Oscuridad.

Dedicatorias especiales:
Dani_SH
KattheDark
Ken_LAD
ShadowZ9600
_Schatt
Arenque
edpolo

Y a todos los amantes del ShadAmy

Narra Shadow

Oscuridad.
Latente, fría y solitaria.

Siento entumecida cada parte de mi cuerpo, deseo girar la cabeza, pero hay una presión en mi cuello que no me lo permite. Poco a poco, el ensordecedor silencio da paso al zumbido de máquinas y voces lejanas. Por instinto nuevo mis manos hacia el abdomen, pero tanto la barra como el dolor han desaparecido.

Decido lentamente abrir los ojos, al conseguirlo percibo que la noche está bastante entrada. Me incorporo súbitamente, sin embargo varias vías de acceso intravenoso se tensan ante el brusco movimiento.

Inmediatamente una fuerte ola de recuerdo chocan en mi cabeza, imágenes del ARK y de mi en los laboratorios. Tubos que entraban y salían de todas partes, fluidos extraños y que generaban molestia al salir y entrar. Me veo forzado a cerrar los ojos y por instinto me llevo una mano a la cabeza. Cuando consigo regular mi respiración nuevamente, veo con desprecio los catéteres que tengo en la mano.

-Ni se te ocurra hacerlo. Sería demasiado tedioso tener que canalizarte de nuevo.-

Mis púas se erizan en señal de alarma. Pausadamente subo la mirada hasta encontrarme con ese despreciable mapache médico.

-El pensar que has sido tu quien me ha atendido, me da más razones para quitarme todo este equipo.- escupo reacio.

Zeta deja escapar un notable sonido de fastidio -Mira, si de mi dependiera, no estaría aquí contigo, pero se me ha ordenado vigilar tu evolución.-

-Hmp.-

-Además, no pareces muy preocupado por tu estado actual.-

-Porque realmente no necesito este tipo de cuidados, es más, ¿cuál de esos idiotas fue el creativo de traerme a un hospital?-

-Han sido principalmente Sonic y Blaze. Mi preciada Rose llegó unos minutos después.- responde cortante.

-¿Rose?- inquiero intrigado-No le llames así, sucio mapache. A ti no te sale.- agrego con tono de burla. Zeta adquiere una clara señal de odio en su rostro que no me cuesta percibir a pesar de la falta de luz.

-¡Tsk! Como sea, mi turno termina en unos minutos, así que está tortuosa charla se termina.-

Zeta se aproxima y empieza a revisar el equipo médico, cuando se acerca a tomarme signos lo alejo.

-Ponme un solo dedo encima y te desfiguro el rostro.- advierto.

-A mi no me amenaces, erizo vulgar.- responde ofendido -Realmente es nulo lo que me importas, pero no tengo más opción que estar aquí.-

Después de chocar nuestras miradas cargadas con odio, el mapache se aleja exasperado. Recoge unos cuantos objetos de una mesa cercana y los guarda en una maleta de mano.

-Solo te diré una cosa antes de irme.- con lentitud le veo caminar hacia la puerta -Tu no eres esa autoproclamada "forma de vida perfecta", si lo fueras, en primera estancia ni siquiera deberías estar aquí, tampoco habrías necesitado de una transfusión sanguínea de mi amada eriza para seguir con tu vacía y oscura existencia.- Ante sus últimas palabras abro los ojos sorprendido.

-No es sangre pura la que corre por tus venas, en esencia solo eres un experimento fallido, un fracaso de intento de erizo.- le veo con notable odio y me preparo para darle un par de golpes por cada incoherencia que ha dicho -No entiendo como es que la transfusión funcionó... eres un monstruo con tres tipos de sangre diferentes, lo que Amelia me obligó a transfundirte debió matarte, sin embargo aquí estás. Vivo.- sus palabras están más cargadas de veneno.

-No he sido yo quien ha pedido la ayuda de Rose.- comento seco.

-Aléjate de ella, Shadow, o terminarás conduciéndola a su propia muerte.- sentencia. Acto seguido, sale de la habitación.

01:45 a.m. es la hora marcada por un sencillo reloj de pared. Sin ese despreciable mapache presente siento más libertad, pero la sensación de alerta permanente es tediosa. Desearía partirle esa falsa cara bonita.

Procedo a sacar cada catéter con sumo cuidado y a retirarme el aprisionante cuello ortopédico. Siento mi cuerpo ligeramente entumecido, el pelaje sucio y áspero. Una sensación de asco y profundo fastidio me invade. "En cuanto vea a esos estúpidos del Sonic Team, los dejaré colgando de cabeza en un barranco"refunfuña mi ser interno.

Termino de quitarme todos los instrumentos y me levanto de la camilla. Parece ser que los médicos se tomaron la molestia de quitarme mis Air Shoes* (cosa que consigue aumentar mi enojo).

-¿Buscabas esto?- especula el rojo equidna que ingresa a la habitación. Me estira mis especiales zapatos, los cuales procedo a colocarme -Sé que no hace falta que lo diga, pero no debiste quitarte todo eso.- señala los recientes equipos médicos que empiezan a chillar estridentemente provocando que mis orejas se contraigan ante el ruido.

-El hecho de que me internaran en un tétrico lugar como este me hace querer golpearlos más de lo que ya deseaba.- refuto mientras me rasco las orejas por molestia del ruido. Knuckles se acerca y desconecta cada máquina.

-¿Tétrico? Yo pensaba que los hospitales estaban para curar a los enfermos y ayudar a los heridos.- me termino de arreglar los Air Shoes y le veo a sus orbes violetas -Lo aceptes o no, te encontrabas en muy mal estado, Shadow.-

-Preferiría morir desangrado que venir a un hospital. Los odio.-

-Bueno, no logro entender el por qué de tu odio, es más, me recuerda que Sonic también detesta los hospitales.- comenta en burla a lo cual hago una mueca de desprecio -pero, realmente necesitabas la atención médica.- el equidna se sienta en un pequeño taburete en frente mío -Shadow, te estabas desangrando. Intentamos hacerte compresas, pero el flujo de sangre no disminuía.-

Me quedo en silencio. Ciertamente hace mucho tiempo no me hallaba en una situación tan "alarmante". Es verdad que perdí mucha sangre, inclusive en algún punto perdí mi estado de conciencia, pero no me sentía tan decaído o débil actualmente, me sentía normal. En realidad, el extraño malestar que siento experimentar, decido atribuirlo al hecho de que me desperté rodeado de máquinas en una insulsa habitación de hospital... debe ser eso. Odio los hospitales, me generan amargos recuerdos.

-Rose, ¿me donó de su sangre?- inquiero cambiando la conversación.

-Si, Amy llegó un poco después. Espera, ¿tu cómo sabes eso?- me limito a observarlo en silencio -La verdad estaba echa un desastre y eso me recuerda que tengo que hablar seriamente con ella más tarde.- especula con cierta irritación -La verdad le insistió a Zeta hasta el final, ya que de alguna forma él te había "desahuciado".-

-Así que el mapache esperaba que yaciera muerto en una camilla ¿eh? Era de esperarse.-

-No creo que él lo viera de esa forma.- argumenta Knuckles incómodo -La cosa fue, que mi hermanita, que es una eriza bastante insistente, le convenció a Zeta de que te transfundiera de su sangre.-

Me levanto con una determinación de origen desconocido. El equidna, ante mi inesperado movimiento, se levanta torpemente. Sin darle mayor importancia, camino hasta la ventana mas cercana a mi posición, le abro completamente y contemplo la oscura noche que acoge todo el lugar. Tal parece que me hallo en un quinto piso, saltar no supondrá ningún problema. Mientras calculo la distancia exacta al suelo, el rojizo coloca una mano sobre mi hombro, le observo con cierta molesta.

-Shadow, existen ciertos elementos arquitectónicos llamados puertas, ¿Acaso no les conoces?- comenta con un deje sarcástico.

-Conozco las puertas, Knuckles.- le respondo con desprecio.

-Bueno, pues siendo así, usemos una para salir de acá, ¿o acaso prefieres saltar por la ventana y lesionarte? De seguro la enfermeras estarán aterradas de volver a tenerte como paciente, ¡y ni hablar de Zeta! De seguro se sentirá muy dichoso.-

-Entendí guardián. Una palabra más y te parto los nudillos.- sentencio fastidiado por sus satíricos comentarios. Knuckles solo se limita a reír con descaro.

-¡Relájate, erizo gruñón!- le veo dirigirse hacia la puerta y abrirla -He sido quién ha estado esperando para llevarte a casa. A pesar de que Amy ha dicho ser tu tutora, la he enviado a Angel Island, ella me ha dicho que quizás intentarías escabullirte por la ventana. Por lo que veo estaba en lo correcto.-

Maldigo internamente a Rose y a su poco y reciente conocimiento sobre mis hábitos y comportamientos. Mientras caminamos, analizo las acciones de la irritante eriza. ¿he bajado mi defensa por permitir a Rose entrar en mi vida?, quizás la he dejado estar a sus anchas en mi espacio y con mi tiempo. ¿tendrá repercusiones graves que ella esté más tiempo conmigo? Las desagradables palabras que el mapache me ha comunicado hace unos instantes me retumban incesantemente.

"-A largo plazo, quién sabe, está interacción que sostengo con Rose podría hacerle daño... aunque esperaría que no fuese así.-"medito.

Me sorprendo a mi mismo por buscar una salida ante un inminente desenlace. Por más que a mi ser demoníaco maligno interno le disguste la idea, esa chillona eriza no merece un triste final por mi causa.

Además, quién se cree por atreverse a donarme de su sangre, es una eriza insolente. A pesar de que debería molestarte infinitamente el hecho de tener sangre de alguien tan corriente como Rose, es más grande mi sed de curiosidad.

-Debería estar muerto.- comento con voz serena.

-Que desapruebes el hecho de que no estás muerto es bastante anormal.- agrega Knuckles -Sin embargo, yo le atribuyo a que tu cuerpo aceptó la sangre heredada de los erizos ancestrales.-

-Yo pensaba que Rose solo era una eriza corriente que adoptaste, se supone que no sabes nada de su pasado.-

-Puede ser, pero siempre ha tenido algo que la diferencia, además, las erizas hembras solían provenir de las antiguas tribus ancestrales. En cuanto a los machos...-

-Eran casos aberrantes y excepcionales, lo sé. El fucker y el albino sensible son especies "súper especiales".- complemento -Según las investigaciones y textos más antiguos, así es de alguna manera el origen de los erizos.-

-Exacto. Yo atribuyo que gracias a ese pasado común, Amy ha podido ser una donante para ti.-

A pesar de que esta versión tiene mucho sentido, mi instinto me dice que Rose no ha sido movida por esta misma teoría.

-Solo espero que no pongan problema por dejar la habitación desordenada.- comenta Knuckles concentrado firmando unos papeles, con lo que consigue sacarme de mis pensamientos.

Nos encontramos en una especie de recepción, a pocos metros vislumbró la salida de cristal corredizo del hospital.

-¡Carajo! Esto si no se como justificarlo.-

-¿Qué cosa?- pregunto desesperado por salir a tomar aire fresco, lejos de esta blanca prisión.

-El doctor y la autorización de salida de hospitalización. No se quien te ha descanalizado ni quien te dio de alta, ¿por qué será?- pregunta con un deje de ironía -¡Ah si! Tú mismo has hecho todo eso.- me acusa con odio apuntándome con el índice.

-Hmp, que pérdida de tiempo.-

-Tu no sabes nada de cosas ordinarias, ¿eh, Shadow?- le veo con desprecio -Es importante llenar un papeleo de salida en el hospital, sobretodo cuando he sido yo quien ha costeado todos los gastos.- rezonga.

-No te he pedido que lo hagas. Yo pagaré todo.-

-Aja si, como digas. Eso no resuelve lo que te he dicho.-

-Agh. Coloca que Zeta ha autorizado todo y asunto arreglado. Igualmente no es mentira y no me interesa si le molesta.- sugiero con desagrado.

-Esa vil mentira encajaría si Zeta estuviese de turno, pero ¿y si decimos que hemos salido antes..?quizás no lo noten...-

-Qué va a ser una mentira, si le he visto yo hace menos de veinte minutos.-

-Eso es imposible, Zeta terminó su turno a las 9:00 p.m.- responde -Has de odiarlo tanto que ya hasta te lo imaginas. Además, él ha salido con los demás del Sonic Team, hasta insistió en acompañar a Amy a casa porque quedó debilitada tras la transfusión.-

Automáticamente mis púas se erizan en señal de alerta. Ese mapache me ha dicho que me cuidaba... no, me vigilaba.

-Esa asquerosa alimaña.- susurro con el odio recorriendo mi cuerpo.

-¡Ya quedó!- se apresura a decir el equidna sin escuchar mi comentario -Espero a Zeta no le moleste, pero bueno, luego se lo pagaré.-

-¡Oh no! Seré yo quien converse con ese doctorcito.-

-Ok, pero eso no será hoy.-

-Knuckles.- le tomo por los hombros cuando salimos del hospital -Zeta estuvo en mi habitación, le vi, incluso hablamos.-

-Pero eso no es posible, ya te he dicho que él...- comenta sin mucho convencimiento.

-No me importa que me creas, solo te diré, que ese médico no es de fiar. No creas que es tu amigo.- le advierto abruptamente. Los orbes violetas del equidna me devuelven una mirada preocupante.

El resto del camino lo recorremos en silencio. No sé quién sea ni qué es lo que pretenda, pero pienso desenmascarar las intenciones de Aliz Zeta. Que ese mapache no se atreva a intervenir en mi camino, o yo mismo lo convierto en tapete para baño.

-En cuanto tenga acceso a mi dinero, te devolveré tu préstamo.- comento al llegar a la entrada de la plataforma de energía de Angel Island.

-No, no, no. Déjalo como una cortesía de mi parte.- insiste el guardián -En algún momento sabrás devolverme el favor, Shadow.- Ante la negativa solo me resta asentir, ya arreglaré el saldo por su generosidad.

Por el momento, disperso todos los demás pensamientos y me enfoco en uno específico.

Rose.

Esa eriza tiene muchas explicaciones que dar, y me responderá a todo, quiera o no.

Narra Amy

El agua despeja con sumo cuidado la pesadez de este largo día. Allí, bajo el agua de la ducha, concluyo que me siento en paz en este momento y no deseo salir al infierno que probablemente me espera afuera de las paredes de mi habitación.

Gracias a Zeta, conseguí salvarme del intenso interrogatorio que mi hermanito y todo el Sonic Team estaria esperando. Además, después de recobrar el conocimiento en el quirófano, me sentía bastante débil. Supongo que todo el esfuerzo físico sumado a donar un litro de sangre ha sido algo en exceso.

Salgo de la ducha, seco con una toalla todo mi cuerpo y con la otra envuelvo mis púas. Ciertamente el no estar sucia y llena de tierra ya es un logro. Camino por mi pequeña habitación sin sentido alguno, pensativa.

Una parte de mi quiere correr al lado de la urna de Nocturna, pero el otro lado sabe que no es un buen momento. También, considero la idea de que el gruñón erizo venga a mi búsqueda por recibir explicaciones. Inconscientemente me halo las púas de frustración.

"-¿Qué carajos le inventaré a Shadow?-" pienso rápidamente. A lo mejor, si le meto la historia de que soy una eriza ancestral y que por ello mi sangre es de alguna forma incomprensible compatible con la suya me crea.

"-¡Oh claro! Olvidábamos que Shadow es así de idiota.-" refuta mi voz interna. De verdad en estos momentos no me ayuda.

-Algo se me ocurrirá. Mientras no pregunte otra cosa fuera de eso, podré manejarlo.- respondo a la nada. Dejo escapar un suspiro ahogado y me siento abruptamente en mi cama. Quizás lo mejor sea que descanse, llevo demasiado estrés y desvelo encima. Con este nivel de cansancio en algún punto colapsaré.

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Despierto lentamente, meditando cada movimiento que doy bajo mis sábanas. No recuerdo el momento exacto en el que cedí al sueño, pero al menos ya me siento mejor. Menos cansada tal parece.

Mi reloj de mesa de noche marca las 2:00 am. Solo he dormido unas 5 horas. Con un poco de molestia por haberme despertado, doy vueltas en mi cama buscando conciliar el sueño, inútilmente claro, porque toda pizca de dormir se ha esfumado. Al ver que es inservible mi esfuerzo, me levanto. Al lado del reloj visualizo un tazón de caramelos de fresa, Zeta debió dejarlo ahí cuando me ha traído hasta mi habitación. Ese mapache conoce bien mi debilidad por los dulces. Sin meditarlo devoro un caramelo con gusto, ciertamente sabe delicioso.

Busco una bata cálida que cubra mi pijama de seda de dos piezas y salgo a tomar un poco de aire. Los pasillos están desolados y una fría brisa parece recorrer inclemente todo el lugar. El otoño parece haber entrado ya, la noche está bastante fría, sin rastro de luna ni estrellas, absolutamente oscura y estática. No me gustan tanto las noches nubladas, no puedes apreciar la belleza del cielo. También, casi todos los árboles han cambiado su follaje, las hojas anaranjadas, color caramelo, color tierra y sangre, se tambalean estrepitosamente con las corrientes de aire.

De manera inconsciente llego al altar de la Master Esmerald, se ve imponente el pabellón con los sietes pilares que hacen ver la cúpula del lugar muy alta. A pesar de ser una oscura noche, el brillo de la esmeralda destaca, se ve tan pura y poderosa. Un vago recuerdo de mi niñez me aborda, pasaba muchas noches en este lugar cuando era niña.

-Así que, otra vez acá.- su ronca voz me toma desprevenida, siento mi pelaje erizarse.

-Cuando era niña y tenía miedo, solía venir a refugiarme al lado de la Master Esmerald. Cada vez que contemplaba su luz, sentía como si todo lo malo del mundo desapareciese.-

-Es una pena que todo lo malo no desaparece totalmente.- comenta Shadow.

-Es cierto, pero en aquel entonces parecía una fantasía perfecta.-

-¿Más perfecta que tú y yo peleando en este lugar?- inquiere con voz ronca y profunda.

-Tu no deberías estar aquí.- argumento cambiando de tema (ante mi ya notorio sonrojo).

-Cómo si fuera a quedarme a gusto en un hospital.- refunfuña con molestia.

No puedo evitar suprimir una risa, me volteo y observo al imponente erizo azabache a un metro de distancia. Se ve tan esbelto y fuerte como siempre, tanto, que mi mente piensa que esa imagen de Shadow desangrándose en una camilla solo ha sido una ilusión. Sus orbes carmesí se ven intensos y flamantes.  Me aproximo con cuidado, pero me abalanzo sin aviso. Le abrazo calmando un poco la ansiedad. Un poco tarde (como siempre), el erizo corresponde al acto. Su pelaje se siente tosco, su característico aroma a menta está perdido y el olor a óxido predomina.

Una fuerte sensación de mareo aparece en mi cabeza y siento las piernas un poco temblorosas. El erizo me separa de su pecho aumentando más la inestabilidad de mis piernas.

-No tienes que excederte con tu amabilidad y preocupación, estoy bien.- argumenta Shadow -Empezando por darme de tu sangre.- Eso último lo dice con cierto sarcasmo.

Yo camino en dirección a la esmeralda, buscando aire para no caerme y también en busca de una respuesta.

-Oh, ya sabes que no es nada. Me gusta ayudar.-

-Tu acción fue más allá de ayudar, Rose.-

-Sabrás que yo siempre actúo por...-

-¿Por tus principios e instintos?- interrumpe complementando mi frase -Vamos, Rose, tú y yo sabemos que hay más de fondo.-

-Debo decir que Shadow tiene razón.- agrega Knuckles entrando a escena.

-Así que, ¿hasta ahora te dieron de alta?- pregunto cambiando el tema.

-Técnicamente él solo se dio de alta.- le dedico a Shadow una mirada desaprobadora -Y también intentó salir por la ventana, tenías razón.- añadió mi hermano burlón. Mi risa no se hace esperar, al igual que el típico monosílabo de Shadow.

-Esas banalidades podemos discutirlas después, por ahora, lo que quiero saber gira en torno a ti, Rose.- interrumpe el azabache con tono decisivo.

-¿En serio van a interrogarme a esta hora?- argumento algo irritada y tratado de controlar el mareo. Comienzo a sentir un sudor frío recorrer mi espalda y en la palma de mis manos.

-Bueno, abríamos esperado a mañana, pero casualmente estás despierta.- argumenta el equidna.

-Vaya casualidad.- espeto.

-Te ves pálida, ¿todo en orden Amy?- pregunta mi hermano.

-¡Oh no! De esta no te salvas, Rose.- exclama Shadow ligeramente molesto -¿Por qué siempre te haces la difícil en este lugar?-

-¿Y este lugar qué tiene que ver?- pregunta Knuckles desconfiado. Lógicamente él no sabe que con Shadow ya hemos tenido roces en el pabellón de las esmeraldas. (Ver capítulos "Maniáticos sueltos" y "Sabía que eras despistada.") -(Nota autora: lo sé, lo sé. Esos capítulos fueron hace años, pero es por si se sienten perdidos xD. Perdón, es mi culpa.)

-No es nada Knuckles, de verdad, Shadow suele decir estupideces aunque no lo parezca.- respondo sin ponerle importancia.

-Insolente como siempre, eriza.- escucho refunfuñar a Shadow.

Sin poder reprimirlo más, me dirijo al arbusto más cercano y me desplomo en el suelo. Escucho a Knuckles precipitarse a lo lejos. Las náuseas se incrementan y empiezo a trasbocar. Con cada arcada, el temblor aumentar y mi respiración se agita. Al terminar, percibo a Knuckles sosteniendo mis púas. Su cara denota una completa preocupación.

-¿Mejor?- pregunta. Yo me limito a asentir con la cabeza.

Aunque es falso. No estoy mejor. Unas severas contracciones en el abdomen me generan un terrible dolor, y a eso le sumo los otros síntomas. Me pongo de pie y con ayuda de Knuckles reingreso al pabellón. Shadow está en una esquina, observando en silencio.

-¿Qué es lo que te pasa, acaso enfermaste de repente? ¿Fue algo que comiste?- pregunta el agitado guardián. Yo niego con la cabeza.

-Ni siquiera yo lo sé.-

Y es que no es la primera vez que me pasa. Lo mismo sucedió el día de la feria de ciencias en el muelle de la playa (ver capítulo "Final de Verano") Recuerdo que eran los mismos síntomas. Esa vez lo atribuí a la insolación -que yo digo haber tenido- (cosa que es poco probable), pero esta vez, ¿sería por causa de mi secreta expedición? Pero no tiene sentido, ¿por qué manifestarse hasta ahora? ¿O será por causa de la transfusión?

-Parece que tienes fiebre, te llevaré a tu habitación y llamaré a Zeta, espero no le moles...- le interrumpo ya que me aparto abruptamente.

Realizo algunos pasos hasta chocar de espaldas con la esmeralda, en eso, poso mi mano izquierda sobre esta y una enorme descarga de energía me recorre el cuerpo con violencia.

Veo estallidos, sangre, cuerpos decapitados. Unos fuertes grilletes aprisionan mis manos. Una enorme lanza atraviesa miles y miles de cuerpos de civiles. Una figura borrosa, una eriza azabache de vetas grises. Otra figura borrosa, una especie de monstruo negro, enorme, sin piernas, bañado de sangre, con la cabeza de cientos de erizos colgando de su cuello.

Después oscuridad.

Narra Knuckles (new)

-¡Amy!- grito fuera de mis cabales.

Mi hermana parece estar siendo electrocutada por la Master Esmerald. Su cuerpo se agita con violencia y de su boca sale un grito desgarrador. Intento acercarme, pero aparece un brillo negro en la esmeralda y pierdo mi estabilidad. Un fuerte dolor explota en mi cabeza y me hace recostar contra el suelo. Mi enlace como Master Shizai con la Master Esmerald me afecta demasiado, la siento llena de miedo, inquieta e inestable. La energía caos se desborda sin control en todo el pabellón. Amy desaparece y reaparece, su invisibilidad esta descontrolada.

Inmediatamente, Shadow aparece y toma a Amy del brazo izquierdo. Otra fuerte ola de energía explota provocandome un mayor dolor. Aprecio el cuerpo de Amy y Shadow, están llenos de unos garabatos y runas extrañas, entonces veo a Shadow desprenderse de un ring que tenia en la mano derecha y colocarlo en la mano izquierda de Amelia.

-¡Chaos Control!- grita el erizo y una luz blanca cegadora cubre el lugar.

Veo una especie de escudo estar sobre mi, gracias a eso, aprecio la majestuosa cúpula del altar de la Master Esmerald volar por el cielo para después destruirse en multiples pedazos. Se produce un fuerte estruendo y toda Angel Island se sacude. Se forma una acumulación densa de polvo tras la explosión, parece ser que todo acabó.

-¡¡KNUCKYY!!- Escucho el sonoro grito de Rouge retumbar en mi cabeza. Ella, en un rápido movimiento, disipa todo el polvo circulante y aterriza a mi lado.

A lo lejos vislumbro a Silver caer de rodillas en el suelo, él me protegió con su escudo. Sin darle mucho reparo a Rouge, me levanto y empiezo a buscar a Amelia.

-¡AMY!- grito.

A unos cuantos metros, veo salir de entre los arbustos la enguantada mano de Shadow. Inmediatamente corro en su auxilio. En un abrir y cerrar de ojos, tanto Silver como Sonic se encuentran a mi lado.

Aprecio a Shadow en unos arbustos tener a Amy entre sus brazos, ambos tienen las púas erizadas y las extrañas runas ya no están esparcidas en sus cuerpos. El azabache tiene una mirada de desconcierto para nada disimulada. Por mi hermana, su bata se ha reducido a unos penosos trozos de tela maltrecha, está medianamente traslúcida e inconsciente.

-Tiene fiebre, mucha.- especula Shadow ya incómodo por la situación.

Entre los tres le ayudamos a levantar. Sonic tuvo un corto arrebato por quitarle a Amy de los brazos a Shadow, pero éste le esquivó con recelo. Antes de que el azul pudiese reclamarle, Shadow me entrega a Amy.

-Reacciona Knuckles, será mejor revisarla.- me dice cuando ya la tengo en mis brazos.

-Iré a llamar a Zeta inmediatamente.- dice Rouge.

-¡NO!- gritamos Shadow y yo a unísono. Tal parece que todos ya están aquí y se asombran por nuestra reacción.

-No ahora, cariño.- respondo rápidamente ante las miradas -Dado lo que acaba de ocurrir, es mejor que nadie de afuera venga.-argumento, aunque ni yo sé por qué me opongo a llamar a Zeta. Pienso en lo que me ha dicho Shadow y lo relaciono, a lo mejor algo se me ha quedado de la charla.

-Vainilla, Ray. No son médicos, pero pueden manejar esto. Tails, los microchips.- ordena Shadow con voz severa. Los tres nombrados no rechistan y se llevan a Amy con ellos. Cream y Blaze corren junto a ellos.

-¿Pero qué es lo que ha pasado?- pregunta Sonic aturdido.

-Ni siquiera yo lo sé.- le responde para mi sorpresa Shadow.

-En realidad, ha pasado de repente.- comento -No hace ni 10 minutos hemos llegado a la isla. Yo fui a buscar a Amy a su habitación, pero no estaba, así que presentí que podía estar acá y al venir pues ella ya estaba con Shadow.-

-Rose no estaba bien.- interrumpe el azabache -Temblaba, estaba pálida, parecía fuera de si.-

-Yo también estaría así si te me aparecieras de la nada, darketo.- espeta Sonic con tono ácido.

-Mira, faker. No estoy para tus estupideces ahora.-

-Bueno, entonces ve diciendo que fue lo que le hiciste a Ammes, bastardo.- especula El azul empujándolo. Shadow no puede reprimirse y le lanza un puño en toda la mandíbula.

Justo cuando van a engancharse, Silver los hace levitar.

-¡Suficiente de sus peleas!- exclamo -Shadow dice la verdad, yo llegué un minuto después de él.-

-¿Y confías en él, Knux?- escupe Sonic -Te recuerdo que hasta hace unos años ese erizo era nuestro enemigo ¡Intento matarnos!-

-Sonic, ¡Ya basta!- exclama Silver -Ni Shadow ni nadie está haciendo algo malo.-

-Ya deja de comportarte como niño, Sonic.- alega Rouge lanzándole un zape por la cabeza. El mencionado voltea a verla ofendido -Cuando te metes con el pasado de Shadow, también te metes con el mío.- espeta bastante calmada.

-Todos cállense, Y Silver, baja a Shadow.- acto seguido se hace -Algo terrible se avecina, algo muy pero muy malo.- agrego bastante serio -Amy estaba indispuesta, en eso se fue contra la esmeralda y ella tuvo una gran descarga.-

-Fue más allá, guardián.- veo a Shadow más calmado -Rose liberó esa energía de ella, fue tan alta que destruyó uno de sus rings de control.-

-Shadow, es verdad que Amy tiene rings en las muñecas, pero no es que cumplan una finalidad como los tuyos.- comenta mi vampiresa.

-Rouge, si te lo digo es porque sé de esto. Rose perdió momentáneamente el control, toda esa energía caos fue lo que sobrecargó la esmeralda.- todos le vemos atónitos -El ring se desintegró por la energía, por eso no pudiste acercarte guardián.-

-Por eso le pusiste uno de los tuyos.- comento sereno. Shadow se toma la muñeca derecha.

-Puedo manejar mejor la energía caos que Rose. Hasta donde sé, hace unos meses ella ni siquiera sabía que podía percibir las Chaos Esmeralds.-

-Todo es un muy mal presagio.- todos voltean a verme -La Master Esmerald esta inquieta, le dio un aviso a Amy. De lo que pude entender, se avecina una gran ola de sangre, tantas muertes que el mundo va a cubrirse de oscuridad. Terribles entes vivos han de regresar.-

-Las cosas se pondrán peor... eso quiere decir que...- especula Silver a medias, pero todos entendemos la idea.

-Hay que encontrar las esmeraldas, pronto.- sentencia Sonic bastante serio. Silver decide bajarle -Mira, Shadow, no quise ofenderte, pero para mi no es fácil que alguien que ha estado toda su vida con Eggman ahora pretenda ser nuestro aliado.-

-Sonic, ya te he dicho que...-

-No, déjalo.- me interrumpe Shadow - Tienes toda la razón, Faker, pero por eso mismo, porque llevo tantos años al lado de él, es que necesito detenerlo. Ha perdido la poca cordura que le quedaba. Verdaderamente el Dr. Ivo Robotnik, alias Eggman, está jugando con fuerzas que ni el mismo comprende.- todos nos quedamos fríos.

-Tu eres el jefe, Sonic, pero te aseguro que peleando entre nosotros no vamos a detenerlo. Esos ridículos celos tuyos no van a ayudarnos.- Sonic me ve con cara de poco amigos por el comentario, sin embargo suspira en tono derrotado.

-Creo que llevamos demasiado tiempo quietos ¿o no?- comenta el erizo azul.

-Hasta que por fin lo notan.- refunfuña Shadow.

El futuro se ve incierto y oscuro. Cuando pienso en los malos tiempos que se avecinan, no puedo evitar mirar la Master Esmerald. Me encargaré de sacar fuerzas para protegerla, a mi familia y amigos, y a todo Möbius de ser necesario.

-Chicos, sé que esos temas no pueden esperar, pero todos en el equipo deberíamos conocerlos ¿verdad?- Mi amigo zorro aparece.

-Tails, por supuesto que todos lo sabrán, solo que hasta ahora nos estamos organizando.- comento acercándome fingiendo mi preocupación.

-Knuckles, respira.- suspira el zorrito relajado -Amy está bien, aún sigue inconsciente, pero ya no es invisible, o al menos el 90% de su cuerpo ya no lo es.-

-¿Tails, a qué te refieres Bro?- pregunta Sonic.

-Verán, en su brazalete izquierdo ya no está el microchips, sin él no puedo regular su invisibilidad. Tendrá que hacerlo ella cuando despierte.-

-Ese brazalete no es de Rose, es mío.- añade el azabache -El microchips se habrá hecho añicos junto al anterior ring.-

Tails le mira estupefacto, por un momento se miran mutuamente y el zorrito asiente.

-Si no lo necesitas, entonces fabricaré un nuevo microchip para Amelia.- argumenta Tails.

-Será mejor que lo tengas pronto, en caso de que no recupere el brazo.- comenta Shadow con cierta ¿burla?

-Conociéndola, su brazo volverá pronto, pero tendré el microchip por si acaso.-

En ese momento, una fuerte sirena suena de un intercomunicador de la muñeca de Tails. El zorrito ve con agitación la pantalla del dispositivo.

-¿Tails?- pregunto.

-Hubo una explosión de gran magnitud a las afueras de Station Square, al parecer ya hay un significativo número de fallecidos.- comenta muy serio.

-¿Qué rayos? ¿Por qué ha sido eso?- pregunta Rouge alarmada.

-Según el reporte, fue en una feria clandestina. Aunque, hay un muerto que destaca.-

-¿Quién?- pregunto.

-Abraham Tower*- Shadow abre los ojos sorprendido y Rouge se lleva las manos a la boca -Así es, el comandante de G.U.N. ha sido asesinado.-

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¡Tan tan tan! :v

*Datos:

Air Shoes: son los zapatos aerodeslizadores especiales de Shadow, que le permiten alcanzar velocidades incluso superiores al sonido (la información varía dependiendo si es vídeo juego, cómic o serie).

Abraham Tower*: o el comandante de G.U.N. (La información varía de los video juegos a los cómics). Jefe de una organización gubernamental en la cual Shadow, Rouge y Omega (robot creación de Eggman) trabajaban para detener a cierto villano que aún no les revelare ;)

Para más información, la Sonic Wikia aún es es una pagina gratis ;)

Espero este capítulo les sea de su mayor agrado, si se sienten perdidos o tienen algún otro comentario, no duden en consultarme, me hace feliz leerlos.
Nos leemos pronto (sean pacientes porfi)

Att:Mafercha09 ^^

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