•Cinco:

—Oh, así que usted es el Alpha de mi hermano. — le murmuró, dándole una rápida mirada al cantinero quién sólo asintió con su gesto serio y se alejó un poco de esa zona de la barra para darles más privacidad.

Alastor pudo percibir cómo cambió un poco su tono de voz cuando mencionó su casta. Y no pudo de cifrar si fue algo bueno o todo lo contrario de bueno.

El fondo estaba lleno de murmullos por lo cuál les daba la oportunidad de hablar sin que nadie más los oyera. No tenían pensando salir del bar para hablar con más calma, ahí estaban bien. El ambiente parecía más seguro y discreto que allá afuera.

La mujer rubia lo reconoció apenas pregunto por su hermano y se presentó de manera tan caballerosa. Al parecer, no es el único que pregunta por él. Pero si el primero que es "bueno". O con buenas intenciones sin duda.

La melliza de Ángel llevaba mucho perfume, por lo cuál se le hacía un poco más difícil distinguir su casta. Pero rápidamente comenzó a atar cabos sueltos cuando analizó mejor su complexión.

Interesante. Pensó, sin estar del todo seguro de si estaba en lo correcto respecto a la casta de la hermana de Ángel.

—No diría exactamente eso, o todavía no hemos dado ese paso.— dijo sonando amable. A comparación de su hermano, Molly se veía un poco más madura o adulta que Ángel. O quizás sea su vestido y peinado que aparenta aquello y que no se muestra tan extrovertida con él. Quiso decir también un "Iremos paso por paso, lento", pero decidió omitirlo.

—Mi hermano se mete en problemas, unos sujetos lo andan buscando para convencerlo de que consuma más de su. . .— carraspeo un poco, dudando en si decirlo o no. Tenía un ensamble y actitud  tan sobreprotectora con su hermano, que no hubo más duda.

Lo que no entendía del todo, es porque lo oculta con tantas colinas y encorvandose para no parecer tan alta.

—¿Drogas?

—Asi que si lo sabes. Él no estaba seguro de que lo recordarás.— aclaró desviando la mirada por unos segundos. Prosiguió.— Aunque si soy sincera, creo que también han querido aprovecharse de él. Buscar el momento para secuestrarlo. Ya que nuestra familia es de dinero.

—No tenía idea de eso.

—¿De los sujetos o de que somos de una familia de dinero?— arqueó su ceja divertida. El castaño sintió como si estuvieran poniéndolo en una clase de prueba.

—Ambas. — respondió con una genuina sonrisa en su rostro.—Y entiendo que se preocupe por su hermano, y que desconfíe algo de mí. También le habrá dicho sobre mi edad.

—Sinceramente no se ve viejo como creí que sería.— comenzó a explicar, apoyándose sobre la barrar con los codos a los costados.—Me refiero a que, a pesar de que se nota que tiene más de veinte años, realmente no aparenta sus treinta. Se sigue viendo algo joven, si usted entiende.

—Claro que sí. — hizo una breve pausa, decidió ir directo al grano de una vez.—Vine aquí para ver a Ángel, han pasado días desde que no viene a visitarme y se volvió una costumbre. Pensé que lo vería atendiendo la barra. Él nunca me específico cuál es su trabajo en el lugar.— agregó cruzado de brazos.

—A veces lo hace. Pero hoy se encarga de la noche.— rió un poco, bajo. Después le sonrió con cierta malicia.

—¿De la noche?— cuestionó sin entender.

Hubo un pequeño silencio entre ambos, hasta que las luces se apagaron y solo habían reflectores para el escenario. Donde había un elegante y gran piano que Alastor no notó cuando apenas entró.

Y entonces, lo vió a él.

X

I don't believe Satan"
But, He believes in me"

El vestuario del chico parecía ser una pequeña fusión entre un traje formal y un vestido como tal. Algo así como, lo que "Un Alpha/Beta y un Omega deben usar". Cómo si fuese ambos al mismo tiempo. Su voz era preciosa, se esforzaba porque sonará lo más suave y aguda posible. El ritmo era lento y entonaba más las palabras finales de cada línea.

Molly se fue alejando poco a poco para —por lo que pudo apenas oír— checar las cuentas en la oficina de su padre.

—Si que es todo un personaje.— se dijo para si mismo, sin importarle si alguien lo escuchaba o no. Sonriendo con deslumbramiento sin dejar de ver ni por un segundo al escenario.

—Si me permites aconsejarte. Llevo más de cinco años trabajando para la familia Dust. — comenzó a decir el cantinero que parecía ser mucho mayor que Alastor. Es un Beta de cabellos oscuros con algunas canas a los lados. Más esbelto por lo tanto con un poco de barba de unos días. El Alpha tomó la molestia de mirarlo y prestarle atención.— Y espero que realmente no juegues con el chico, con ese Omega. — sonó como una clase de advertencia. Haciendo que Alastor le diera más curiosidad. Que un trabajador sea tan cercano o le tenga tanto afecto a uno de los integrantes de la familia.

Vaya lealtad.

El siempre esta esperando pacientemente
Para afilar sus dientes
Orando por la sangre y teniendo fe, solo en lo que ven”

—Nunca pensé en jugar con Ángel. — afirmó sin titubear. — Aunque me causa intriga saber...

—Algunos lo han intentando. Aprovecharse de él. Aunque claramente han sido un poco más jóvenes que usted, señor.— agregó mirando así la misma dirección que el castaño. Su expresión se veía bastante neutral.

—¿Se aprovechan de él por qué es un Omega?— hizo una breve pausa, volvió su vista fija hacia los movimientos de Ángel en el piano. Ignorando que le hayan recordado con fastidio, que es mucho mayor que él Omega. Observaba  cómo la gente guardaba más silencio para poder escucharlo, sin prestarle demasiado atención a la letra de la música, sólo a él.

Sólo a él.  No evito gruñir bajo por tanta atención hacia el rubio. Con recelo. No era él, podría jurarlo. Era su Alpha que gruñía por qué el Omega reciba tantas miradas. Sí, seguramente eso lo ponía incómodo.

"I don't believe Satan
But, He believes in me"

Yeah

"He believe in me"

—¿O se quieren aprovechar de él por qué saben que su familia es de mucho dinero?— se permitió preguntar intentando calmarse. No se podía permitir una masacre, ni recordar a cada rostro mirando sobre Ángel para poder matarlos a uno por uno.

Realmente está siendo ridículo. Sus celos son injustificables.

—Ahí tiene su respuesta. — contestó.— Aunque luego se alejan cuando se enteran lo peligrosa que es su familia. Y hasta cierto punto, también aleja a las personas buenas de él, y por lo tanto se vuelve solitario. La única amiga que tiene es,— dijo sin muchos rodeos, hasta ser interrumpido por el contrario.

—Su hermana.— contestó y el contrario asintió. — Una familia con dinero, ¿es tan peligrosa? O, ¿Es peligrosa por alguna otra razón?

Silencio. Un insólito silencio se formó, el cantinero parecía no querer responder ahora a esa pregunta. Prefería dejárselo a otra persona. A alguien que sí es de la familia.

—Soy Husk.

—Alastor. Futuro Alpha de Ángel. — dijo, demostrando que a pesar de haberse enterado de lo peligrosa que puede ser la familia Dust, realmente no va a retroceder.  Causando un bufido al contrario por alardear tanto, quién sólo murmuró un "ya veremos". — Es un chico muy especial, ¿No?

—¿Por qué lo dice?— preguntó Husk arqueando su ceja. Sin negar lo que el Alpha dijo, tan sólo queriendo saber el porqué lo dijo.

—Por su personalidad tan única. Que no se deja oprimir por las demás personas. Porque viene de una familia interesante. Y se casará con alguien muy interesante.— amplió más su sonrisa. El único defecto que tal vez podría sacarle al chico, es que puede tomar muy malas decisiones en ocasiones.

Pero es parte de aprender, sólo hay una vida.

—Usted si que es diferente a los otros.

—Oh vamos, dejé el "usted". — dijo acompañado de una carcajada moderada.

Él se esta escondiendo en mi debilidad
Cada mentira y cada pecado
Pero cuando me vuelvo santo
Él comienza a planear
Sobre como bajar de nuevo
El es el padre de la tentación
El es el maestro del engaño

"I don't believe Satan"
"But He believes in me"

X

Apenas terminó, lo siguió por detrás del escenario sin ser visto por los demás. Apenas logrando alcanzarlo antes de que se metiera a una zona en el que no le iban a permitir el acceso.

—Cantaste asombroso, Ángel.

La cara de asombro y sorpresa del chico fue todo un poema. Su corazón se aceleró cuando vio al Alpha ahí, y escucharlo decir que cantó hermoso hizo explosión en sus mejillas. Algo avergonzado por saber ahora que lo escuchó cantar.

—¿Al? N-No esperaba verte por aquí.— respondió con cierto nerviosismo. Pensó rápidamente en su hermano mayor, o peor aún, a su padre.

Si veía que hablaba demasiado con algún desconocido de la familia, podría formarse una incómoda situación.

—¿Tu hermana no te dijo?

—¿Hablaste con mi hermana?— cada vez las sorpresa se hacía más grande.

—Tambien me da gusto verte.— sonrió divertido. — ¿Por qué tan nervioso? Normalmente uno se pone nervioso antes de cantar enfrente de un reducido público, no después. — comentó curioso.

—Oh, bueno. — jugó con sus dedos. Balbuceó un poco.— Es que de verdad me sorprende bastante que estés aquí, y me alegra.

—No fuiste a visitarme. Han pasado casi seis días desde la última vez que nos vimos. Y cuatro desde que culminó mi celo. — dijo ésto último en un murmuró, enrojeciendo más al Omega al recordar aquella situación tan bochornosa. Y qué se había excitado tanto por eso. — Supongo que sí me sentí algo, solo sin tu compañía. — admitió, siendo él ahora quién sonríe con un poco de nerviosismo.

—Oh, ¿Acaso me extrañas te?— sonrió juguetón. Y agregó:— Sabía que pronto caerías en mi red de telaraña.

—Tampoco presumas, Ángel.

Y ambos rieron, causando que el ambiente que los rodeaba  se hiciera menos incómodo y más libre para ellos dos. Más espontáneo.

El rubio lo guió hasta unas escaleras que fueron subiendo. Dejando que los  guardias le dieran el acceso solo por pedido del mismo Omega. Subieron y caminaron hasta llegar a lo que supuso, es su cuarto.

Entendió que, a Ángel le gusta mucho los colores como blanco y rosa. Sobre todo el rosa. Y no lo juzga, realmente le queda bonito.


—No todo es rosa, también hay color salmón.— dijo adivinando los pensamientos del castaño.

Alastor de repente sintió hambre, y se imagino cocinando un gran pescado.

—¿Por qué me trajiste a tu habitación?— preguntó al observar como Ángel iba detrás de una cortina y comenzaba a desvestirse, viéndose tan sólo su silueta. El Alpha decidió tomar asiento en uno de los sofas, examinando más a profundidad el cuarto del Dust. Quizás para así, conocer mejor sus gustos.

—Para hablar con mucha más privacidad. Seguro. — dijo del otro lado.

El locutor de radio no sabía qué clase de privacidad buscaba. Después de todo se está desvistiendo prácticamente enfrente suyo con tan sólo una cortina que separa su cuerpo desnudo del de él, a pocos metros de distancia.

—Lo que cantaste allá, fue profundo. Osea, nunca escuché a alguien cantar sobre el de allá abajo y que fuese hermoso. — dijo para iniciar una nueva conversación. Esta vez se permitió inhalar el aroma de todo el lugar, y lo único que podía oler era a verde y rosa.

Es peculiar nombrar aromas con colores, suele no entenderse pero él así definía los olores que desprende la habitación de Ángel, él a sí los ve.

Puede ver en una esquina del cuarto una pequeña montaña de polvo blanco, y quiere creer que es talco y no otra cosa. La habitación de Ángel no huele a hierba o cocaína, solo huele a Ángel.

Rosa y verde. Se repite.

—La letra no es larga, sólo se repite mucho el estribillo. Dime Al, ¿Crees en el de allá abajo?— preguntó después de un pequeño silencio.

—¿Hablas de Lucifer?

—Es lo mismo que Satanás. Pero si.

—De niño tuve clases de religión.— comentó encogido de hombros. La última vez que fue a la iglesia un domingo, su madre todavía seguía viva.

El rubio por fin termina de cambiarse, vistiendo algo más cómodo y diario. Y como no podía faltar, aquella prenda que le obsequio en navidad. Seriamente se pregunta si realmente la usa todos los días.

—¿Quién no? Yo igual, como por tres años.— bufó para dar un salto sobre su cama, mirando al Alpha a un metro de él.—Y no era para saber la palabra del señor precisamente. Mi padre quería que cuando me casará fuese por la iglesia, y para eso necesitaba terminar mi primera comunión. Aunque debo admitir que el vestido fue bonito.— dijo risueño ante ésto último. Recordaba cuando apenas tenía doce años y ya cargaba un vestido blanco como las princesas. Sólo que sin la corona ni las zapatillas de cristal.

—Yo solo fui como por año inmedio. No soy tan fanático de Dios. Es como, "Ah okey, existe y juzga nuestras obras."

—Dejando por un momento esas cosas religiosas... ¿Qué hablaste con mi hermana?

—Ella me preguntó si te buscaba, y si era tu Alpha. — respondió sin más.

—¿Y que le dijiste?

—Que lo estamos intentando. — hizo una breve pausa para ponerse de pie y acercarse al rubio.— Ángel, he querido preguntarte algo. El cantinero...

—¿Husk? Es cercano a la familia. No tienes porque ponerte celoso. — le guiñó coqueto.— Además, él si es mucho mayor que yo. Más que tú. Creo que tiene cincuenta años.

—Él dijo algo muy interesante sobre tu familia.

—¿Qué te dijo?— frunció el ceño. — De cualquier manera, quiero una mascota.

—Te regalaré una cerdito si gustas.— rió notando como al Omega se le iluminaron más sus ojos, y justo cuando estaba por decirle lo que Husk le advirtió respecto a los Dust, sin escuchar previamente la puerta tocar, entra sin aviso alguno la melliza del chico.

—Ángel, lamento interrumpir tu "cita" en tu habitación a solas con el Alpha pero,— miró de reojo a Alastor quién apartó su mano de la mejilla del Omega. No pudo resistirse por las pecas que posee.— papá quiere verte. Ahora. — la seriedad cuando dice algo relacionado con su padre estuvo presente.

—Malditos guardias chismosos. — murmuró con enojó e irritación, sospechando que seguramente fueron ellos quienes le dijeron que había ingresado a su cuarto con compañía de un Alpha.

Alastor estaba perdido y curioso ante la situación, sin saber exactamente en donde podría encajar.

—¿Debería ir...?— no estaba nervioso, solo intrigado. Bastante. Pensaba en mil escenarios de hablando con el padre de Ángel y como podrían terminar las cosas.

Pero sus ilusiones fueron rotas con la orden del Omega.

—No. Quédate aquí y no salgas, por favor. Hasta que alguno de los dos regresé.

—Esperemos y no se tarde.— comentó su hermana.

Alastor sólo pudo ver cómo ambos rubios se marchaban. Dejándolo solo en el cuarto del Omega.

Decidió curiosiar un poco por el lugar. O mucho.

No haría nada malo.

Palabras: 2,525
Fecha de publicación: sábado 25 de enero del 2020
Escritor: JaquiiAleWorld
Au: Omegaverse - Human's
Historia: "Polvo de Ángel"
Fandom: Hazbin Hotel
Nota del escritor:

El fin de semana pasado no pude actualizar porque salí de viaje y me compré cuatros libros a los cuales me devoré toda esta semana, y también tenía tareas pendientes que terminar. Por eso me demoró en actualizar está parte.

Cómo el café no fue suficiente no hubo tanto inspiración al principio lo cuál causo que se me dificultara en escribir.

No se cuándo volveré actualizar, ahre.

Creo que pronto vendrá el celo de Ángel, CREO

la canción que canta es una de mis favoritas que conocí por la serie de "Lucifer". Obviamente no es de la época pero quice ponerla y con Ángel tocando el piano.

En fin; nos vemos en la próxima!

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