Capítulo 15
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TaeHyung entró en la ducha después de haberse desnudado, aún sintiéndose aletargado por lo que había hecho. Miró hacia abajo a sus caderas, viendo las marcas rojizas que los labios y dedos de JungKook dejaron allí.
Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando rememoró cada momento de la noche pasada. Habían hecho el am-... tenido sexo, se dijo, habían tenido sexo hasta bien entrada la madrugada.
JungKook había sido totalmente maravilloso, tocándolo y velando por su satisfacción antes que la propia. No es como que YoonGi no fuera así; no tenía nada que envidiarle, pero cuando estuvo con el león nunca se llegó a sentir tan... pleno.
Porque TaeHyung había sentido una conexión con la pantera que no había sentido nunca antes con nadie más.
"Eso es porque es nuestro compañero", su tigre habló en su cabeza, "nacimos para estar juntos; fuimos hechos el uno para el otro".
"El uno para el otro", pensó, pero terminó negando. "No es así, voy a casarme con YoonGi, uniremos nuestra vida a él", dijo esta vez a su tigre.
"¿El mismo hombre del cual dudas? ¿El mismo que te empujó a los brazos de JungKook?"
"Él no me empujó a los brazos de nadie, no seas injusto con él; a pesar de todo, no tiene la culpa del error que cometimos".
"¿Error? Si lo que hicimos fue un error, entonces, ¿por qué no estás arrepentido?"
TaeHyung intentó reprochar, pero terminó guardando silencio, porque sinceramente no sabía qué decir. Después de todo, su tigre tenía razón.
—¿Por qué no estoy arrepentido? —Murmuró para sí mismo mientras abría la llave de la ducha, misma que le empapó casi inmediatamente—. ¿Por qué a pesar de que piense que fue un error, no puedo sentirlo así?
TaeHyung lloró esa mañana, rogándole a la diosa porque le devolviera la claridad a su mente y corazón, mientras sus sollozos eran cubiertos por el ruido de la ducha.
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—Papi, ¿puedo preguntarte algo? —JiMin salió de sus caóticos pensamientos cuando escuchó a su hijo hablar.
—Claro amor, ¿qué pasa?
—¿Por qué aún no estás vestido? ¿No irás a trabajar hoy? —JiMin miró a los grandes e inocentes ojos de su hijo y sonrió.
—No, hoy me tomaré el día y nos quedaremos en casa.
—¿Por qué?, ¿estás enfermito? Porque entonces puedo cuidarte como tú me cuidas cuando estoy enfermo y me siento mal.
JiMin sintió como su corazón se derretía ante la ternura de su pequeño; era simplemente hermoso. HaNeul lo era todo para él y siempre sería su prioridad, no importaba qué tuviera que sacrificar para que estuviera bien y fuera feliz.
Aún si eso fuera su corazón y la felicidad propia.
—No te preocupes, cariño, no estoy enfermo, solo un poco cansado. —JiMin acarició la cabecita de HaNeul, quien le miró con duda—. Lo prometo —dijo esta vez, llevando su mano derecha a su corazón.
—Bueno. —HaNeul terminó aceptando y le dio otra mordida a la tostada en su plato—. Si estás demasiado cansado, me dices y te haré un masaje.
—¿Me harás un masaje? —JiMin preguntó divertido y HaNeul asintió.
—El otro día estaba viendo la tele y pasaron un anuncio donde hacían masajes a las personas que estaban cansadas y estri... estra... estre...
—¿Estresada? —JiMin concluyó al ver que la palabra se le complicaba.
—¡Sí! Eso, le daban masajes cuando las personas estaban así por el trabajo o por cualquier cosa. —HaNeul rebotó un poco sobre su asiento mientras decía todo con emoción—. Así que yo quiero hacerlo para ti, papi.
—Oh, mi amor, ¿no tengo al mejor hijo? —JiMin tiró suavemente de las gorditas mejillas del pequeño—. Pero bebé, ¿estás seguro de que sabes cómo dar un masaje?
—Éste... pues no —HaNeul puchereó—. ¡Pero puedo aprender! ¡O papi puede enseñarme!
—¡Cierto! —JiMin concordó soltando una risa—. Y después tendré a mi propio masajista personal, oh, soy un padre tan afortunado.
HaNeul asintió fervientemente con la cabeza y luego continuó comiendo su desayuno. Una vez ambos terminaron, JiMin recogió los platos y los llevó al fregadero para lavarlos.
HaNeul le siguió hasta allá y buscó el banquillo que usaba para alcanzar la llave, lo puso a su lado y le sonrió diciendo que le ayudaría a enjuagar.
—Papi, ¿puedo preguntarte algo más?
—¿Qué? —JiMin preguntó, poniéndose los guantes y comenzando a enjuagar los trastes para eliminar la grasa antes de fregarlos.
—¿Por qué hueles tanto a papá?
JiMin casi deja caer el plato en su mano de la impresión, no creía que HaNeul notaria el olor, pues se había tomado una ducha e incluso puesto esa crema hidratante con aroma a coco que tanto odiaba su bebé.
—Esto, es que él estuvo aquí anoche. Quería verte, pero como ya te habías dormido no quiso molestarte —confesó a medias.
—¡¿Papá estuvo aquí y no pude verlo?! ¡No, papi! ¡Me hubiera despertado! —HaNeul berrinchó—. ¡Hace días que no lo veo! ¡Quiero verlo!
—Park HaNeul, no grites —JiMin reprendió y HaNeul se cruzó de brazos e infló las mejillas enfurruñado.
—Quiero ver a papá.
—Lo verás luego, él...
—¡No! ¡Quiero verlo ahora!
—HaNeul...
—¡Quiero verlo!
—Park HaNeul, te he dicho que no grites.
—¡Quiero a papá! ¡Quiero a papá! ¡Quiero verlo! —HaNeul se bajó del banco y corrió fuera de la cocina.
JiMin se apresuró a quitarse los guantes y correr tras él, temiendo que éste fuera a lastimarse.
—¡HaNeul, no corras! —JiMin le siguió por las escaleras, alcanzándole justo cuando intentó cerrar la puerta. Interpuso sus manos y luego la abrió por completo para entrar—. ¡HaNeul debes escuchar cuando...!
JiMin calló al escuchar el sollozo del pequeño, suspiró y se sentó a su lado en la cama, donde HaNeul estaba acurrucado de espaldas a él.
—Lo siento, no quería gritarte, papi. —JiMin llevó una mano hasta el brazo del menor y le acarició.
—Está bien, cariño, solo no vuelvas a hacerlo. Sabes que no me gusta. —HaNeul se volteó para encararle y JiMin limpió las lágrimas que cubrían sus mejillas.
—No lo haré otra vez —dijo el infante con voz constipada—. Es solo que de verdad quiero ver a papá, me asusta que... —HaNeul calló y desvió la mirada.
—Oh, mi amor —JiMin murmuró, recostándose al lado de su bebé y envolviéndolo entre sus brazos—. No tienes porqué tener miedo, prometo que papá no volverá a irse, al menos no sin antes decirte a donde irá.
—¿Lo juras? —Preguntó el menor contra su pecho.
—Lo juro, incluso se lo comenté y me dijo que te dijera que podías llamarlo cuando quisieras.
—¿En serio? —HaNeul alzó la cabeza y le miró con ojos húmedos, JiMin asintió y besó su frente.
—¿Quieres que lo llame ahora? Probablemente esté en el trabajo y puede que esté ocupado, pero estoy seguro que sacaría unos minutos para hablar contigo.
—Gracias, papi. —HaNeul besó su mejilla y JiMin suspiró contento, entonces él se alejó para volver a mirarle a la cara—. Pero no quiero interrumpir a papá si está ocupado, tal vez después.
A JiMin no le gustaba ver la mueca entristecida en el rostro del menor, pero para ser sincero, no estaba listo para volver a hablar con el alfa, así que por esa vez, por esa única vez, sería un poco egoísta y le llamaría después.
—No pongas esa carita, ¿sí? Prometo que le llamaré en el almuerzo y así podrán conversar todo lo que quieras, ¿bueno?
—Bueno. —HaNeul sonrió.
—Ahora, ¿qué te parece si vamos a terminar de lavar los trastes?
—Ok, vamos. —Ambos se pusieron de pie y se encaminaron a la cocina—. Pero papi, en serio hueles mucho a papá.
JiMin titubeó, pero decidió no prestarle demasiada atención a eso.
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—Sabía que te arrepentirías. —JungKook vio cómo el omega se sobresaltó cuando se sentó de improviso junto a él—. Sin embargo, estaría mintiendo si digo que me arrepiento de haber tomado la oportunidad.
—J-JungKook, ¿qué haces aquí? —TaeHyung tartamudeó un poco, mirándole con grandes y casi asustados ojos.
—Trabajo, tengo una sesión de fotos cruzando la calle en diez minutos. —JungKook señaló el lugar con el mentón—. ¿Tú qué haces aquí? Quedé muy sorprendido cuando te vi.
—Yo... estoy pensando —TaeHyung contestó evasivo.
—¿En lo que pasó anoche? —Insistió.
—No, sí. No exactamente, en realidad pienso en todo.
—¿En todo? —Silbó—. Vaya, esas son muchas cosas que pensar —comentó con gracia, sacándole una sonrisa involuntaria al mayor, quien se apresuro a ocultarla.
—Lo son —el omega carraspeó—. Por eso estoy aquí, busco un poco de aire y tranquilidad.
—Entiendo.
JungKook miró al frente y ambos se sumieron en un cómodo silencio, donde solo escuchaban el sonido de las aves y uno que otro grito y risas de las pocas personas que estaban en el parque a esa hora del día.
—TaeHyung —JungKook rompió el silencio después de un par de minutos—. ¿Por qué escapaste esta mañana? Cuando desperté y no estabas, yo... me sentí como un imbécil, para ser sincero. —JungKook sonrió sin gracia.
—No lo sé, creo que entré en pánico —TaeHyung contestó después de un rato—. Cuando desperté y me encontré desnudo en tú cama, yo simplemente... me asusté.
—¿Te asustaste? —JungKook le miró, su ceño fruncido en confusión—. No creí que estuvieras tan ebrio como para que no te acordaras dónde estabas y qué habías hecho.
—N-No fue por eso —confesó el omega por lo bajo, posando su mirada en sus manos entrelazadas sobre su regazo.
—Entonces, ¿por qué?
—Uh... sinceramente no quiero hablar de eso. —TaeHyung hizo una mueca y negó con la cabeza.
—TaeHyung... ¿por qué? —JungKook tomó el mentón del omega en una de sus manos e hizo que le mirara—. Dime.
—Porque —contestó, sus ojos humedeciéndose de repente—, por un momento, estúpidamente pensé que sería maravilloso despertar así todos los días, contigo abrazado a mí, junto a mí y... y no es correcto.
—¿Por qué? ¿Por qué no sería correcto? —JungKook preguntó, llevando su otra mano al rostro del mayor y limpiando la lágrima que se escurrió por su mejilla con el pulgar.
—¡Porque voy a casarme! —Gritó, sorbiendo su nariz y envolviendo sus manos alrededor de las muñecas del alfa, antes de calmarse—. Porque voy a casarme dentro de poco, porque amo a mí pareja y...
—Mientes —JungKook interrumpió—. Mientes, ¿sabes por qué lo sé? Porque si lo amaras tanto como dices, no te hubieras acostado conmigo; no hubiéramos hecho el amor anoche.
—No hicimos el amor —contradijo—, no lo hicimos, solo tuvimos sexo; tuvimos sexo porque tuve un desliz y fue un...
—No te atrevas a decirlo. —JungKook le soltó, bufando frustrado y pasando una mano entre su cabello.
—Pero lo fue —TaeHyung contestó, limpiándose las lágrimas con las manos en un intento de recomponerse.
—No, lo que hicimos no fue un error, TaeHyung. No importa cuánto quieras pensar que lo fue. —JungKook recogió sus cosas y se puso de pie, pues ya era hora de que fuera a trabajar—. No importa cuánto quieras convencerte de que lo fue.
—JungKook... —TaeHyung se paró, pero el menor levantó una mano callando lo que sea que fuera a decir y le apuntó con un dedo.
—No sigas, solo quédate callado —negó—. No quiero escucharte si solo dirás tonterías.
—No son tonterías, JungKook.
—¡Sí lo son! —Gritó y luego sacudió la cabeza para calmarse—. Sí lo son, porque tu estás empeñado en querer casarte con alguien que no te hará feliz. Y con eso no quiero decir que vaya a tratarte mal o no te vaya a demostrar cariño, porque probablemente será así, pero TaeHyung, deberías saber que hay una diferencia muy grande entre sentir cariño o afecto por una persona, a estar enamorado de ella.
—Yo lo amo.
—Deja de mentirte, TaeHyung... escucha, yo creo que tal vez lo hiciste —JungKook se acercó al omega y tomó una de sus manos—, pero por una vez sé sincero con ambos, si justo ahora te preguntara si amas a YoonGi, ¿serías capaz de responderme que sí, sin dudar?
TaeHyung no respondió y las comisuras de JungKook se curvaron en una sonrisa que en realidad no sentía.
—¿Ves?
—Aún así, Kook. No puedo simplemente dejar a YoonGi, él no se lo merece, no puedo hacerle eso. —TaeHyung le dedicó una mirada culpable.
—¿Y qué hay de ti, de nosotros? ¿Prefieres lastimar a tu tigre y a ti mismo solo por eso? —JungKook llevó la mano del omega a su boca y besó sus nudillos sin despegar la mirada de sus ojos—. Creo que deberías pensar las cosas un poco mejor, porque aunque no lo creas, hay más cosas en juego de las que piensas.
—¿Qué quieres decir?
—Que la felicidad de varios dependen de tu decisión.
—No entiendo.
JungKook no respondió, solo reacomodó el bulto en su hombro y se alejó. Tenía trabajo que hacer.
—¿JungKook? —TaeHyung llamó.
—Nos vemos luego, TaeTae. —JungKook movió una de sus manos en despedida—. Ah, y solo por las dudas, no me rendiré, recuerda que me diste hasta el día de tu boda para convencerte de que soy tu mejor opción.
JungKook levantó la cámara que colgaba en su cuello y tomó una fotografía del rostro confundido del omega. Sonrió con el resultado y terminó de marcharse, ignorando las quejas de TaeHyung a su espalda.
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Cuando JungKook entró más tarde ese día en casa de JiMin, el saludo que recibió fue una bofetada y un puñetazo en el estómago.
—¿Qué demonios te pasa? —Jadeó, pues había perdido el aire por el golpe.
—¿Estás bien? —JiMin preguntó poco después, JungKook asintió con confusión—. Pues entonces no lo hice lo suficientemente bien.
El menor se apuró a detener el puño que se dirigía nuevamente hacia él, JiMin frunció el ceño e intentó golpearle con su otra mano, pero JungKook volvió a detenerle. Sin embargo, no se rindió, pues terminó pateándolo en la espinilla.
—Joder, JiMin —el menor maldijo, soltando al omega para levantar su pierna y acariciarla en un vano intento de alejar el dolor.
—Eso te pasa por imbécil y boca suelta. —Golpeó con fuerza su cabeza, sacándole un nuevo gemido—. ¿Por qué demonios le dijiste a TaeHyung de las salidas de YoonGi con HaNeul?
—¿C-Cómo te enteraste? —JungKook preguntó titubeante.
JiMin soltó un pequeño grito e intentó volver a golpearle, pero JungKook corrió lejos de su alcance.
—Tal vez porque YoonGi vino anoche todo destrozado a decirme que TaeHyung discutió con él por eso. —Se cruzó de brazos—. ¿Sabes qué más me dijo?
JungKook no respondió.
—¡Te estoy hablando! ¡Respóndeme cuando lo haga! —JungKook saltó en su lugar por el repentino grito.
—Perdón, perdón... ¿q-qué fue lo que te dijo?
—¡Me dijo que TaeHyung piensa que lo engaña conmigo!
—¡¿Qué?!
—¡Que me dijo...!
—¡No, eso no! —JungKook interrumpió—. Me refiero a que por qué te dijo eso.
—Pues porque al parecer TaeHyung confundió las cosas y comenzó a reclamarle sin dejar que se explicara, YoonGi se enojó y le reclamó el que ustedes fueran repentinamente tan cercanos y terminaron discutiendo —JiMin bufó—. YoonGi piensa que no lo dijiste a propósito, pero JungKook, yo sé bien que no fue así, ¡¿puedes decirme en qué demonios estabas pensando?!
—¡Lo siento! No pensé que las cosas resultarían así por mi comentario, aunque ahora todo tiene mucho sentido —murmuró lo último con semblante pensativo.
—Y ahora de qué hablas.
—De nada. —JungKook hizo un ademán con la mano para quitarle peso al asunto—. Pero, lo siento mucho, JiMinnie, en ese momento no pensé que tu podrías haber salido perjudicado.
—Claramente —JiMin bufó, pero luego se calmó y se acercó hasta sentarse en el sillón—. Solo no vuelvas a hacerlo, Kook. Te digo las cosas porque confío en ti, sé que Tae es tu omega y quisieras decirle todo, pero te pido que cuando sientas que quieres decirle algo, también pienses un poco en HaNeul.
JiMin le miró con preocupación.
—Temo que él sea el que salga más perjudicado en todo esto, por eso te pido que actúes como mi amigo, no como el compañero de Tae. Y sé que soy egoísta al pedirte eso, pero prometo que no será para siempre, solo hasta que YoonGi hable las cosas con él.
—Entiendo lo que pides, lo juro. —JungKook se sentó al lado del mayor y apretó una de sus rodillas—. Pero comienzo a pensar que no se lo dirá nunca.
—Por supuesto que lo hará —JiMin contradijo—. O sino, seré yo quien lo haga.
🦁🦁🦁
Esa noche, YoonGi hizo la cena y ambos se sentaron en la mesa sin decirse una palabra el uno al otro.
—TaeHyung —llamó después de un rato—. Sé que acordamos olvidar el día de ayer, pero hay algo que me incomodaba y de verdad no me sentía bien dejándolo tal cual.
—¿Qué cosa? —Preguntó a la defensiva el omega.
—Yo... espero que no te moleste, pero llamé a JiMin y...
—¿Que hiciste qué?
—No te alteres, solo escúchame —pidió al ver como el tigre se exaltaba—. Tuve que decirle de nuestra discusión, le dije que hubo una confusión contigo y nosotros saliendo, quiero decir, mis salidas con HaNeul a las que él asistía.
TaeHyung le miró enmudecido, al parecer demasiado sorprendido de que él en realidad haya hablado con su mejor amigo.
—Cuando le conté lo que pasó, se sintió realmente mal, me dijo que lamentaba que por culpa de ellos hayamos discutido. —Y era verdad, porque JiMin se había sentido realmente mal al enterarse. Independientemente de lo que haya pasado después—. Me dijo que quería reunirse contigo y hablar de ello, te lo digo para que no te tome por sorpresa, además de que no quiero que su amistad termine por... un malentendido.
Cuando discutieron nada había pasado, por lo que realmente era un malentendido, así que en realidad no estaba mintiendo.
—Yo quisiera que le des una oportunidad, porque en parte también es mi culpa que pensaras eso acerca de él. —TaeHyung soltó un gemido y posó sus codos sobre la mesa para luego hundir el rostro entre sus manos.
—Oh, por la diosa, YoonGi, ¿cómo voy a mirarle a la cara ahora?
—¿Qué quieres decir?
—Quiero decir que... yo realmente no creo que JiMin sea capaz de hacer eso. —TaeHyung le miró a la cara y YoonGi luchó por mantener su rostro inexpresivo—. Todo lo que dije fue por el calor del momento, estaba realmente enojado y... tengo que hablar con JiMin.
—Entonces, ¿no te molesta que saque a HaNeul a pasear? —Preguntó cauteloso.
—¡No! Quiero decir, aun estoy algo confundido porque no estoy seguro de en qué momento se volvieron tan cercanos, pero si le agradas y él te agrada a ti, no creo que sea malo. —TaeHyung se pasó una mano por el cabello y carraspeó, volviendo a enderezarse sobre la silla—. Además, tienes razón en lo que dijiste, si fuera yo, tampoco confiaría demasiado en dejar a mi hijo solo con alguien a quien apenas conozco. Independientemente de si fuera la pareja de mi mejor amigo o lo que sea.
YoonGi sonrió, aliviado de que al final TaeHyung aceptara que saliera con HaNeul, porque sinceramente le asustaba tener que dejar de hacerlo por un tiempo cuando su pequeño estaba tan vulnerable en cuanto a él.
—Me alegra escuchar eso, HaNeul es un buen niño, es muy encantador y se hace querer bastante rápido —dijo, sintiéndose orgulloso de su pequeño—. Por otro lado, creo que también exageré un poco con lo que dije, sé que eres algo así como una mariposa social.
—Mariposa social, ¿eh? —Preguntó con gracia el omega.
—Haces amigos fácilmente, aprendí eso al poco tiempo de conocerte. —El alfa se pasó una mano por el cuello con incomodidad—. Es solo que también me sentí un poco desconcertado de lo cercanos que parecían Jeon y tú a pesar de conocerse hace tan poco tiempo, porque sé de igual forma que no eres tan confiado desde lo que pasó con tu antiguo manager.
—Tienes razón. —TaeHyung hizo una mueca, desviando la mirada por un segundo—. Es solo que... bueno, hemos trabajado juntos en una ocasión y solemos coincidir bastante, es más, si no fuera porque sé que ambos trabajamos en la misma industria, estaría asustado de lo mucho que coincidimos.
YoonGi soltó una risa por la graciosa mueca que TaeHyung hizo, siendo seguido por este poco después. Cuando la risa de ambos se calmó, YoonGi miró su plato a medio comer y suspiró, estaba un poco más tranquilo acerca de lo que había pasado.
—¿No es curioso que acordáramos simplemente olvidar el día anterior y aún así terminamos hablando de las cosas? —YoonGi preguntó volviendo a dirigir la mirada hacia el omega, quien bebía de su copa de agua y luego asintió.
—Así es, aunque de una forma u otra siempre terminamos hablando las cosas, así que no es exactamente una sorpresa. —Se encogió de hombros.
—Entonces, ¿estamos bien? —Preguntó, extendiendo su mano con la palma abierta hacia el omega por encima de la mesa.
—Estamos bien. —TaeHyung asintió, poniendo su mano sobre la suya y entrelazando sus dedos.
—Grandioso. —YoonGi le dio un ligero apretón y luego deshizo el agarre—. Ahora será mejor que terminemos de comer antes de que termine de enfriarse —propuso, tomando los palillos que estaban en la servilleta a un lado del plato.
—Esa es una buena idea.
💫🌟💫
Al día siguiente, TaeHyung fue quien buscó a JiMin y le invitó a comer, por lo que ambos junto al hijo del mayor fueron a un pequeño restaurante que había cerca del trabajo de éste.
—Y siempre le preguntaba por usted, pero la mayoría de las veces decía que estaba tomándose fotos o en una reunión de trabajo. —TaeHyung sonrió hacia el infante, quien le contaba como preguntaba por él a YoonGi.
—Sí, es que últimamente estoy muy ocupado. Como me cansaré dentro de poco, tengo pensado no trabajar por un par de meses y por eso estoy tratando de terminar la mayor cantidad de proyectos posibles. —HaNeul formó una "O" con su boquita y asintió.
—Es porque va a extrañarlo, ¿verdad? —Preguntó con inocencia y TaeHyung asintió—. Lo entiendo, me pasa con la escuela, a veces quiero salir y durar mucho sin ir, pero después de un tiempo, la extraño y quiero volver, porque en vacaciones no veo a la mayoría de mis amiguitos.
—Exactamente, eres un nene muy inteligente. —TaeHyung apretó suavemente las gorditas mejillas del pequeño, quien sonrió risueño.
—Muchas gracias —contestó HaNeul con educación.
Fue entonces cuando TaeHyung comprendió porqué YoonGi había caído por él, pues como le había dicho, el pequeño es encantador. Era algo parlanchín y reía con facilidad, también era muy curioso, por lo que podía salir con una pregunta en cualquier momento.
—Aquí están las hojas para colorear, mi amor. —JiMin acarició la cabecita de su hijo una vez llegó a su lado y las puso en la mesa junto con algunos crayones—. Y me encargué de que esta vez me dieran el verde para el pasto, el amarillo para el sol y...
—El azul para el cielo —terminaron ambos con una risita, provocando una sonrisa involuntaria en TaeHyung.
—Se parece mucho a ti —TaeHyung comentó después de un rato en el que ambos vieron cómo HaNeul coloreaba una de las tres hojas que JiMin había traído—. Si tuviera el cabello castaño y su tono de piel fuera más oscuro, sería todo un mini tu.
—¿Sí, no? Aunque también tiene el color de ojos de su papá —JiMin contestó y luego le miró seriamente—. Entonces... YoonGi-ssi me comentó algunas cosas.
—Ya sé, pero no se supone que tenía que contarte eso. —TaeHyung hizo una mueca de incomodidad.
—¿Por qué? ¿Querías ser quien sacara el tema? —JiMin preguntó y negó con la cabeza—. TaeHyung, te juro que no tengo nada de lo que piensas con YoonGi.
—Y te creo, Minnie, sé que tu no eres esa clase de persona. —TaeHyung se perdió la mueca que este hizo debido a que se agachó a recoger un crayón que HaNeul dejó caer.
—Gracias —el pequeño dijo.
—De nada, cariño —contestó y luego volvió a poner su atención en el mayor—. Todo lo que dije, lo dije porque estaba nervioso y enojado.
—¿Por qué?
—Vamos, JiMin, tú sabes porqué. —TaeHyung se lamió el labio inferior y se removió en su asiento—. Estoy seguro de que JungKook te contó acerca de nosotros.
—Tienes razón, él me contó. —JiMin asintió, felicitando a su hijo cuando este le mostró los avances del dibujo—. Y si me lo permites, me gustaría decirte algo acerca de ello, no como amigo de JungKook, sino como amigo tuyo.
—¿Qué es?
—TaeHyung, quizás no soy el mejor ejemplo ni la persona más indicada para decirte esto, pero JungKook es tu destinado y de verdad está interesado en ti. —JiMin tomó una de sus manos entre las suyas—. Te juro que nunca le vi tan interesado en alguien y que aunque no lo creas, puedo contar con los dedos de una mano las personas con las que ha estado desde que le conozco y me sobrarían dedos.
—Exactamente, ¿qué estas tratando de decirme?
—Que como tu amigo, te pido que pienses las cosas muy bien, JungKook es un buen chico y por lo que me ha dicho, realmente quiere establecer una relación formal contigo. —Entonces se acercó más a él para hablarle entre susurros—. Y no le digas que te conté, pero incluso ha estado fantaseando en como serían en el futuro si estuvieran casados y con un par de niños correteando por la casa.
—¿JungKook dijo eso? —TaeHyung se sonrojó cuando JiMin asintió con un guiño.
—También me sorprendí, él nunca había hablado de formar una familia, es más, siempre decía que nunca tendría hijos; debes imaginarte la cara que puse cuando habló de ello.
—Eres muy amable al decirme esto, JiMinnie, pero no es tan simple. —TaeHyung agachó la mirada y se soltó del agarre.
—Lo sé, pero debes creerme cuando te digo que duele como no tienes idea cuando pierdes a tu compañero. —Los ojos del omega mayor se oscurecieron, denotando la tristeza que realmente sentía.
—Pero JungKook y yo no estamos juntos, apenas y le conozco, no puedo tirar todo lo que he construido en todos estos años así como así.
—También sé eso, pero es solo tu parte racional quien no lo conoce. —JiMin dio algunos toquecitos en su sien—. Nuestra parte animal sí lo hace, quizás desde siglos o milenios atrás, ¿por qué crees que se reconocen nada más se ven?
—¿Tu crees? —Preguntó dudoso.
—No creo, estoy seguro. La diosa entrelazó sus vidas desde el comienzo y solo se separan cuando un ciclo termina y perecen, pero lugo renacen y comienzan su búsqueda por su otra mitad.
—Yo... no lo sé, JiMin.
—Me encontré con mi compañero hace poco —JiMin confesó repentinamente y TaeHyung alzó la cabeza de golpe, mirándole con grandes ojos.
—¿Hablas en serio?
—Uh-ju, él tiene otra pareja, ¿sabes? Y parece amarle.
—Oh, JiMin, lo lamento mucho. —Esta vez fue su turno de tomar la mano del mayor entre las suyas—. ¿Estás bien? ¿Él sabe de...? —TaeHyung calló, dándole una mirada a HaNeul, quien para entonces coloreaba el segundo dibujo.
—Estoy bien y sí, él lo sabe. —El omega mayor se encogió de hombros—. En realidad recientemente hablamos y resolvimos las cosas, también quiere ser parte de la vida de HaNeul.
—Oh, vaya, supongo que eso es bastante bueno, ¿no?
—Lo es, HaNeul se lo tomó bien cuando se lo contamos y lo conoció, que es todo lo que importa.
—¿Qué hay de su pareja? ¿Cómo reaccionó? —Preguntó curioso.
—Aún no le dice, pero lo hará pronto, porque quiere que HaNeul se lleve bien con él.
—¿Y?, ¿qué piensas?
—Que está bien, quiero decir, le conocí y es un buen chico, estoy seguro de que se lo tomará bien. Además, lo prefiero así; no me gustaría que se llevara mal con HaNeul y pueda tratarle mal o algo por el estilo.
—Supongo que tienes razón —concordó—. Pero si relaciono lo que me acabas de decir con lo de antes, entonces no todas las parejas están hechas para terminar juntas, ¿no?
—Quizás, pero hay una explicación para eso.
—¿Sí? ¿Y cuál es?
-- Que nuestro animales están pereciendo. —TaeHyung de atragantó con su propia saliva por la impresión.
—¿Qué dices? ¿Qué es eso de que tu león está muriendo?
—Pues así de simple, nuestros animales pueden vivir muchos años sin su compañero, pero solo si en ese tiempo no los encuentran, ya que mantienen la esperanza de un día hacerlo.
Justo entonces se acercaron con sus pedidos y ambos le agradecieron al amable beta que hacia de mesero. Una vez este se retiró y que JiMin se asegurara de poner una servilleta que cubriera el sweater de HaNeul para evitar que se ensuciara, el omega mayor siguió hablando.
—De lo contrario, ellos no lo resisten y comienzan a morir lentamente. —JiMin acarició su pecho con una mirada perdida—. Es horrible, porque puedes sentir como se debilita cada día más y un vacío va creciendo.
TaeHyung miró afligido como el labio inferior de su mejor amigo tembló por varios segundos, antes de que volviera a recomponerse y le dedicara una sonrisa triste.
—Por eso, TaeHyung, deseo que pienses bien en lo que harás. En su momento, yo no tuve opción, pero tu sí la tienes. —La mirada de JiMin se volvió aún más cariñosa—. Sé que amas a YoonGi, pero aún así me gustaría que lo consideraras y que estés completamente seguro de la decisión que tomes.
—Prometo pensarlo a profundidad. —Asintió con convicción.
—Me alegra escucharlo, solo no quiero que sea cual sea la decisión que tomes, termines arrepintiéndote luego. —JiMin sonrió y comenzó a comer.
TaeHyung le imitó, perdiéndose en sus pensamientos.
🦁🦁🦁
Stars_Saturn.
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