|Cap ₃₈|Por ti.
⚠️IMPORTANTE⚠️
El aborto en Corea del sur aún no es legal. Esto cambiará a finales de 2020, pero por el momento es ilegal como en innumerables países. Como saben, esta historia es ficticia, por lo que en el mundo de Poles Apart sí está aprobado el aborto.
[Editando esto en 2022, no sé si ahora está aprobado]
También quiero aclarar que las acciones o pensamientos que tenga la protagonista no me identifican para nada. Sólo es trama.
Otra cosa, es que es MI HISTORIA. Yo soy la creadora y puedo utilizar las palaras que YO QUIERA, porque estoy en todo mi derecho. Por lo que, si vienes aquí a criticar, te pido que te retires. Es sólo una historia. Dejen de hacer drama por todo.
Por último, dejen de pelear. Que apoyen el aborto está totalmente bien, y que no lo apoyen también. Lo que está mal aquí es que discutan en comentarios de una historia que escribió una niña a los 15 años 🤡
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Mi vista era borrosa. Jungkook en realidad daba vueltas, o era yo quien lo veía así. Lo único que quería era salir de ahí e irme a donde nadie me encontrara. Estaba embarazada de un policía, una persona buena, alguien que tiene un futuro por delante, y yo no lo arruinaría por nada del mundo.
—___, detente —tomó mi brazo antes de seguir caminando, hice un fuerte movimiento y éste me soltó. Seguí caminando, sin embargo, el castaño me sujetó del brazo nuevamente—. ¡___, detente por favor! —volteó mi cuerpo drásticamente, causando que el test cayera al suelo. Los dos bajamos nuestras miradas, encontrándonos con el aparato. Jungkook se encontraba en sus cinco sentidos, por lo que actuó más rápido y lo tomó entre sus manos—. ¿E-es un test de embarazo...? —levantó la vista y me observó a los ojos.
—Lo es —desvié la mirada.
—¿Voy a ser padre... ___? —sus ojos estaban cristalizados.
—Tú... no.
—¿Qué?
No le mientas, ___, no le hagas esto a él.
¿Que no le haga esto? Arruinaría su vida, soy una criminal, a él lo llevarían preso.
De igual manera él tomaría el riesgo de estar junto a ti y al bebé.
No, no dejaría que arruinara su vida por este bebé.
—¿Yo... no? —bajó la mirada al test que estaba en sus manos.
—No es tuyo.
Lo siento, Jungkook.
—Pero... Nosotros lo hicimos...
—¿Y qué te hace pensar que no me acosté con otra persona después de ti? O antes —solté.
Te quiero, Jungkook.
—¿No soy el único? —hizo una mueca, con tristeza.
—¿El único? Jungkook... Tú sólo eres un hombre con quien me acosté, nadie más. No entiendo por qué sigues en mi vida, no te necesito.
—¿Eso signifiqué para ti, ___?
Le observé a los ojos, éste se encontraba al borde de las lágrimas, como si mis palabras fueran el bisturí mas potente del mundo.
—Jungkook, no eres nadie para mí. ¿No lo entiendes?
Lo siento, perdóname, por favor.
—¿Entender... qué?
—Me acosté contigo sólo para que no nos delataras, y debo de admitir que fue fácil...
No llores, ___.
—¿Q-qué...? —Jungkook había soltado una lágrima, la cual hacía el recorrido por la extensión de su mejilla.
—Lo que oíste —le quité el test de la mano y lo guardé en la cartera de mi pantalón.
No quiero hacerte más daño, Jungkook. Aléjate de mí, por favor.
—D-dijiste que... —suspiró y volvió a hablar—. Que yo también te gustaba... Dijiste que me querías... —había botado un par de lágrimas más.
—Suelo decir muchas cosas.
No puedo hacerlo.
—¿Q-quién es el... padre?
—¿Quién crees tú?
—¿Jimin?
Asentí.
Estaba por explotar en llanto, ver su rostro tan expresivo, demostrando el dolor que le causaba esta situación. Quería decirle que era mentira, que él es el único al que miran mis ojos, pero sería el más grande delito.
Aun así, abortaría el bebé.
No lo hagas.
Lo haré.
—¿Lo tendrás...? —su voz se quebró.
—No.
—¿Lo abortarás? —asentí, arrugué mis labios.
—___, yo... —arrugó sus labios y suspiró, entre algunas lágrimas—. Yo... —levantó la vista y me miró, con sus ojos brillantes—. Nada.
—Bien, ahora... Vete por favor, no quiero verte —apunté la puerta.
—No... —revolvió sus cabellos.
—¿Qué dijiste?
—No me iré. ¿Sabes por qué? Porque...
—No me interesa, pues si no te vas tú... —caminé a la puerta de la casa y tomé las llaves de la moto que yacían colgadas—. Me iré yo —abrí la puerta y salí, bajé las escaleras, encontrándome con mis amigas.
—___, ¿a dónde vas? —me detuvo solar.
—¿Y el resultado?
Saqué el test de mi bolsillo y se lo entregué a la morena.
—Voy a hacer algo, déjenme en paz —tomé el casco de una moto y me subí a esta misma, ya preparada, encendí el motor.
—No te vayas, por favor —llegó Jeon a la planta baja.
—Lo siento... —dejé mi vista en sus ojos, y eché andar la moto.
—¡Quédate! —escuché a Jungkook, sin embargo, seguí conduciendo hasta llegar al gran portón ya abierto—. ¡No me importa si ese bebé es de alguien más! —gritó—. ¡Esto no cambiará lo que siento por ti!
No miré atrás, sólo salí de aquel lugar.
—Te quiero... Jungkook —dije para mí, mientras unas lágrimas se deslizaban por mis mejillas, hasta sentir el sabor salado de éstas. Aceleré y me fui.
Lo dejaste ir.
Porque lo amo.
¿No te das cuenta que es el típico cliché?
¿Qué?
"Me voy porque te amo". ¿No es mejor cambiar eso?
Esto no es una telenovela.
Exacto, es la vida real.
Y en la vida real Jungkook puede ir a la cárcel por mi culpa. No todo es color de rosas.
Apreté el acelerador hasta ya no poder más, mis lágrimas se secaban con el viento, el cual chocaba directamente con mi rostro. Faltaban sólo cuadras para llegar a la clínica. Me estacioné fuera del gran edificio, apagué el motor y saqué una mascarilla de mi bolsillo, siempre llevaba una conmigo.
Entré al vestíbulo, claro, para ser una clínica tenía que tener estilo caro. Me acerqué a la recepción y una señorita se acercó a atenderme.
—¿Necesita algo? —me observó un poco preocupada—. ¿Se siente bien?
—Sí, estoy bien... Sólo vine por el servicio de aborto.
La verdad es que comenzaba a marearme.
—¿Tiene una cita?
—No... Yo sólo...
—Señorita, le debo de informar que no puede tratarse sin una cita.
—Le pagaré, tengo dinero, pero por favor... Necesito hacer esto.
—No creo que con dinero pueda llegar a algo.
—Le ofrezco quinientos mil won, aparte de lo que tengo que pagar —dije, rápido.
—Iré a hablar con el doctor... —sonrió y salió de su puesto.
Claro, con dinero todo se arregla. Debí de ofrecerlo desde el principio.
—Señorita, el doctor la está esperando en la sala 32 —torció una sonrisa y se sentó nuevamente en su silla.
Asentí y seguí caminando, pero antes de dar otro paso, pude escuchar el acelerador de un auto, volteé a ver.
Jungkook.
Éste había dejado su auto fuera de la clínica, sin siquiera haberlo estacionado. Caminé rápidamente por el pasillo hasta llegar a la sala, antes de que Jeon me viera e impidiera lo que acabaría por hacer. Escuché la voz de Jungkook preguntar por mí, pero ni si quiera le había dado mi nombre a la recepcionista.
—¿Hola? —entré a la sala.
—Aborto, ¿verdad? —sonrió el doctor, el cual estaba sentado al lado de una camilla junto a una especie de pequeña televisión y otros aparatos. Objetos que jamás había visto en mi vida.
—Sí... —comenzaba a tener miedo. Cerré la puerta y caminé hasta la camilla.
—Primero que nada, detectaremos el feto y su tamaño.
—C-claro... —mis nervios se estaban apoderando de mis sentidos. Me senté en la camilla, la cual no era una típica camilla, mas bien parecía un asiento. Me recosté en la misma.
—Muy bien —levantó mi camiseta, teniendo la vista de mi vientre. Esparció un frío gel en esa zona para luego tomar un aparato y dejarlo encima, mientras hacía círculos con éste—. ¿Sabes cuántas semanas llevas?
—No...
Pronto, el sentimiento del arrepentimiento inundaba en mi ser. Una parte de mí me regañaba por hacer esto, y otra me decía que lo que hacía estaba bien, que era por el bien de todos.
Pero... qué triste se sentía estar sola.
Jamás había abortado antes.
Jamás había sometido mi cuerpo a esto.
Jamás alguien me habló del amargo sentimiento que vivo en estos momentos.
—Oh. ¿Estás segura que estás embarazada? —seguía moviendo el aparato en mi vientre, mientras miraba la pequeña pantalla.
—Claro, me acabo de hacer el test.
—¿Sabes? Los test no siempre son efectivos —negó con la cabeza.
—¿Por qué lo dice?
—Porque no estás embarazada.
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