Capítulo 38: Me Fui Sin Ti

REPRODUCIR CANCIÓN CUANDO SE PIDA

—Marth, soy yo. Hansel, tu novio.

Una sonrisa se muestra en su rostro al verme y una mueca de preocupación en el mío. Este momento era algo que no quería que sucediera en mi vida, quería no volver a encontrarme con él.

Farren no da crédito a lo que ha dicho Hansel, su amigo era mi novio y no sabía nada de él porque siquiera hablaban.

Ha cambiado tanto desde la última vez que nos vimos que su físico ya no es lo mismo.

El cabello negro tirando a castaño que tanto me gustaba en su momento ha cambiado y ahora lleva mechas rubias que le satisfacen en cierta manera, las cuales pegan con sus ojos miel que heredó de su padre.

Su cuerpo cambió de tener una barriga de comilón a una de chico de gimnasio. Estaba adorable siendo un gordito, pero ahora esa ternura física se ha desvanecido.

—Será mejor que me vaya —intento caminar a mi dormitorio para ponerme unos zapatos y escapar de estas cuatro paredes, pero me detiene agarrando mi mano con suavidad.

—He vuelto, Marth. Al menos, deja que hable contigo una hora de tantas que pasaremos juntos.

—Hansel, no...

—¿A qué has venido, amigo? —me corta el dueño de la casa.

—Tengo trabajo en esta ciudad y he aprovechado para pasear por los viejos barrios que han observado a este antiguo matón.

Años antes, Hansel era un chico malo, un matón que se burlaba de todos y que tan solo quería el dinero de los demás niños pequeños que eran de mi edad para poder almorzar.

Pero esa es otra historia que quisiera recordar más tarde. El recuerdo desencadenante que me llenó por primera vez el alma.

—Entiendo, ¿y ya tienes donde quedarte?

—Ahora mismo, no. Venía para pedirte un hueco en tu casa, solo unos días.

—¡Por supuesto! Puedes quedarte todo lo que quieras.

Aclaro mi garganta lo bastante fuerte como para hacerle saber a Farren que está cometiendo un error. Finalmente, le agarro de la camisa y lo llevo a la cocina para hablar con él de todo esto.

—Farren, es una mala decisión que se quede.

—¿Por qué? ¿Porque no aguantas a un ex novio en la misma casa que tú?

—Puede...

—Marth, casi eres mayor de edad. Tienes una mente adulta, compórtate como tal. Podéis ser amigos y hablar de todo, pero en esta casa mando yo y él es un viejo amigo que ha hecho de todo por mí, incluso me salvó del reformatorio asumiendo la culpa de...

Su silencio me llama la atención.

—¿De qué? Puedes confiar en mí.

—Si puedes confiar en mí, confía en él también. Mientras no os matéis y tampoco te meta mano, estaremos bien.

—No sé...

—¿Por qué lo dejasteis?

—Porque se iba y no me hacía mucho caso.

—Igual que está haciendo Ricky en estos momentos. Ahora cierra la boca y acepta tu destino.

Sale de la cocina y habla con el nuevo inquilino temporal. Aún me llama la atención de lo que se salvó. ¿Qué hiciste, querido Farren?

—Hansel, te quedas. La única habitación disponible es toda tuya.

—Gracias, sabía que podía contar contigo.

—Como en los viejos tiempos.

—Como en los viejos tiempos —repite y chocan los puños, como si fuera un viejo saludo suyo—. Parece que viviremos juntos, cariño.

—Voy a por algo para celebrar este reencuentro. No hagáis nada malo.

Recoge las llaves, sale y cierra la puerta, dejando que se cree la tensión entre nosotros.

En su rostro, la sonrisa se ensancha y se acerca para abrazarme, lo cual no rechazo.

Ya no se siente igual que antes, es distinto y su forma de comportarse es nueva. ¿Cuánto ha cambiado? ¿Acaso lo conozco ahora? ¿Por qué dejo que me abrace?

Le separo mientras niego con la cabeza, pensando que esto no está bien, que no debería dejar que me roce ni una pizca. Porque si el roce continúa, las lamentaciones llegarían después.

—¿Qué te pasa, amor? ¿Acaso no quieres un abrazo?

—Recuerda el día de tu partida.

—Yo... —su mente reacciona, sus ojos se entristecen de golpe y su sonrisa ya no existe—. ¿Sigues queriendo no ser nada?

—Rompimos. No me hacías caso y te ibas lejos. No podíamos comunicarnos siquiera.

—Pero ahora estoy aquí, podemos retomar lo que un día detuvimos.

—Han pasado años desde aquel momento. Han ocurrido tantas cosas que no creo que sea buena idea.

—¿Por qué? ¿Ya hay alguien que te ame más que yo? Lo cual es imposible.

—¿Te crees el mejor? ¿Crees que él no es más que tú?

—Quisiera conocerlo.

—Ya puedes detenerte ahí. Fuiste algo importante para mí, los dos sabíamos que algo iba mal hasta el día de tu mudanza.

—Tenía que irme, era menor de edad.

—Y ahora tienes veinte y yo diecisiete a punto de cumplir dieciocho. Puedo expresarme lo suficientemente bien como para decirte que tú y yo no somos nada. Hace tiempo que no.

—¡Deseaba quedarme contigo! Pero no pude.

Sin mediar palabra, voy a mi habitación, agarro mi portátil y el altavoz y lo llevo al salón para reproducir el tema sin voz que había creado. La inspiración no era suficiente, pero este momento ha sacado todo lo que quería decir. Todo lo que debo expresarle ahora mismo.

—Escúchame bien —le doy a una tecla y la canción se reproduce, al igual que mis pensamientos fluyen por mi mente y sacan las palabras de algún trozo de mis recuerdos.

REPRODUCIR CANCIÓN

Recuerdo cuando éramos felices
Juntos
Éramos una sonrisa triste
Una pérdida de tiempo

Recuerdo cuando eras mi alma
Feliz
Esa sonrisa me dijo "amor"
Y no puse un "adiós"

Supimos que algo no iba bien
Aunque quisimos llegar a creer

Bailabas para poder rozar
Y me llegaste a tocar

Te preocupaste por mí
Y yo lo hice por ti
Intentamos arreglar reinos
Fue en vano
Ya no aguanto

¿Por qué fue?
Te quería aquí
Pero te fuiste...
Y te fuiste
Fuiste sin mí

Pasaba siempre por nuestra puerta
Esa
Donde nos besamos una vez
Y no volvió a ser

Me alejaba de aquella pequeña calle
Rompimos
Era un hecho en la realidad
Llegué a llorar

Me encerré en mi habitación
Quería volver al pasado
En la cama no habían dos
Ya no estaba atado

Te preocupaste por mí
Y yo lo hice por ti
Intentamos arreglar reinos
Fue en vano
Ya no aguanto

¿Por qué fue?
Te quería aquí
Pero te fuiste...
Y te fuiste
Fuiste sin mí

Ya no había a quien querer
No quise querer
Y querido, ...
Dejaste en mí tanto dolor
Mucho dolor

Recuerdo cuando éramos tontos
Locos

Te preocupaste por mí
Y yo lo hice por ti
Intentamos arreglar reinos
Fue en vano
Ya no aguanto

¿Por qué fue?
Te quería aquí
Pero te fuiste...
Y te fuiste
Fuiste sin mí

Y te fuiste
Fuiste sin mí

Yo ya me fui
Me fui sin ti

—Solo te lo repetiré una vez. Ya no somos nada. Grábalo a fuego en tu cabeza, solo amigos.

Agacha la cabeza, apenado de haber vuelto y no poder arreglar algo que en el pasado se llegó a romper en trozos pequeños, tan pequeños que ni con una lupa se puede ver.

Recojo mis cosas, camino al pasillo. Pero, antes de desaparecer de su vista, le digo algo.

—Cuando vuelva Farren, dile que me deje la cena en la puerta. Hoy no quiero salir de mi habitación.

—Se lo haré saber —su voz se vuelve fría, sin alegría.

Entro en mi habitación, dejo todo en el escritorio y me acuesto en la cama, intentando encontrar tranquilidad en alguna parte.

No quiero hablar con nadie por hoy. Sé que Ricky intentará hablar conmigo, incluso se pasará por aquí para visitarme y ver mi rostro empapado en lágrimas.

Tendría que darle una explicación. ¿Cómo se lo tomará? ¿Bien o mal? ¿Qué hará al respecto?

Farren... ¿Por qué? ¿Qué hizo por ti?

------------------------
El capítulo que todos esperaban con una pequeña charla entre nuestros dos tortolitos rotos.

que ya no son nada y ahora os he dado las edades de estos dos.

Espero que la canción os haya gustado, he intentado que el ritmo de la cantante saliera igual. Me he esforzado, ha sido duro, la verdad.

Duros golpes para Hansel.

El próximo vais a enamoraros más de Ricky, ya veréis porqué.

Capítulo dedicado a:
Nadie... Me parece correcto.

Si quieres una dedicatoria, puedes pedirla en los comentarios o por mensaje privado. No se puede repetir.

Aquí os lo dejo, así que mejor me voy.

¡Nos vemos, queridos Ángeles Lectores! 😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top