SEIS

—Esto es incomodísimo ¿sabías? —me quejo mientras HeeJin pasa un cable por el interior de mi vestido justo en la cremallera que está en la espalda. La chica chasquea la lengua porque es la quinta vez que me escucha quejarme, pero digo la verdad, tener unas cuantas cosas debajo del vestido es incómodo.

—Ya lo se, Yun, ¿qué quieres que haga? —inquiere, yo bufo manteniendo mis brazos alzados y rectos.

—No, pues ya me has dicho que nada, pero sigue siendo incómodo igual —le recuerdo.

—Listo —la escucho decir para después caminar hasta ponerse frente a mi —Estás guapísima —hago una mueca por su alago. Ella tiene una sonrisa preciosa en sus labios carmesí —Recuerda ponerte el micro en el oído, ¿vale? Así nos podrás escuchar —me recuerda y yo asiento cogiendo una bocanada de aire para agarrar valentía porque estoy nerviosa, no les voy a mentir. Me suda hasta las plantas de los pies y eso no es bueno porque traigo tacones altísimos y si me sudan los pies se me resbalan, y eso lleva a una caída bastante fea.

—Oye, ¿a ti...por alguna casualidad, sólo por casualidad, te gusta el nuevo? ¿cómo se llamaba...? —hago memoria ¿porqué pregunto esto?

—¿Jungkook? —suelta ella.

—Sí, ese mismo —apruebo. Ella sonríe un poco. Yo ya empiezo a poner una cara desaprobatoria total.

—Está bueno, pero no me gusta, ¿porqué? ¿A ti te gusta? —suelto una risilla nasal.

—¿A mi? ¿Ese chico? Ni de coña, es un gilipollas —digo de los más calmada.

—Un gilipollas que está bueno —insiste. Yo ruedo los ojos, ¿de donde saca que está bueno? Porque yo no he visto músculo por ninguna parte.

—Un gilipollas sin más —rectifico encogiéndome de hombros. Ella sigue mirándome con una sonrisa de lado que me pone de los nervios, la conversación esta fue una muy mala idea.

—Claro, sin más —asiente ella y yo suspiro.

He sacado la conversación yo, pero la termino yo, y si yo no quiero seguir hablando más, pues ya...no se habla, al menos yo no voy a abrir la boca más, porque siempre la cago, creo que estaría de puta madre ser muda, a lo mejor así la cago menos.

—¿Lista? —escucho la voz de Jimin, el cual se a asomado por la puerta de la oficina que he usado yo para cambiarme y que Hee me a ayudado a maquillarme y esas cosas, la verdad es que si Jimin hubiese entrado unos minutos antes me encuentra desnuda, aunque no vería nada nuevo, eso sí.

—¿Jeon ya está listo? —pregunta Hee y veo a Jimin asentir con su cabeza, sus ojos se encuentran con los mios y me guiña un ojo. Yo no se porqué pero me sonrojo. Excelente.

—Estas preciosa, Yun —me dice delante de la chica, yo sonrío un poco, porque no se, pero debe de ser la mirada de Jimin que siempre es penetrante y cuando me mira me pongo un poco tonta, o también puede ser porque me acuerdo siempre de las veces que me acuesto con él, o también puede de ser de ambas.

—Gracias —digo apenas audible.

Como tenemos que agilizar un poco, salgo detrás de HeeJin por la puerto por la que se a asomado Jimin que va más adelante hacia donde supongo que está Jungkook. Antes me había hecho un poco la loca con su nombre porque no quería que HeeJin viera que tengo algún interés en ese chico (que no lo hay, en absoluto) porque se su nombre perfectamente. Pero mi hermana una vez me dijo que si no te acuerdas del nombre de una persona es porque no te interesa en lo más mínimo, así que usado su estrategia, ¿no me acuerdo? No me interesa, así de fácil.

Cuando llegamos al frente de la comisaria en donde está nuestros puestos de trabajo (el mio y el de Jimin) me tardo un poco en ubicar al Jungkook, porque bueno, si no fuera porque su cara de mierda es la misma aunque lleve traje no lo hubiese reconocido en lo más mínimo, porque está...cambiado, parece otra persona. Por un momento eso que pensé hace un rato de "no tiene músculos" me replanteo porque incluso con esa chaqueta brillante negra se le nota que le aprieta los brazos, lo que hace que se le vean los músculos, lleva una camisa negra igual con unos botones desabrochados dejando a la vista su pecho (no te quedes ahí más de la cuenta ¿vale?) y también usa unos pantalones de pinza del mismo color, no hay ni que decir de que color son los zapatos porque es monótono repetirlo. El cabello lo lleva peinado (que el chico se peina, eso no lo sabía) con una línea en el medio tirando sus mechones negros hacia los costados, lo tiene tan corto que es fácil identificar el piercing que lleva en la ceja derecha.

Vale, está un poco bueno, pero solo un poco, claro, no pienso decírselo ni a él ni a nadie en voz alta porque sería quitarme seriedad, ya le he dicho a todo el mundo que me cae como un culo y admitir que está un poco bueno sería hacer caer la fachada esa. Eso sí, me quedo mirándole más de la cuenta, tanto que se a dado cuenta, y sonríe de lado alzando una ceja y no me gusta esa cara, porque se le a subido el ego hasta el cabello más largo, y no soporto a los chicos así. Por eso desvío la mirada para centrarme en cualquier cosa que no sea él.

Me doy cuenta ahora que voy a juego con este chico, llevo un vestido negro brillante igual que su chaqueta que me hace cuerpo de sirena porque es apretado, y sin tirantes, tiene el escote de corazón que no me gusta, porque siempre que me pongo uno me parece como que enseño demasiado. Y también unos zapatos de tacón alto negros, venga, que vamos a un funeral en vez de a una fiesta. Bueno, aunque dicen que el negro es elegante, vamos a pensar que lo han escogido por eso.

—Recuerden mirar mucho, cualquier cosa que digan fuera de lugar puede ser relevante para este caso, y...siganle la corriendo a todo, ¿vale? Que se note que son una pareja feliz —recuerda Kyung antes de salir del lugar, por la venta que hay del frente puedo ver que ya está el auto que nos llevará a ese club afuera esperándonos.

Nosotros asentimos y antes de salir como si estuvieras coordinados nos colocamos el micro en el oído derecho a la misma vez caminando hacia la salida.

—¿Me escuchan? —habla al que reconozco como Nam por el micro supongo que para probarlo.

—No Nam, no te escuchamos, ¿vale? —ironizo rodando los ojos.

—Sí, me escuchan perfectamente —suelto una risa nasal por lo que dice. Me encanta que Nam me siga la corriente o me ignore cuando pongo mi ironía al full.

Cuando estamos delante del auto blanco (que debe ser carísimo) que será nuestro transporte (y gratis) por esta noche, ruedo los ojos y suspiro cuando Jungkook me abre la puerta con una sonrisa de chulo que no parece que se le quiete nunca. ¿Ven porqué no lo soporto? Nunca puede actuar con normalidad, al menos conmigo no puede.

No digan cosas guarras cuando estén a solas por favor, no quiero tener pesadillas esta noche —dice Nam y me puedo imaginar su cara de asco total, porque así es Namjoon, fue el típico nerd toda la universidad graduándose en informática y luego volviéndose una hacker (legal) y pertenecer al cuerpo de policía de Seúl. Es educado y no soporta ninguna mala palabra.

—¿Cómo cuál? No creo que vaya a decirle ninguna cosa guarra a este chico que tengo al lado —le hago una mueca con los labios al pelinegro al lado mio que en cuanto me he subido a mi lado en el auto y a cerrado mi puerta,  no a tardado ni dos minutos en subirse y sentarse a mi lado, yo me pego a la ventanilla para ni siquiera tocar muslo con muslo, me prohíbo a mi mantener contacto carnal con ese ser viviente.

—Este chico se llama Jungkook —me dice, alzando una ceja. Ahora que estamos más cerca o porque a lo único que puedo mirar es a él, cuando sonríe enseña sus incisivos que son grandes, y parece una ratilla. Joder, un chico rata.

—¿Y vez que me importe? El nombre que me interesa ni siquiera me lo has dicho —me cruzo de brazos haciéndome la indignada.

—Han TaeHo, cariño —sonríe con suficiencia diciéndome su nombre falso, no les voy a mentir, no le pega nada el nuevo nombre, le pega más el suyo propio. ¿Cómo era? A si, Jeon Jungkook.

—Cariño dale a tu perro, a mi me dejas tranquilita —se vuelve a reír, creo que le hago un poco de gracia. O tal vez HeeJin me puso demasiado maquillaje y parezco un payaso, no me ha dado tiempo a mirarme. Joder, que vergüenza.

De una cartera de mano que llevo porque no pensaba salir sin mi teléfono y por supuesto la tarjeta de identidad falsa, alcanzo mi teléfono para mirarme con la cámara, el pelinegro a mi lado me mira como si estuviera loca, pero me la suda, la verdad. Todo el maquillaje está en su lugar, ni siquiera puedo decir que me haya maquillado porque es bastante sencillo, solo que los labios, los tengo de un rojo intenso, pero todo lo demás está perfecto, y me gusta. Entonces si que le parezco graciosa. Vuelvo a guardar mi teléfono en su lugar para fundirme en el silencio que hay dentro del auto. No me había dado ni cuenta de cuando se había puesto en marcha.

—No digas nada a lo largo del camino, por favor —lo miro directo a los ojos. Me hace girar los ojos cuando con su mano hace como que cierra una cremallera en su boca, infantilísimo, este chico no parece tener pinta de un miembro de la policía nacional, no se de donde lo han sacado, de seguro engañaron a Kyung diciéndole que era su mejor soldado para salir de él, y le enviaron al peor, porque es que este chico no tiene actitud de ser policía, parece un niño hormonado de secundaria que lo único que quiere es ligar todo el tiempo o burlarse de los demás, todo lo que detesté en los chico cuando estaba en la preparatoria, y todo lo que odio en los chicos actualmente. Trabajar con él va a ser difícil.

════════  ◖◍◗ ════════

No se si me sorprende más que Jungkook no haya hablado nada de nada tal y como se lo pedí en el camino, o que Nam se haya pasado todo el puto rato hablando mierda, pensé que Jungkook era molesto, pero Nam hoy se pasó, y creo que el pelinegro que tengo al lado piensa lo mismo porque para la única vez que habló en el trayecto a Myong-dong fue para pedirle de la manera más educada al chico que se callara, y gracias a dios, se hizo el silencio, porque si no se callaba con el mandato educado de Jungkook iba a callarse con el humor de mierda que consiguió sacarme con su charla.

Cuando llegamos al Afrodita bajé por mi cuenta a la misma vez que Jungkook bajó por su lado. Lo esperé unos segundos hasta que lo tuve al lado y su brazo se alzó a mi costado. Yo, alzando una ceja, lo miré.

—No creo que pienses que las parejas llegan cada cual por su lado ¿no? —comenta, yo suspiro.

Venga, a ser profesional Yun, que siempre lo has sido.

—Vale, pero nada de toquetearme el culo para marcar territorio ¿okey? —lo acuso con un dedo para luego enredar mi brazo en el suyo (joder, si que está fuerte el chico, es una piedra).

—Nada de cogerte el culo, guardado en memoria —creo que también él me hace un poco de gracia, porque se me es imposible no aguantar una risa cuando imita a Pinocho 3000 de lo más serio. Pero miro hacia otro lado para que no vea que me ha hecho reír, claro.

—Dije que no dijeran nada guarro y ya están empezando —chasqueo la lengua cuando escucho a Namjoon hablar luego de un tiempo que estuvo calladito y me empezaba a gustar la paz en mis oídos.

—Es una conversación normal, Kim, que a ti te parezca guarro decir culo, no es problema de nosotros —le aclaro. Escucho unos bufidos de su parte que me resbalan, la verdad.

Yo y Jungkook ponemos nuestra mejor pose de gente con clase para comenzar a caminar hacia la entrada que, increíblemente, está vacía, excepto por unos gorilas que custodian la entrada, venga, lo normal en un club. Cuando llegamos a los dos hombres que deben de hacer unos diez más de nosotros sacamos nuestras identidades (falsas) y se las enseñamos, uno de ellos nos mira, serio, y por un momento pienso que no se tragan nuestro teatro pero luego se hacen a un lado y nos dejan pasar, y yo boto el aire que había estado conteniendo todo ese tiempo. Sin embargo, cuando estoy dentro, se me es imposible no sorprenderme con lo que ven mis ojos, incluso Jungkook lo nota cuando aprieto de más su brazo entre mis dedos clavándole las uñas en su chaqueta.

—Joder, ¿qué es esta mierda? —murmuro con los ojos abiertos y observando de lado en lado. Esto es una mala idea, por supuesto.

Pensé que sería una fiesta normal, tomando, bailando, incluso lo de drogarse lo veía más normal que esto. Pero... Joder, esto es demasiado para mis ojos. Esto es un puto prostíbulo con la etiqueta de club nocturno. Por todos los lados que mirases no podías ver más que no fuera una chica (o varias) haciéndole una felación a un hombre, incluso en un sofá, un poco lejos de nosotros, se puede ver claramente a dos tipas morreandose mientras una de ellas monta un tipo. Esto es una mala idea. Yo no pienso tocar a Jungkook por nada en el mundo. ¿Qué mierda de negocios realmente sigue BamBam?

—Oye, ¿Podrías aflojar un poco el agarre? Es que siento incluso tus uñas —la voz de Jungkook me llega cerca, por eso cuando giro el rostro me quedo sin aire al encontrármelo tan cerca, sus ojos brillan como dos putas galaxias. ¿O son las luces?

—Oh...lo-lo siento —aflojo mi agarre, por algún motivo estoy de los nervios.

No es para menos, tienes por todos lados orgías que no te apetecen nada ver.

—Esto es extraño de cojones —dice el chico a mi lado cuando quita su cara de la mía para mirar al frente.

—Ni que lo digas —le doy la razón por...primera y última vez.

Nos adentramos entre las personas que sí están bailando, hay alcohol porque se siente perfectamente, también hay olor a sudor y a sexo, y no es algo que me agrade especialmente. Llegamos hasta la barra, porque debemos de parecer normales. Y creo que el plan "normal" de Jungkook es tomar un poco. A mi no me apetece, pero si me meto un poco más en el papel y logro sacar algo de aquí que nos ayude a coge a BamBam, valería la pena. El camarero que no puede tener más piercing porque no puede nos atiende, Jungkook pide un wisky para él y para mi (que le he dicho cual me gusta) un Martini dry. En menos de lo que canta un gallo, tenemos nuestras bebidas en la mano. Nos sentamos en las sillas altas que hay en barra apoyando la espalda en esta y mirando hacia la multitud.

—No creo que haya algo extraño aquí —me dice él, subiendo su tono de voz por la música tan alta.

—Aunque no lo creas, lo extraño está en lo simple, y aquí, cualquier cosa relevante, se puede notar fácilmente, solo hay que tener los ojos bien abiertos —le aconsejo y él asiente llevando su bebida a sus labios, yo aprovecho también para hacer lo mismo y paladear el sabor del Martini, que debo de admitir, que sabe muy bien.

—¿Ustedes? Es primera vez que los veo por aquí —una voz, chillona nos sorprende por detrás. Es un chico, trajeado en negro, está despeinado, es del mismo tamaño que Jungkook, lo único que no pasa desapercibido son sus múltiples anillos de oro blanco y cadena grande que le deben de cansar el cuello. Yo miro a Jungkook, porque no se que decir, ¿y su nos descubren? —¿Ustedes son...?

—Los Han, mucho gusto, es nuestra primera vez visitando el club —dice Jungkook, de lo más normal, y le tiende una mano al chico al que estoy examinando bien por si hay algo sospechoso en él, no les voy a mentir, todos aquí en este club, son sospechosos.

—Ah, claro, sabía que vendrían, solo que no los reconocí al momento —frunzo mis cejas ante eso. ¿Sabía que veníamos? Claro, como no —Yo soy, Lee Know y encargado de que aquí en el Afrodita, los invitados disfruten de su estancia —por un momento casi me río, pero me contengo —Ustedes son pareja ¿no? —nos pregunta señalándonos con su dedo índice y medio.

—Sí —responde Jungkook.

—Igual si no lo eran saldrían siéndolo, les enseño nuestro mejor lugar para parejas ¿les parece? —quiero negarme rotundamente porque ya dije que no quería tener el más mínimo contacto físico con Jungkook, pero el muy rata acaba asintiendo como si nada y luego, con nuestras bebidas en la mano, seguimos al chico que se hace llamar Lee Know.

—¿Qué haces? —pregunto acercándome a él para que nadie más me escuche.

—Hay que seguir la corriente lista, así no vamos a sacar información nunca —bufo porque esto no me está dando buena espina, de verdad.

—¿Y tu grandioso plan es que nos comamos la boca como dos cerdos? Porque yo no pienso hacer eso —le aclaro.

—Mira, a mi tampoco me hace especial gracia besarte o tocarte, pero si tengo que hacerlo para sacar información de aquí, lo haré, así tenga que hacerlo a la fuerza, mira, que pensé que eras una profesional —me acusa, yo hago una mueca con los labios y suspiro.

—Soy, una profesional ¿vale? —le aseguro.

Soy profesional en mi trabajo, pero es mi primera vez haciendo algo como esto, y hacerlo con alguien a quien no conozco de nada y me cae mal, no me hace mucha gracia, sin embargo, las palabras de Kyung son claras y hay que seguirlas al dedillo, y como se entere de que yo no quise darle aunque fuera un minúsculo beso a este chico porque no me cae bien y no le conozco, es capaz de tirarme toda la mierda que puede y por ende, mi ascenso no se verá nunca.

solo piensa que es Lee Jong Suk al que estás besando y listo, todos salimos ganando.

Cuando el tal Lee Know nos deja en un sofá alejado un poco de la gente y nos hace sentarnos al lado del otro, trago saliva. Sin embargo, espero que el individuo salga y así yo poder salvarme de esta mierda, pero claro, ¿cómo él sabría que somos pareja si no nos ve besándonos?, por eso se queda ahí, de pie, mirándonos y...esperando algún moviendo de nuestra parte. Tomo una gran bocanada de aire diciéndome a mi misma que no es nada, que un beso es una mierda, es algo inservible y que no puede gustarte un chico por un beso, así de simple, hay gente que se besa y no se engancha. Por eso, con ganas de acabar con todo esto de una vez por todas, agarro el cuello de la camisa de Jungkook con toda la fuerza que se me es posible (porque dejamos los vasos en una mesita que hay en el centro) y no espero siquiera a que esté preparado para pegar su boca con la mía.

Yo la verdad, es que tenía clarísimo que solo iba a juntar sus labios con los suyos porque no me apetece besarle un ejemplo como beso a Jimin, pero mi cuerpo entero se tensa de pies a cabeza y mis ojos se abren cuando una de sus enormes manos va hacia mi nunca y me pega más a él, seguido por abrir su boca y...meterme la lengua de una. Yo intento apartarle, porque esto no es lo que tenía pensando cuando se boca se empieza a mover sobre la mía con lentitud, no es un beso obsceno ni mucho menos, es lento, pero con intensidad. Y creo que el Martini cry ha comenzado a hacer efecto en mi sistema porque después de una larga batalla en la que él chico no parece con intenciones de alejarse cierro los ojos y...me dejo llevar. Sus labios son suaves, resaltando el inferior, que chupo de vez en cuando sintiendo entre mis labios su suavidad y lo mullido que es, y...a pesar de que a tomado wisky, sabe a dulce, como esos helados de chocolate con menta que vendían cerca de mi casa en la Isla Jeju, cuando también mi lengua hace partícipe y se encuentra con la de él, yo ya estoy metida en el beso de más. Y siento a mis pulmones colapsar porque su boca se está encargando de quitarme hasta la única gota de oxigeno que tengo. Su otra mano, la que no tiene en mi nuca, llega hasta mi cuello y...me aparta, nuestros labios hacen un chasquido que por un momento si que me parece obsceno y yo me tardo de más en tratar de abrir los ojos para mirarle a la cara. Tiene los labios rojos e hinchados y no se que me pasa, pero ahora si que me apetece besarle. Pero no lo hago. Es que debí de batallar un poco más para apartarle.

—Así...no vamos...a encontrar nada...que nos ayude —le digo, agitada, su rostro sigue a centímetros del mio.

—Te equívocas, ya tenemos lo que necesitamos por hoy —por un momento no lo entiendo, porque no se si se refiere a que el beso es eso que necesitábamos, pero cuando su rostro se gira dejando a mi vista su perfilada mandíbula, yo lo sigo y lo veo, mi mirada se fija a lo que él se refiere.

Al menos esta noche, no nos iríamos con las manos vacías como pensé.

════════  ◖◍◗ ════════

Holi!! ¿Cómo están? Yo espero que bien y saludables, por supuesto.

Bueno, aquí en este capítulo ha ocurrido un acontecimiento que marca mucha diferencia en las historias. ¡El primer beso de nuestra parejita! ¿Se lo esperaban?

¿Qué creen que hayan visto al final estos dos después de ese beso que se han dado? ¿Les a gustado el capítulo? Yo espero de todo corazón que .

Me despido porque no quiero dar mucha lata.

Lxs sarangheo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top