El camino real
Dedicada a todos los pacientes amantes del ShadAmy <3
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*Sucesos acontecidos 1 semana antes*
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Narra Blaze (<3)
Observo con algo de impaciencia el antiguo reloj cucú de madera que cuelga en la sala. Ya son más de las 10 de la mañana.
-Vamos 5 minutos tarde.- replico con calma.
-Nunca se sabe que podamos echar de menos.- responde la voz con fuerza desde la parte alta de las escaleras -Después de todo, no permitiría que algo te hiciera falta.-
Silver baja a toda marcha las escaleras, para terminar su razón con una sonrisa, a la cual, inevitablemente correspondo con otra.
-Ya te dije que solo serán unos días.-
-Blaze, tampoco es que me esté llevando toda la casa.-
-Si llevar 9 cambios de ropa no es llevarte tu armario.- agrega la albina bajando las escaleras.
-¿Estabas espiándome?- alega Silver ofendido.
-Si por espiar te refieres a que dejaste la puerta abierta.- le replica con burla -Aunque no te culpo, después de todo, iras al reino de tu novia y debes verte a la altura.-
-No soy la monarca en este momento. Al estar por fuera, cedo el puesto a mi consejero y guardian.- respondo como por tercera vez en el día.
-Bueno, no ser la monarca por estar por fuera y, haber renunciado son dos cosas distintas, ¿No lo crees?- me recrimina Amy.
-Nunca te dije que había renunciado a mi puesto.- le corrijo -Es mi camino real.-
-¡Pero tampoco me habías dicho que cada seis meses volvías para hacerte cargo de tus deberes reales!- reclama escandalizada.
-Solo algunos deberes reales, no todos. Es mientras termino mis estudios en esta dimensión... Si los termino algún día.- el asunto me recuerda la actual situación, con la universidad cerrada por la crisis pública -Y, cada vez que debía regresar a mi Dimension, tú estabas en algún caso policial o de investigación con Vector.-
-Oh... Eso podría explicarlo. ¡Ay que vergüenza, dije algo que no era cierto!- comenta notablemente sonrojada.
-¿A quién le dijiste eso?- pregunto con algo de intriga.
-¡A-A nadie en especial jajajajaja!- responde en el acto, muy alterada y nerviosa.
-Amy es despistada, como sea.- interrumpe Rouge -El glamour no puede perderse. Y en tan importante lugar, es en dónde más debería demostrarse.- replica decidida retomando el tema de la ropa. Casi que puedo ver brillos destilando de sus ojos.
-Ellos van a una misión, Rouge, no a un desfile de modas.- le recuerda la eriza con algo de burla.
-Bueno, pero eso no significa ir mal arreglado.- se ríe con picardía -Entonces, aparte de los cachivaches de Silver, ¿Necesitan algo más?-
El albino erizo solo puede dedicarle desdén en su mirada.
-Estamos algo escasos de energía, pero lo resolveremos entre los dos.- respondo.
-¿Segura que no quieren usar una Esmerald Chaos? Ya que en este lugar no tenemos las Sol Esmerald.- replica la eriza con angustia.
-Ciertamente sería muy útil, pero no es sensato usar alguna, menos cuando contamos con tan pocas.- responde Silver.
-Realizar un salto entre dimensiones requiere mucha energía... No estoy tan segura de qué podamos lograrlo sin al menos una.- murmuro analizando nuestras opciones.
En las ocasiones anteriores, hemos recurrido a usar la energía de las Sol y Chaos Esmeralds. Sin embargo, el riesgo de manipular su energía en estos momentos podría traerle muchos problemas a nuestros amigos que se quedan acá.
-Hey, deja de darle tantas vueltas al asunto. Van a necesitar esa energía, así que no tomaré un 'no' como respuesta.- alega la eriza que, me pasa la Chaos Esmerald verde -Así al menos habrá una esmeralda lejos del alcance de Eggman.-
La gema me regresa un indeciso y serio reflejo de mi misma. A su vez, me muestra la calidez del rostro de Amy.
-Solo asegúrense de traerla de regreso.- comenta Rouge con bastante seriedad, a lo cual asiento -Apuesto a qué habría sido un poco más sencillo con el Chaos Control de Shadow. Lamento que ese arrogante erizo les armara todo este caos y luego se largara.- añade bastante molesta.
Puedo ver un poco de pesar posarse en el semblante de Amy.
-Pudo haber sido muy útil, más no indispensable; aún si esta fue su idea.- respondo con algo de molestia.
La idea de viajar hacia la Sol Dimension* me habría sonado amena si no se hubiese dado en estas actuales y caóticas circunstancias.
Contra todas mis posibilidades, fue el hostil erizo azabache quién nos planteó una descabellada, pero real y aterradora posibilidad que explicaba los confusos momentos que estamos viviendo.
Si bien, es cierto que en mi reino reside oculto un poderoso cetro mágico que guarda una poderosa y maligna criatura. Sin embargo, de haber sido roto el sello que la mantiene cautiva, ya lo habría sabido. No solo por un enlace mágico que posee Silver a este, sino que alguien del reino habría comunicado de ese hecho.
Y con eso en mente, me era realmente improbable considerar aquella posibilidad que postulaba Shadow.
Es cierto que no recordamos gran cosa de los sucesos que se relacionan a Mephiles The Dark. Aún así, según los pocos hechos recordados por los tres erizos macho, la desbordante capacidad monstruosa de alterar incluso el paso del tiempo, es algo que debería tomarse con precaución.
No hacerlo sería sumamente irresponsable, sobretodo si tal ser monstruoso está al alcance de científicos faltos de cordura como Eggman y su contraparte de mi dimensión.
Sería más descabellado dar poco crédito a esas sospechas. Es mejor verificar.
Solo por si acaso.
-Si bien no estamos seguros de que sea él, no podemos dejar esas pocas pistas e indicios que hasta Amy ha experimentado.- argumento seria -A eso, sumemos el comportamiento errático y fuera de si del doctor Eggman.-
-Ciertamente no es el mismo bigotón chiflado de costumbre.- agrega Sonic entrando a la escena.
-Aún si solo es una sospecha casi sin fundamento... Tengan mucho cuidado.- comenta la eriza bastante agobiada -Los estaremos esperando con cualquiera que sea la noticia. Mientras tanto, avanzaremos con lo que podamos.-
Asiento enérgicamente. Procedo a guardar la esmeralda en los bolsillos de mi grueso abrigo violeta.
-Realmente me encantaría acompañarlos, pero justo ahora nos quedamos faltos de manos y ojos extras.- agrega el azulado erizo -Salúdame a Marine* si llegas a verle.-
-Se lo diré.-
Tras la prórroga de comentarios, objetos de último minuto y algo de provisiones médicas; finalmente pudimos partir.
Caminábamos a un paso bastante rápido, llegando casi al borde de la barrera. Era como si nuestros pies fueran a la misma velocidad de nuestras agitadas mentes.
El silencio entre los dos era habitual y cómodo, cosa que agradecía, sobretodo en este tipo de situaciones. Aunque no quería admitirlo, me generaba incertidumbre los mil escenarios que planteaba en mi cabeza sobre lo que podría estar pasando o no en la Sol Dimension.
-En cuanto crucemos el límite, te cargaré para así volar y apresurar el paso.- comenta repentinamente el erizo, logrando acallar algo de mi caos mental.
-Sabes que puedo correr.-
-Y muy rápido, lo sé, pero dado el tiempo que me demoré de más, te debo esa compensación.- argumenta con una enorme sonrisa.
Este erizo, como siempre... siento un leve calor en mis mejillas.
Solo me limito a asentir rendida, correspondiendo con una sonrisa más suave.
Un par de minutos después, atravesamos la distorsionada barrera traslucida que nos cubría. El gélido panorama invernal es igual de impasible.
Silver, sin perder el tiempo, tiende su mano derecha en mi dirección.
Y esa gigante sonrisa de nuevo.
Y ese calor en mi rostro de nuevo.
Tras tomarnos con fuerza de la mano, el erizo emprende el vuelo. Una velocidad alta, pero no su máximo.
Pasamos por varios conjuntos de arbolados con manto blanco. Estos climas tan helados son toda una maravilla a la vista.
No llevamos ni 3 minutos de vuelo cuando Silver se detiene de golpe y desciende con suavidad al suelo.
-¿Pasa algo?- pregunto alerta por su comportamiento.
-Eso depende.- responde Silver serio.
Le observo con cara de confusión total.
-Depende de cuáles sean sus intenciones... ¿no es así, Shadow?- aclara observando a un alto pino a unos cuantos metros de nosotros.
Inesperadamente, el mencionado se encuentra de pie debajo de la rama más baja del pino, camuflado por las ramas cubiertas de nieve de éste.
-Llegan tarde.- comentó sin responder.
Shadow baja de un salto la rama y empieza a caminar en nuestra dirección. Me sorprende un poco el hecho de verlo con una pequeña mochila negra y prendas algo ligeras de invierno a juego.
¿De dónde sacó todo eso si se marchó hace como tres días del refugio?
-No sé qué debería responder a eso, señor "me largo en medio de una tormenta y mando todo al carajo".- responde Silver con algo de sarcasmo y burla. Reprimo una pequeña risa que me produce el comentario.
-Mis acciones no son de su incumbencia.- le responde reacio -Ya se había acordado que iríamos a la Sol Dimension en esta fecha y a esta hora.
"-¡Qué puntual!-" Pienso.
-Eso se decidió, pero al marcharte, asumimos que no te interesaba.- responde el albino con seriedad.
-Eso no lo deciden ustedes.- responde más tosco -Este asunto es de mi incumbencia, así que iré.-
-Por supuesto... Y sin nuestra sincronización del espacio dimensional de ese lugar no podrías llegar, ¿O me equivoco?- replico algo irritada por la tosca actitud del erizo.
Le escucho chistar molesto.
-Mira Shadow, no vamos a perder tiempo discutiendo... Tu energía caos nos vendrá de maravilla. Ya que vas a comportarte, pongámonos en marcha.- interviene Silver nervioso pero decidido.
-No.- espeto. Percibo las púas de estos erizarse levemente -Sé que no eres del tipo de seres que sigue órdenes, pero si no te acoplas a lo que necesitamos, entonces será mejor que te vayas y no nos dificultes más las cosas.-
El ambiente se torna tenso, al igual que la suave nevada que empieza a caer.
Shadow me regala una mirada inyectada de furia, y tras varios segundos de mantener los ojos fijos, suspira con pesadez.
-Qué quieres.- demanda con molestia.
-Blaz...-
-Vas a venir con nosotros si y solo si:- sentencio interrumpiendo a Silver -Uno: Estás dispuesto a trabajar en equipo, lo cual implica que no puedes marcharte a tu antojo sin decir nada.- inicio llevando el conteo con los dedos.
Silver se ve más blanco que la nieve.
-Dos: No tienes permitido tomar justicia por mano propia, no importa lo que veas, antes de actuar lo consultamos como equipo. Y tres, necesito respeto, porque contigo o sin ti, seremos igual de capaces para superar esta situación. No somos menos que tu.- puntualizo.
Una sonora ventisca se entremezcla con los árboles y los finos copos de nieve que caen.
Sé que internamente, Sil ya sufrió un colapso nervioso. Sin embargo, esto era necesario.
Si fue capaz de irse y ponernos en peligro hace un par de días, no me expondré a qué suponga ser otra vez un riesgo para nosotros dos y los demás.
-Como sea... Hecho.- exclama más relajado el azabache, dándonos la espalda.
-¡Estás demente!- masculla en mi oreja un apanicado Silver.
-Debemos apurarnos, hay que alejarnos de la barrera lo más que podamos.- comento haciendo caso omiso a su alteración.
-Hagamos el salto ahora.- masculla el azabache.
-No, es necesario que nos alejemos. Hacer una actividad Caos tan intensa podría revelar nuestra ubicación. Ya lo habíamos hablado...- comenta Silver para terminar musitando la última frase tras ser callado por la mirada de Shadow.
Después de tan repentina interrupción, volvemos a retomar el vuelo. Shadow nos sigue el paso en tierra, deslizándose entre los altos árboles.
Y seguimos así, en dirección sureste, hasta estar a unos varios kilómetros de distancia. Nos detenemos en un espacio amplio y aparentemente inhóspito.
-Hay que concentrarnos, intentemos canalizar la energía caos en el centro.- ordena Silver extendiendo sus manos. Yo mantengo el agarre a su mano derecha.
Shadow mira despectivo la acción, pero tras aceptar que es la manera más rápida de hacer la transición de energía, toma mi mano y la de Silver de mala gana.
-Blaze, pásale la esmeralda a Shadow.- le miro con algo de recelo -Sabes que su Chaos Control hará que sea más rápido y efectivo el salto.- argumenta con calma.
Resignada, saco la gema de mi bolsillo y se la entrego en el cruce de nuestras manos. El erizo se ve particularmente complacido de ver la esmeralda.
La peculiar circunferencia es pequeña, pero debe ser suficiente para poder abrir la pequeña brecha interdimensional.
Mientras yo me enfoco en permitir el salto a la dimensión deseada, los dos erizos canalizan una gran cantidad de Chaos energy.
Para que sea más fácil de entender, soy la llave que permite la entrada a la Sol Dimension; Silver es como una especie de direccionador que nos ubica en el punto exacto dónde queremos aparecer.
Shadow viene siendo como una batería portátil que encuentras... Y que puede teletransporta la materia, claro.
Tras varios minutos, la luz blanca envuelve nuestros cuerpos y, terminamos siendo engullidos por el halo generado en el centro de nuestro círculo.
-¡Chaos Control!-
Durante unos instantes, la luz es cegadora. Finalmente, se disipa y da paso a un enorme jardín verde, rodeado de flores y pequeños rosales.
Un sereno cielo anaranjado nos recibe sin ninguna perturbación. Había olvidado el paso del tiempo acá, el cual es más lento que en la Chaos Dimension.
Me llevo la mano a la sien, algo desorientada. Sin duda, realizar tal acto nunca deja de sentirse aturdidor.
-Me enfoqué en el jardín trasero del castillo, para no perder tiempo.- comenta un mareado Silver que tras hablar, se cae de espaldas.
-Bien pensado.- comento observando el lugar.
Que fortuna. Hemos llegado al sitio deseado... Y en una sola pieza.
Siempre agradezco a Caos por eso.
Viajar entre dimensiones no es tan fácil como chasquear los dedos, así se use una gema con energía.
Mientras ayudo a mi erizo a ponerse de pie, observo con cautela todo el panorama. Parece que todo está en orden, tan tranquilo como siempre.
-¡Su alteza ha regresado. Comunica la noticia a todo el reino!- escucho a lo lejos el alarido nervioso y alegre.
Veo la pequeña y grisácea silueta acercarse a nuestro lugar.
-Gardon*.- comento entre la calma y el estrés.
-¡Princesa, es una dicha enorme su regreso!- exclama el pequeño koala, muy eufórico.
-Ya te he dicho, que me llames Blaze.-
-No sería muy propio ni digno, su alteza.-
Siempre tenemos este pequeño desacuerdo en cada encuentro.
Suspiro resignada.
-Esperamos no ser inoportunos.- comento cambiando el tema.
-¡E-Este es su re-reino. Su presencia nunca sería inoportuna!- responde casi tartamudeando -¿Ha venido a su visita y revisión semestral? Ha sido bastante pronto. Dos meses antes para ser exactos.-
-Cada seis meses vengo a ello, pero, ésta vez no venimos por ello.- respondo seria.
Empezamos a caminar al interior del palacio.
-A Silver ya le conoces. El señor Shadow también es un invitado.- comento.
-¡Inmediatamente ordeno que acondicionen las habitaciones!-
-Gardon, por ahora necesito tu apoyo en otros menesteres.-
-¡Princesa, solo ordene y enseguida lo haré!- responde con voz nerviosa.
-Son varios asuntos.- aclaro -Necesito un informe detallado de los sucesos de orden público que se relacionen con el doctor Eggman Nega*, un informe sobre avistamientos de seres hostiles en los últimos 4 meses desde mi partida y, necesito acceder al cetro de joyas*, las Sol Esmeralds y el cetro mágico.-
Escucho el eco de mis tacones resonar por el elegante salón que se abre paso desde el jardín posterior. Los candelabros gigantes de cristal iluminan con luz tenue todo aquel espacio.
Me percato del silencio abrupto por parte del koala, lo cual me hace girar sobre mi a verle. Parece algo aturdido y serio.
"-Esto no me gusta.-" pienso.
-Gardon.- le llamo, generándole un respingo violento.
-¡Su-su alteza, ve-verá!- responde nervioso -Hace aproximadamente unos 3 meses atrás se nos informó de un incendio en los laboratorios del sector costero del doctor Nega. Al llegar al lugar... Nos percatamos que el doctor estaba muerto.-
-¡¿Qué?!- exclamamos Silver y yo a unísono.
-¿Cómo sucedió? ¿Se sabe la causa de muerte?- cuestiona Silver.
-¡Los forenses trabajaron en ello, el informe ya está culminado desde hace semanas!-
-¿Algo más? ¿Las Sol Esmeralds están a salvó?- cuestiono.
-¡Por supuesto que sí. Desde que se fue han permanecido resguardadas!- responde casi temblando -¡Y, ambos cetros se encuentran en sus respectivas recámaras!-
-Tráeme ese informe ahora. Quiero saber cada detalle.- exijo con asombro -Iremos a las recámaras de seguridad.-
-¡A-A sus órdenes, Pri-princesa!- exclama hecho un maso de nervios y sale corriendo en dirección opuesta.
No puedo considerar la muerte del doctor Eggman Nega como algo positivo.
Ese científico, era malo, pero no alguien que moriría de la noche a la mañana.
Retorno la marcha hacia el costado este del lugar. Ahí se encuentra una de las torres más altas y, debajo de esta, las criptas subterráneas y reservorio de la familia real, creados desde los principios de la monarquía.
-Algo anda mal.- comenta Shadow de repente.
-¿Disculpa?- le interroga Silver confundido.
-El hecho de que Eggman y su contraparte estén muertos.-
Me detengo abruptamente en seco.
"-Esto no me gusta para nada.-" pienso una vez más.
-¿Qué has dicho?- pregunto incrédula. Le observo de una forma bastante severa, esperando suelte algo de esa inesperada información.
Shadow suspira pesadamente, como si le costara hablar de aquello.
-Estuve averiguando un par de cosas en una vieja base del doctor. Un informante mencionó que le había visto entrar allí hacía mucho tiempo, más nunca volver a salir.-
El tono de voz que emplea y el rumbo que toma el asunto, me hace erizar el pelaje.
-Fui a ese lugar. En efecto, el doctor Eggman estaba allí... estaba muerto.- prosigue con crudeza -Estoy seguro que era él, ya que las cámaras captaron sus últimos momentos con vida. Se disparó con un arma desde la mandíbula. La bala perforó todo el trayecto hasta salir por la zona frontal del cráneo.-
-¡Basta!- mascullo aturdida.
Sin duda alguna, los datos son espeluznantes.
Silver se aproxima para ayudarme a sostener mientras asimilo la noticia.
Tan rápido como un relámpago, la irá se agolpa en mi ser.
-¡¿Por qué no dijiste nada?!- le reclamo -¡El hecho de venir aquí podría ser una total pérdida de tiempo. Si Eggman está muerto, entonces está más que claro quién es el perpetrador de nuestros actuales problemas!-
-Que ambos doctores estén muertos no confirma nada.- responde notablemente irritado.
-Aunque sea debiste habernos dejado esa información. Es importante.- respalda el albino platinado -Pero no tiene sentido que esté muerto, ¿Entonces a quién hemos estado viendo, si tiene su aspecto?-
-Ser un impostor no es tan difícil.- asegura con amargura el azabache -Alguien más tomó su identidad y la está usando.-
-¡Debiste volver a decirnos eso! ¡No sabes el peligro al que están expuestos todos allá!- continúo.
-¿Y qué habrían hecho al respecto? No habría cambiado nada. Seguiríamos a ciegas.- refuta.
-¡Pero al menos no estaríamos tras la pista de un hombre que ya está muerto!-
-Blaze.- me llama Silver, intentando que conserve la calma.
-Claro, y perseguir a un monstruo como Mephiles sin tener pruebas es más fácil y sensato. Eso no resuelve esta mierda, solo la ha empeorado.- añade con sarcasmo.
-¡ERES UN EGO...!-
-¿Y qué hay de las Sol Esmerald, y el cetro mágico?, ¿No aseguran sus lacayos que todo está en orden?, ¿Por qué no mejor va a confirmarlo y así salimos de la especulación?- me cuestiona interrumpiendo mi alegato.
-¡Shadow, tu no tienes..!- iniciaba Silver una defensa, pero le interrumpo.
Esto solo está empeorando el sombrío panorama.
-Está bien, tienes un punto. Solo se tiene la certeza de algo hasta después de confirmarlo.- comento molesta, pero más calmada.
Que egoísta es este ser.
-No sé qué f...- comento dejando la frase a medias -Olvídalo.- prosigo controlando mi boca y culminando la confrontación.
Me giro y retomo la marcha hacia los niveles subterráneos.
"-No sé qué fue lo que Amy vió en ti.-" pensaba decirle en medio de la furia, pero logré controlar mi lengua a tiempo.
Cuando el odio es quién razona, se pierde el filtro de la prudencia.
Y vaya que habría sido una falta grave contra mi amiga.
Dejando atrás el pequeño altercado, llegamos a una columna de mármol blanco. La fasciculada estructura estaba adosada a la pared, o al menos eso piensan aquellos no conocedores de esta particular entrada.
Con la punta de los dedos de la mano derecha, genero una pequeña llama. Deslizo lateralmente la mano tras una minúscula abertura de unos escasos 7 milímetros. Solo se necesita que pase por allí la combustión generada por el fuego. Tras un minuto largo, se escucha a los pesados engranajes accionarse.
La columna se separa abruptamente de la pared en un movimiento rápido y tosco hacia el frente. Después, empieza a moverse con lentitud hacia mi izquierda, dejando ver una pequeña y cuadriculada entrada.
El mecanismo de detiene y retorna el silencio. La apertura de unos 120 cm de alto por 70 cm de ancho nos recibe, oscura y sin un final aparente.
Procedo a entrar y los erizos me siguen el paso. Es un espacio estrecho, así que debemos agacharnos para lograr caminar a través de él.
Avanzamos en dirección recta y genero una débil flama con los dedos, lo suficientemente potente como para iluminar el sendero. Caminamos por unos 6 minutos, hasta que nos cruzamos con un muro homogéneo. Desvío la mirada al piso y observo la trampilla de hierro que da paso al siguiente nivel.
La dura apertura metálica solo puede ser abierta si se altera la maleabilidad de esta, para ello, también se necesita calor, y que sea uniforme. Coloco ambas manos y con precisión inicio el cambio, tras un par de minutos consigo sacar la rejilla sin ninguna dificultad.
-Sé que siempre te lo digo, pero me impresiona como utilizas tu habilidad para la seguridad de este sitio.- comenta Silver con un tono cargado de emoción y orgullo. Por ese pequeño lapso le ronroneo satisfecha por el cumplido.
No siempre fue así.
En un principio, detestaba mi habilidad. Por ello, acceder a este sitio creado por mis predecesores era tedioso y molesto. Ahora, me resulta más entretenido.
El albino entra primero por la angosta abertura, dejándose caer a una cámara más amplia. Shadow le sigue y entro yo de últimas, dejando la rejilla a medio acomodar.
Y así continuamos avanzando, abriendo una, dos, tres y más de 10 entradas. Es un recorrido cansado, por el número de veces que debes detenerte a abrir alguna cerradura. Lo más tedioso es que todas se abrirán solo con el uso del fuego y sus desencadenates. Para seres sin esa habilidad, esto termina siendo agotador y estresante.
Me percato entonces que todas las entradas permanecían normales. No había signos de forcejeo o estar abiertas. Se veía exactamente igual a como siempre.
No puedo negar que ver todos esos signos me daba algo de alivio. Eso indicaba que tanto las Sol Esmeralds como ambos cetros, permanecían en su respectivo lugar.
Aún así, si no era Mephiles quien estaba detrás de todo esto, ¿Entonces quién podría ser?
Tras el largo recorrido de casi 1 hora repitiendo secuencias, llegamos a la amplia cúpula, la cual es iluminada por una tenue luz dorada, proveniente de los campos que rodean los objetos.
-Uff. Todo parece estar en orden.- exclama Silver aliviado.
Y así es, las gemas y los cetros permanecen en sus respectivos sitios. Nada parece estar fuera de lugar.
Analizo el mecanismo de protección y me replico la falta de confianza. Si alguien hubiese conseguido llegar hasta aquí, de una forma u otra se habría activado la alarma informando de la intromisión y este espacio se sellaría para denegar cualquier tipo de escape.
Observo con más tranquilidad los objetos que reposan en tres respectivas columnas de cristal.
De repente, siento una punzada en el pecho... Como cuando se tiene un mal presentimiento.
Entorno los ojos a las Sol Esmeralds, que yacen en un maletín perfectamente acomodadas.
Y entonces, como si se tratase de un balde de agua helada que cae inesperadamente sobre mi ser, mi cuerpo se tensiona y cada fibra de mi pelaje se eriza.
-Esas no son las Sol Esmeralds.- exclamo con el pánico colándose en mi voz.
Me abalanzo prácticamente sobre ese pilar de cristal y, como si fuese un dejavú, recuerdo la secuencia de colores en el cual estaban organizadas las gemas. Las que estoy apreciando, solo dos están invertidas. Y estando más de cerca, se ven más opacas en el centro, casi fragmentadas.
Por reflejo, me aproximó a mirar ambos cetros...
Para mí infortunio, las piezas de cerca tienen desperfectos.
-Son copias.- murmuro dejándome caer sobre el suelo.
Veo a Silver aproximarse para auxiliarme.
Shadow, en un arranque violento, realiza un ataque Chaos para desmantelar el campo que protege el cetro mágico. Esperaba que la alarma se activara por ello, en lugar de eso, el manto cede fácilmente, como si se tratara de un trozo de tela muy delgado.
Los campos también, ¿son falso?
-¡Maldición!- masculla el erizo azabache -Este no es el cetro. No puedo sentir la presencia de ese infeliz.-
-¡Silver!- exclamo horrorizada -¡Ya no están!-
Narra Shadow
Los sucesos de los últimos días han sido estresantes, teniendo en cuenta los anteriores a nuestra llegada a la Sol Dimension.
El tercer día comenzaba con una sombría mañana. Parecía que el sol no tenía muchas intensiones de salir de entre las espesas nubes.
Si bien, venir con el par de individuos había sido un fastidio, sentía que avanzamos de forma rápida y provechosa. Había información por todos lados y, ciertamente, estos días habían sido mas útiles que las últimas tres semanas.
Espero en la entrada principal del palacio a la felina y el erizo. Acordamos en salir temprano, para ir en busca de respuestas.
Más respuestas.
Del tipo que te ayudan a resolver los embrollos que parecen no tener solución.
Tras el trágico incidente de descubrir que todas las reliquias habían sido robadas, terminamos de confirmar nuestras sospechas con el informe forense de la muerte del doctor Nega.
No creo en las coincidencias. Las cosas suceden porque las decisiones tomadas repercuten a futuro en la nueva tanda de acciones a tomar y sus descenlaces. Sin embargo, no encontraba otra palabra para definir la similitud en la que ambos hechos se habían desencadenado.
Descubrir la muerte del doctor Eggman fue una sorpresa. No es alguien del que esperarías su suicidio, mucho menos sin alguna causa aparente.
El doctor Nega también se disparó, de la misma forma particular que el doctor Eggman, solo que en este caso arrasó con cualquier cosa que pudiera dar un indicio... Excepto uno muy importante.
Mephiles les asesinó.
Antes no tenía mucho sentido, pero en las grabaciones del doctor Eggman se podía apreciar su comportamiento, el cual era errático y paranoico. Las del doctor Nega, revelaron el mismo comportamiento. Ese monstruo tiene un abrumador control mental, o al menos eso recordamos.
Y, a pesar del incendio que consumió todo a su paso, un artefacto resistente al fuego logró mantenerse, a pesar de estar quebrado.
El cetro mágico en el cual residía Mephiles estaba fragmentado. En la escena solo se encontró la mitad de este, por lo tanto, la otra mitad estaba desaparecida. No tenía marcas de fuerza bruta, ya que eso no basta para poder romperlo. Se tuvo que utilizar energía, la cual, muy probablemente provino de las Sol Esmeralds, pero también pudo ser del mismo ente que había dentro de este.
El misterio de las dos muertes seguía presente. A eso se le sumaba la desaparición de los objetos mágicos. Por dónde se le analizara, el futuro y sus consecuencias no podía percibirse peor.
Solo de algo ya tenía la certeza:
Mephiles está libre.
Nos tomó un par de horas encajar todas las series de sucesos. De alguna forma, Mephiles consiguió liberarse en el interior de aquella cúpula subterránea, al hacerlo, se llevó consigo las Sol Esmeralds y el cetro de joyas que permite su control. Finalmente, terminó buscando del doctor Nega y lo demás en adelante son solo conjeturas.
Es la única teoría válida. Ni Nega con toda su inteligencia y maquinaria habría podido acceder al largo y rudimentario mecanismo de protección que tenían los guardianes de tal lugar... Al menos no dejando todo intacto.
Varias interrogantes persistían:
¿Cómo se había liberado?
¿Mi energía aportada en ese entonces no había sido suficiente para resistir?
Para empeorar el asunto, nuestras memorias de esos pasados sucesos eran inexactas y pocas. Con suerte recordábamos un hilo general de como pasaron las cosas en ese momento.
-Me disculpo por la tardanza, pero necesitaba coordinar con el guía.- comenta la felina, rompiendo mi manojo de pensamientos enredados. Solo me limito a asentir.
Estando ya todos, finalmente partimos. Vamos en dirección a la zona montañosa que se encuentra al norte del imponente palacio.
Después de toda la evidencia y datos, caí en cuenta de una ventaja de todo el asunto. Mephiles es solo la forma incorpórea de lo que fue Solaris. Hasta donde sabemos, su envase, Iblis, fue destruido.
¿Y dónde está la ventaja?
Bueno, sin un cuerpo, le es difícil desplegar todo su poder, por lo tanto, tenemos una ventaja contrareloj. Si pudiéramos vencerlo en ese estado, las cosas serían mucho más sencillas. Sin embargo, no sabemos que tiene en mente Mephiles y mucho menos como se librará de esa pequeña desventaja.
Decidimos tomar una vía marítima para llegar a nuestro destino, ya que está es más rápida que recorrer la espesa vegetación que rodea la región.
La molesta mapache nos llevará hasta el puerto más cercano, dónde nos espera un guía para encontrar la ruta en la montaña.
-Vaya Shadow. Hace años que no te veía por estos lares. Por un momento pensé que habías renunciado a la vida de aventuras.- parlotea -Tan callado como siempre, estás más alto pero igual de lento.-
-Odio los mapaches.- mascullo mientras la estrangulo mentalmente.
-Sin perder tiempo, Marine.- ordena la felina.
-¡A la orden, compañera. Iremos tan rápido sobre el agua que Sonic sentirá envidia!- exclama estruendosamente, cosa que me irrita.
-Bueno, les voy a explicar lo que sé.- inicia el erizo albino -La mítica leyenda del reino de Solaria. Habla de un antiguo oráculo donde habita un dios exiliado, que se quedó en la tierra para servir a los seres vivos y ayudarnos a no dejar el camino próspero.-
El erizo busca con empeño un pequeño libro en su maleta de mano.
-¡Aquí!- exclama -Se le conoce como "El mensajero del camino real". Dicen que aquellos seres que acudan al oráculo y su intercesor, podrán pedir una única consulta sobre cualquier cosa que desean saber, sea de este mundo o no.-
-Si vamos nosotros tres, ¿Cada uno podría hacer una pregunta?-
-No especifican eso en los textos, Blaze. Sin embargo, no se pierde nada con intentarlo.- tras resolver la interrogante, prosigue -Le conocen con ese nombre que les mencioné porque, al parecer, quienes desean recibir una respuesta deberán pasar antes una prueba, al escoger la opción acertada, se les dará la oportunidad de formular lo que desean saber.-
-¿Y si no escogen la opción correcta?- pregunta nuevamente la felina.
-Bueno... Solo dice que se cobrará con los años de vida, según el tiempo que el exiliado considere que perdió.-
-Esto definitivamente no se oye muy alentador.-
-Es solo una leyenda. ¿Si quiera es real?- cuestiono.
-También me cuesta creer un poco en esta historia fantasiosa.- respalda la felina -Pero los seres más antiguos de este reino dan fe de ella, a través de los relatos. El guía que conseguí es alguien que asegura haber logrado llegar a "El mensajero del camino real".-
-Se dice que toda leyenda tiene algo de verdad, Shadow... Y para este momento, es la mejor opción que tenemos.- comenta el albino con mucha calma.
-Si logramos conseguir eso, hay una única cosa que necesitamos preguntar.- puntualiza la fémina -Debemos saber si existe alguna manera de detener a Mephiles.-
El combate corporal es algo que prefiero, pero es difícil llevarlo a cabo, sobretodo con un enemigo de tal complejidad. Encerrarlo o eliminarlo, son las únicas opciones, la cuestione es cómo. Aunque deteste decirlo, enfrentarlo en una batalla no solo sería infructífero, sino que podría desencadenar más daño que beneficio.
Mientras pasan un par de horas, los dos seres terminan de detallar asuntos sueltos y planean posibles eventualidades.
Cerca del medio día, finalmente llegamos al puerto. Contrario a lo que se pensaría, el sitio se ve bastante desolado y poco comercial.
Un único ser espera en el borde, ya equipado con una maleta a la espalda.
-Es un honor para este anciano poder ser de utilidad para su alteza real.- comenta con reverencia.
-Le agradezco su ayuda. Es un favor que no olvidaré nunca.- comenta la felina inclinando el tronco.
Sin mucho más que comentar, nos podemos en marcha.
El guía es una cabra macho de edad avanzada, pero parece conservar un excelente estado físico, ya que recorremos a un paso muy acelerado el espeso bosque hasta llegar al pie de la montaña.
-En mis épocas la mejor opción era trepar por las empinadas piedras. Sin embargo, soy conciente de que los jóvenes de ahora son más hábiles.-
-Supongo que podemos ahorrarnos la subida.- afirma la felina -Silver, ¿Podrías llevarnos a todos?-
-No supone ningún problema, además, sería bueno reservar la energía caos en caso de una emergencia.- responde alegremente observando a mi dirección.
-Como sea.- respondo sin darle mucha importancia.
El erizo nos envuelve en su poder, como si fueran un par de cuerdas. Segundos después, despegamos los pies del suelo.
.
La subida el larga. Muy larga. Cálculo lo que son 30 minutos de ascenso. Nuestro carguero parece algo fatigado, pero persiste en su labor.
Sobrepasamos un límite hecho por la unión de muchas nubes uniformes. Al hacerlo, el clima cambia drásticamente, tornándose helado y con fuertes vientos.
Finalmente, el guía indica una pequeña planicie en un costado del cada vez más angosto pico de la montaña. El albino nos deposita allí y, tras eso, cae de rodillas sobre el suelo.
-¡Silver!-
-... Solo... Ha sido... bastante altura... Mucha energía... y muchos seres... Es todo... Estaré bien.- responde entre jadeos.
Que patético.
Mientras recupera el aliento, observo con detenimiento el lugar. Solo se ve una minúscula abertura en la piedra, como una cueva. No es muy profunda ni ancha.
-Bien, hasta acá puedo acompañarles. Lo más difícil era la subida, llegar al lugar no es tan complejo una vez se está acá arriba.- comenta de repente el guía -Escuchen con atención. El más mínimo error podría costarles demasiado.-
Los otros dos se incorporan y observamos a la cabra.
-Van a subir un kilómetro más de camino. A esa altura el clima dificulta la vista, pero podrán diferenciar un enorme arco de piedra que sobresale. Si lo pasan de largo verán solo el final de la montaña, pero si lo atraviesan, el paisaje cambiará drásticamente. Por nada del mundo deben emitir ningún sonido una vez ingresen, si lo hacen, el dios caído les degollará.-
Escucho al albino tragar saliva mientras se lleva las manos al cuello.
-Si al oráculo desean consultar, las tres pruebas deberán realizar.-
-Creímos que solo era una prueba.- pregunta inquieto el erizo.
-Son tres pruebas, tres caminos.- le corrige el anciano -Dos de ellos son los buenos y uno es el malo. Con solo aprobar uno de los caminos, podrán consultar al oráculo, pero debe ser de alguno de los dos correctos.-
-¿Qué pasará si superamos el camino o prueba mala?- pregunto.
-El escogido morirá.- responde -Solo uno de ustedes tomará las tres pruebas. Así mismo, si logra superarlas, se les concederá la oportunidad de preguntar tres veces, una respuesta por cada individuo.-
-¿A quién de nosotros deberíamos elegir?- pregunta el albino, aunque su creciente nerviosismo indica que mientras él se encuentre allí, la felina no será una candidata.
-Es el mensajero quién decide cuál de ustedes realizará la prueba. Tomará a aquel que tenga una alma frágil, pero gran fortaleza mental; o viceversa. Un equilibrio justo. No verán su rostro, él tomará la forma de aquello que tenga prioridad en sus pensamientos, y a su vez sea su debilidad.- el viento azota con inclemencia -Deben esperar a que el sol desaparezca debajo del horizonte. Justo en ese instante, podrán entrar a ese limbo dimensional.-
Sin mucho más que pueda comunicarnos, el guía se refugia en la minúscula cueva que noté hacía unos minutos atrás.
Retomamos el tramo final de 1 kilómetro en silencio, deteniendo el paso en un par de ocasiones por los fuertes vientos que dificultan el avanzar.
Estando ya en el sitio indicado, ciertamente la visibilidad se reduce, pero puedo detallar el arco perfecto y simétrico saliendo del costado de la punta. Justo a unos metros de este, se encuentra una pequeña irregularidad cóncava, en dónde decidimos esperar hasta la hora indicada.
La felina enciende una improvisada fogata, ya que ella y el albino empiezan a sentir las complicaciones del excesivo y extremo frío, a pesar de las ropas invernales que traían en sus mochilas.
.
La tarde termina de pasar con bastante lentitud, aproximándose el final del atardecer.
La felina yace dormida dentro de un saco. El erizo albino mientras tanto se mantiene observando fijamente la fogata.
El estar tanto tiempo inmóvil me molesta. Le da pie a mis pensamientos y a mi mente para que comiencen a divagar.
Hace casi una semana que me aparté del fastidioso grupo de seres.
... Hace 6 días exactos que no sé nada de ella.
El repentino pensamiento me causa una profunda discordia.
Llevaba todos estos días sin siquiera contemplar su recuerdo. Sabía de antemano que esa eriza era la causa de mi perdida de control.
Volver a esa patética situación no era una opción.
Tomar el control no fue sencillo, pero logré suprimir el océano de sensaciones que en ese momento me embargaban.
Recuerdo caer con fuerza sobre las gélidas aguas, con excesiva brusquedad. La sensación era comparable con el choque contra una pared de concreto.
Un par de costillas rotas y laceraciones en una mano. Nada que lamentar. Nada que mi cuerpo no pudiera sanar en un par de horas.
Los tubos, sin embargo, se quebraron tras el impacto. Ví como los restos viscosos de compuestos se disolvían en el agua, hasta dejar de verse.
-Espero que escoja a alguno de nosotros dos.- comenta el albino sacándome de mis pensamientos.
Le regreso la mirada, ya que me observa fijamente.
-Me aterra un poco lo que pueda usar en su contra.- continúa.
-Si la consideras tan débil, entonces que se quede afuera esperando.- respondo sin darle mucha importancia.
El macho niega con delicadeza.
-Al contrario, creo que es tan fuerte, que me temo pueda imponerle unas pruebas muy duras. Sé que podría superarlas, pero no me gustaría que sufriera por ello.- desvía la vista y le observa con los ojos centellando -Me costó algo de tiempo recuperarla, no sé si podría aceptar perderla de nuevo.-
En eso me surgue una inquietud. No es de mi incumbencia, pero de una o otra forma me despierta interés.
-Esa vez que enfrentamos a Solaris, ella se sacrificó para sellar a Iblis (∆). Por eso sabemos que la forma corpórea de ese monstruo ya no existe.- comento, logrando captar la atención del presente -Sin embargo, ella desapareció.-
-¿Quieres saber cómo volvió a parecer Blaze en esta línea del tiempo?- me interrumpe.
-No.- puntualizo -Sé que tras haber sellado a Mephiles, el tiempo se alteró, borrando los estragos de aquellos sucesos. Lo más probable era que no te recordara.-
Me observa con una enorme sonrisa, como si aquella pregunta le recordara un agradable momento.
-En efecto. Blaze no me recordaba. Aunque mis recuerdos tampoco eran los más estables, sentía que entre más la recordaba, más mortificante era.- comenta con burla -Durante meses no la busqué, por miedo a alterar el tiempo. Un día, me desperté y recordé como se veía cuando regaba las flores de su jardín y... Entonces supe que no quería olvidar eso. No quería olvidarla a ella. Así que la busqué y, con paciencia, volví a entrar en su vida.-
-¿Por qué perder el tiempo en algo que el mismo había borrado?- replico.
-Si el tiempo hubiese querido que la olvidará, sencillamente me habría quitado todo rastro de su presencia de mi vida. Sin embargo, no lo hizo.- nuevamente se detiene para observarla -Puede que los hechos desaparecieran, pero en mi pecho, mis sentimientos aún me decían que ella estaba en alguna parte. No era una coincidencia. Era como una invitación a tomar una decisión que me permitía escoger: una vida sin ella, o recoger mis pasos y empezar de nuevo.-
Silver no tomó ese cambio drástico del destino. Siguió adelante, pero al lado de aquello que anhelaba.
Eso, de alguna forma, me sorprendió.
Me hizo verle de otra forma.
No era un simple y ordinario ser.
Probablemente los sentimientos no eran tan embusteros como creía.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El sol dejó ver sus últimos rayos por unos instantes a través de la gruesa capa de bruma. Los tres seres esperaron con la paciencia pegada a los pies, para no dar un paso en falso antes de tiempo.
5.
4.
3.
2.
1.
La oscuridad reinó en todo el cielo.
Sin titubeos, atravesaron el imponente arco de piedra.
Era como pasar un delicado velo, solo que tras este, reinaba la completa y absorta oscuridad.
Inmóviles, sin saber a dónde moverse, permanecieron en silencio, teniendo en cuenta las advertencias del anciano.
En un parpadeo, se generó una tétrica llama verdosa en medio de una gran fosa. En su interior, una figura encapuchada salía de entre las flamas, como si fuesen uno solo.
-El camino real es el camino correcto. Sin embargo, no implica que sea el único camino.- musitó una distorsionada y profunda voz en sus cabezas.
El misterioso ser se dividió en tres iguales. Ninguno revelaba su aspecto.
-Para lograr al final llegar, aquello que está mal deben identificar.- sentenció -Encuentren lo que hace falta, sacrifiquen lo que se requiera para restaurar el orden.-
Las figuras avanzaron hasta posicionarse en frente de los tres seres que habían pasado a entrar a ese lugar inexistente en la realidad. Lentamente, empezaron a deshacerse del manto negro que les cubría el rostro.
-Salgan victoriosos y serán recompensados. Pierdan en el intento y asuman las consecuencias, una vida por la eternidad perdida.-
Los rostros finalmente eran revelados.
Asombrados, la felina y el erizo albino desviaron sus miradas sobre el elegido.
El azabache observaba con ojos abiertos el inesperado y crudo reflejo que le devolvía aquel ser que yacía en frente de él.
Las otras dos figuras al retirar sus capas, revelaron no tener rostro. Tras eso, desaparecieron. Sin embargo, las esbeltas y distintiva púas rosas se manifestaron en la tercer figura.
Shadow era el elegido para las tres pruebas.
-Por cada error, tus propias armas serán apuntadas por ti mismo sobre tu cuerpo.- murmuro nuevamente la voz, está vez empleando ese dulce y delicado tono característico de Amy Rose.
El erizo se sentía abatido y confundido.
¿Por qué tenía que ser ella?
¿Cómo se atrevía ese vulgar ser místico a utilizar su delirante aspecto para torturarlo?
Shadow debía superar mínimo una correcta de ellas.
-Escoge erizo. Vencer o morir.-
.
... Continuará...
¡Casi que no lo logro JAJAJA!
Por cierto, esta mañana se me fue la publicación antes de tiempo. Mil disculpas por las molestias y demoras 🥺
Hola a todos, espero estén muy bien.
Acá una vez más con este inesperado punto de la historia. Espero el capitulo sea de su agrado.
Busquen algo para comer, seguramente así no se muerden las uñas ;)
Hoy les traigo varios datos que, vale la pena repasar:
*Sol Dimension: es la dimensión de dónde proviene Blaze, considerada otra versión alternativa de la Chaos Dimension (en dónde estamos desarrollando mayoritariamente los hechos de esta historia).
*Marine The Raccoon: es una mapache, amiga/aliada de Blaze y perteneciente a la Sol Dimension. Aparece principalmente en los cómics, pero su primera aparición fue en le videojuego de "Sonic Rush Adventure".
*Gardon: el Koala guardian de Blaze. Seguro que lo recuerdan por sus más recientes apariciones en el IDW, pero ya había aparecido antes en los Archie Cómics (está en la imagen dejada al principio)
*Cetro de joyas: o en inglés, "Jeweled Scepter". Es considerado (no canónicamente) como el equivalente a la Master Esmerald en la Sol Dimension, el cual ha sido custodiado por la familia real durante generaciones y tiene poder sobre las Sol Esmeralds.
*Eggman Nega: el la contraparte o versión del doctor Eggman en la Sol Dimension.
Y bueno, si quieren profundizar sobre estos datos, pueden ir a la Sonic Wikia y al canal Sonic Channel.
Los créditos de la imagen (Artwork), son como verán, del equipo de Sonic Channel® de SEGA©.
Oh, y para esta parte tomé parte de los hechos relacionados en el vídeojuego "Sonic The Hedgehog"(2006) (∆). Solo algunos, no será una fiel guía de esa trama para el desarrollo de esta historia.
Sin más que agregar. Nos vemos pronto.
Cómo siempre, gracias por su paciente dedicación.
<3
Atentamente,
Mafercha09.
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