Hace dos años una fábrica de juguetes; llamada Playtime.co, había sido cerrada y abandonada, y los trabajadores habían desaparecido sin dejar rastro alguno. Nadie supo lo que realmente sucedió, era muy extraño y hasta algunos comenzaron a decir rumores de que ahí dentro se hacían múltiples experimentos con humanos. Por supuesto, esta idea se descartó pero aún así tenían sus dudas. La policía tampoco pudo hallar algo, ni una sola pista de lo que pudo haber pasado por lo que dieron el caso por cerrado. Pero una agente de policía, de nombre Sara, no se dio por vencida, estaba segura de que aquella fábrica de juguetes ocultaba algo y no iba a descansar hasta descubrirlo.

Al caer la noche Sara había conseguido los papeles necesarios para poder entrar e investigar la fábrica. Dentro todo era un desastre; había muchas cajas esparcidas por el suelo y algunas estaban amontonadas, las paredes estaban viejas y las pinturas de estas estaban desgastadas por el largo tiempo que llevaba aquel lugar abandonado sin nadie que lo revise o lo mejore, las pocas luces que había iluminaban algunas partes de las salas de aquel lugar abandonado. Tenía miedo pero ya no había vuelta atrás, debía hacerlo. Conforme avanzaba tenía que ir resolviendo varios puzles para abrir las puertas que la llevaban a otras salas, también encontraba varios objetos que le servirían de gran ayuda más adelante; siendo una mano robótica extensible de color azul, aunque también en el camino iba encontrando cintas VHS que revelaban más cosas sobre la compañía. Sara estaba sorprendida con todo lo que descubría, ¿sus compañeros no pudieron averiguar nada y ella era la única que logró descubrir algunos secretos? Era muy extraño todo. Era como si alguien quisiera que solo ella lo supiera...pero ¿quién?

La mujer logró llegar hasta una gran sala de exhibición, donde en el centro había un cartel amarillo que ponía Playtime.co y abajo de este había un muñeco alto que llegaba a medir tres metros de altura, estaba cubierto por un pelaje de color azul pero sus manos y pies eran de color amarillo, en el cuello tenía un lazo celeste, uno de sus brazos estaba levantado como si estuviera saludando mientras que el otro se mantenía abajo, su rostro mostraba una amable sonrisa con grandes ojos negros y unos labios grandes de un intenso color rojo. Sara lo miró por unos minutos para luego irse a una de las puertas y, con ayuda de su mano extensible, tocó la mano azul que estaba encima de la puerta. Al hacerlo se escuchó un agudo sonido, la agente de policía se dio la vuelta dándose cuenta de que aquel muñeco de exposición tenía una llave en su mano levantada por lo que la tomó con ayuda de su mano extensible, después se acercó a otra puerta que ponía Power y la abrió con aquella llave. Sara dio unos pasos entrando un poco en aquella sala de electricidad, miró por última vez a aquel muñeco de nombre Huggy Wuggy, quien seguía en su misma posición, antes de meterse por completo, caminando y buscando algo que la ayudara. En su interior sentía que algo malo iba a suceder.....