-Hey, Mito- Saludé sonriente y con mi helado en mano mientras tenía la otra mano entrelazada con la de Tobirama.

-Hola- Saluda animadamente y Hashirama igual.

-¿Qué hacían?- Pregunté.

-Pues nada, paseando- Responde -Oye que te parece que tengamos ahora una salida de chicas- Dice saltándose de Hashirama y sonriendo.

-Me parece bien- Dije queriendo soltar la mano de Tobirama pero este me la apretó sin dejarme ir, cuando volteé a verlo él tenía la mirada hacia el otro lado.

Miré a Hashirama que tenía su aura de tristeza porque Mito lo dejará por ahora y a ella queriendo animarlo.

Yo me reí.

-¡Tobiramaa!- Dije riendo pero él no me soltaba aunque lo intentaba -Hm- Murmuré y me acerqué a su oído -Si me sueltas ahora prometo que en la noche dejaré que no me sueltes-

Él se sorprendió por mis palabras pero sonrió de lado. Me soltó lentamente pero luego me agarra por la cintura y me besa.

-Recuérdalo- Dice.

Yo asentí riendo.

Me fui con Mito mientras terminaba mi helado.

Pero ella me miraba de forma pícara y yo la miré inocente.

-¿Qué?- Pregunté.

-Nada, nada- Dice apartando la mirada mientras sonreía -¿Y? ¿Qué quieres hacer?-

-Creí que ya tendrías algo en mente- Dije y me puse pensativa -Hm... -

-Pues la verdad no ¿Qué hacías antes para entretenerte?-

-Pues... entrenar- Dije.

-¿Y? ¿Nada más?-

-La verdad es que no... - Respondí encogiéndome de hombros.

Ella me miraba sorprendida pero luego suspira y mira al frente y seguimos caminando.

-Entonces... ¿A dónde estamos yendo?- Pregunta.

Yo me detuve y la miré.

-Yo te estaba siguiendo a ti- Respondí.

-Pero si yo te seguía a ti-

Nos quedamos mirándonos por mucho tiempo hasta que miramos donde estábamos pero estábamos en el bosque y mi helado ya se había terminado.

Nos golpeamos la frente pero yo me comencé a reír.

-Bueno, ya tenemos algo para hacer- Dije.

-¿Qué?-

-Encontrar el camino a la Aldea ¿Tú sabes por dónde vinimos?-

-Pues no... - Dice mirando a todos lados.

-Entonces. A buscar se ha dicho-

Caminamos de nuevo para intentar encontrar el camino de regreso a la Aldea.

Aunque no lo encontrábamos sorprendentemente. Y ya se estaba haciendo de noche.

-Oye... ¿Qué haremos?- Pregunta Mito mirando a todos lados estando alerta.

-Pues... si no encontramos el camino de regreso, tendremos que pasar la noche, pero tranquila que somos ninjas, estaremos bien-

Ella me mira y suspirando asiente.

Cuando comenzó a oscurecer más hasta el punto que no podíamos ver por donde caminábamos, yo activé el sharingan.

-Vamos a tener que acampar- Dije mientras seguía caminando normalmente.

-¡Auch!-

-¿Eh?- Me detuve y miré a Mito en el suelo.

-Ah no nada, solo... no todos tenemos el Sharingan para ver en la oscuridad- Dice haciendo un puchero a lo cual yo me reí.

Me le acerqué y le tendí la mano.

-Bien, lo siento. Ven- Dije.

Ella toma mi mano y yo la guié hasta una zona más despejada de árboles y plantas.

-Bien. Será aquí- Dije recostándome usando una piedra como almohada.

Ella se sienta y suspira.

-¿No tienes hambre?- Pregunté.

-¿Tienes algo para comer?- Pregunta.

-En realidad no-

-¿Entonces?-

-Pues, podría ir a atrapar algo ¿No? Ya sabes, algún que otro pez, encendemos una fogata y listo-

-¿Y cómo harías todo eso?-

-Me subestimas mujer. Tobirama y yo solíamos hacerlo cuando nos veíamos a escondidas de niños-

Ella me miraba sonriendo picaramente. Pero luego se pone pensativa.

-¿Cómo estarán los hermanos?- Pregunta.

-Hm, seguramente como locos- Dije riendo.

-Y más Tobirama, que le prometiste algo- Dice de esa forma pícara nuevamente.

Yo me reí más fuerte y me levanté.

-Pues si. Pero bueno, iré a ver lo de nuestra cena-

-Bien, no te tardes o iré a buscarte-

-Solo dame diez minutos. Te prometo que volveré o antes de ese tiempo- Dije y me fui.

Encontré un río cerca de donde estábamos y no me costó atrapar cuatro peces, los dejé agarré con palos y los llevé de nuevo hacia Mito.

-Hm, ocho minutos- Dice.

-Bueno, te dije que lo haría en menos tiempo-

Junté lo necesario para la fogata y usé el katon para encender el fuego y así, poner a calentar los peces.

Al estos estra listos nosotras comenzamos a comer sin detener nuestra charla y nuestras risas.

La verdad, deberíamos hacer esto más seguido. Era bastante divertido.