DOS
Si había algo que amaba con vehemencia era mi cama después de una "ajetreada" guardia en la comisaría. Cuando llegaba a mi apartamento y la miraba (a la cama) me gritaba dejandose la garganta para que me acostara de una buena vez en ella. Por mi parte, antes de hacerle caso, me doy una ducha que se encarga de relajar mis músculos y sentirme mas limpia y menos pesada en los hombros.
Después, simplemente me dejo caer encima de mi adorada cama de cara, abrazándola y diciéndole lo mucho que la había extrañado, y no mentía en lo absoluto. Unos segundos mas tarde, mis párpados caen rendidos y todo mi sistema se apaga dando paso a un sueño profundo que me sabe a gloria.
Despierto unas horas después por mi puta alarma que parece taladrarme el cerebro, no voy a mentir, un día me quedaré sin teléfono cuando una de las alarmas suene porque acabará de pantalla en el suelo. Pero como debo de ahorrar dinero todo lo que puedo para futuras necesidades (porque no se sabe cuando lo puedes necesitar en la vida) lo cojo entre mis manos y en vez de impactarlo tal y como quisiera para que se callase de una vez arrastro el icono que hace silenciar la alarma. Suspiro, es hora de trabajar, no tengo guardia hoy, pero tengo que trabajar hasta las seis de la tarde por que Kyun es así de estricto con sus reclutas.
Me arrastro de una manera muy perezosa hasta tocar con mis pies él frío suelo, mierda, es que todo me indica que debo de quedarme en la cama al menos hasta mañana, sueño que no se cumple porque él maldito hijo de su madre del teléfono vuelve a sonar, y esta vez, no es la alarma, es una llamada que atiendo perezosamente.
—¿¡Porqué te tardas tanto!? —separo el aparato de mi oreja por la integridad de mis oídos y cierro los ojos, me llevo una mano a los ojos para frotarmelos.
—Me acabo de despertar Kyun —digo ronca, para que escuche que si es un buen jefe me deja dormir una hora extra, cosa que no va a pasar, por supuesto.
—Te estamos esperando hace unos treinta minutos Kang, y tienes exactamente quince para estar aquí, y eso es porque vives lejos, apurate, que el tiempo corre —y cuelga, sin dejarme mencionar una sola palabra en mi defensa.
Suspiro, quince minutos, quince putos minutos para estar en la comisaría, ¡Mierda! ¡Quince minutos!
Cuando me doy cuenta de que tengo quince minutos (lo mas seguro es que solo me queden trece por estar de imbécil) me coloco de pie de inmediato.
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Sino me daban un premio en el trabajo por llegar incluso con minutos de menos al tiempo que me puso Kyun entonces me lo ganaría por romper un récord, ya se el de bañarme o vestirme, una de las dos, creo que me di una dicha en un minutos, apenas creo que me lavé bien porque puse el minutero para que no me cogiera tarde, y lo de vestirme iba a enserio, me vestí en un tiempo impresionante, lo que me dejó tiempo -casi- suficiente para llegar a la comisaría, aunque teniendo en cuenta que casi mato a una señora que podría ser mi bisabuela que cruzaba la cebra con su gato a un paso desesperante pude llegar a tiempo, antes de que los quince minutos se cumplieran ¿cómo? Ni yo misma ahora lo se, sólo se que ahora estoy en la comisaría junto Jimin, HeeJin, que es la encargada la zona de investigación científica, esas en donde revisar muertos, hacen reportes de heridas y sacan evidencias hasta de la mínima cosa, también está NamJoon, el más inteligente de todos, el que se encarga de hackear y entrar a miles de sitios con solo pulsar enter de la computadora, a eso sumábamos a HoSeok, que trabajaba junto con HeeJin y a YoonGi que también era un puto hacker súper inteligente y no más borde porque no podía.
Lo más malo de haber corrido, que ahora la tripa me suena y me pide comida con urgencia, no e probado bocado en horas y lo necesito, necesito las súper hamburguesas con doble de queso que venden allí delante y una Coca-cola, sí, eso me haría muy feliz a mi y a mi estomago sin duda alguna. Pero como mi vida es un asco todo mis pensamientos se van a la mierda cuando Kyun entra, a ver, él no me interesa, osea sí porque es mi jefe, pero, ese chico, el que lo acompaña. Recuerdo haberlo dejado en la celda esta mañana y que Jimin lo soltaría después porque a mi no me apetecía mucho. Lo que no entendía una mierda era que hacia él junto con Kyun.
—Por fin estamos todos —me mira, yo me encojo de hombros —Bien, empecemos por lo primero. Volvieron a solicitar el caso de BamBam —a eso sí que le pongo atención, sin descartar la mirada del chico toca ovarios que me mira con una sonrisa ladina que me pone de los nervios —Su gente volvió a hacer una compra en las afueras de Seúl y nos contactaron. Quieren que nosotros llevemos el caso —alzo mi mano como en la primera, sí, para hablar. Kyun me señala dándome permiso.
—¿Pero ese caso no lo estaba cubriendo ya la policía nacional? Nosotros solo somos unos policías de corrida Kyun, ¿porqué nosotros? —sonríe, se que significa esa sonrisa, y no me da buena espina, porque lo que indica es que e dado en el clavo.
—Exacto, solo somos unos policías de corrida, unos normalitos que obviamente no se tomarían un caso tan importante como este, destacando el hecho de que tenemos a los mejores, y sí Kang, esa eres tú, y como la policía nacional no es tan desalmada nos a mandado a su mejor soldado. Jeon —lo llama, ósea, espera, esto no puede estar pasando, mis ojos de abren de golpe y de más también, miro a Kyun a al pelinegro alternativamente.
No.
No.
Y no.
—Él es Jeon Jungkook, fue el mejor en todo su servicio militar, tiene experiencia con casos como estos, y por supuesto, ahora va a estar con nosotros —mi boca de abre y la siento seca, miro al chico, él también me mira, sin embargo, parece muy divertido, demasiado diría yo, aunque le entiendo, yo también me reiría de lo patética que debo parecer en estos momentos.
Mierda, acaba de coger preso a un miembro de la policía nacional y me lo e cargado, lo insulté, le ignoré y ahora lo tengo aquí, de frente y riéndose en mis narices. Definitivamente algo malo hice en mi vida pasada para tener tanta mala suerte en esta, de verdad que sí, osea, eso es un delito, podría él fácilmente acusarme por insultarlo, o hacerme pagar una multa que obviamente no tendría vida para pagarla, dios mios, estoy rodeada de mierda por todos lados. Mi vista se desvía hacia Jimin, quien me mira al notarme mirarle y se encoje de hombros, está claro que no sabe nada, y está tan descolocado como yo. Mierda, mierda y más mierda.
—Kang, ¿te importaría presentarle a Jeon todos los miembros del equipo? —Sí, puede haber más mierda de la que ya hay.
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Voy a poner un poco de humor, porque sí. Porque me gusta la personalidad de esta protagonista, no es la normal inocente y pura que vemos siempre, esta es media loca y malhablada.
Aquí ya tenemos a BamBam y su papel dentro de la historia. También a algunos más de BTS.
Espero que les haya gustado. ¿Quién se imaginaba que Jungkook fuera de la policía nacional?
Espero sus opiniones y os voy a estar leyendo.
Y porque quiero y puedo x e actualizado esta historia repentinamente.
Lxs sarngheo❤
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