Jimin seguía en silencio sin atreverse a decirle la verdad a Yoongi, quién esperaba ansioso por saber lo que ocultaban los demás. Jimin sabía que si le decía la verdad, algo muy malo iba a pasar, pues era una tema muy delicado para la mente dañada de Yoongi, la cual los había llevado por diferentes lugares en el tiempo y espacio, no sólo habían viajado en el tiempo, también habían viajado a universos paralelos e incluso habían llevado por unos días, la vida de adolescentes cuando ya eran adultos desde hacía mucho tiempo.

Yoongi seguía esperando una respuesta, mirando fijamente a Jimin, quién no se atrevía a mirarlo a los ojos sin ponerse nervioso. Los minutos seguían pasando y al final Jimin optó por contarle la verdad, pues sabía que tarde o temprano lo descubriría y quería ser él personalmente quién se lo contara, pues nadie más que él sabía exactamente como habían pasado las cosas en el accidente de Yoongi.

—¿Te acuerdas el accidente que sufriste hace algunos años? —preguntó Jimin empezando la explicación.

—¿Accidente? ¿Cuál accidente? —cuestionó Yoongi tratando de recordar el accidente del que hablaba Jimin.

—El que sufriste cuando estábamos en la universidad de Busan. —comentó Namjoon ayudando a Yoongi a recordar.

Yoongi comenzó a pensar más afondo ayudado por sus amigos, quienes le iban narrando la historia poco a poco, pero por más que trataba de recordar simplemente su mente no llegaba hasta ese extremo de sus recuerdos. Yoongi solo podía recordar algunos momentos importantes; como cuando conoció a Jimin en la universidad, cuando tuvo la pelea con Jungkook, cuando sus padres mataron a los de Jimin, aquella pesadilla en la que Jungkook era un demonio infernal, cuando perdió la memoria y J-hope le confesó sus sentimientos, cuando sus padres lo obligaron a alejarse de Jimin, cuando todos se fueron a países diferentes. Eso y muchas cosas más recordaba Yoongi, pero simplemente no podía revisar el accidente, hasta que Jimin habló.

—Nuestra semana de vacaciones juntos había terminado, habíamos decidido volver a casa, pero en el camino un auto negro chocó con el nuestro. —contó Jimin.

En ese momento Yoongi abrió los ojos por completo y los recuerdos en su cabeza hicieron eco.

Flash-back

—¡CUIDADO! —un auto negro de vidrios brindados y llantas negras, había chocado a propósito contra el mercedes de Jimin, haciendole perder el control a Yoongi, el cual se encontraba manejando en ese momento— ¡Yoongi!

El auto cayó al río haciendo un gran estruendo, Yoongi logró quitar el cinturón de seguridad que sostenía a Jimin, pero cuando trató de quitar el de él, el agua ya había tapado por completo el auto, haciendo que los movimientos de Yoongi se volvieran torpes y lentos. No pasó mucho tiempo para que el cuerpo de Yoongi empezara a convulsionar, tratando de sobrevivir ante el agua que empezaba a entrar en sus pulmones, Yoongi siguió tratando de salir hasta su último aliento, pero ya era demasiado tarde.

—¡Yoongi! ¡Yoongi, por favor! —gritó Jimin mientras observaba un "te amo" de los labios de Yoongi mientras sus ojos se cerraban y su cuerpo dejaba de luchar.

Jimin se sumergió nuevamente empezando a golpear con fuerza el vidrio del auto, pero por más que los golpeara, estos no se rompían, sus manos empezaban a sangrar esparciéndose por el agua helada. Un señor de una alta edad sacó a Jimin del agua, quien empezaba a sufrir por falta de aire, pero este sólo quería permanecer junto a su amado hasta el último momento.

—¡No! ¡Yoongi, ayudenlo por favor! ¡Yoongi! —sus lágrimas hacían borrosa su vista, pero era inevitable no llorar, el amor de su vida se estaba ahogando y él no podía ayudarlo— ¡No! Yoongi.

Había gente al rededor del río angustiados por la situación, habían llamado a la ambulancia por si había algún sobreviviente, por esa razón todos se alegraron cuando aquel señor había sacado a Jimin aún con vida. Jimin sólo cerro sus ojos y cayó en un sueño profundo, recordando por último, como aquellos labios que tanto adoraba besar, habían susurrado un último "Te amo."

Fin Flash-back

—En el hospital me habían dicho que habías muerto —continuó Jimin—, pero todo era una mentira.