Lemon
Estaba tras éstas rejas, en una inmensa melancolía que recorría mi cuerpo, todo daba vueltas en mi cabeza, solo quería pensar que nada de esto era real, quien diría que lo que viví con Jimin sería algo efímero, mi mente juega conmigo, juega con mis emociones haciendo que sienta cosas estúpidas, remueve mi existencia y cambia mi estado con tan solo chasquear sus dedos.
- Lo lamento - Alcé mi rostro tras escuchar su dulce voz - No era mi intención que la manilla que te regalé causara todo esto.
- No lo recuerdo muy bien - Mi voz era ronca y para nada aguda, estremecía su cuerpo, lo notaba en su manera de temblar - Me la diste la primera vez que estuvimos juntos.
- Cuando nos dejamos llevar por los tragos amargos - Asenti, sonreí un poco al recordar tal suceso -
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Narra Jimin
No podía hacer nada, no podía evitar que se lo llevarán, demonios Jimin reacciona, ¿Por qué mi cuerpo no responde a lo que le ordeno? Estoy inmóvil, estoy mal, Yoongi me tiene mal.
- Pasará un buen tiempo en la cárcel - Mi cuerpo reaccionó de inmediato por fin, mis manos agarraron el cuello de la camisa de Jin arrinconándolo contra la pared - J-Jimin.
- No te atrevas a decir eso - Sentía la mirada de mis amigos encima de mí, caí en cuenta, solté a Jin, no podía hacer nada más que salir corriendo -
- ¡Jimin! ¿Qué te pasa? - Seguí corriendo ignorando la pregunta de Jungkook -
Mis pulmones estaban a punto de explotar pero no me detenía, no lo iba a hacer hasta llegar a la estación y sacar a Yoongi de ahí, al llegar busqué a un policía, tenía que hacer esto rápido, demonios lo que me haces hacer Yoongi.
- No puedes pasar - Maldito policía -
- Te daré todo el dinero que quieras - Rió sarcástico y me miro de arriba a bajo -
- No lo creo - Ahora fui yo el que rió, saque de mi billetera una gran cantidad de dinero y se lo tiré al suelo - Demorate todo lo que desees.
- No quiero que nadie entre - Asintió - Y también quiero que estemos solos.
- Yo me encargo de eso.
- Bien.
Todos tenían un preció, todos aquellos que no tenían valor por si mismos, una persona con sentido sabe que como humanos únicos nunca nadie nos podrá comprar, ni con todo el dinero del mundo.
- Lo lamento - Alzó su rostro tras escuchar mi voz, no salía mucho de mi boca, estaba sin palabras - No era mi intención que la manilla que te regalé causara todo esto.
- No lo recuerdo muy bien - Su voz era ronca y para nada aguda, estremecía mi cuerpo tenía una elocuencia increíble para hablar - Me la diste la primera vez que estuvimos juntos.
- Cuando nos dejamos llevar por los tragos amargos - Asintió y sonrió, me imagino que recordó lo sucedido esa noche -
Entré al lugar donde estaba, le sorprendió que hiciera eso, le robé las llaves al policía, tampoco soy un santo, entré y me paré recostado a la pared, estábamos callados, no teníamos nada que decir o tan solo no era el momento.
Me tomé el tiempo de admirarlo, admirar su rostro, su tés, todo, era acentrado, alguien puro y sin defecto alguno.
- ¿Por qué tan callado? - Carajo, cuando llego aquí, al punto de estar a pocos centímetros de mí, un movimiento en falso y nuestros labios se unirían - No puedes negar lo que causo en ti - Susurró -
- Esto no esta bien - Cerré mis ojos -
- Deja al cara bonita, yo te amo - Esa era la palabra, la palabra que creí nunca escuchar de sus labios -
En un movimiento nuestros labios se unieron, sus labios fríos estremecían mi cuerpo, cada vez se aumentaba la intensidad, buscaba mi lengua, no dudé en entregársela, un beso necesitado, lo que tanto estaba esperando.
- ¿Alguna vez lo has hecho en una cárcel? - Sonreí con picardía -
- Para todo hay una primera vez ¿No?
- Me encantas - En un movimiento cargó mi cuerpo posicionándose entre mis piernas, yo rodee su cintura con éstas mientras volvíamos a unir nuestros labios -
Me cargó hasta la cama algo dura pero eso era lo que menos importaba, quitó mi pantalón y luego el hizo lo mismo, su gran erección se podía notar con claridad.
Narra Yoongi
Tener entre mis brazos a Jimin nuevamente para mí era un privilegio, no lo quería soltar nunca, lo quería romper de una vez por todas, mi entrepierna empezaba a doler.
- ¿Te ayudo con eso? - Tocó mi miembro sacando un jadeo de mi parte -
- Eres malo, tendré que castigarte - Sonrió, demonios estaba jugando conmigo, se iba a arrepentir -
Quité mi bóxer liberando la presión de mi miembro, Jimin lo cogió metiendoselo de un bocado a su boca, empezó a mover su cabeza de adentro afuera, no era por nada pero nunca en la vida me habían hecho una mamada tan mala como la de éste chico, si seguía así me iba a dejar sin pene.
- Jimin espera - El me miró confundido - No perdamos tiempo en eso.
Lo puse en cuatro de inmediato, su grande y redondos glúteos excitaba más y más mi miembros, sin pensarlo hundí en éste mi miembro duro, pegó un jadeo al igual que yo, empecé a penetrarlo más y más rápido, sus gemidos eran muy agudos, se podían escuchar a 20 cuadras de aquí, exagerado lo se.
- Jimin no gimas tan fuerte - Susurré - Nos van a oír.
- L-Lo siento - Hablaba entre gemidos, su respiración era agitada - Pero no pares, dame más duro.
Sus deseos eran ordenes para mí, mi respiración cada vez era mas agitada, los gemidos de Jimin más audibles y el deseo continuaba.
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