La noche estaba fría, que digo, la noche estaba para helarte todos los huesos de tu cuerpo. Y lo peor de todo es que en la comisaría no había calefacción, ¿hoy en día donde no hay calefacción? Bueno, ya me doy cuenta que aquí. Por eso me estoy muriendo de frío a pesar de que me coloqué dos abrigos el doble de grande que yo misma, un gorro tejido que me mantenía la cabeza calentita y guantes. Todo había oscurecido y la comisaría estaba sola. Bueno, no, estábamos Jungkook y yo, es que el chico rata es tan insignificante que ya se me había olvidado de que va a trabajar conmigo.

Él también se a abrigado, menos que yo porque con ese cuerpo de orangután de seguro está calentito, que envidia, yo quiero tener un cuerpo así como el de él. Digo por su figura, que aunque se que nunca le admitiría que está bueno, en mi cabeza puedo decir que tiene incluso más cintura que yo. Me a traído un chocolate caliente que aunque no se lo he pedido lo recibo, poniendo ambas manos en la cerámica y que esta me de el calor, que es reconfortante y me gusta. Me gusta muchísimo.

—Pareces una bola de esponja —me suelta sentándose a mi lado frente a la portátil que tenemos delante con el material que nos a dejado Hee antes de irse. Yo hago una mueca de lado siguiendo con mi trabajo de soplar mi chocolate para darle un sorbo. Está deliciosos.

—Tengo frío, y te agradecería que me dejaras en paz mientras trabajamos ¿crees que puedes hacerlo? —giro mi rostro para mirarle, él no me mira, está entretenido también en soplar su bebida que supongo que es lo mismo que la mía.

—Mmm...creo que no —ahora si me mira y yo blanqueo los ojos.

—Que lastima. Porque o sino voy a tener que ignorante completamente y por ende si te ignoro no vamos a poder trabajar bien —él sonríe de lado mientras yo le doy otro sorbo a mi chocolate. Sigue siendo delicioso y además me calienta las manos.

—Qué lástima por ti, no se, a Kyung no le haría especial gracia saber nuestra gran química —suelto un bufido porque esas son el tipo de palabras que detesto de chicos como él. Que me dejen sin escapatoria.

—Idiota —lo digo en un susurro y con la boca pequeña dejando de mirarle.

Se que se ríe porque que lo haya insultado quiere decir que ha triunfado en nuestra pelea. Es que le odio de verdad, no sabía hasta que le conocí que podía odiar a una persona tanto como le odio a él y a la misma vez no dejar de pensar en su puto beso. ¿Eso es posible? Porque a este paso me vuelvo confusa hasta para mi misma. No me entiendo y por alguna razón totalmente desconocida para mi no quiero entenderme, porque tengo un presentimiento de que si me llego a entender del todo no me va a gustar. Lo mejor es seguir odiando a este ser que tengo al lado y a la vez intentar con todas mis fuerzas de voluntad trabajar con él.

—Deberíamos trabajar ¿no te parece? —le digo.

—Por primera vez estoy de acuerdo contigo, Judy —frunzo mi ceño. No le entiendo nada, yo no me llamo así, y él sabe perfectamente como me llamo porque a parte de que lo tengo siempre en la parte derecha de mi uniforme aquí todo el mundo me llama para algo y él debe de haber escuchado en una de esas veces. Por eso le miro y abro la boca.

—¿Judy? ¿Ahora tienes amnesia o algo que se te olvidó mi nombre? Yo no me llamo Judy —masco con fastidio evidente, creo que este tío vino a trabajar aquí solo para sacarme de mis casillas.

—Y ya se que no te llamas así —lo entiendo menos ahora, él tiene una sonrisa de chulo que me encantaría desde el fondo borrar con mi puño y de paso dejarle la marca en esa cara perfecta que tiene. Teclea en el portátil como si nada, pasando de mi.

—¿Y pues entonces? ¿Tenía una hermana gemela que se llamaba así sin yo enterarme y me has confundido con ella o algo? —él me mira y pone los ojos en blanco, ahora veo que tanto como él me fastidia con todo lo que me dice yo también le fastidio con mis cosas.

—¿Nunca has visto Zootopia? —arrugo mi entrecejo más que nada para pensar y buscar en el el buscador de mi cerebro esa palabra a ver si me aparece algo.

Lo mato, juro que lo mato.

—¿Te estás metiendo con mi tamaño capullo? —su sonrisa se hace grande, bastante, tanto que sus paletillas resaltan de más y las esquinas de sus ojos se arrugan, ahora mismo en vez de parecer un hombre que tiene más músculo que cerebro parece un niño de cinco años y la vestimenta le ayuda, sin duda.

—Touché —bufo sonoramente, como si fuera un toro a punto de embestir, y como no diga algo para arreglarlo se las verá conmigo, me han dicho los que me conocen (que no son muchos ) que doy miedo. Sin embargo, él mi cara parece darle más gracia incluso.

—No me puedo creer que me hayas comparado con una coneja de una película infantil —el ojo me tiembla, es que estoy al irle arriba.

—Infantil y todo pero tremenda enseñanza, si lo piensas bien hasta te estoy elogiando —lo suelta despreocupado, como si nada, como si yo ahora mismo no tuviera la cara roja y con ganas de irle arriba, como si no se hubiese metido con altura.

Aquí en esta comisaría todos el mundo sabe lo que me molesta mi maldita altura, todo el puto mundo es más alto que yo, incluso las chicas son más altas que yo, ellas son sexys, tienes piernas largas y elegantes y yo ¿qué tengo yo? Pues... ¿tetas grandes? No tengo nada que me haga sentir sexy, mientras que ellas si. Siempre me a acomplejado, e incluso cuando comencé a estudiar en la carrera para llegar a donde estoy de burlaban de mi por mi estatura, les parecía increíble que una persona tan bajita quisiera ser policía, pero como a mi esas opiniones si que me la sudan, seguí batallando hasta donde estoy hoy. Y puedo decir orgullosamente que fui la mejor de mi año.

Y ahora que lo pienso, odio ahora mismo más a Jungkook por tener la misma historia de mierda que la coneja de la dichosa película, es que es hasta increíble.

Decido quedarme callada porque no sirve de nada seguir peleando con él, y también me quedo callada porque no me gusta que me dejen sin argumentos como ha hecho él dos veces en menos de media hora. Siempre tengo algo que decir, algo que contestar, sin embargo ahora no y me frustra, pero también tengo que pensar en que el objetivo que nos a hecho quedarnos aquí ahora, solos. Y ese es el trabajo. Por eso, al darse él cuenta de que no pienso pronunciar una palabra más a menos que no sea de lo que realmente nos importa, mete la cara en la portátil y comienza a teclear y yo a mirarlo. Parece una puta bengala, yo tecleo rápido pero este tío es...no tengo ni la palabra.

La verdad es que Hee tiene razón, todos los perfiles que nos a dado tienen el mismo nombre. Es un tal Lee Dong Wook, y me doy cuenta de que tenemos trabajo para rato. Sin embargo, me doy cuenta de un detalle, y es que yo no vi a ese tío, la verdad es que estaba procesando en ese momento el...sí, el beso con el chico rata sentado aquí a mi lado y ni me enteré de su cara, a lo mejor lo ví, pero sinceramente no me acuerdo. Es que cada vez me doy mas cuenta de todos los problemas que provoca este chico, hasta me despista de mi trabajo y eso es grave, muy grave porque entonces no puedo hacer mi trabajo bien, es toda su culpa.

—¿Quién haría tantos perfiles con el mismo nombre? —pregunto soltando una sonrisa socarrona por la nariz.

—¿Alguien que no quiere que lo encuentren? —dice él. Tiene razón, siempre tiene la puta razón. Pero supongo también que mi pregunta ha sido bastante obvia, así que punto y medio para él.

—Pero si todos los perfiles son iguales ¿cómo mierda vamos a saber cual es el verdadero? —alzo las cejas. Él me mira despegando sus ojos de la pantalla que le alumbra toda la cara. Joder, el piercing de la ceja le queda de puta madre. ¿También se me verá así de bien el mio del ombligo?

—Creo que no todos son iguales iguales, siempre algo que no cuadra, ¿o tú cuando te creas otro perfil le pones lo mismo que el anterior? —no, claro que no pongo lo mismo que el anterior, al menos siempre pongo un emoji de más o: la cuenta pasada la e perdido y estoy usando esta. Algo así, más o menos —¿Vez? —se da la razón a el mismo. Creo que parece bastante profesional.

Si no fuera porque le odio desde que le conocí por ser tan odioso y chulo, definitivamente me caería bien porque es inteligente, tanto que me asombra, sabe atar cabos, sabe buscar formas donde yo obviamente no las veo (o soy demasiado gilipollas como para verlo). Es el típico compañero que me gustaría tener todos los días para trabajar, pero como no es el caso por equis razones. Me sigue cayendo como un grano en el culo.

Vuelvo a fundirme en el silencio porque... Ya saben, no pienso admitirle todo lo que pienso de verdad de él porque no se lo merece. Ni un poquito. Así que mejor mantenerse callada que darle la razón de una burla interminable, porque como le diga a este tío que es inteligente que está bueno el ego le dura la vida entera y por ende, cada vez que me pase por el lado me mirará por encima del hombro. Se infla y se pone una coraza para que nadie se atreva a desinflarlo.

Pasan creo que una hora, o tal vez dos, pero ni siquiera las siento del todo porque nos mantenemos ambos revisando cada perfil. Todos mas iguales que los demás. A decir verdad al parecer sabían que en algún momento los iban a descubrir y por eso han hecho esto, no es del todo inteligente pero nos da trabajo y a ellos más tiempo, que es lo peor. Sin embargo, Jungkook, que al parecer sabe de estos temas o a seguido casos parecidos, se detiene de más en uno, que a decir verdad, a mi me parece tan igual como los ochenta que hemos revisado antes. Tiene el mismo nombre, la misma dirección de correo falsa (porque Nam, antes de irse ha buscado la dirección de correo y nos informó que era falsa y que solo era una tapadera) la misma edad del hombre y la misma fecha de nacimiento. ¿Entonces para que se queda de más viendo uno de los tantos perfiles iguales? A lo mejor hasta se a quedado dormido mirando la pantalla, que le entiendo, porque yo en este tiempo también he dado mis cabezazos y la taza de chocolate me ha empeorado las ganas de dormir.

—Oye —le toco el hombro, porque está tan quieto que me asusta.

Sin embargo, cuando me mira, con una sonrisa tan grande como mi cara, me doy cuenta de que no, no está dormido, y yo estoy confundida porque no se el motivo de su aparente felicidad. De verdad que el chico rata es todo un misterio, al menos para mi lo es.

—¿Te han dicho que te vez súper guapa hoy? —se me deforma la cara, ¿y como no?

No me esperaba su "alago" de esa manera tan de repente, se me a desencajando la quijada y mi cara se debe de haber puesto parecido a cuando chupas un limón. Lo peor de todo es que siento algo, sí, unas inmensas ganas de ir al baño, o a lo mejor es que también que voy a caer con mi amiga de todos los meses, o que se yo, pero siento algo extraño en mi estómago que me perturba, y como dije antes. No quiero describir cosas que no entiendo como estas. Lo ha dicho así tan de momento, mirándome a los ojos y con esa sonrisa que le hace parecer un bebé que me a descolocado completa. Y ahora tengo también la boca seca y no puedo articular palabra por más que quiera decir algo, insultarle o simplemente preguntarle a que a venido eso pero es imposible, estoy tan lejos ahora mismo de este mundo. No entiendo a este chico, antes me estaba sacando de mis casillas como casi siempre, después me estaba ofendiendo con el tema de mi tamaño y ahora, ahora me dice que soy guapa. ¿Ustedes lo entienden? Porque yo no.

Abro y cierro la boca tantas veces que ni siquiera ya puedo contarlas. Lo peor es ver como suelta una carcajada que retumba por todo el lugar, porque...porque ¿quién con un metro ochenta, tatuajes, piercing, y más músculo que cualquiera se ríe como un puto niño de meses? Ahora no se si me desconcierta más que me haya dicho guapa, que se ría por mi cara de idiota o porque se ría como un niño. Joder, es que es...dios, me quedo sin palabras. Me he quedado de nuevo fuera de combate y con las defensas por el piso por su puta risa. Debería ser ilegal reírse como él.

Cuando se calma un poco (porque cada vez que volvía a mirarme se volvía a reír y así de a pasado al menos media hora) se seca dramáticamente las lágrimas y toma varias bocanadas de aire para tranquilizarse.

—Joder, debería de haberte hecho una foto, ¿tanto te a sorprendido que te diga guapa? —sigue con una sonrisa en el rostro. Yo intento volver a la Tierra.

—Pues...hombre, es que viniendo de ti para mi es... —niega de lado a lado.

—Es que te lo he dicho porque me he emocionado al encontrar  al verdadero Lee Dong Wook —en shock de nuevo, pero ahora un poco bastante emocionada, es que ni me lo creo —Al parecer nuestro amigo no es tan bueno como quiere hacer creer. ¿no te dije que siempre iba a haber algún fallo? Pues él a cometido el error de tenerlo —gira la portátil hacia mi y yo, que me he quedado más tiempo del que debería mirándole la cara, miro la pantalla. Sigo viendo todo igual —Mira la fecha, Judy, que estoy seguro que es clave —y lo hago, claro que miro la fecha.

23 de noviembre del 2021.

Y ahora todo me cuadra.

—Eso fue...el mes pasado —asiente sonriendo.

—Exacto, Judy, increíble ¿verdad? —alza una ceja, y por...¿segunda vez? No se. Le doy la razón asintiendo.

Todas los perfiles tenían fecha de hace años, y todas tenían la misma, que ahora mismo no me acuerdo, pero esta, esta específicamente tenía una fecha resiente, bastante para así decirlo. Era increíble, porque yo la verdad es que veía bastante difícil esto de buscar al verdadero dueño, pero al parecer, su gran error, nos a ayudado a encontrarlo.

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Hola! ¿Qué tal?

En mi perfil había dicho que iba a subir una historia nueva pero me he arrepentido porque ahora no tiene sentido que suba otra cuando tengo a tres (sin contar los relatos) que estoy actualizando.

Decirles que subí nuevamente Playing With fire y que es una historia que promete bastante y que les invito a leer. Además de que pienso actualizarla seguido.

Volviendo al capítulo.

¿Qué les a parecido? ¿Cómo ven a este par? La verdad es que yo me divierto escribiéndolos.

Espero que les haya gustado el capítulo. Y nos veremos en otra actualización que espero que se pronto.

Lxs sarangheo❤