Capítulo 11
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—Bebé, no, no digas eso. Ya te lo había explicado, ¿recuerdas? No importa que no tengamos este tipo de momentos entre nosotros, seguimos siendo una familia, somos una familia de verdad, ¿no es así YoonGi? —JiMin preguntó al alfa, pero para cuando le miró este ya estaba asintiendo.
—Tu papi tiene razón, campeón, nunca dudes de que somos una familia como cualquier otra.
—Yo sé, no lo dije con esa intensión, es solo que... —HaNeul le miró a ambos con algo de duda, sintiéndose cohibido por la mirada que ambos adultos le daban—. Es solo que siempre veo que las familias tienen este tipo de momentos, en la televisión, mis amigos y yo solo... no sé, se siente bonito que estemos así, solo nosotros tres cenando en casa.
JiMin sintió un apretón en su pecho, sintiéndose realmente desolado por su pequeño niño. Nunca pensó que HaNeul se sintiera de esta forma, él nunca le había dicho nada, pero desde que le habían confesado que YoonGi es su padre y había comenzado a pasar tiempo con él, estas situaciones se hacían cada vez más frecuentes.
"Mí pobre bebé, ¿cómo es que no me dí cuenta de cómo te sentías antes? ¿Qué clase de padre he sido?"
JiMin guardó silencio, justo en ese momento y por primera vez en cinco años, no supo qué decir para consolar a su hijo.
—HaNeul, escucha —YoonGi tomó una de las pequeñas y frágiles manos de HaNeul entre la suya—, de verdad lamento esto, lamento que te sientas así. Lamento no haber estado para ti antes.
—Pero no es tú culpa, papá, no podías estar aquí y por eso no estuviste antes. —HaNeul negó con la cabeza y sonrió—. Pero ahora estás aquí con nosotros, en cuanto pudiste, volviste por mí y estoy feliz por eso.
Tanto YoonGi como JiMin miraron con culpa a su pequeño. El omega sintió como sus ojos se aguaron, porque sabía que en gran medida, él era culpable de que el alfa no estuviera allí desde mucho antes.
—En realidad, no estuve desde el principio porque fui bastante tonto en el pasado. —JiMin no se atrevió a mirar al alfa frente a él, a pesar de que sabía que éste miraba en su dirección—. Por tonterías que hice, por palabras que justo ahora quisiera tomar devuelta pero no puedo, por los muchos errores que cometí.
La presión en el pecho de JiMin aumentó y un nudo se formó en su estómago. Él miró atentamente la comida en su plato, había perdido por completo el apetito. Puso ambas manos sobre sus muslos y las cerró en apretados puños, luchando por reprimir su aroma y no dejar que este le delatara.
—Por no haber apreciado lo que se me fue dado, lo que una vez tuve, porque no fui un buen alfa. —YoonGi miró a un confundido HaNeul—. Porque lastimé a tu padre, ¿sabes? Pero él es tan buena persona que aun así me perdonó en más de una ocasión en el pasado.
Una lágrima se derramó por la mejilla de JiMin, la cual limpió disimuladamente, dándole gracias a la diosa porque ninguno de los dos se percató de ello.
—E incluso ahora lo hizo, haciendo a un lado cualquier mal sentimiento que pudo tenerme y dejándome estar aquí con ustedes, de estar a tu lado. —YoonGi acarició suavemente la mejilla de un muy evidentemente sorprendido HaNeul—. Porque él me ha dado el mejor y más grande regalo que nadie me ha dado nunca y, ¿sabes cuál es? —HaNeul negó con la cabeza.
—No, ¿qué fue lo que te dió?
—A ti, cariño, eres el mejor y más fantástico regalo que nadie nunca me ha dado —YoonGi confesó, sacándole una risita a su hijo y nuevas lágrimas se formaron en los ojos del omega, quien comenzaba a temblar en su asiento—. Y te amo, y lo amo por eso, solo que lo nuestro no...
—Perdón. —JiMin se puso abruptamente de pie, la silla en que estaba sentado, haciendo un ruidoso sonido cuando se arrastró hacia atrás—. I-Iré al baño, vuelvo en u-un momento.
Y JiMin escapó de allí, no soportando escuchar todo lo que YoonGi decía. Eso que muchas veces quiso oír, pero que justo ahora no siente listo ni con fuerzas para escuchar.
Él entró al baño, abriendo y cerrando la puerta con dificultad debido a sus temblorosas manos. Una vez dentro, se quedó parado en medio de este sin saber qué hacer, no más allá de dejar salir todo lo que estaba reprimiendo.
Sollozó y dejó que las lágrimas se derramaran libremente por sus mejillas, llevándose una mano a la boca cuando sintió que su llanto estaba comenzando a ser demasiado ruidoso. No deseaba ser escuchado por ninguno de los dos, no quería que YoonGi sintiera lástima de él ni tampoco preocupar a su bebé.
Se permitió llorar solo durante dos minutos más, porque no podía tardarse demasiado o los otros comenzarían a preocuparse, más aún porque JiMin estaba seguro de que YoonGi sabía lo que habían provocado sus palabras en él.
Se acercó al lavamanos para lavarse la cara y borrar cualquier rastro de lágrimas, sus ojos estaban irritados y sus mejillas y nariz estaban algo rojas, pero no era demasiado notorio. Suspiró un par de veces y volvió al comedor, sonriendo forzosamente cuando tanto YoonGi como HaNeul le miraron.
—Papi, quiero más jugo, ¿puedo tener un poco más? —JiMin sonrió hacía HaNeul y asintió, yendo por otro poco de jugo para su bebé.
Una vez se sentó sus ojos chocaron con los de YoonGi, quien le lanzaba una clara mirada de "¿todo bien?", a lo que JiMin asintió para él. YoonGi hizo una mueca, pero no comentó nada, solo siguió comiendo al igual que HaNeul, JiMin no creía poder ingerir nada, pero aún así se obligó a comer un par de bocados antes de hacer su plato a un lado.
—¿No vas a terminarlo, papi?
—No, cariño, ya estoy muy lleno. —JiMin se sobó la panza e hizo una mueca que le sacó una risita a HaNeul.
—Está bien.
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Después de haber recogido los platos y lavarlos, JiMin fue a la sala donde estaban HaNeul y YoonGi, quienes miraban caricaturas en la televisión que había allí.
—Hey, bebé, es hora de tomar un baño e ir a la cama —dijo nada más entró; HaNeul se quejó.
—Pero papi, aún no termina el capítulo, solo este y ya luego me iré a bañar, por favooooooor... —HaNeul junto ambas manos en frente de él en forma de ruego.
JiMin sonrió y rodó los ojos, asintiendo para él, le dejaría terminar las caricaturas.
—Ah, este... yo, es decir, nosotros trajimos esto para ti. —YoonGi le extendió una bolsa con un logo que indicaba lo cara de la marca y se la entregó.
JiMin le miró confundido y la tomó, sentándose en el sillón al lado de un muy entretenido HaNeul para abrirla.
Su respiración se atascó cuando vio la sudadera en sus manos, los recuerdos golpeandole uno tras otro al ver los cuadros amarillos, negros y grises de la tela.
—Esto es... YoonGi —JiMin murmuró.
—Esto, ah... fue idea de HaNeul. —YoonGi se sobó el cuello con incomodidad, llamando la atención de su niño al mencionar su nombre.
—¡Ah! ¡Cierto! —HaNeul aplaudió, mirando la sudadera en su mano—. Papá me contó sobre ella y le dije que debíamos comprarla, ¿no es lindo? ¡Incluso compró la de él y una para mí! —Gritó, totalmente emocionado.
Entonces YoonGi tomó otra bolsa de donde sacó una sudadera igual a la suya, solo que con cuadros blancos, negros y grises, además de otra más pequeña pero en azul.
—Fue nuestra primera y única ropa de pareja —JiMin susurró mirando afectado hacia el alfa—. Yo no entiendo... tú, ¿por qué compraste esto? —Preguntó, apretando la sudadera contra su pecho.
—Te dije que fue idea de HaNeul, vi unas camisas con el diseño de las nuestras en una vitrina, HaNeul se dió cuenta de que las miraba mucho y me preguntó si me gustaban.— Sonrió cohibido.
—Es que se quedó parado viéndolas mucho rato —HaNeul rio, tomando la sudadera que le pertenecía para ponérsela—. ¿No te gusta, papi?
JiMin miró hacia su pequeño y por inercia, le ayudó a ponerse la sudadera cuando vio que se le dificultaba. Sonriendo hacia él cuando le agradeció.
—¿Me veo lindo? —Preguntó HaNeul, dando una vuelta completa para que le viera mejor.
—Te ves precioso, mi amor. —JiMin asintió.
—Gracias. Papá me contó sobre las suyas, así que le pedí que compraremos las camisas, pero cuando entramos por suerte también tenían las sudaderas ¡con capucha y todo! —Mencionó con emoción poniéndose la capucha sobre su cabeza—. Y luego la chica mencionó que tenían para mí, entonces papá me compró una también, ¡¿no es genial?! ¡Así podemos usarla cuando volvamos a salir los tres juntos! —HaNeul comenzó a saltar de un lado a otro, demasiado emocionado por todo.
Por su parte, JiMin no pudo despegar su mirada del rostro de YoonGi, porque no le entendía, ¿por qué él seguía recordando estas cosas? ¿No se supone que estas son el tipo de cosas que olvidamos cuando terminamos con alguien? ¿Por qué lo seguía recordando él mismo? ¿Por qué sentía su corazón tan agitado?
"¿Ya ves? Esta vez no puedes negarlo, es el segundo regalo en un día".
"Esto no significa nada".
"Por supuesto que sí".
"No. No es así, sé lo que piensas y no tiene nada que ver".
"¿Por qué? ¿Por qué no puede significar eso?"
"Porque él ya tiene pareja, ¡Porque va a casarse! Por eso, él no nos está cortejando, ya deja esos estúpidos pensamientos".
"Pero es nuestro alfa, él..."
"¡Que no es nuestro alfa!", le cortó, "ya no lo es, hace años que dejó de serlo, ¿cuándo vas a jodidamente entenderlo?"
Su omega guardó silencio, así que pensó que finalmente se había rendido, pero entonces este volvió a hablar.
"Entonces deberías explicarle lo mismo a tu corazón, ¿sabes? Porque parece él tampoco se ha enterado".
Y JiMin no supo qué decir, porque ciertamente, su corazón no dejaba de retumbar con fuerza contra su pecho. Su omega se retiró, dejándole inmerso en su caóticos pensamientos.
—¿JiMin? ¡JiMin! —Parpadeó saliendo de su aturdimiento cuando YoonGi le sacudió el hombro—. ¿Estás bien? Te perdiste como por dos minutos.
—¿En? Oh, sí, estoy bien yo solo... —JiMin miró alrededor, no encontrando a HaNeul no ningún lado—. ¿Y HaNeul?
—Fue al baño —el alfa contestó—. ¿Seguro estás bien? Pareces algo aturdido, ¿es por el regalo? Te molestó, ¿no es así?
—No, no es eso —se apuró a negar—. Al menos no exactamente, es solo que esto es un poco sorpresivo, ni siquiera creí que recordarás algo como esto. —JiMin miró afligido la prenda en sus manos.
—Lo sé —YoonGi miró su propia sudadera—, cuando la vi, muchos buenos recuerdos llegaron a mí; nuestra cita en nuestro primer mes como pareja (no)oficiales y ambos llegamos vistiendo esto—. YoonGi sonrió acariciando la tela de la sudadera en sus manos.
—Lo recuerdo también, fue una linda coincidencia que nos viviéramos iguales sin planearlo. —JiMin rio por lo bajo—. Más aún porque sabía que este tipo de cosas no te gustaban para nada.
—Tienes razón, nunca me gustaron —YoonGi concordó, sus comisuras curvadas en una pequeña sonrisa.
—Y aún así, nos compraste esas botas iguales cuando cumplimos seis meses. —JiMin miró a YoonGi sonriendo cuando vio el sonrojo en él.
—Bueno, sé que a ti si te gustaban este tipos de cosas aunque nunca lo admitieras, yo no sé... siempre me gusto verte sonreír por como tus ojos se cierran y forman lindas medias lunas, cómo te sonrojabas y... —YoonGi calló, como si se hubiera dado cuenta de que estaba hablando demás, JiMin lo agradeció internamente, porque su tonto corazón solo se agitaba cada vez más—. Y creo que debería irme.
—¿Ah?
—Sí, se está haciendo tarde y TaeHyung debe estar por llegar a casa, si no es que ya llegó —YoonGi contestó.
Fue justo entonces que JiMin cayó nuevamente en la realidad, su corazón dando un doloroso latido antes de por fin calmarse. Se regañó a sí mismo por sentirse desilusionado.
"¿Por qué te sientes así? ¿De verdad esperabas algo diferente?"
—Oh, bueno, te acompaño a la puerta. —Ambos se pusieron de pie y JiMin le gritó a HaNeul para avisarle que YoonGi ya se iba.
HaNeul llegó corriendo por el pasillo y se enganchó de una de las piernas de YoonGi, JiMin se lo dejó pasar por esta vez, limitándose a ver como padre e hijo se despedían. Un par de minutos después, HaNeul estaba buscando su pijama a pedido de él, mientras despedía a YoonGi, ambos fuera de su casa.
—JiMin —YoonGi dijo una vez ambos salieron—. Todo lo que dije antes, en el comedor, fue cierto.
—YoonGi mejor dejemos las cosas así, ¿sí? Yo...
—No, escucha —le cortó—. Sé que todo lo que pasó fue mi culpa, que hoy estamos como estamos por los errores que cometí, sé que tal vez si te hubiera hecho sentir lo suficientemente confiado tú... no hubieras hecho lo que hiciste.
JiMin trató de hablar pero YoonGi levantó la mano volviéndolo a callar.
—No te culpo de nada, actuaste como creíste que fue lo mejor en aquel entonces, desearía que las cosas hubieran sido diferentes, de verdad, pero supongo que en esta vida todo pasa por algo.
JiMin asintió de acuerdo con eso y YoonGi suspiró pasándose una mano por el cabello.
—Después de que te fuiste, de que desaparecieras, tuve mucho tiempo para pensar y a la única conclusión que podía llegar una y otra vez era que... hubiera deseado darte más, más de todo. —YoonGi hizo una mueca y le miró con ojos tristes; JiMin tragó pesado—. Siempre fuiste quien estuvo detrás de mí, ayudándome a estar mejor cuando sentía que las cosas me superaban, cuidándome siempre, fuiste el único que siempre lucho por lo nuestro.
JiMin negó con la cabeza y miró a YoonGi directamente a los ojos.
—No es así, siempre supe cómo eras, YoonGi, nunca me molestó hacer todo lo que dices que hice por ti —dijo, abrazándose a sí mismo en un intento de no sentirse tan expuesto—. Lo hacia porque quería y porque yo... porque te amaba —murmuró por lo bajo, un nudo formándose en su garganta.
—Eso es otra cosa, ¿sabes? Yo sabía que me amabas y aunque nunca lo dije, yo también te amaba a ti.
—Lo sabía, quiero decir, sentía que me amabas, aunque algunas veces me hacías sentir desconcertado. —Hizo una mueca.
—Otro de mis errores, siempre di las cosas por sentado, pensaba que porque eras mi omega, mi destinado, siempre te mantendrías junto a mí sin importar qué. —YoonGi negó con la cabeza y soltó una risa irónica—. Fui un imbécil, ¿no? Cada vez que pensaba en que estuvimos juntos por más de dos años y nunca te pedí oficialmente que fueras mi pareja o siquiera te cortejé, yo... deseaba patearme a mí mismo.
JiMin guardó silencio, porque sinceramente no estaba seguro de qué decir. YoonGi dio varios pasos más cerca de él y alzó una de sus manos para pasar sus nudillos por su mejilla. JiMin jadeó cuando un estremecimiento atravesó su cuerpo.
—No sé como aguantaste tanto tiempo conmigo. —Por la mirada que el alfa le dio, JiMin supo que este hablaba muy enserio—. Lo peor de todo es cuando recuerdo el último día en que te vi y me preguntaste por qué no habíamos hecho oficial lo nuestro y dijiste un montón de cosas sobre el futuro y... sobre tener bebés.
JiMin apretó los labios en una fina línea, porque no importa cuanto tiempo haya pasado, en el fondo seguía doliendo de la misma forma cuando lo recordaba.
—Me sentí tan estúpido diciéndote todo eso, ¿sabes? Porque en todo lo que podía pensar era en lo feliz que me hacía que pensaras en un futuro juntos, en que pensaras en nosotros a largo plazo y que me hubiera encantado tener un montón de bebés contigo.
Los ojos de JiMin se llenaron de lágrimas que no tardaron en hacer su recorrido por su rostro.
—No puedes decirme esto ahora, YoonGi —gimió y luego negó con la cabeza—. Es más, ni siquiera tiene sentido, si te sentías así, entonces, ¿por qué me dijiste todo eso? ¿Por qué no me buscaste?
—Lo hice, te lo juro. —YoonGi le tomó el rostro entre las manos y limpió inútilmente las lágrimas de sus mejillas con sus pulgares—. Fui a buscarte cuando no apareciste dos semanas después de que discutiremos, fui a casa de tus padres pero estos habían dicho que te fuiste, que habías tomado tus cosas y te habías ido sin mirar atrás.
—Esos... fue mentira, ellos me echaron —gruñó con impotencia.
—Lo sé, te creo, ni siquiera les creí cuando me lo dijeron entonces. —YoonGi negó con la cabeza—. Solo lamento haber esperado tanto, me arrepentí de todo lo que dije en cuanto saliste por la puerta de mí apartamento, pero pensé que ambos estábamos tan alterados que era mejor esperar a que nos calmaramos. Nunca me pasó por la cabeza que todo lo que me dijiste fuera debido a que...
—A que ya estaba esperando un bebé nuestro. —Los ojos de YoonGi se aguaron y él asintió bruscamente con la cabeza.
—Exacto, pensé que volverías y hablaríamos mejor las cosas como cada vez que discutíamos, otro error más, siempre esperar a que fueras tú quien diera el primer paso.
Ellos guardaron silencio durante unos segundos y YoonGi le soltó, pero no se alejó de él.
—Te busqué por todo un año antes de rendirme, reprochándome por haber descargado mi frustración sobre ti ese día. Porque había tenido un día de mierda, estaba frustrado con mi asesor porque seguía rechazandome el monográfico y yo... simplemente fui un imbécil —suspiró.
—Entonces, ¿nunca pensaste lo que dijiste? ¿Que lo nuestro siempre fue sólo sexo y que solo estabas conmigo para pasar el rato? —Preguntó con la voz levemente quebrada.
—No, JiMin, diosa, no. Te amaba con todo mi corazón, eras todo para mí, nunca pensé eso de ti, nunca —YoonGi dijo, casi sonando desesperado porque le creyera y JiMin asintió.
—Está bien, yo... te creo —JiMin suspiró y luego de un rato preguntó:— Y, ¿cómo conociste a TaeHyung?
—Oh, eso. Lo conocí al ¿año y medio? después de lo nuestro aquí en Seúl, cuando me rendí al año de buscarte, conseguí trabajo en el bufet en el que trabajo actualmente y me trasladé hasta aquí. —YoonGi sonrió—. La primera vez que lo vi, parecía tan perdido y asustado que de cierta forma me recordó la primera vez que te vi en la universidad.
JiMin arrugó la nariz y sonrió un poco al recordar ese día.
—Uh, sí. Estuvo siendo un día desastroso hasta que prácticamente choque contigo. —YoonGi asintió con una sonrisa, recordando al igual que el omega aquel día.
—Esa fue la razón por la que me acerque a él y fue una buena decisión, ¿sabes? El pobre estaba desolado porque su mánager lo había estafado y no tenía idea de qué hacer para recuperar sus cosas.
—¿Uh? ¿Cómo es eso?
—Pues simplemente así, él le había robado todo y TaeHyung había quedado casi en la calle, no tenía dinero para pagar un abogado y no estaba seguro de qué hacer con su carrera. —YoonGi arrugó el ceño—. Me sentí tan apenado que le ofrecí mi ayuda, él no quería aceptar, pero al final lo convencí de que lo hiciera.
—Oh, entonces cumpliste con tu palabra, por cosas como esas fue que elegiste tu profesión, ¿no?
—Así es. —YoonGi asintió—. Demandamos a su ex manager, ganamos el caso y nos hicimos buenos amigos. Poco después conoció a NamJoon.
—Su actual mánager. —JiMin asintió sabiendo esto, alegrándose de que TaeHyung se haya encontrado con YoonGi en aquel entonces, no importa lo que eso signifique ahora.
—Luego de eso nos seguimos frecuentando y en algún momento los sentimientos surgieron entre nosotros. Uh, al principio no estaba seguro de intentarlo porque... no sabía a ciencia cierta si te había superado —confesó el alfa.
—Oh —fue todo lo que JiMin pudo decir.
—Pero después pensé en que no perdía nada con intentarlo, TaeHyung es un gran chico y no fue difícil que terminara desarrollando sentimientos más profundos por él. —JiMin asintió, comprendía lo que YoonGi decía.
No podía culparlo, después de todo, no fue más que alguien más que cayó en el efecto TaeHyung, el carisma y la simpatía de su amigo solía provocar eso en los demás.
—El punto de todo esto es que, quería aclararte todo. Que supieras la verdad tras todo lo que pasó. —YoonGi dio un paso más cerca y de repente sus cuerpos se estaba rozando, y sus rostros estaban a centímetros del otro—. Y que lo siento, sé que he dicho esto un montón de veces desde que nos volvimos a encontrar, pero quiero que sepas que cada uno de ellos ha sido verdadero y que los he dicho desde lo más profundo de mí corazón, así que, ¿me perdonas, JiMin? ¿Lo harías para por fin darle un final a este capítulo de nuestras vidas?
Nuevas lágrimas se deslizaron de los ojos del omega, porque oficialmente ese era el final. JiMin asintió con la cabeza.
—Sí, YoonGi, yo te perdono. De corazón lo hago —contestó con voz temblorosa y los ojos fijos en los del alfa.
—Gracias —YoonGi susurró y luego se inclinó y unió sus labios.
JiMin suspiró y correspondió al lento beso, abriendo la boca para recibir la lengua de su alfa en ella, llevando sus brazos al cuello de YoonGi para rodearlo con ellos. Disfrutando del dulce beso que sabía a perdón y a un nuevo comienzo, pero que también sabia a despedida.
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Cuando YoonGi llegó a casa, TaeHyung acababa de salir de la ducha, él miró el semi desnudo cuerpo del omega de arriba a abajo. TaeHyung era hermoso, con las curvas justas y los músculos lo suficientemente tonificados para que su cuerpo fuera firme y con un aire sensual.
—Hey, ¿recién llegas? ¿Cenaste fuera o necesitas que te prepare algo? —TaeHyung le dio esa linda y peculiar rectangular sonrisa suya.
YoonGi no respondió, simplemente se limitó a comenzar a quitarse la ropa. TaeHyung no dejó de sonreír, mirándole con las cejas arqueadas y una mueca divertida. Una vez estuvo completamente desnudo, los ojos del omega miraron más al sur en su cuerpo, específicamente entre sus piernas a su muy duro y erguido miembro.
—Oh, estás algo ansioso —TaeHyung murmuró, tomando una lenta pero profunda respiración. YoonGi estaba seguro de que solo lo hizo para recoger la mayor cantidad de feromonas de las que su cuerpo expulsaba.
—Tae, voy a hacerte el amor —dijo y los dilatados y oscurecidos ojos del omega se posaron en los suyos.
—¿Ah, sí?
—Ajá.
—Entonces no debería hacer más que complacerte, ¿no? — Y él llevó su mano a la toalla que envolvía sus caderas para deshacer el nudo y dejarla caer al suelo, quedando tan desnudo como el mismo YoonGi.
TaeHyung solo estaba medio duro para entonces, pero no era nada de lo que YoonGi no pudiera encargarse. Arrastrando al omega hasta la cama y preparándole rápidamente antes de empujarse en él, sacándoles un gemido de placer a ambos.
Esa noche, YoonGi tomó a TaeHyung mientras por primera vez pensaba en otro. Imaginando que tocaba un cuerpo más bajo y curvilíneo, que besaba unos labios más rellenos y escuchaba unos gemidos ligeramente más agudos.
Teniendo que morderse la lengua en varias ocasiones en la que estuvo apunto de pronunciar el nombre de quien no debía. Y cuando todo terminó, la culpa se filtró en su cuerpo, rápida, fría y sin contemplaciones.
— Hace mucho que no hacíamos el amor así —TaeHyung comentó desde su pecho, donde tenía recostada la cabeza. Besando ligeramente sobre él—. Tan intenso y desesperado.
—Tienes razón —comentó, sintiéndose aún más culpable, mirando el blanco techo de su habitación y pidiendo perdón silenciosamente.
Lo que YoonGi nunca supo, es que esa noche, él no fue el único quien pensó en alguien más.
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Stars_Saturn.
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