Por amor un demonio...
Mi hermoso ángel se puso encima de mi y me tomó del mentón, su ojos con un brillo muy hermoso, son profundos de un malva muy intrigante.
— Quiero que tú seas completamente mío y yo quiero ser completamente tuya. Que tú y yo nos volvamos uno — dulces palabras con algo de seducción en estás.
Me impresione al escucharla hablar así, era algo estraño escucharla hablar así.
Tan bella, tan pura, alegre y dulce, con una voz encantadora. Digno es tu nombre que el hombre te puso, un ángel, algo tan irreal que un ser tan maravilloso exista en este mundo. Nunca fui conciente de lo que ese nombre significaba, y lo bien que encajaba en los seres con alas.
Pues incluso al ver mi reflejo a un espejo, apresar de recibir, adulaciones y muchos halagos de todas partes, Pero hasta que te conocí, comprendí su verdadero significado de aquél nombre, tan perfecto que queda en tí, mi amor.
Simplemente un ángel, que amaba fervientemente a Dios y creía en el como yo. Entonces conocí las libertades, experiencias y sentimientos que jamás viví o siquiera conocí. ¿Por qué no los conocía? Los angeles de mi alrededor me dijeron que era porque al ser tan cercanos al creador éramos más perfectos que no necesitábamos de aquellas frivolidades y cosas tan triviales.
No tenía sentido, yo era conciente, de que tal vez no era tan diferente a un ser humano a excepción de mis alas, pero también podía reír y disfrutar. Por ello me fui ganando el repudio de todos de mis como, por mis preguntas, ya que cada duda que surgía en mi o con cada observación al mundo terrenal, me di cuenta que no importa si hay demonios entre los hombres a un así comenten actos tan aberrantes y el señor de allá arriba no hacía nada, y eso me lleno de cierto rencor.
— Si ese tal Dios al que tanto yo como mis compañeros alabamos y rendimos tributo, al que el humano ama y pide clemencia — miré con mis ojos llenos de desafío al cielo — cómo puede ser que un Dios que profetice tanto amor haga que su propia creación hecha a su imágen y semejanza pase por tanto dolor y sufrimiento, mientras el mira desde allá arriba sobre su gran "reino".
Todo mis compañeros me miraron con rabias, me llamaron blasfemo. Me sujetaron de manos y cuello con sus grandes cuerdas,
Lo curioso es que no fue Dios quien me maldijo, si no aquellos seres "perfectos" que alguna vez consideré compañeros, que eran lo bastante ciegos para comprender la verdad, los compadecía.
{•••}
Me ataron de pies a cabeza para tumbar me en el suelo, y me enviaron a una de las habitaciones más oscuras del cielo, llena de estalagmitas, un lugar donde no había nada de luz externa, el camino de un pasillo oscuro, solamente alumbrado por unas antorchas para mostrar aquel oscuro pasillo para llegar a otra puerta enorme de caoba tallada con una imagen tremenda, de un montón de ángeles con armaduras, cascos y armas en manos de lanzas, espadas y flechas rodeando a un montón de ángeles que habían arrinconado en el centro sin ninguna salida.
— ¿Qué me van a hacer? — pregunté viendo a uno de mis compañeros con miedo que se lograba en notar en mi voz.
Uno de los que me llevaba arrastrando se giró a verme y sonrió con cinismo y cierta burla.
— Que lamentable te ves y ahora que te has convertido en un blasfemo — toca la puerta y cuando está se comienza abrir lentamente, ambos ángeles que me trajeron, se van volando de ahí —. ¡Hasta nunca demonio!
Se van mientras se escuchan que estallan de risa. El miedo me invadió cuando una fuerza misteriosa me jaló para adentró de la habitación, la puertas se cierran nuevamente. Un montón de velas rojas se encienden por todo el suelo formando la enorme figura de una estrella.
Cada ángel cubierto en una toga oscura, se encuentra en el extremo de cada punto de esta estrella. Uno de los ángeles se acerca a mi y me voltea para que mi rostro este contra el suelo, me sujeto con fuerza con una de sus piernas e inmovilizar mi cuerpo por completo. Los demás toman mis alas para jalar con fuerza.
— ¡D-duele! ¡Detenganse! ¡BASTA ME DUELE!
A pesar de mis gritos ellos siguieron jalando mis alas, entonces escucho un "¡FWOOOSH!" escuché una espada detrás mío y cuando abro mis ojos quedó helado cuando veo el suelo con manchas de sangre y luego veo como mis alas caen. Tengo deseos de gritar, de maldecirlos, pero solo me quedó mirando al suelo mientras una tras otra mis lágrimas salen por mis ojos, asimilando lo que acaba de pasar. Antes de dejarme ir, citaron rezos, alabanzas en latín a su "Dios" mirando al cielo, luego con sus ojos llenos de frialdad me miraron, me señalaron y luego comenzaron a maldecir en diferentes lenguas, de manera al azar, mientras me no dejaban de verme y poco a poco elevaban más y más la voz hasta sentir que la cabeza me quería explotar y me quedaba afónico de tanto gritar.
A continuación un fuerte ardor recorre mi espina dorsal y se abría de paso sobre mi masa muscular y mi piel, y además al mismo tiempo podía sentir que una máquina de hierro ardiendo entraba lentamente en mi cabeza, para el dolor al fin se detuvo quedé totalmente exhausto y cerré mis ojos. Para cuando los abrí me encontré con un valle desolado y desértico, hacía frío, pues era de noche, me toque la frente y trate de hacer mi cabello hacía atrás y mi mano chocó contra algo sobre mi cabeza.
Oh no...
Y sí, me habían salido cuerno y unas alas nuevas como si fueran de murciélago. Ahora era un demonio, sin un lugar a donde ir, ni un amigo, antes mi completo amor y mis esperanzas estaban a un ser que jamás he visto, que jamás me ha hablado, que no parecía responder a mis rezos y que ahora me había abandonado, dejándome completamente vacío y solo, ahora sé lo que siente el humano cuando toda esperanza se escapa, todo lo creía en todo lo que soñaba se derrumbó y ahora no tenía nada.
Abandonado a mi suerte, lleno de coraje, miraba al cielo, al que una vez llame mi hogar, y en las noches más duras me daban unos grandes deseos de regresar, que una vez cuando me tope con otro demonio, me convenció de una manera tan exquisita, con una charla entretenida y divertida, una idea que me parecía atractiva, una oportunidad para regresar allá arriba.
¿Cómo?
Fácil, cada ángel para escalar escalones para llegar a la cima, es con base en acciones, tributos, pero por sobretodo en la recolección de almas, es difícil hablar la importancia que tiene está joya para los ángeles, nuestros boletos para volvernos seres ilustres y divinos para poder seguir subiendo peldaños, por esta razón cada humano tiene a su ángel guardián, hasta el final de sus días. Los sumidos en su desesperación como yo, los demonios, hacen lo mismo que los ángeles, sin embargo toman atajos para obtener esas almas y claro a negociaciones donde el que ofrece la oferta tan atractiva y perfecta para el comprador, donde ese comprador termina perdiendo siempre al no revisar la letra pequeña, el comprador se queda sin alma y así el negociador comienza ganar almas, su pase directo para volver allá arriba.
Los jóvenes son muy cotizados, total pureza, juventud y eso me serviría muy bien para mí regreso a mi hogar, así que me transforme en una serpiente, viaje millones de distancias para acercarme a un ser humano, con miedo en mi corazón y duda, en si hacerlo o no, aunque yo tenía que hacerlo, ¿cierto? Algunas almas jóvenes y puras para ascender, no importa los medios por lo que debo hacerlo, incluso si debo de dañar a su familia, a lo que ama, destruir su trabajo.
¿Hasta destruir su propia vida?
No... ¿Sí?, tal vez, de ser necesario, el fin justifica los medios, ¿no es así?
Para tus medios...
Lo sé, aún así estuve a punto de hacerlo. Al fin de tanto tiempo, me encontré con un pastor con su rebaño, primero habría que quitarle, para comenzar con su rebaño de no ser por una preciosa ángel de cabello rojo que me pateó lejos, contra la pared de piedra. Me levanto y me libero, los ángeles tienen la obligación de acabar con nosotros, ella no lo hizo, y en sus hermosos ojo encontré verdadera compasión, una calidad dulce y tierna, aquella vez no pude dejar de verla nunca más.
A lo lejos la observaba, tan hermosa, risueña, inocente, ingenua y traviesa, pero lo más bello de todo, llena de curiosidad por el mundo humano y su misma, gente, aún cuando conocía su maldad del mismo mundo, no dejaba de creer, sonreír y encontrar la belleza en cada ser. Pero yo sé que no eres un ser de luz, eres algo torpe, algo distraída, siempre te terminas tropezando con tus propias alas y algo descuidada con tu pastor, porque cuando lo pierdes de vista se mete en muchos problemas o pequeñas travesuras, un protegido bastante travieso y su protectora bastante distraída, una divertida pareja de ver.
Conocer todas tus cualidades y con algunas imperfecciones, eres preciosa, simplemente me enamore de tí.
Pero para un ángel al relacionarse demonio, existe un castigo "divino" para ambos, borrar toda existencia de ambos, en todo el universo, hasta volverse en nada.
Ahora es demasiado tarde como para alejarme de está ángel pelirroja, que gracias a su sonrisa, supe que quería compartir el resto de mi compartir con ella.
¿Pero cómo?
Creo que es obvio, tendría que tomar almas puras.
Antes querías volver porque habías perdido todo, ¿estarías dispuesto de arrebatarle la vida a alguien por un alma?
Por mi amada, y no apartarme de ella sin dudarlo, creo que sin dudarlo.
¿Estás seguro?
No quiero que ella muera, tiene un sueño, si se lo trunco quedaría devastada cómo yo lo estuve en su momento y luego se convertirá... Me pongo a temblar de tan solo pensarlo, y aún así, no me atrevo a pensar en hacer daño para arrebatar el alma de un ser humano...
(•••)
Ella me toma del rostro
<<Quiero que tú seas completamente mío y yo quiero ser completamente tuya. Que tú y yo nos volvamos uno >>
Tan linda y sensual, que me toma tan desprevenido.
— No tienes que sacrificar nada por mí, sé el gran riesgo que me puedo tener si tan solo estoy cerca de tí — (debes mantenerte lejos de mí, para que estés a salvó, aunque eso signifique que terminé sufriendo) —. Estoy dispuesta a tomar el riesgo, te amo y tú también, un terrible final nos depara a ti y a mi, no me importa, porque quiero estar contigo, hoy y siempre.
Con ambas manos la tome para acariciar sus mejillas, después con una mano acaricié su hermoso cabello largo y luego con el pulgar acaricié sus labios de seda.
Si no temes a tú cruel destinó, yo tampoco lo haré.
— Por el resto de mis días juró ofrecerte todo mi amor solamente a ti querida, y estar a tu lado hasta el último momento de nuestras vidas.
— Juro que mi amor solo será tuyo, quererte hasta exhalar mi último aliento, volverme en tú todo así como eres todo para mí.
Hasta volvernos uno.
Primero fue uno tierno beso, después fueron más largos y apasionados, besos y más que le fui regalando, en sus labios, en sus mejillas, su cuello. Mientras descendía sobre piel, había quitado todo rastro de tela alguna sobre su fina piel.
Deseo todo de ella, entre cada suspiro la escuchó, llamarme por mi nombre, me retiro la toga para estar al parejo, y miró a su fina piel, que brilla, mientras las pequeñas gotas de sudor, brillaban cual estrellas entre la oscuridad de la noche, mientras el único sonido que había a nuestro alrededor eran las cigarras, y un río a unos metros de nosotros, para ver su desnudo cuerpo era posible por encantadora luz de la luna, sus alas blancas al igual que sus manos tocaban la hierba, mientras mi mano pasaba por su vientre. Arqueó la espalda cuando llegue a su punto más dulce, y ni mi mirada ni mi mano pudieron evitar explorar este lugar que hacían que ella soltará tan sonoros gemidos.
Quiero escuchar más.
Acerque mis labios a los suyos, entonces encontré un punto dulce para ella, mis dedos lentamente se hundieron entre sus piernas, soltó un gemido y un suspiro que mi misma boca capturaron; tomó mis hombros y luego paso sus manos por mi cabello, mientras sus caderas se movían a la par de mis dedos, disfrutaba de la sensación y yo era espectador de tan excitante y preciosa escena.
Unos minutos después, ella paso una de su suaves manos, por mis pectorales hasta mi abdomen y sentí un ligero y agradable escalofrío, pues ella sin vergüenza alguna, descendió más su mano, entonces ella rozo con mi falo, yo pase saliva en seco mientras está rio de manera seductora y juguetona, se acercó a mi oído y me susurro:
— Entra dentro de mí.
Hipnotizado, obedecí de inmediato, me coloque entre sus piernas, preparé mi miembro en su entrada, la roce en ella y luego entre, ambos soltamos un gemido muy fuerte, satisfacción, chispas, pasión, deseo, lujuria, placeres y pecados, mezclados entre mieles y con un sudor sabor a sal, siendo una sensación tan delicioso que el Vaivén entra ambos cuerpos era perfectos.
Él único testigo sobre está muestra de amor era la luna, solo ella y nosotros para guardar el pecado entre nosotros dos...
O eso creíamos en un principio
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top