|Cap ₂₇|Hagamos un bebé.
Quiero aclarar que esto es un Fanfic. Tengo muy en claro todo el tema de un posible embarazo. Los pensamientos de ninguno de los protagonistas me identifica. Es sólo ficción y un poco cómico ❤ [Al final del capítulo dejo otro aviso]
___________
Sus golpes en la puerta añadieron fuerza. Gritaba como un loco, una y otra vez mi nombre, como si no pudiera vivir sin una respuesta por mi parte.
Lo que me preguntaba eran muchas cosas, que aunque más lo pensaba, no encontraba las respuestas correctas, porque nadie más que Jungkook contenía aquellas respuestas, metidas en el fondo de su inexplicable cabeza.
—¡___, por favor, quiero saberlo! —seguía golpeando la puerta con sus puños.
No me inmutaba. No me podía ver directamente a mí misma, pero de algo estaba segura; tenía miedo, pues jamás había presenciado a Jungkook de esta manera.
Jungkook quiere un bebé.
Esa frase, que aunque más la analizara, letra por letra, simplemente no hallaba respuesta alguna. No podía creer lo que pasaba, creer que Jungkook quería ser padre se me hacía algo imposible, algo que observaba a lo lejos.
¿De dónde sacó el impulso? No tiene lógica que quiera ser padre, ¡menos conmigo!
—¡Ábreme por favor! —sus gritos eran desgarradores.
Tapé mis oídos, me puse en cuclillas y observé la puerta, la cual estaba a un metro de mi persona. Ésta misma se movía, en realidad, pensaba que se haría pedazos.
—¡No, Jungkook! —en mi misma posición, había gritado, así dejando de escuchar los golpes, me destapé las orejas.
—¿Q-qué? —la casi inaudible voz de Jeon se había hecho presente, y aunque hubiera sido baja, la había alcanzado a escuchar perfectamente.
Caminé a la puerta y apegué mi mejilla a la misma, escuchando el descontrol de la naturaleza. La torrencial lluvia que se hacía presente en época de invierno, se mezclaba con los sollozos de Jeon.
|Pov Jungkook|
No lo podía creer, tenía la oportunidad de ser padre y lo iba a dejar ir. Y aunque no podía hacer mucho que digamos, ya que al final ___ tendría consigo la decisión final, quizá podría persuadirla y hacerle saber mis torpes deseos por ser padre.
Ese era mi mayor y más grande querer. El deseo de amar a una pequeña criatura, tenerla entre mis brazos y protegerla del mundo. Eso era lo que anhelaba desde que tuve noción de todo lo que ocurría a mi alrededor, a una corta edad, cuando jugaba con más niños del orfanato y algunos lamentaban no tener padres.
Porque aunque más me matara pensando en cómo me dejaron en un orfanato, no encontraba respuesta. No comprendía, cómo personas como mis padres me pudieron dejar en un lugar sin amor, cuando ellos debieron de tener todo el amor para criarme y así crecer, junto a ellos.
Tal vez fueron problemas con el dinero. Tal vez, sólo tal vez, el presupuesto financiero de ellos, no se encontraba apto para criar a un niño. Eso es lo que he tratado de pensar toda mi vida.
Tener la necesidad de tener un bebé entre mis manos, crecía. Quería saber cómo es tener a alguien más pequeño que yo, que me conozca como su padre, y yo cuidarle hasta la muerte. ¿Acaso se trataba de lo más tonto que pasaría por mi mente? Tal vez.
Si ___ lo aceptara, traería una nueva vida al mundo, le enseñaría a combatir con los malos, crecería junto a su padre y madre. No en un orfanato, sino conmigo, con ella. Porque después de todo, por más alineada que fuera la idea, no me molestaba tener un hijo con ella.
Tampoco quería parecer alguien que toda su vida ha sido irresponsable referente a estos temas. No. Y es que, siempre utilicé preservativo con otras mujeres, y no sólo para no dejarlas embarazadas, sino también por las enfermedades de transmisión sexual. De eso siempre me cuidé. Y ahora... no lo había hecho.
Vamos, tenía que ser sincero. Cuando ___ logró besarme en medio de aquel pasillo, no se me pasó por la cabeza algo más que no fueran sus labios teniendo contacto con los míos, en su intimidad rozando mi erección, en sus pechos rebotando en mi cara.
Pero entonces, había analizado a profundidad las últimas palabras de ___.
"No, yo me encargaré de esto".
¿Ella detendría el embarazo? Si es que acaso sería posible uno. ¿Eso quiso decir? ¿Ella mataría mi egoísta sueño?
Sin más, al darme cuenta que había dejado ir a ___, me vestí rápidamente con prendas holgadas y una chaqueta para la lluvia para salir del departamento. Me dirigí al primer piso del edificio, en éste se encontraba aparcado mi auto.
La lluvia torrencial hacía menos visible mi vista, a través del parabrisas. Aún recordaba dónde se encontraba su casa, por lo que manejé sin rodeos. Esperaba con todas mis fuerzas que ___ no hubiera hecho una locura, si es que detener un embarazo se trataba de una.
Mis manos estaban tensas rodeando el volante. Mis ojos se volvieron borrosos, y pronto, había aparecido una lágrima, resbalándose por mi mejilla hasta llegar a la comisura de mis labios. El gusto salado había inundado mis papilas gustativas, al derramar más lágrimas por mis brillosos ojos.
¿Por qué lloraba? ¿En serio esto lograba afectarme tanto? ChanYeol estaría decepcionado.
Había llegado. El gigantesco portón de acero me impedía el paso. Por suerte, al escapar de este lugar, me había llevado el control del portón, lo llevaba conmigo siempre, en la guantera del auto.
Entré por el jardín, saqué la llave del auto y salí corriendo.
El agua estaba empapando mi cuerpo, mi rostro yacía húmedo, al igual que toda mi ropa. El viento era feroz, la lluvia dominante. Era muy probable que se aproximaran truenos y relámpagos.
|Pov ___|
—No, Jungkook... —seguía con mi rostro pegado a la puerta.
—___... Dime que no mataste a nuestro bebé.
¿Qué clase de hombre era Jungkook, y en qué mundo creía vivir?
—Jungkook...
—¡Dímelo, por favor! —un desgarrador sollozo se hizo presente por parte de él.
—Sí, ya no está...
Espero.
Pronto, abrí la misma puerta que nos separaba del dolor, la impotencia y, tristeza. Jungkook se encontraba empapado, su ropa era más agua que tela. Sus cabellos se le pegaban a la piel del rostro, por su nariz se desbordaban unas gotas de agua.
Traía una casaca negra consigo, casi tan parecida como la que me prestó.
Éste no lo dudó, corrió hacia mí, cerrando la puerta a su paso, sin importar su estado. Me abrazó por el cuello, escondió su rostro en el mismo.
Sus sollozos eran como los de un pequeño niño, al que no le compraron su juguete favorito de la tienda. De una vez, sorprendida, acepté su abrazo, rodeando con mis manos su mojada espalda.
Era un horrible silencio.
—¿Mataste al bebé? —sorbió su nariz, sin salir de mi cuello. Su voz era aguda y su respiración era agitada.
—Suena mal si lo dices de esa manera... —hice una mueca—. No maté nada, simplemente porque no había algo.
—Bueno... —suspiró—. ¿Asesinaste al bebé?
—Jungkook, eso es lo mismo —negué con la cabeza.
—¿Por qué lo hiciste?
—Por... por mis motivos.
Porque no quiero que un bebé tenga una madre como yo.
—Iba a ser padre...
Ibas, Jungkook... O TAL VEZ NO. ¿QUIÉN CARAJOS LO SABE? LAS PROBABILIDADES NUNCA SON EXACTAS.
Sin embargo, lo que me estaba carcomiendo el cerebro, era pensar en mi estado de fertilidad. Ayer era mi día con mayor fertilidad, aún así, me tomé la pastilla dentro de doce horas, porque al menos eso fue lo que conté. Es verdad que no es necesario tomársela dentro de aquellas horas, a pesar de ello, es recomendable que sea dentro de las doce.
—Créeme... Querrás una mejor madre para tu futuro bebé.
—Si es verídico lo que recuerdo, tuve relaciones contigo ayer, con nadie más... —su abrazo no dejaba de lado su intensidad, era como si dependiera de ello.
—Pero... Consíguete a una médica cirujana, una donadora de órganos, o a una compañera de trabajo, no lo sé, de seguro ellas tienen buen corazón —sentía cómo mi ropa —digo, la ropa de Jungkook—, se volvía a mojar, al estar abrazando el húmedo cuerpo de Jeon.
—Tú también lo tienes... —comenzó a acariciar mi cuero cabelludo.
—No, Jungkook... Yo robo bancos, no salvo vidas.
—¿Y eso qué? —sentía su cálida respiración chocar con mi piel.
—No soy buena... ¿No lo ves? No puedo ser la madre de tus bebés.
—Sí puedes...
—¿Te acabas de dar cuenta de lo que hice? Maté a tu bebé.
Bueno, en verdad maté sus esperanzas.
—No importa.
—¿Q-qué?
—Haremos otro —se despegó de mi cuello, me miró a los ojos y sonrió.
__________
Como dije al principio del capitulo, sé perfectamente todo el tema del embarazo, sólo quise escribir así los pensamientos de Jungkook, ya que él, al estar cegado por la idea de ser padre junto a ___, se olvida completamente de todos los detalles importantes 💖. Entonces, actúa como un niño. ¿Se entiende?
No es como si Jungkook fuera una persona demasiado ignorante como para pensar así. Sólo tengan en cuenta que cuando uno tiene un pensamiento impulsivo en mente, es difícil sacarlo o cambiarlo a pesar de que no sea correcto. Bueno, a algunas personas les sucede. Jungkook de Poles Apart es una de ellas.
Gracias, les amo :)
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