Dudas de sangre.

Narra Amy

El cielo empezaba a oscurecerse lentamente y ya se contemplaba a la luna. Excavamos y excavamos como por 40 minutos, pero aún nada. Estoy segura que este debe ser el lugar, no hay forma en que sea en otra parte. El cansancio empieza a ser mayor y poco a poco nuestro entusiasmo también se esfuma.

-Amy, ¿estás segura que este es el lugar?- pregunta Tails.

-Pues segura no estoy... ¡Pero debe ser aquí!-Mi cabeza comienza a interpretar cada dato que he averiguado hasta ahora. Las dudas empiezan a llegar.

Los últimos rayos se esfuman detrás de las altas copas de los árboles, es entonces cuando la oscura noche empieza a surgir consumiendo mis esperanzas. ¿acaso me había equivocado? Si era así, ¿por  qué el extraño espectro de María me había guiado hasta allí? Poco a poco se hizo dificultosa la tarea de excavar, al punto que Tails se vio forzado a parar y buscar un par de linternas LED, sin embargo, no pude detener mi frustración y aventé la pala con firmeza contra el insignificante montículo de tierra que llevábamos.

-Por favor, Amelia. No empiece con uno de sus berrinches.- exclama notablemente irritado  el Dr. Ray -Recuerde que ha sido usted quien nos ha guiado hasta aquí.-

-¡Lo sé!- alego exasperada -Soy más consciente de mis actos de lo que parece.-

-No creo que tenga necesidad de decirlo...- comenta suavemente el zorro amarillo -Sin embargo, sé que ustedes son conscientes de que esta discusión no nos ayuda.-

Finalmente Ray y Tails entierran sus palas y detienen la labor.

-Esto es inútil.- exclamo hecha una furia mientras recogo mi pala y reanudo la acción.

-Y si es inútil, ¿por qué continua haciéndolo? ¿no es más fácil si recogemos todo y nos vamos?- La ardilla se acerca hasta obstruir la poca luz que brindan las linternas -¿qué es lo que quiere probar, señorita Rose?-

-¡Ray, ya basta!- exclama Tails alarmado.

-¡No quiero probar nada!- exploto -¡Sólo quiero hallar esa maldita tumba para largarnos de este tétrico lugar!- excavo con más violencia aventando tierra en toda dirección.

-¿Y por qué quiere hacer eso? ¿acaso quiere huir?- insinúa con malicia la ardilla.

-¡Jamás hubiese huido si en primera estancia recordara porque siento tanta culpa de no recordar nada de lo que sucedió en este maldito lugar, quizás todos murieron por mi culpa y creo que nunca lo sabré!- exclamo furiosa y con lágrimas en los ojos, se me nubla la vista y entierro con violencia la pala en el suelo. Esta se va tan profundo que siento como golpea con algo duro y pierdo el equilibrio.

-¡Dr. Ray ya basta, es suficiente!- exclama Tails con sus colas erizadas -¿qué rayos le sucede?-

-Me sucede que tenía que incentivar a Amelia.- comenta con un aire despreocupado.

-¿Cómo, haciendo más intensa su impotencia?- refuta el zorrito.

-Quizás. Y lamento mis técnicas, sin embargo, esto parece haber dado sus frutos.-

-¿Cómo dice?- pregunta Tails confundido.

-La pala.- susurro algo anonadada.

Sin habernos percatado antes, en la pala se refleja un débil haz de luz blanca, este sube por todo su mango de madera. Cuando la enterré, algo obstruyó bruscamente su dirección. Me levanto con cierta lentitud examinando el particular brillo.

-¿Acaso eso...?-

-Solo existe una forma de saberlo, Sr. Prower.- comenta Ray.

Sin ningún tipo de restricción, me abalanzo como un vil animal salvaje y empiezo a excavar con mis propias manos. La tierra fría y los dedos desnudos, sin dudarlo es una pésima combinación (seguramente Rouge lloraría sobre su manicura). Saco la tierra con violencia, furia, miedo y asombro desmedido. Deseo terminar ya, deseo encontrar esos restos.

-Nocturna, no te escondas más, por favor.- exclamo agobiada.

Zorro y ardilla imitan mi acción. Los tres, destrozando sin cautela los restos de la fina tela de los guantes que antes recubrían nuestros dedos. Todos un poco locos, pero más cuerdos que nunca. Excavo y entierro cada vez mis manos más rápido, al pasar los minutos siento una especie de entumecimiento en la punta de cada dedo. Mis receptores nerviosos están más sensibles y atentos que nunca. La expectativa me carcome cada vez más hasta que, finalmente, siento mis engarrotados dedos chocar con una regular y fría superficie de metal. Las miradas de asombro por parte de todos no se hacen esperar y con una fuerza anormal, entre los tres sacamos la pesada caja a la superficie.

Contemplamos la grisácea caja metálica, como niños que observan fuera de una dulcería los productos. Al parecer es una urna, no un ataúd. Está completamente reforzada, en el centro aparece una leve luz blanca a través de la silueta hueca de una delicada forma de sol y luna fusionados, debajo de esta se describe la misma leyenda de la pintura en aquellas runas pictográficas extrañas de los erizos y finalmente una especie de teclado numérico del 0 al 9. Al pasar dos minutos de contemplar, el pobre foco que emitía la luz se funde.

-Genial, los restos de Nocturna están más asegurados que nuestras propias vidas, que por cierto últimamente parecen estar en constante peligro.- refunfuña Tails con tono sarcástico -¿Y ahora qué?-

-Ahora nada, debemos volver.- el zorro me mira con sorna -Lo que digo es... ¡solo mira la maldita caja! lo logramos.- dejo escapar un suspiro -Sin embargo, tal parece que Robotnik no dejaría la tarea sencilla a aquel que buscara a Nocturna, por ello parece ser que se tomó muchas molestias.-

-No podemos descifrar el código de esta urna, al menos no ahora ni en este lugar.- añade Ray en un tono bastante sereno -Debemos marcharnos, y lo que es peor, el lugar debe lucir tan apacible como lo encontramos.-

-Sería demasiado arriesgado y estúpido dejar señales de que alguien estuvo aquí, ¿estoy en lo correcto?- inquiere el fastidiado zorrito -Muy bien... más les vale que esa urna sea de Nocturna, sino, personalmente aventaré esa basura metálica desde Angel Island.-

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-Espero a nadie se le ocurra ir a ese lugar.- comento con cierto nerviosismo.

-Realmente lo dudo, en primera estancia nadie conoce ese lugar, con decirte que no se han atrevido a explorar esa región, ni en los libros aparece. Tu misma lo dijiste.- responde Tails con voz serena.

-Lo sé, Tails.- exhalo aire con brusquedad -Es solo que, no puedo quitarme la sensación de estar siendo observada.-

-Yo me siento exactamente igual, señorita Rose- comenta Ray -sin embargo, fuimos muy cautelosos. Así Eggman descubriera nuestro plan, le tomaría más tiempo encontrar la ubicación de la urna, y lo que es peor para él, le resultará todo un predicamento quitarnosla.-

-Es verdad, prefiero perder el pelo de mis dos colar antes de que ese viejo Huevo nos quite a Nocturna... si es que está ahí.- señala el zorrito con desdén la urna metálica aún con restos de tierra.

-No seas negativo, yo estoy segura que esta debe ser Nocturna, sino ¿qué otro motivo tendría el Dr. Gerald Robotnik de esconder tal cosa en Downunda?-

Todos miramos la caja con cierto cansancio. Realmente que está búsqueda de prolongó más de lo que pensábamos. El viaje continúa en completo silencio. Tails está bastante concentrado en pilotear al tornado X y el Dr. Ray está profundamente dormido en una silla. Yo, no consigo hacer nada aparte de mirar la urna. Tal parece que la sensación de ahogo no desaparece de mi pecho y me estrujo con la mano la camisa en un intento de mitigar el dolor.

"-Por favor no te molestes con nosotros. Realmente te necesitamos, Nocturna."- comenta mi voz interna sin apartar la vista de aquel objeto "-Si todo sale como esperamos, vamos a salvar muchas vidas, detendremos a Eggman e inclusive... Shadow podrá saber de ti, ¿no te gustaría?-"

Mi mente comienza a divagar en otros asuntos, como la expedición de los chicos a los bancos.
¿Habrán tenido suerte y conseguido algo? Espero esas aves de rapiña no se hayan burlado de todos y salido con la suya. Aunque, si Shadow ha estado allá, estoy segura que primero los deja sin plumas antes de dejarlos escapar. No logro suprimir una pequeña y ahogada risa ante ese pensamiento.

"Es un erizo muy obstinado, ¿verdad?" Susurra mi yo interna provocando que mis púas se ericen.

No tengo tiempo para reprenderme a mi misma, en ese preciso instante llega una alarmada voz de vampiresa por el comunicador del tornado.

-¡Trío de estúpidos, ¿EN DÓNDE CARAJOS SE HAN MENTIDO?!- exclama iracunda Rouge.

-¿Y a esta que mosco le picó?- alega Tails rascándose la oreja -Rouge, no tienes que armar tanto escándalo, estamos a cinco minutos de Ángel Island.-

-¡PUES TAN PRONTO LLEGUEN AQUÍ, LOS DESOLLARÉ VIVOS!-

-Wow wow, calma Rou. Guarda tus colmillos, ya estamos cerca y...- respondo con voz suave, pero soy interrumpida.

-¡¿Cerca? ¿Vas a seguir mintiéndome, Amelia Rose?!- la ardilla que yacía dormida se ha despertado por los gritos. Ahora, todos escuchamos los alaridos atentamente.

-Aquí nadie le está mintiendo, les dijimos claramente que...- argumenta Ray, pero Rouge lo detiene.

-¡No trate de actuar como un inocente, Dr. Ray. Sé perfectamente que hace mucho que dejaron de estar en Green Hill!-

Los tres nos quedamos fríos como témpanos de hielo.

-Surgió algo inesperado. Decidimos a última hora ir a una vieja base de Eggman para buscar unos libros, pero nos ha tomado más tiempo de lo esperado.- responde Tails con voz cansada, pero firme.

-¿Acaso les costaba mucho informarme desde hace tiempo? ¡ME HA LLEVADO CERCA DE UNA HORA CONTACTAR CON USTEDES, ANIMALES IDIOTAS!-

-¡Bueno ya basta. Rouge, es suficiente!- exclamo en voz alta -¡Se me va a estallar la cabeza y será peor con tus chillones alaridos!-

-¡Lo lamento muchísimo eriza, se me olvidaba que trataba con una reinita!- escupe envenenada.

-¡Ya dije que basta, no soportaré mas tus insultos!- replico -Nos vemos en 3 minutos.

Justo cuando voy a colgar, otra voz suena en la radio, es una conejita aterrada.

-¡Señorita Rougeeee!-

-¡Ahora no, Cream!- exclama la nombrada.

-¡Es el señor Shadow, acaban de informarme que esta perdiendo muchísima sangre y no logran detenerlo!-

-¡mierda, ¿por qué no han cerrado sus heridas?!-

Siento mis piernas y manos temblar. Con torpeza, agarro con mas fuerza de la necesaria el panel de control del radio.

-¿Qué le ha pasado a Shadow? ¿Sonic y Blaze están bien?- pregunto con la voz neutra y baja, como si fuera un susurro.

-¡¿Ahora si te preocupan ellos, mentirosa?!-

-¡Rouge, infórmanos la situación. Ahora!- exclama un iracundo Tails.

Del otro lado sólo se escuchan murmullos y sollozos, después de un minuto torturante, la voz de Vainilla suena sin ninguna emoción evidente.

-Las cosas no salieron bien en Station Square. Al parecer Shadow fue herido gravemente, pero aún no sabemos el porqué. Le han llevado al hospital de Green Hill hace 10 minutos porque desde el incidente no ha dejado de perder sangre. Han intentado detener el sangrado, pero todos los esfuerzos parecen ser inútiles.-

-¿Algo más?- pregunto aterradoramente serena.

-Si sigue perdiendo sangre morirá, y lo que es peor, no existe nadie que tenga su tipo para realizarle una transfusión.- reina un silencio sepulcral en ambos lados de la frecuencia -Es todo lo que se nos ha dicho.- 

-Llegaré al hospital, en cuanto a Tails y Ray estarán en la isla pronto. Cambio y fuera.- termino la conexión.

-Amelia, ¿qué estás planeando?- inquiere el Zorrito.

-Solo diré esto una vez, así que pongan atención.- Tails sigue manteniendo el curso hacia la isla que ya se dislumbra y Ray toma asiento delicadamente.

-Fuimos a Green Hill, conseguimos ropa y libros. La urna es una caja fuerte en donde Tails guarda una computadora especial, pero esta se ha averiado por el desplome del taller. Surgió la necesidad de ir a la base de Eggman que está cerca de la costa ya que ahí existe un libro que habla sobre las Chaos Esmeralds, ese dichoso libro está en la segunda gaveta del escritorio en mi habitación, es de pasta azul. Si llegan a preguntar sobre nuestro aspecto diremos que hemos caído en una vieja fosa que se abrió en el subsuelo de la base y que nos tomó tiempo salir de ella. No den más explicaciones si no es necesario.-

-¿Alguna otra cosa que quieras comentarnos?- añade Ray bastante serio.

-Nadir debe ver la urna, ni el logo que trae en su cara anterior. Tampoco dejen ver las palas de trabajo o los mapas, guárdenlo todo en un sitio seguro hasta que yo regrese.- regreso mis ojos a las miradas opacas de mis acompañantes -Nadie debe saber lo que hemos hecho, bajo ninguna circunstancia. No se hablará de esto hasta que sepamos con que estamos tratando.-

-Descuida, no diremos nada de lo que sea que estes hablando. Sabemos muy bien cómo es la situación.- responde Tails bastante desinteresado -Ahora dime, ¿en la entrada de urgencias es un buen lugar para que te deje?-

Asiento con la cabeza. Antes de entrar (a lo que seguramente será una especie de sala de interrogatorio para mi), decido buscar toallas húmedas y limpio desesperadamente la mayor parte posible de mi cuerpo. Cara, manos, brazos, cuello. Sin embargo, todo parece ser más tierra que piel. Mis guantes están estropeados en su totalidad y no tiene caso buscar unos de repuesto.

-¡Oh, santo Caos! Hubo muchos escombros que recoger, tal parece que nuestros guantes son muy poco resistentes.- exclama la ardilla con cierto aire de cinísmo mientras se observa las manos. Sonrío de lado ante el comentario, estos dos nos cubrirán muy bien las espaldas.

-Amy, respira profundo y no golpees a nadie.- me sugiere Tails -En cuanto entres se desatará una guerra.-

-Lo sé, mi hermanito me despellejará viva. En cuanto a Sonic- comento en voz alta porque el ruido de los motores al bajar ensordecen mi voz -seguramente le dará un buen susto por mi aspecto. Hace mucho que no ve mi cara de desquiciada.-

Narra Sonic

El fastidioso olor a antiséptico me quema los ojos y siento que mis pies van a salir corriendo fuera de este lugar. Como lo he dicho antes, detesto los hospitales.

-Sal a tomar un poco de aire, Sonic.- me recomienda Blaze en voz baja.

-Nada de eso. Tendré tiempo para correr en cuanto nos den noticias de ese darketo.-

Por alguna extraña razón, siento un poco de responsabilidad por lo que le ha pasado a Shadow. Y lo que es peor, el pajarraco verde se me ha escapado por poco. Perseguí a los Babylon Rogues , pero cuando estuve próximo a alcanzar a Jet, un monstruoso pájaro gris que parecía más grande que un edificio me derribó contra un árbol del camino.

-¿Aún te duele eso?- señala Knuckles a mi mano. Observo mi inmovilizada muñeca derecha rodeada por vendas.

-Duele solo al girarla, pero estaré bien.-

-Es increíble que Storm The Albatross* haya aparecido de la nada, en especial porque es un tipo grande y tu eres solo un palillo.- especula Knuckles

-¡Hey!- alego ofendido.

-Estoy seguro de que estaba esperando el momento indicado.- complementa ignorando mi quejido.

-¿Indicado para atacar Sonic? Parecía estar esperando a otra cosa.- agrega Blaze.

-Quizás lo envío Eggman también por ser alguien que le de la talla a Shadow.- comento.

-Dudo realmente que ese bobote sea oponente para ese erizo.- dice el equidna -Para empezar, ¿cómo fue que Shadow salió tan lastimado?-

Levantó los hombros en señal de ingenuidad. -En realidad no lo sabemos, en cuanto llegamos él ya estaba demasiado herido.-

-Escuchamos a Jet decir que una barra de hierro voló durante una explosión y se enterró en el abdomen de Shadow.- agrega la felina.

-¿Y de verdad creen eso?- inquiere Knuckles -No se ustedes, pero aquí huele a gato encerrado.-

-¿Dices que todo pudo ser planeado?- pregunto.

-Si lo analizamos, es demasiado extraño que Shadow esté tan mal herido.- argumenta Blaze.

-No lo conocemos, pero si de algo nos hemos dado cuenta, es que Shadow es inmune a la mayoría de situaciones de riesgo. Casi nunca le hemos visto herido.- aclara el erizo albino ingresando a escena.

Silver trae una bandeja con cafés y donas de chocolate.

-Tomen, es para calmar los nervios.-

Justo cuando recibo el café, la puerta de la sala de urgencias se abre de par en par. Del susto el café se me resbala y termino derramando más de la mitad. Antes de poder reclamar algo, veo una agitada y bastante desarreglada eriza.

-¿Ammes? ¿Qué carajos te pasó, estás bien?- pregunto inmediatamente alarmado.

-Amelia Rose, ¿se puede saber dónde has estado metida?- interrumpe el equidna con una calma aterradora.

-Ahora no, Knuckles.- Amy atraviesa la pequeña estancia y me abraza -Gracias a Chaos estás bien, ¿te duele mucho la muñeca?-

-No... estoy bien Ammes, descuida.- respondo con la voz atontada.

-¿Y tu, Blaze?- la eriza ignora mi comentario y abraza a la felina -¿Ninguna lesión?-

-Nada. Me encuentro en perfecto estado.- ronronea Blaze.

-¿Ya se sabe algo de Shadow?- pregunta con un falso tono de voz sereno.

-Aún nada, está en quirófano al parecer.- comenta Silver -Llevan desde hace 10 minutos intentando detener la hemorragia y...-

-¡¿Y te parece que estás son horas de aparecerte?!- exclama Knuckles alterado -¡Llevo todo el maldito día buscándote y ahora apareces como si nada! ¡¿Acaso has pensado en lo preocupados que estábamos?!-

-Knuckles, ya te dije que ahora no.- responde Amy con voz tensa.

-¡Nada de eso!- el equidna toma de los hombros a la eriza y la mira fijamente -¡Responde, ¿dónde rayos estabas?!

-¡Surgió algo, no es nada extraordinario!- exclama Amy a la defensiva -¡Sencillamente fuimos a la base de Eggman que queda en la costa y ..!-

-¡¿A una base de Eggman? ¿UNA BASE DE ESE MALDITO HUEVO?!- varias enfermeras se empiezan a asomar, por ello me veo forzado a intervenir.

-Hey, Knux. Cálmate, parece que Ammes también la pasó mal y...-

-¡Y seguramente no le habría pasado de haberse quedado en Angel Island sin estar haciendo imprudencias!- alega hecho una furia.

-¡¿Quedándome como una idiota de brazos cruzados?!- pregunta Amy con sarcasmo -¡En realidad ni siquiera nos encontramos un enemigo, solo tuvimos dificultades por la zona y el lugar, de resto estoy perfectamente bien!-

-¡¿Y acaso yo sabía eso?!- explota Knuckles -¡¿Acaso tuviste la delicadeza de haberme informado antes que estabas bien?!- el equidna toma aire bruscamente -¡Tu no viste el estado cómo llegó Shadow! ¡¿Quién carajos podría haberme asegurado que no te sucedería lo mismo a ti y a los otros dos científicos chiflados que te siguen?!-

El rostro de Amy se transforma a una cara de preocupación. Aprieta los puños en su desgarrado traje, que en la parte de la espalda está provocando que mi imaginación vuele.

"Mira nada más el encaje de ese brasier". Divaga mi subconsciente. Sin embargo, agitó la cabeza y decido actuar como caballero.

-Ammes, deberías cubrirte un poco.- le susurro al oído mientras coloco una chaqueta que Silver me había traído. La eriza, avergonzada, de tapa con rapidez.

-Gracias Sonikku.- susurra velozmente -Knuckles, te contaré todo con lujo de detalles... sin embargo, necesito hacer otras cosas antes. Tengo que ver a Shadow.-

Los presentes la vemos con cara de asombro ( al menos yo lo intento, ya que siento una especie de enojo posarse en mi sien).

-Tenemos que hacerle una transfusión, o morirá.- argumenta intentando conservar la calma.

-Amy, ninguno de nosotros es compatible. Ni siquiera Sonic que también es erizo.- comenta la felina intentando ser razonable.

-Pero mi sangre va a servir, ¡yo sé que puedo ayudarlo!-

-Pequeña... no puedes ayudarlo.- dice Knuckles con un estado de ternura -Ya hicimos las pruebas. Él tiene una sangre muy inusual. Según el laboratorio, Shadow ...-

-¡Shadow tiene un tipo de sangre no existente, lo sé!- aclara la eriza -¡Aún así estoy 100% segura que mi sangre funcionará! ¡Yo...!- la charla se ve interrumpida por un doctor que sale con la bata quirúrgica manchada de sangre.

-¡Zeta!- exclama Amy alarmada y corre a su encuentro.

-Amy, ¿qué es lo que te ha pasado? ¿Estás herida?- exclama el mapache alarmado.

-¡No, estoy bien! Yo no intereso ahora, ¡¿Qué ha pasado con Shadow?!- en la cara del doctor puedo percibir una mueca de desagrado fugaz.

-Las cosas no pintan nada bien.- la cara de Amy se llena de miedo -No les mentiré, pero hemos intentado todo; sin embargo, el paciente continua sangrando absurdamente sin control. Me temo que no podemos hacer nada más.-

-¡NO!- grita aterrada la eriza en un chillido -¡Tienes que transfundirle mi sangre!- el mapache la ve con cara escéptica -¡Créeme, Zeta! ¡Mi sangre desciende de los antiguos erizos ancestrales, al igual que Shadow!-

-Es cierto... no se me había ocurrido.- escucho murmurar al rojizo.

-Amy, escúchame.- comenta el Dr. Zeta con una calma aterradora -Ya se hicieron exámenes y Shadow no es compatible con ninguno. También te tuve en cuenta a ti, no coinciden.-

-¡Deja de ser terco, te digo que le des mi sangre!-

-¡Amy Rose, basta!- el mapache eleva levemente la voz -¡Esto se me escapa de las manos! De verdad lo lamento... yo.-

Del pasillo por donde salió el Dr. Aliz Zeta suena una intensa alarma. En el acto, una aterrada enfermera sale a la carrera hasta donde estamos.

-¡Doctor, el paciente entra en *shock hipovolémico!- exclama exhausta.

-¡Mierda, preparen suministro de oxígeno y más solución salina al 0.9%!-

-¡Maldición, Zeta!- Antes de que alguno pueda retenerla, Amy entra detrás de Zeta por urgencias.

-¡Haré lo que esté a mi alcance, pero no puedo darte falsas ilusiones, además que...!- comenta el mapache a toda velocidad.

-Confía en mi... estoy completamente segura que mi sangre no le hará daño.- añade Amy agitada.

-Aghh... no me pongas en esta situación.- especula Zeta.

-Ammes, ¡por Chaos, no seas terca!-

-Te aseguro que funcionará.- insiste Amy.

-Una transfusión errónea podría matarlo.- sentencia con sombrío el médico.

-Lo sé, pero no hacer nada también lo matará.- comenta Amy con determinación mientras aprieta las manos del inquieto mapache.

-Si algo adverso sucede... Amy, no puedo hacerme responsable. Mi carrera está en juego y...-

-Zeta, apresúrate que el paciente muere.- añade Knuckles con voz firme.

Mi cara de asombro no se hace esperar, Blaze parece haberse quedado sin habla y Silver está caminando por todo el lugar. La eriza y el mapache se internan en el quirófano cerrando la puerta tras de sí.

-Si esto sale mal, Amy matará a Shadow... ¡¿Acaso todos están dementes?!- exclama Silver tirándose de las púas.

-Knux.- comento en voz baja -Zeta no es de mis personas favoritas, sin embargo no me atrevo a desafiar su criterio médico.-

-Amelia Rose podrá ser una eriza tan explosiva y despistada como un tornado, pero... yo confío ciegamente en ella.- argumenta el equidna.

-Es bueno que confíes en tu hermana, ¡pero te recuerdo que AMY NO ES MÉDICA!- exclama el albino aterrorizado.

-Es verdad, no es médica.- responde Knuckles con la misma naturalidad de cuando se habla del clima -A pesar de ese detalle importante, Amy es una inquieta investigadora... si dice que su sangre será compatible con la de Shadow, entonces solo nos resta esperar que así sea.-

-¿Cómo es que ella está tan segura?- pregunta Blaze inmóvil desde una silla.

-Ciertamente no lo sé, pero si está tan segura como para arriesgar la vida de alguien y la carrera de otro, es porque Amelia sabe algo que la respalda... algo que nosotros desconocemos.-

Narra Amy

Al traspasar las puertas del quirófano y haberme colocado todo un mundo de objetos de seguridad, observo con terror la sangrienta escena del lugar.

Shadow está pálido, todo su cabello está teñido de un brillante rojo. La sangre está alrededor de la camilla, en el piso, en las batas... la veo en todos lados.

-Espero sepas lo que haces, Amy.- me refuta Zeta con cierta acidez.

-El paciente está inconsciente y no puede tomar decisiones racionales. Soy lo más cercano que tiene a una tutora, por lo tanto asumiré toda la responsabilidad de mis actos.- comento puntualizando cada palabra con suma seriedad.

-De acuerdo, se hará lo que usted ha decidido.- argumenta un atareado doctor que se sumerge en su labor.

Los detalles de la transfusión pasan velozmente. En un abrir y cerrar de ojos, ya tengo una manguera fina que transporta mi sangre fuera. El otro extremo se enlaza de alguna forma incomprensible para mí a Shadow. El ver tanta sangre me conmociona y me hace recordar aquella tétrica noche en Sand Blast City. Tiemblo al pensar en los cadáveres que se hallaban frívolamente en los pisos, intento no recordar tales cosas y cierro los ojos.

"Shadow. Te prometo que no terminarás así."

Mi mente va a mil revoluciones y mi respiración se acelera. Aún no comprendo la fe ciega que me ha hecho tomar tan arriesgada decisión, pero gran parte de mis descubrimientos y los recientes hechos, me hacen saber que esta es la decisión correcta.

-No desistas. Yo sé que eres la única que puede salvarlo.- escucho la risueña y chillona voz de algún ente ubicado a mi costado derecho.

Abro violentamente los ojos y percibo la silueta rubia de aquel místico ser que me ha guiado y que solo yo puedo ver. Siento un creciente pánico y mi pecho cerrarse.

Mi respiración falla, empiezo a ahogarme.

-¡Traigan una bomba de oxígeno, ahora!- escucho gritar a Zeta -¡Maldición Amelia, resiste!-

Los sonidos se hacen lejanos y la luz opaca. La oscuridad me engulle y lo único que alcanzo a divisar, es la distorsionada figura del penacho de Shadow subir y bajar frenéticamente, a la par de la intensa mancha de sangre que opaca sus esperanzas de vida.

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¡¡¡¡TAN TAN TANNNNNNN!!!!

*Storm The Albatross: Es un integrante de los Babylon Rogues, parece ser el integrante más fuerte y encargado de las tareas pesadas del equipo. Se dice que su naturaleza es un poco torpe. Ha aparecido en vídeo juegos y algunos cómics (para más información consultar la SonicWikia^^)

*Shock hipovolémico: es un estado de urgencia médica, el cuál se caracteriza principalmente por la pérdida masiva y prolongada de sangre (ante bajo líquido -sangre- o volemia, menor respiración y menor trabajo cardiaco).

Mis amados lectores, amo demasiado su paciencia.
Por favor, no me odien ni me ignoren. Gracias por todo y por nada.

Espero les guste. Ojalá no los haga esperar tanto.

Comenten sin miedo, que me hace muy feliz leerlos.

Att: Mafercha09

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