Capítulo 24: Residencia Todoroki

     La castaña caminaba rápidamente por las calurosas calles de Masutafu mientras tarareaba la canción que venía escuchando en su teléfono. Estaba nerviosa, híper nerviosa. Era la primera vez que iba a la casa de los Todoroki y no sabía que iba a pasar o si se iba a encontrar con Endeavor.


     No le caía muy bien que digamos, pero si quería intentar "algo" con el bicolor debía ganarse la aprobación del papito suegro. Al menos para ella era importante tener de su lado al abusador en potencia.

      Y cuando menos se dio cuenta, ya se encontraba frente a la puerta de la Residencia Todoroki. Tragó con fuerza mientras sentía sus nervios a flor de piel y alzó su mano para tocar el timbre de la casa, sin embargo su mano se detuvo rápidamente ante de poder rozarlo siquiera.

   —Deja de ser una miedosa y toca el maldito timbre —Se dijo en un susurro mientras miraba fijamente el artefacto ¡Vamos, tócalo! 

     Se alejó rápidamente de la puerta con frustración y comenzó a dar fuertes pisoteadas en la calle, maldiciéndose por su poca valentía para tocar un simple timbre. Sin embargo se detuvo Justo en ese momento la puerta se abrió lentamente dejando ver al bicolor, quien le sonrió levemente.

   —B-Buenos días, Shochan —Lo saludó la castaña con cierta vergüenza. 

   —Hola, Mei-san —La saludó amablemente para luego sonreír— ¿Está todo bien? 

    — ¡S-Si! Yo solo...no sabía si esta era la casa —Se apresuró a responder mientras sacaba el papelito donde había anotado la dirección—. Pero ahora estoy segura...de que si es...

     Joder, esa había sido la peor mentira que había dicho. Ni mentir le salía bien ¿Algo más vergonzoso le podría pasar en ese día?

   —Bueno, eso ya no tiene importancia —Trató de romper el extraño e incómodo momento que se había formado—. Mejor pasemos, no tenemos nada que hacer en la calle y sobre todo con este calor.

     El bicolor se hizo a un lado para permitirle a la castaña entrar a la casa de estilo japonesa; apenas ingresó soltó un pequeño jadeo de sorpresa al ver lo increíblemente hermoso que era el jardín que se encontraba frente a la gigantesca casa.

     Acarició un par de flores con delicadeza para luego seguir su camino hacía el interior de la casa. Ni bien terminaron de entrar vieron como aparecía por una esquina una joven de cabellera blanca y roja.

   — ¿Shouto, quien er...? —No pudo terminar al ver a la castaña al lado de su hermano ¡No sabía que habías invitado a alguien! De haberlo sabido habría preparado un postre diferente —Sonrió y se acercó a la joven—. Soy Fuyumi Todoroki, es un placer conocerte. 

   —El placer es todo mío, soy Mei Takeyama —Estrechó su mano en forma de saludo sin dejar de sonreírle. 

   — ¡Vamos, pasen, pasen! —Los guió hasta el salón principal, el cual estaba lleno de adornos y plantas-. Les traeré pastel y té para que coman

   —Creo que ya me cae bien tu hermana —Comentó la castaña a lo que Todoroki solo sonrió levemente.

      Fuyumi regresó con una bandeja entre las manos, la cual tenía dos rebanadas de pastel y dos pequeñas tazas. Las dejó en la mesa que se encontraba frente a la mesa para que los jóvenes pudieran degustarlos tranquilamente.

   — ¿Qué tal te va en la academia, Takeyama-san? —Le preguntó la ojigris con una sonrisa. 

   —De maravilla —Le respondió la menor de la misma manera—. Los exámenes finales serán pronto por lo que Shouto va a ayudarme.

     Miró al bicolor y le guiñó el ojo con diversión al bicolor, logrando que sonriera de lado y bajara un poco la vista.

   —Oh, en ese caso les deseo mucha suerte. Si me necesitan estaré arriba —Se acercó a su hermano sin dejar de sonreír—. Y antes de que preguntes, no va a venir esta noche. 

   —Eso me tranquiliza, gracias. 

     Sin más que decir salió de la habitación, dejando al dúo solos.

   — ¡Tu hermana es un amor! —Exclamó la ojiverde con dulzura mientras le tomaba las manos y lo acercó a la mesa— ¿Por qué no me contaste de ella antes? 

   —No lo vi necesario —Se sentó en la mesa junto a la castaña y comenzó a comer el postre—. Ahora ¿Qué tal si comenzamos a estudiar? 

   —Okey —Terminó el exquisito postre que le habían servido y se apresuró a sacar sus libros y cuadernos de la mochila—. Veamos si logras hacer que este cerebro entienda matemática. 

      Durante las siguientes horas Todoroki se la pasó explicándole todas las cosas que no habían logrado entender o que le habían quedado colgadas por haberse distraído. También debía admitir que el bicolor era un excelente maestro; se había tomado el tiempo de explicarle detalladamente los distintos temas de historia, biología matemática y literatura...aunque también se perdía de vez en cuando en la profunda mirada de su compañero.

     Cuando el reloj marcó las ocho, ambos cerraron sus libros y soltaron un suspiro cansado.

   —Supongo que con eso terminamos, ¿Pudiste entender todo? —Le preguntó el de mirada heterocromática mientras observaba con ternura como la castaña bostezaba con fuerza. 

   — ¡Claro que si! Quiero decir, lograste que comprendiera esos problemas matemáticos del demonio a la primera —Exclamó Mei con una gran sonrisa—.Eres un excelente maestro, uno con muucha paciencia. 

   —No creo que sea para tanto...

   —Lo digo muy enserio Shouto, eres genial —Acercó su mano al rostro del bicolor y le acomodó un par de mechones que cubrían su ojo izquierdo. 

   —Eh...Shouto —La nerviosa voz de la hermana del chico hizo que giraran el rostro y se separan rápidamente—. Siento interrumpirlos, pero necesito que vayas por unos materiales al almacén ¡Por favor! 

   —Esta bien, no hay problema —Se levantó de su asiento y miró a su compañera—¿Quieres venir conmigo? 

   —Nah, déjame recargar mis energías en esta mesa hermosa —Le respondió mientras apoyaba la cabeza en la mesa—. Te espero aquí.

   —Ya regreso entonces —Agarró las llaves que se encontraban en una mesita y salió de la habitación, dejando a las dos jóvenes solas. 

   — ¡Que suerte que tengo, estoy salvada! —Exclamó Fuyumi mientras soltaba un suspiro—. Él siempre me saca de apuros. 

   —Si, él es asombroso —Comentó la castaña mientras sonreía de manera embobada, sonrisa que no pasó desapercibida por la mayor. 

   —Desde que comenzó a cursar he notado un cambió muy bueno en él, ahora es un poco más expresivo que antes —Aquel comentarios hizo que Mei ampliara su sonrisa—. Tendrías que haberlo conocido de niño, eran tan lindo y alegre. 

   —Puedo imaginármelo —Murmuró mientras recordaba las imágenes que pudo ver en la mente del bicolor, sintiendo como un escalofrío le recorría la espalda. 

   —Tengo fotos de él, te las traeré para que lo veas —Sonrió con diversión—. Y si quieres, te puedes llevar una a escondidas. 

     Salió rápidamente del cuarto sin siquiera escuchar las palabras que iba a decir Mei y subió por las escaleras con rapidez. La ojiverde solo negó entre risas y se levantó de su asiento para acercarse a las paredes a ver los cuadros y adornos que colgaban de ellas; agarró su teléfono y comenzó a sacarle fotos a los cuadros que le parecían interesantes, le gustaba buscar la historia detrás de esas cosas aunque a veces fuese algo aburrido.

     De pronto sintió que la puerta principal se abría acompañada de unas fuertes pisadas que se detuvieron en la puerta del salón. Se giró lentamente encontrándose de frente.

     Las miradas de Endeavor y Mei se cruzaron rápidamente, sin embargo la castaña no se sintió ni incómoda ni mucho menos intimidada. Para su grata sorpresa el mayor le dedicó una suave sonrisa mientras se le acercaba lentamente. 

   —Buenas noches, Endeavor-san —Hizo una reverencia para luego regresarle la sonrisa—. Me alegra mucho verlo de nuevo. 

   —Lo mismo digo —Estrechó su mano en forma de saludo, dejando a la menor asombrada, para luego sentarse en la mesa de la sala—. Pensé que ya no te volvería a ver, no después de lo que te sucedió en el festival. 

   —Ah si, lo que pasó es que Todoroki y yo arreglamos la cosas después del festival —Le explicó mientras se sentaba frente al hombre—. Lo menos que queríamos éramos estar molestos. 

   —Ya veo...me alegra que se hayan podido solucionar sus problemas. 

   — ¡Encontré el álbum! Este tiene todas las... —Fuyumi se calló abruptamente al ver a su padre sentado frente a la invitada— ¡P-Padre! Que alegría verte, pensé que no vendrías hasta el lunes. 

   —Iba a ser así, pero al final logré atrapar a los villanos de la ciudad rápidamente, por lo que les dejé los patrullajes a los novatos —Le respondió restándole importancia. 

      Mei amplió su sonrisa al escuchar aquello, debía admitir que a pesar de todo lo que había descubierto aún seguía admirando al héroe.

   —Te traeré té y pastel, seguramente debes tener hambre —La mayor le entregó el álbum a la castaña y desapareció por la puerta nuevamente.

     Enji regresó su mirada nuevamente sobre la menor, quien le estaba dando una pequeña hojeada al álbum para luego cerrarlo y sonreírle nuevamente. Le fue imposible no regresarle la sonrisa, después de todo...era la viva imagen de la persona que más había querido hace tiempo. 

   —Te estuve observando durante el festival, y me di cuenta de que me equivoqué cuando dije que eras igual a tu abuela —La sonrisa de la castaña se borró lentamente para ser suplantada por un gesto de confusión.

    ¿Disculpe? No compren...

   —Eres igual a tu padre...en muchos sentidos —Comenzó a hablar con tranquilidad, haciendo que la ojiverde abriera los ojos con sorpresa—. Tienes muchos gestos que tiene Daisuke, sobre todo cuando estas concentrada, mueves las cejas de la misma forma que lo hace él al igual que la forma de fruncir los labios. Y tus ojos...son igual de expresivos y transparentes como los suyos.

     La castaña parpadeó varias veces en un intento de poder asimilar lo que acababa de decir el hombre que se encontraba frente suyo, lo único que pudo hacer fue soltar una carcajada nerviosa para luego bajar la mirada por la vergüenza que sentía.

   —L-Lo siento mucho... —Se apresuró a decir mientras trataba de calmar el calor que sentía en sus mejillas—...es solo que me tomó por sorpresa que dijera todo eso. 

-Me caes bien niña, te considero una persona bastante fuerte y habilidosa -Habló el mayor con tranquilidad-. Serás una gran heroína en el futuro.

     Le fue imposible a la castaña poder ocultar la emoción que le había producido escuchar esas palabras poro parte del pelirrojo, sintiendo como su cuerpo estaba al borde de estallar de la felicidad. ¡Endeavor le había dicho que le caía bien! Ya podía morir en paz.

   —Pues muchas gracias —Le dijo mientras reía nerviosamente—. Me hace sentir bastante feliz saber que alguien como usted piense eso de mí. 

     Enji iba a decir otra cosa pero sus palabras murieron en su boca al sentir que la puerta de la sala se abrió abruptamente dando pasó a un serio bicolor, quien miraba a su padre con sorpresa...sorpresa que fue remplazada por una cara de molestia.

     Se acercó a la castaña rápidamente y la tomó del brazo con delicadeza mientras guardaba sus cosas.

   —Es hora de irnos. 

   —E-Esta bien, nos vemos Endeavor-san —Hizo una reverencia para luego tomar su mochila. 

   —Enji, tú puedes llamarme Enji —Mei pestañó para luego sonreír. 

   —Como usted diga, Enji-san.

     Sin más que decir salieron de la casa y comenzaron a caminar a paso lento rumbo a la estación de trenes.

   — ¿Mi padre no te dijo o hizo algo? —Le preguntó el bicolor mientras la miraba de reojo. 

   —No, la verdad se portó muy bien...fue amable —Shouto enarcó una ceja en plan "¿Enserio?" a lo que la castaña asintió—. Si, lo sé...demasiado raro. De todos modos me encantó conocer tu casa y a una parte de tu familia. 

     Shouto solo sonrió levemente y desvío su mirada hacía un costado.

   —Sabes, me alegra que poco a poco te vayas abriendo conmigo y me cuentes cosas de tu infancia o sobre tu familia —Deslizó su mano hasta llegar a la del más alto y la sujetó con delicadeza—. Me hace tan feliz saber que confías en mí. 

   —Yo también quiero conocerte más —Murmuró el bicolor mientras apretaba el agarre de sus manos con algo de fuerza—...y que puedas confiar en mí. 

   —Te prometo que será así —Se soltaron del agarre y se sonrieron. 

     Cuando llegaron a la estación, para mala suerte de ambos, el tren ya se encontraba allí, por lo que se detuvieron que despedir ríspidamente para que la castaña lograra subirse a tiempo. Una vez adentro buscó un asiento libre y giró la cabeza para buscar al bicolor a través de la ventana, despidiéndose una vez más del chico.

     El tren se puso en marcha y la ojiverde sacó su teléfono para enviarle un mensaje a su padre diciéndole que ya estaba en camino; comenzó a hurgar sus redes sociales mientras se ponía los auriculares para escuchar música, sin embargo se detuvo al ver que le entraban dos mensajes de Mirio.

     Sonrió suavemente y se dispuso a abrir el chat rápidamente.

    "Bella princesa"

    "Puedo verte desde donde estoy"

     Mei abrió los ojos con sorpresa y alzó la mirada con rapidez para buscar al rubio por todo el vagón, encontrándolo en una de las esquinas al lado de un señora con un bebé. El mayor sonrió con diversión y se levantó de su asiento para acercarse hacía donde estaba la castaña, quien había empezado a ponerse algo nerviosa sobre todo por el hecho de que el chico tenía todo su cabello hacía abajo...dándole una imagen más sexy.

   —Hola tintín —Lo saludó con un beso en la mejilla y observó, con cierta satisfacción, como se sentaba a su lado—. ¿Cómo estás? ¿De donde vienes tan...mojado? 

   —Estoy perfectamente bien —Se refregó las manos con rapidez para luego mirarla fijamente—. Y sobre tu segunda pregunta, vengo de la academia. Estuve entrenando todo el día junto a mis amigos y me di una ducha antes de irme ¿Tú de donde vienes? 

   —Vengo de la casa de un amigo, estamos estudiando juntos para los exámenes finales —Le respondió con una sonrisa mientras observaba fijamente los mechones que caían sobre el rostro del mayor, tentada en tocarlos—. Son dentro de una semana.

   —Estoy seguro de que te irá muy bien, eres muy buena —Le dijo Mirio con una gran sonrisa, haciendo que la menor sonriera apenada y empujara suavemente con el brazo—. E-Escucha, sobre lo que dije el jueves...de salir uno de estos días...

   — ¿Ya no quieres que salgamos? —Le preguntó Mei con curiosidad. 

   — ¡¿Qué? No! Por supuesto que quiero salir contigo —La castaña parpadeó varias veces para luego sonreír con ternura, sobre todo al ver como el mayor se sonrojaba con fuerza y sonreía nerviosamente—. ¡L-Lo siento! No quise decir eso, quiero decir, si quería decir eso...pero no quería sonar tan desesperado.

   —Tranquilo, no sonó tan desesperado —Le sonrió con diversión para luego desviar la vista por unos— ¿Qué te parece si salimos el lunes? 

   —Me parece bien —Sonrió de lado para luego poner su mano sobre la pierna de la menor, acariciando suavemente la zona con el pulgar—. Ya tengo ganas de que llegue ese día...así pueda conocerte mejor. 

     Mei sintió como un ligero escalofrío recorrerle la espalda dulcemente mientras su rostro se calentaba; bajó su mirada lentamente hacía donde estaba la mano del mayor y se mordió el labio inferior suavemente, tratando de mantener la compostura.

     Su mente era un completo caos, no sabía que pensar ni mucho menos como reaccionar ante la sugestiva caricia que le estaba brindando el rubio. Sus sentimientos eran una locura y ni hablemos de los pensamientos que habían empezado a surcar por su cabeza; su lado racional, el cual era muy pequeño en ese momento, le ordenaba que sacara esa mano de su pierna rápidamente pero por otro lado su cabeza también le decía que disfrutara de aquella delicada caricia.

     Quería sentirse mal y reprenderse a si misma por estar disfrutando de aquella mano sobre su pierna...pero por más que lo intentara solo podía sentirse extrañamente bien...y algo culpable, pero eso era muy en el fondo.

   —Esto es por lo de la corbata ¿No es así? —Le preguntó en un susurro mientras trataba de controlar su respiración nerviosa. 

   —Puede ser —Se acercó lentamente hasta quedar cerca de su cuello—. También es porque una señora nos lleva viendo desde hace más de cinco minutos. 

     La ojiverde se giró lentamente e hizo como si estuviese buscando algo y alzó su vista un poco para encontrarse con la mujer, que era de avanzada edad, mirándolos con ¿Sorpresa? ¿incomodidad? Sea lo que sea, no paraba de mirarlos fijamente mientras arrugaba un papel entre sus manos.

   —Pobre señora... no deber estar acostumbrada... —Sujetó la mano del mayor y la deslizó un poco más arriba de la rodilla pero sin llegar a la falda de su vestido—...a las muestras de afecto en público. 

   —M-Mei...no creo que debamos... 

   —Silencio —Colocó su pierna sobre la de Mirio y rodeó su cuello con su brazo ¿Qué está haciendo la señora ahora?

   —Pues...está mirándonos con vergüenza...o molestia —Le Respondió en un susurro mientras trataba de contener la risa que le estaba provocando toda la situación—. Creo que le molesta demasiado que se te haya subido un poco la falda del vestido. 

     La menor bajó la vista para darse cuenta de que estaba a nada de que se le subiera el vestido por completo por lo que se apresuró a acomodárselo nuevamente, logrando que el mayor soltará una pequeña risita.

     El tren se detuvo abruptamente y la mujer se levantó rápidamente, les dedicó una mirada que mezclaba la vergüenza y la molestia que le había hecho sentir toda la situación y se bajó rápidamente del vagón.

     Los dos se miraron por varios segundos para luego estallar en risa mientras se acomodaban correctamente en sus respectivos asientos, tratando de calmarse sin éxito alguno. Después de lo que parecieron siglos, los dos jóvenes lograron calmar sus respiraciones para luego soltar un largo suspiro.

   —Dios mío, no recuerdo la ultima vez que me reí tanto —Comentó Mei mientras se abanicaba el rostro con la mano. 

   —No pensé que me seguirías el juego —Dijo Mirio para luego esbozar una pequeña sonrisa—. Pensé que quitarías la mano o que...

   — ¿Te golpearía? —Mei terminó la oración, haciendo que el más alto asintiera lentamente—. Lo habría hecho si me hubiese sentido incómoda, que no fue así. 

   —Que bueno, por un momento pensé que podría haberte incomodado o aún peor, ofenderte —Comentó para luego mirarla fijamente—. Entonces... ¿Salimos el lunes? 

   —El lunes después de clases, seré solo para ti —Sonrió con diversión y se atrevió, después de mucho resistir, a tocarle un mechón húmedo de su cabello—. Ahora debo irme tintín, esta es mi parada. 

     El tren se detuvo y la castaña se levantó de su asiento, se inclinó un poco y le dio un beso en la mejilla.

   —Nos vemos, Mirio. 

   —N-Nos vemos Mei —Murmuró el rubio mientras rozaba con sus dedos la zona donde lo había besado. 

     La vio bajarse del tren y no pudo evitar morderse el labio inferior y soltar un pesado suspiro. Entonces sacó su teléfono y le marcó a su mejor amiga, rezando que no estuviera demasiado ocupada como para responderle.

   — ¿Mirio? ¿Esta todo bien? —Le preguntó la voz femenina del otro lado del teléfono—. Realmente espero que sea algo de suma importancia porque acabas de matar la pasión del momento.

   —Lo siento, Nejire —Se disculpó el rubio con nerviosismo—. ¿Te acuerdas de lo que te conté el otro día? De que invité a...

   —Ah si, de que invitaste a salir a la niña de "bonitos ojos y sonrisa grande" —Terminó la oración la joven, logrando hacer que Mirio se sonrojara un poco por la forma en que la había llamado a Mei—. ¿Ya decidieron cuando será esa cita?

   —Si...el lunes, y necesito que me ayudes a que salga perfecta —Le pidió mientras jugaba con la tela de su pantalón. 

   —Contigo ya es suficiente para qué la cita salga perfecta, pero un poquito de ayudita no viene mal nunca-La chica soltó una pequeña risita—. Te aseguro que después de esta cita, tendrás a esta niña a tus pies. 

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¿Les gustó el cap de hoy?
(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)

Hola gente! Como están?

Espero que estén pasando una mañana/tarde/noche genial!

Yo estoy aquí....

COMPLETAMENTE EMOCIONADA PORQUE YA NOS DIERON EL PRIMER VISTAZO DEL TINTIN MAMADO!!!!!!!


Kajslsjslshslahsalshalshslsjsksjs *c muere*

*revive*

Ahora se viene el turno de mirio-sempai para tener una cita con la pitufa 7u7

Veamos que sale de esa cita jejejejeje

Siento haberme tardado en subir, pero este cap debía salir genial ajajajaja

Si les gustó dejen estrellita y cometen, se lo agradecería de corazón

PD: en el cap que viene habrá una sorpresita para los fans del kiribaku 7u7

Siguiente Capítulo:
"¿Que es lo que siento?"

Sin más que decir...

Bye Bye

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