitados comenzaron a llegar a las tres y JiMin se fue luego de que su clienta entrara al altar. Se dirigió al salón donde se llevaría acabo la recepción para tambien encargarse de que todo marchara como debía.

Por suerte para él, no hubo demasiados contratiempos y para cuando los novios y demás invitados llegaron, todo había sido resuelto.

—JiMin-ssi. —Una sonriente señora Kuang, ahora señora Sang, se acercó a él y le dio un abrazo—. Gracias de verdad, todo quedó exactamente como quería, el lugar está simplemente hermoso, eres el mejor de todos.

—Que bueno que le haya gustado y no diría exactamente que soy el mejor de todos, pero me esfuerzo en hacer las cosas bien. —JiMin sonrió ante la baja risa de la mujer.

—Oh, cariño, no tienes que ser modesto —ella dijo y entonces el señor Sang se acercó a ellos.

—Cariño, ven conmigo. Quiero presentarte a algunas personas. —dijo este y luego puso su mirada en JiMin—. Todo quedó muy bien, mi esposa ha quedado enamorada de todo, bien hecho, muchacho. —Le palmeó ligeramente el hombro.

—Gracias, señor. —JiMin hizo una pequeña reverencia.

—Entonces te dejamos, cariño, ¿vamos? —El señor Sang le tendió el brazo a su esposa y esta lo tomó con una sonrisa.

—Hablamos luego, JiMin-ssi —dijo la señora Sang y JiMin le dio un asentimiento como despedida.

Se dio unas cuantas vueltas por el lugar, verificando que la mesa donde estaba la comida tuviera suficiente de cada platillo y que los que fueran vaciados sean retirados.

Los camareros hacían sus rondas regulares por el lugar, ofreciendo copas de vino o champán, también había algunos con cócteles y vasos de whisky y ron, estos dos últimos a pedido del señor Sang.

—Señor Park, disculpe, pero tenemos un problema. —Uno de los camareros se acercó hasta a él y le guio hasta la cocina—. Es el señor del pedido especial, nos está dando un poco de problemas.

—Entiendo.

Cuando ellos entraron al lugar, el señor estaba gritándole a uno de los encargados.

—Disculpe, disculpe señor, pero le agradecería que guardara la calma y no le gritara al personal. —JiMin encaró al enfurecido hombre.

—¿Quién demonios es usted?

—Soy el organizador de esta fiesta y quien ordenó que no se le sirviera ninguna bebida alcohólica.

—¿Con qué derecho ordenó usted eso? ¿Por qué no puedo yo tomar al igual que los demás?

—Con el derecho que me dio su primo. El señor Sang me pidió explícitamente que por favor evitara a toda costa que usted ingiriera alcohol. —JiMin le hizo una seña disimulada a uno de los camareros para que llamara a seguridad, este asintió y fue en busca de ellos.

—Pues él tampoco tiene derecho de decidir cuándo tomo y cuándo no, soy un adulto. —El hombre parecía cada vez más furioso, pero JiMin se mantuvo impasible, después de todo, de vez en cuando solía toparse con alguien como él.

—Tiene usted razón, sin embargo, soy un simple empleado que sigue ordenes. Así que le sugiero que siga tomando de su sidra sin alcohol y se retire calmadamente con los demás o me veré obligado a llamar a seguridad.

—Usted no puede hacer eso, como ya dijo, soy el primo de su jefe —respondió este con arrogancia.

—En realidad, sí puedo, ya que el señor Sang me dijo que podía tomar cualquier medida que me pareciera pertinente para mantenerle a raya. —Sonrió cuando la mueca de superioridad se borró del rostro del hombre.

Justo en ese momento entraron dos guardias de seguridad, todos en el lugar pusieron su atención sobre ellos, excepto JiMin, él mantuvo su vista sobre el estúpido alfa en frente suyo.

—Ahora, señor, usted decide. ¿Se retirará calmadamente del lugar o...? —JiMin tomó una copa de la sidra que se le estaba sirviendo y la puso en manos del molesto hombre—, ¿tendré que pedirle a estos amables chicos que lo saquen de la fiesta? —Señaló con el mentón a los chicos de seguridad.

—Es un...

—Si tiene usted alguna queja, le aconsejo que vaya directamente con el señor Sang —interrumpió cualquier cosa que este fuera a decir—. Estoy seguro de que podrán resolver cualquier malentendido. Entonces si este nos da el visto bueno, le serviremos con mucho gusto la bebida que desee.

Al final, el alfa solo bufo y se retiró del lugar. JiMin giró los ojos y luego se giró para encarar al resto del personal.

—Lamento eso, chicos, ya pueden continuar. —Sonrió.

—No sé cómo puede manejar las cosas así de fácil siempre —una de las chicas camareras dijo.

—Debido a que la mayoría de estas personas se preocupan de su reputación incluso más que de sus hijos —respondió con un bufido.

—Esa es una fuerte declaración, JiMin-ssi —el encargado dijo y JiMin se encogió de hombros.

—No es como si mintiera. Ahora, si me disculpan, tengo que seguir viendo qué tal va todo allá afuera. Gracias chicos, pero como ven, no les necesitáremos. —Se dirigió esta vez a los guardias.

—No se preocupe, señor Park.

—No dude en llamarnos si surge algo más.

Luego de lo dicho por ambos, estos se retiraron y JiMin también. El omega volvió a dar una vuelta por el lugar, chequeó que la mesa principal (donde estaban los novios) estuviera en orden y abastecida.

Un rato después, se acercó hasta la pequeña banda de música clásica y le pidió al vocalista que anunciara que ya sería el primer baile de los novios.

JiMin les vio levantarse y caminar al centro de la pista, aplaudiendo junto a los demás cuando estos estuvieron allí. Entonces la música comenzó y la pareja de recién casados comenzó a bailar.

La nostalgia invadió a JiMin de repente, como cada vez que tenía que presenciar ese momento en una boda, porque cuando los veía, recordaba que él nunca viviría algo así. Porque tal vez YoonGi fue capaz de rehacer su vida, pero JiMin no creía que él pudiera hacerlo.

—Al menos tengo a HaNeul. Es el único hombre que necesito en mi vida —murmuró para sí mismo.

JiMin se giró para verificar si el fotógrafo que podía ver tomando fotos del momento querría algo una vez la pieza terminara; sin embargo, terminó chocando con alguien y tirando la copa que tenía en su mano al piso.

—Oh, por la diosa, lo siento. Lo lamento mucho —se disculpó a la vez que se agachaba a recoger la copa que por puro milagro no se rompió.

—¿JiMin? —El omega levantó la cabeza al reconocer la voz de quien le nombró.

—¿TaeHyung? ¿Qué haces aquí? —JiMin se puso de pie con copa en mano e hizo una señal a un camarero que estaba por allí para que se acercara—. Por favor llama a alguien para que limpie. —Le entregó la copa y este asintió para luego retirarse.

—Estoy acompañando a YoonGi, el novio es un compañero de trabajo. —JiMin se sorprendió ante esto.

—No tenía ni idea —comentó—. Sabía que el señor Sang es abogado, pero no pensé que trabajara en el mismo buffet de YoonGi-ssi.

—Pues lo hace, aunque es extraño porque según entendí, es un imbécil. —JiMin rio por lo bajo, se sentía bien no ser el único que lo pensaba—. Es una lastima, porque hable un poco con la señora y se nota que es un amor, sinceramente no entiendo qué hace casándose con alguien así.

—Si le cae mal, entonces, ¿por qué están aquí? —TaeHyung se encogió de hombros.

—Todos sus compañeros vinieron, YoonGi no podía ser el único en faltar, ya sabes, tiene que una imagen que guardar.

TaeHyung miró un poco al rededor y sonrió para luego saludar con la mano, JiMin siguió con la mirada el lugar hacia donde su amigo saludaba y se encontró con los ojos de YoonGi puestos en él.

El alfa hablaba con dos hombres aparentemente mayores que él, pero eso no evitó que le barriera de pies a cabeza con la mirada. JiMin sintió como un escalofrío atravesó su espalda cuando este se lamió los labios y tomó un trago de su vaso una vez volvió a encontrarse con sus ojos.

—Ven, vamos con YoonGi. —TaeHyung le tomó de la mano y comenzó a arrastrarlo hasta allí.

—No, Tae, tengo cosas que hacer, además, él está hablando con alguien más. —JiMin dijo.

Justo entonces, las personas volvieron a romper en aplausos, pues el baile había terminado y más parejas se unieron a ellos en la pista.

—¿Estás trabajando? Creí que eras un invitado —TaeHyung contestó y JiMin respondió positivamente—. Pues con razón todo está tan hermoso, viendo esto, solo puedo imaginar cómo podría quedar mi fiesta.

—¿Significa eso que ya tomaste una decisión? —JiMin preguntó y TaeHyung paró su caminata.

—Lo pensé mucho este tiempo y decidí que me quedaré con YoonGi. —El omega menor suspiró.

—¿Ya se lo dijiste a JungKook? —JiMin hizo una mueca preocupada, pues el alfa no le había comentado nada.

—Aún no. —La mirada de TaeHyung se ensombreció—. No he podido, él es un buen chico y realmente no quiero lastimarle.

—Pero Tae, terminará sufriendo más si sigues posponiendo decirle las cosas —refutó—. Solo falta un mes y un par de días para tu boda.

—Lo sé, yo... trataré de decirle lo antes posible. —Entonces TaeHyung reanudó su caminata y finalmente llegaron hasta donde estaba YoonGi con los demás hombres.

—TaeHyung, cariño. —YoonGi sonrió tomando la mano de este y poniéndolo a su lado—. JiMin-ssi, es una gran sorpresa verte por aquí.

—Lo mismo digo. —JiMin se removió incómodo, en parte por estar junto a la pareja después de lo que pasó y en parte por la intensa mirada que YoonGi le dedicaba—. Aunque la verdad es que estoy trabajando.

—¿Oh, sí? ¿Tú organizaste esto? —JiMin asintió a la pregunta del alfa—. Pues te ha quedado muy lindo todo.

—¡¿Verdad que sí?! —TaeHyung dijo con emoción—. Si nuestra boda queda la mitad de linda, sería un éxito.

—No te preocupes, Tae. Me aseguraré de que quede incluso mejor. —Le guio y TaeHyung soltó una risita.

—Por lo que veo, YoonGi, tu solo te rodeas de omegas hermosos. —Uno de los alfa que acompañaban al susodicho habló.

—En realidad, es pura suerte. —Entonces YoonGi procedió a presentarles—. Señores, este hermoso omega a mi lado es mi prometido y prontamente esposo Kim TaeHyung, y el bello chico que le acompaña es nuestro organizador de bodas y amigo, Park JiMin.

—Es un placer al fin conocer al omega que se robó el frio corazón de YoonGi —uno de ellos dijo, mientras se reverenciaba junto a los demás—. Y es igual de placentero conocerle, señor Park. Mi nombre es JungMin y estos caballeros a mi lado son JunHyung y Eduard. —Señaló a cada uno mientras le mencionaba.

—Es un placer —ambos dijeron y tanto TaeHyung como él respondieron de igual forma.

—Lamento si soy grosero, pero la verdad, tengo que irme. Estoy algo ocupado y solo quise pasar a saludar —JiMin dijo.

—Oh, no, no hay ningún problema. Por favor continúe, no queremos distraerle de sus deberes —el que presentaron como JunHyung contestó.

—Entonces pasaré a retirarme, fue todo un placer. Caballeros, TaeHyung, YoonGi-ssi. —JiMin hizo una última reverencia para irse del lugar.

El resto de la fiesta JiMin tuvo que pasársela escapando de YoonGi y tratando con el primo del novio que seguía tratando de conseguir algo de alcohol.

—Hey, al fin llegas. Preparé el baño y tengo una copa de vino para cuando salgas. —Fue el saludo que JungKook le dio nada más abrió la puerta.

—Por eso te quiero, Kook. —JiMin abrazó al menor por unos segundos antes de entrar—. HaNeul ya duerme, ¿verdad?

—Sí, esta vez lo acosté a su hora.

—Hum... ¿debería creerte? —Preguntó divertido el omega y JungKook hizo un puchero.

—¿Por qué nunca crees completamente en mí?

—Porque nunca sabes decirle que no a HaNeul. Él te pone carita de borrego y ya caes. —Rio, dirigiéndose hacia el baño en la habitación del menor—. Parece que se te olvida que en realidad es un león y los leones somos...

—Feroces y no tienen nada de borreguitos —JungKook terminó y JiMin asintió comenzando a quitarse la ropa.

—Ahora iré a tomar ese baño y quitarme esta peste de encima —JiMin se quedó en ropa interior y buscó una pijama en el armario de Kook—, no aguanto un segundo más tantos aromas encima de mí. Cuando salga quiero que estés esperándome con la copa en mano.

—Sí mí capitán. —JungKook hizo un saludo militar y salió de la habitación.

Una vez solo, JiMin entró al baño y se sacó el bóxer para meterse a la bañera, misma que estaba llena de agua tibia (según comprobó cuando metió una mano) y algunas burbujas.

—Ni que fuera tan delicado —murmuró una vez dentro; sin embargo, sonrió porque no podía engañar a nadie, eso se sentía demasiado agradable.

Veinte y tantos minutos después, JiMin y JungKook estaban sentados en el sofá con copa en mano mientras hablaban de cómo había sido su día.

—Y HaNeul fue hasta mí y me dijo: "papá, ¿papi ya te llamó?" Y así fue como pude quitármela de encima. —JiMin soltó una carcajada ante la muy graciosa historia del menor—. Oye, no te rías, de verdad, la chica era una acosadora. Incluso temí por mi integridad física.

—Ya, tonto. —JiMin empujó un poco el hombro de Kook con el propio a la vez que trataba de regular su risa—. Ah... de verdad estás enamorado, el antiguo tú le hubiera seguido el juego, no habrías tenido sexo con ella, pero sí hubieras flirteando un poco.

—Soy un hombre nuevo, JiMin. Ahora todos mis pensamientos y erecciones le pertenecen a TaeHyung. —JiMin tuvo que disimular una mueca, pues se sentía mal por su amigo.

—No deberías ilusionarte demasiado, Kook. Dices que TaeTae ni siquiera considera la posibilidad de dejar a YoonGi y tener una relación contigo —habló con franqueza—. Y TaeHyung puede llegar a ser muy testarudo, así que...

—No me rendiré —interrumpió el menor—. Seré tan insistente como sea necesario; le embaucaré si es preciso, pero le haré ver que es conmigo con quien tiene que estar.

—JungKook.

—Confía en mí, JiMinnie. TaeHyung terminará entendiéndolo y en todo caso, tengo hasta el día de su boda aún. No aceptaré un no hasta que, en el peor de los casos, le de el sí a Min.

Por la mirada de convicción que JungKook le dio, JiMin supo que no importaba que le dijera, el menor no le haría caso. Fue por esto que al final decidió no decirle nada de lo que TaeHyung le había comentado esa noche.

—Solo espero que si las cosas no salen como quieres, no termines más lastimado de lo que deberías.

—¿A qué te refieres? ¿A caso TaeHyung te dijo algo? —JungKook le miró interesado y JiMin se apresuró a negar—. ¿Seguro?

—Completamente.

—Bueno —JungKook aceptó, aunque aún así JiMin podía ver la duda en sus ojos.

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Al día siguiente, JiMin se había levantado a las siete de la mañana, aunque le costó un poco si pensaba que habla llegado a casa de Kook a las una de la madrugada y luego entre copas y conversaciones le habían dado las tres.

En resumen, era domingo y solo había dormido cuatro horas. Salió de la casa a las siete con veinte minutos y camino durante diez, para dirigirse a la pastelería que estaba a dos cuadras de allí.

Cuando llegó, estaban recién abriendo, porque JiMin podía ver a través de los ventanales cómo arreglaban las cosas para comenzar su día.

—Buenos días —dijo nada más entró, recibiendo un saludó de igual forma de los trabajadores—. Este... ¿dónde esta Lia?

—Tiene que estar en la cocina, ¿quiere que la llame? —Una de las chicas le preguntó.

—Por favor, dígale que JiMin la está buscando.

—Ok, espere un momento.

Una vez la chica pasó tras el mostrador y entró a la cocina, JiMin comenzó a ver qué nuevos postres exhibía Lia, interesándose en uno de chocolate y frutos rojos que se veía delicioso.

No pasaron ni dos minutos cuando Lia hizo acto de presencia, cargando en sus manos el pastel de una libra que había encargado.

—Mira lo que tengo para ti, JiMin. —Lia sonrió, dejando el pastel sobre el mostrador—. ¿Qué te parece? ¿Crees que le guste?

—Lo va a amar. Te quedó fenomenal. —JiMin no podía quitar su mirada impresionada del pastel—. Definitivamente eres la mejor, que bueno que te cambiaste carrera y te dedicaste a esto.

—Sí, bueno, me ayudaste a decidir esto, ¿recuerdas? Fue una lastima que luego dejaras la universidad. Quedé muy triste, siempre quise agradecerte por eso. —Ella suspiró como si recordara aquel tiempo—. Fue muy oportuno cuando nos encontramos hace tres años.

—Ya sé, fue un día como hoy, ¿no? JungKook se acababa de mudar y no conocía bien la zona. Encontré la cafetería por pura casualidad.

—Uh-ju, estabas desesperado porque necesitabas un pastel de cumpleaños para JungKook. —Ambos rieron al recordarlo—. Nunca entenderé por qué de todos los pasteles escogiste el de temática infantil.

—Porque cuando lo vi me recordó a Kook —confesó—. Aún más porque el personaje en él se llamaba Cooky, ¿no?

—Ustedes son de lo que no hay, recuerdo que desde entonces siempre me encargan los pasteles de sus cumpleaños y siempre son pasteles broma.

—Es nuestro sello. —JiMin le dio un guiño y Lia negó divertida.

—Este es el más normal que he hecho. Me esforcé porque tuviera cada detalle de la cámara en la foto.

—Se nota; sé que Kook lo apreciará mucho. Después de todo, es su cámara favorita. —Entonces JiMin sacó la billetera de su bolsillo y pagó el monto acordado.

—Por favor deseale a JungKook un feliz cumpleaños de mi parte —Lia dijo una vez empacó el pastel y se lo entregó.

—No te preocupes, lo haré. Nos vemos en unos días cuando venga por el pastel de HaNeul —despidió.

—Dalo por hecho.

Cuando JiMin volvió a entrar en el departamento, tanto JungKook como HaNeul dormían, por lo que sacó el pastel de la caja y lo puso sobre el comedor. Luego despertó a HaNeul y encendieron las velas antes de mandar a su bebé por el alfa.

Le tomó cinco minutos salir y una vez un despeinado y adormilado JungKook entró al comedor, HaNeul y él comenzaron a cantarle feliz cumpleaños.

—¡Vamos, vamos! ¡Pide un deseo! —HaNeul apuró, saltando de un lado a otro con emoción.

—Ya voy —JungKook contestó y luego las apagó.

Todos aplaudieron y JiMin se acercó para darle un apretado abrazo al menor

—Feliz cumpleaños Kook, ojalá cumplas muchísimos más —susurró contra su oreja y JungKook apretó el agarre alrededor de él.

—Gracias por esto, JiMinnie, el pastel está hermoso.

—Muchas, muchísimas felicidades tío. —HaNeul se abrazó a una de las piernas de JungKook, este rio, soltándole para luego agacharse y alzar al infante en brazos.

—Gracias, campeón.

—De nada, Kookie, ¿te gustó el pastel? Fue mi idea que sea una cámara.

—¿En serio? Woow, ahora es el doble de increíble. —JungKook comenzó a hacerle cosquillas al pequeño, quien no podía hacer más que reír y pedir piedad.

—Es hora de la foto. Tomé prestada una de tus cámaras, Kook. —JiMin la mostró y este se encogió de hombros—. Bien, entonces tomemos una donde salgas solo y ya luego nos tomamos unas cuantas juntos.

—Ok, pero informo que no saldré bien. Aún ni siquiera me he lavado los dientes. —JungKook rodeó la mesa para ponerse tras el pastel y posar para la foto.

—No me importa —JiMin dijo, llevándose la cámara a la cara para poder enfocarlo y luego comenzó a tomarlas—. Quiero que te tomes una con tu cámara favorita y el pastel.

—Buena idea, me di cuenta que esta inspirado en ella. —JungKook fue por la cámara.

Una vez volvió, tomó el pastel en una mano y la cámara en la otra para que JiMin tomara la foto.

— Ahora, HaNeul, ve con Kook, cariño. —HaNeul, que se había mantenido yendo de un lado a otro, desesperado por ir junto al alfa, soltó un grito y corrió hacia él.

La mañana se pasó con ellos comiendo pastel entre risas y fotografías.

🦁🦁🦁

—¿Por qué me avisas de esto? —TaeHyung preguntó.

—No estoy seguro, tal vez no debí llamar, pero pensé que te gustaría saberlo —JiMin contestó a través de la línea—. No tienes que venir, ni hacer nada si no quieres. Pero si cambias de opinión, la fiesta empieza a la seis y te enviaré la dirección por mensaje, ¿bueno?

Entonces JiMin colgó y segundos después, le llegó el mensaje se este con la dirección de la casa se la señora Jeon, lugar donde se llevaría a acabo la fiesta de cumpleaños del menor.

—¿Qué pasa con esa cara? —YoonGi se sentó junto a él en el sofá con su tablet en mano.

—Es que Minnie acaba de llamarme para invitarme a una fiesta hoy en la tarde noche.

—¿En serio? —YoonGi arqueó las cejas—. Y qué pasa, ¿no quieres ir?

—No exactamente, es que es una fiesta de cumpleaños.

—¿Cumpleaños? ¿Quién cumple años?

—JungKook.

—Oh.

TaeHyung vio cómo el ceño del mayor se fruncia de forma leve e inmediatamente supo que la idea no le agradaba mucho.

—JiMin dijo que fuéramos ambos, que sería divertido. Creo que me invitó porque la última vez le dije que él y yo nos habíamos hecho amigos. —Se relamió el labio el labio inferior en ese tic nervioso que tenía.

—Entonces... ¿no irás?

—No lo sé, ¿te gustaría a ti ir? —Preguntó cauteloso.

—No veo por qué no. —YoonGi se encogió despreocupadamente de hombros.

—¿No te molesta?

—TaeHyung, ya hablamos se esto. Jeon es solo un amigo, ¿no? —TaeHyung titubeó, pero terminó asintiendo—. Entonces no hay ningún problema, si quieres ir, entonces vayamos.

Fue así que ambos terminaron en la casa (algo llena) de la señora Jeon, misma que los recibió a ambos con una gran sonrisa.

—TaeHyung-ssi.

—Señora Jeon...

🦁🦁🦁

Stars_Satyrn.

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