Maravilloso

Por fin, después de tantos días grises, problemas interminables, lluvias convertidas en tormentas que caen por el vacío cristal de la ventana, admirada por alguien con el corazón roto y su vida bacía. Hoy, un día diferente a los demás, en la mañana se escucha la brisa chocar con sus rostros, la luz del sol brillante en lo más alto, molesta sus ojos hasta querer despertar.

Jimin es el primero en despertar de aquel maravilloso sueño, al girar su rostro un poco, se da cuenta que no era un sueño, Yoongi se encontraba allí junto a él, totalmente dormido sin rastro de querer despertar pronto.

Decidió levantarse y abrir las cortinas de la habitación, caminó con pasos lentos hasta llegar al ventanal, el dolor que sentía se daba cuenta de la noche tan maravillosa y salvaje que había tenido. Una vez que llegó, retiro al cortinas a cada lado dejando ver la ciudad a la luz del sol.

- Hacia mucho que no veía una mañana tan hermosa - Susurró para él mismo.

- Creí que no ibas a poder caminar en todo el día - La voz de Yoongi hizo estremecer el cuerpo de Jimin, sonaba más ronca y un poco adormilada.

- Creíste mal - Sonrió. Dirigió su vista hacia Yoongi, su cabello despeinado, su tes blanca ante el sol, sabía que sin ese chico, no podía vivir - Arreglate, hoy pasaremos todo el día en casa de Tae.

- Cinco minutos más - Dijo para luego acostarse boca abajo.

Jimin corrió y se lanzó encima de Yoongi haciendo que éste gruñera. Lo abrazó dejando todo su peso sobre él, esa felicidad, esa alegría, emoción, tantos sentimientos hermosos que le hacía sentir Yoongi, eso no lo cambiaría ni siquiera por todo el dinero del mundo.

- Te amo Yoongi - Dijo cerrando los ojos disfrutando del aroma que emitía el mayor.

- Y yo a ti Jimin - Suspiro - Pero me estás aplastando.

Jimin se levantó y se dirigió al baño, Yoongi corrió tomándolo de la cintura para cargarlo al estilo princesa. Caminó hacia al baño donde entre besos y caricias de fueron despojando de sus ropas.

Una vez dentro de la tina, ambos empezaron a jugar como niños, Jimin reía tras las ocurrencias de Yoongi, sus ojos se cerraban casi por completo, su sonrisa brillante iluminaba la vida de Yoongi.

- Espera - Yoongi dirigió sus manos hacia los ojos - Me cayó jabón

- ¿A ver? - Jimin de puso a horcajadas encima de Yoongi y miró sus ojos fijándose que no había nada - ¿Qué? ¡Ah!

Jimin soltó un gemido al sentir a Yoongi en su interior sin previo aviso, éste lo empezó a penetrar rápidamente mientras dirigía sus manos a la cadera de Jimin para hacer que sus penetradas fueran más hondas.

- Ah, Yoongi.

- Sshhh - Puso su dedo índice sobre los labios de Jimin - Sólo disfruta.

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