CAPITULO 5

La sirenas de la policía y un equipo S.W.A.T empezaron a llegar al lugar, haciendo que todos los que quedaban con vida en el bar se quedaran quietos, el hombre de Billy le dio un disparo a Frank en el brazo cuando se distrajo.

-Esto no va a quedarse así Castle, vamos un paso delante.- dijo y los demás que venían con el que aun quedaban vivos salieron corriendo por la puerta de atrás.

Lorna se levantó del suelo y en minutos el equipo de la policía y S.W.AT entraron al lugar.

-¡Arriba las manos!- gritó el líder del grupo -¡Quiero ver sus manos arriba!-

Lorna molesta levantó sus manos empujando algunos oficiales por todos lados, y haciendo añicos sus armas que tenían cargando, más oficiales entraron y dispararon contra ambos, por respuesta Dane hizo un campo de fuerza y con su diestra hizo que los cascos de otros empezaran apretarles la cabeza.

-¡Lorna basta!- grito Frank tomándola del brazo, los pobres hombres gritaban por la tortura que estaban sintiendo, el castigador furioso tomo a la chica del brazo- ¡BASTA CARAJO, BASTA- la chica dejó de hacerlo y la jaló a la salida, ambos escaparon de ahí, dejando a los oficiales retorcerse del dolor.

Fue un poco largo el camino de regreso hasta el apartamento de Matt, pues tuvieron que esconderse de las patrullas que estaban rondando por las calles, ambos subieron por las escaleras de emergencia y entraron por una ventana, Lorna cayó de rodillas y se volvió a levantar al poco tiempo, Frank entro después de ella recargándose en una pared.

-¿Qué diablos?- dijo Matt que había llegado temprano a casa cuando los medios locales avisaron sobre lo que estaba ocurriendo en el bar de ayer.

-Tenía todo controlado.- Habló la mujer, Frank molesto fue directamente hacia ella, la tomó de la cadera y la subió a una mesa sentándola sin cuidado, todo fue tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos la barbilla de la pelinegra estaba siendo apretada por la diestra de Frank con bastante fuerza.

-¡¿QUE PUTAS TE SUCEDE?! ¡LA CAGASTE COMO NO TIENES IDEA ¿QUE NO PUEDES PEGAR EL CULO EN EL ASIENTO POR UN MOMENTO?- la voz del hombre se escuchaba más gruesa e impotente que hasta sentía las paredes retumbar.

-¡Frank déjala!- le gritó Matt levantándose del banco que estaba en la barra de la cocina.

-¡¿En que estabas pensando maldita sea?! Te dije que te quedaras aquí.- le gritó. –Nos arriesgaste, por tu maldita incompetencia-

-Frank ya suéltala- insistió Matt

-No te metas ahora Murdock- dijo sin dejar de ver a la chica a los ojos. –No me interesa que tengas habilidades, ni siquiera las sabes manejar perfectamente ¿Qué pretendías ganar con casi romper los cráneos de esos oficiales?-

-Nos... iban a m-matar- dijo con algo de dificultad, le estaban doliendo las mejillas, no tenía muchas fuerzas para empujarlo.

-¿Y sabes por qué? Por tu estupidez y eso no es un argumento para querer explotar sus cerebros Dane.- apretó un poco más, no le importaba como las mejillas de la chica estaban rojas. –Me da igual como haces tu trabajo, por algo pediste mi ayuda, así que tendrás que hacer lo que yo te diga, tu eres nueva en esto- la mirada de Frank eran tan penetrante que tenía bastante sometida a la pelinegra. –Y créeme no estoy aquí de niñera por gusto, por mi te hubiera dejado sola, pero hice un trato y pienso cumplirlo, así que no me des razones por mandar todo al carajo-

-Frank enserio ya basta, esta herida y tú también.- se acercó el pelirrojo y lo tomó del hombro para alejarlo.

-Piensa muy bien las cosas o yo seré el que te devuelva al psiquiátrico.- la soltó de manera brusca y quitó la mano de Matt, para después darse la vuelta dirigiéndose a la salida.

-¿Frank a dónde vas? ven aquí- dijo el abogado, pero el pelinegro no hizo caso y solo salió por la puerta del departamento de Matt.

Lorna al verlo salir soltó un suspiro y rompió en llanto, pues se sentía en bastante estrés y quiera o no, Lorna era sentimental e insegura con sus acciones. El abogado sin dudarlo la abrazó y acarició su espalda para reconfortarla.

-Tranquila, vas a estar bien.- dijo con una voz calmada pegando la cabeza de Lorna a su pecho. –Vamos tenemos que curarte- la chica solo asintió y el la ayudo a bajar de la mesa.

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Mientras tanto en lo que quedaba del bar el Servicio Centinela había llegado al lugar, pues no estaban tan lejos de HellsKitchen. Los oficiales heridos habían sido llevados en ambulancias directamente al hospital. Jace se acercaba con paso firme hasta el oficial a mando que había salido solo lastimado de un brazo.

-¿Jefe Terrence? Soy Jace Turner del servicio centinela, escuche que una mujer con poderes estaba aquí ¿Qué fue lo que ocurrió?-

-Nos llamaron porque estaban habiendo enfrentamientos, los forenses están sacando los cuerpos del bar, son hombres que el FBI hemos estado buscando, son veteranos de guerra liderados por un hombre llamado Billy Russo, las huellas fueron identificadas por la base de datos.-

-¿Habla que son los mismos hombres que estuvieron en la bahía de Atlanta?- pregunto cruzado de brazos.

-En efecto, son los mismos; este bar estaba al nombre de Miguel Gutiérrez, era parte de ellos, pero lo encontramos muerto en su estudio del segundo piso.-

-¿Y la mujer?-

-Ella estaba aquí cuando llegamos, mando a varios de mis oficiales al hospital.-

-¿Ella mato a Gutiérrez?-

-No lo creo, el forense dice que lleva más de 6 horas muerto.- se quejó un poco por el brazo.

-¿Qué me dice del hombre que esta con ella?-

-El es...- iba a responder cuando un hombre moreno interrumpió.

-Una pesadilla que ahora es nuestro problema.- se acercó a donde estaban y le extendió la mano la hombre calvo – Agente BrettMahoney del FBI-

-Jace Turner- estrechó la mano del moreno-

-Terrence, ve a que te revisen, yo me encargo.- comentó el hombre y este asintió dejándolos solos.

-Así que usted sabe quién es Frank Castle- dijo algo ya impaciente por saber.

-En efecto, pero ahora es nuestro problema y por experiencia propia le recomiendo que se mantenga alejado- comento el agente.

-Agradezco su recomendación, pero me temo que no la voy a tomar, este caso es mío y tengo jurisdicción, yo vengo por mi mutante y todo lo que tenga que ver con ella me involucra.-

-Entiendo señor Turner, pero el problema en que está involucrada su mutante es asunto del FBI, ese el grupo de Billy Russo tiene cuentas pendientes con nosotros al igual que nuestros hombres.-

-Entiendo, pero ustedes no saben a lo que se enfrentan, esa mujer es hija de Erik Lehnsherr ¿Sabe quién es?-

-No, desconozco quien es ese hombre-

-Pues es uno de los mutantes más poderosos y peligrosos, y ahora su hija ha sido un problema, tiene historial de mal comportamiento y estuvo por mucho tiempo en un psiquiátrico y mi misión en mi trabajo es ver que ningún mutante este causando caos.- habló firme.

-Y mi misión es que Billy Russo este tras las rejas al igual que ese hombre que esta con su chica, y créame será mejor que nosotros nos encarguemos; ese Castle es peligroso.-

-Al menos quisiera saber por qué.- comentó Jace con algo de disgusto, odiaba el misterio. -Tratamos de buscarlo en la base de datos y no hay nada, se dice que esta muerto y tal parece que no es así.-

-Es un ex marine ha tenido una larga lista de muertes, puede matar una mafia con 20 hombres con los ojos vendados y 5 balas; no es un juego, este hombre es peligroso y él y Billy tiene una historia y no van a descansar hasta que uno de los dos este muerto.- explicó Mahoney.

Suspiró y puso sus manos a la cadera. –Pues lo lamento, pero voy a involucrarme, es mi mutante y tengo permiso para capturarla en cualquier estado del país, así que le propongo un trato.-

-No lo ayudaré a buscarlos, ni haremos equipo.- se adelantó el moreno.

-Bien que le parece este, usted no se mete en mis asuntos y yo no me meto en los suyos, cada quien buscara por su lado- lo miró de forma seria. –A mi no me interesa su hombre, yo solo quiero a la chica.-

-Bien, pero no será mi culpa si mato a su mutante.-

-No me afectaría, pero tampoco voy a permitir que me quite esa oportunidad.- empezó a caminar para alejarse con su equipo. –Y una cosa más- volteó a verlo. –tenga cuidado con ella.- dicho esto se fue con su equipo y a uno de ellos lo volteo a ver.

-Quiero que busques todo sobre Frank Castel, llama a tus contactos si es necesario, pero quiero saber como diablos un ex marine se convirtió en Punisher y que pretende con Dane.- su compañero asintió y el servicio centinela se fue del lugar.

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Matt estaba colocando las ultimas gasas en la herida de la chica, poco después se apresuró a venderla para poner presión en la herida.

-Tuviste suerte, la bala no perforo algún órgano y salió completamente.- comentó con tranquilidad, la chica ya se había calmado después de aquella escena con Frank. –Seguro no es muy común que las balas te toquen.-

-No es común.- le dio la razón, al controlar el metal era difícil que le tocaran las balas. –Pero me distraje.- confesó, observaba como la estaba vendando y al terminar bajó su blusa y el hombre la ayudó a sentarse.

-Estarás bien, no fue profunda la herida.- comunicó el diablo de hellskitchen.

-Ya ha pasado tiempo, ¿Dónde fue?-preguntó, Matt guardaba las cosas sin prisa alguna y suspiró.

-Seguramente a calmarse.-

-¿Qué demonios le ocurre?- lo miró sin entender porque era así. –No entiendo porque Charles mandó a un loco a ser mi guardaespaldas.-

Matt soltó una risa leve –Frank puede ser un loco e incluso un psicópata, pero debo admitir que es mejor que un guardaespaldas, como un posible ángel de la guarda sangriento.- ríe –Pero por lo que conozco de él, el tiempo y su pasado lo hizo así.- tomó asiento a un lado de ella.

-¿De qué hablas?- ahora se notaba mas intrigada, sabía que ese hombre ocultaba secretos muy oscuros.

-A mi no me incumbe decirlo, pero no es secreto que fue un marine, estuvo en guerras Lorna; jugándose la vida por salva guardar el país ¿Sabes que algunos salen con traumas post guerra?- se cruza de brazos. –A cada veterano le afecta de maneras muy diferentes, otros solo lo superan incluso algunos pierden mucho y Frank es uno de ellos.-

-No creo que haya perdido nada, ese hombre es tan duro y apuesto que estuvo solo toda su vida y que el único "Amigo" que tenía era ese tal Billy Russo.-

-No lo subestimes, quizá no es el mejor hombre con una moral firme, yo no estoy de acuerdo con su forma de hacer justicia, lleva una larga lista de vidas perdidas a manos de él, pero cada quien es responsable de lo que hace y como lo hace, pero al menos castiga a los que lo merecen y esas decisiones las tomó por alguna razón que quizá algún día lo sepas o no.- se levantó y fue a la cocina.

-Bien lo entiendo, ese tipo es raro.- se levantó y lo siguió hasta llegar a la barra. –Igual acepto que es mejor que un guardaespaldas, pero yo sé cuidarme sola, tengo poderes y eso me hace fuerte.-

-¿Lorna te has puesto a pensar que tal vez Charles mandó a Frank para cuidar a la gente con la que puedas toparte?- le entregó un vaso de jugo.

-¿Cómo porqué lo haría?-

-No sé nada sobre ti, pero por lo que escuche, sé que no fue algo bueno con lo que paso en ese bar- suspiró. –Ibas a romper las cabezas de esos oficiales que solo hacen su trabajo ¿Te pusiste a pensar si ellos tenían familia?- cuestionó. –Si hubiera sido criminales tampoco hubiera estado de acuerdo, pero al menos no fueron las personas equivocadas.-

La chica bajó la cabeza, estaba enojada pero no porque dijera mentiras, sino por hacerle ver sus errores, algo que no soportaba a veces.

-No sabes manejar tu poder, estuviste mucho tiempo privado de ello y eres un peligro para las personas e incluso más para ti.- dijo un poco duro. –Así que Frank lleva mucho peso en sus hombros, tú, las personas alrededor, atrapar a Billy, el Servicio Centinela, seguramente el FBI esta detrás de él y sus propios problemas.- negó lentamente. -¿Crees que es justo que operes por tu propia cuenta sin decirle?, él sabe lo que hace, tienes que aprender a trabajar en equipo, tú le pediste ayuda y eso es lo que está haciendo.- suspiró pesadamente, no quería que se lo tomara a mal. –Escucha Lorna... Quizá tengas poderes, pero tienes que aprender a usarlos y en quien, porque apuesto a que sabes que sucede cuando alguien se deja de llevar y sé que no quieres cobrar vidas inocentes.- hablaba de manera muy serena. –Frank y tú ahora son un equipo, trabajen como uno solo y te aseguro que pronto saldrán de esto y quieras o no... Ustedes tienen muchas cosas en común.- sonrió levemente. –Pediré algo para cenar.- dicho esto salió de la cocina para dirigirse al la sala, dejando a una mutante demasiado pensativa.

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La noche estaba fría como siempre, pero todos los noyorkinos estaban acostumbrados a ello, aunque había uno que otro que se quejaba por el frio, para Castle este frio no se comparaba con los otros lugares a los que había ido en su época como Marine.

El castigador se encontraba en el mismo lugar de siempre, sentado en una banca helada, mirando hacia el frente sin saber si estaba parpadeando o no. Había mucho silencio, ya nadie pasaba por ahí, lo cual era perfecto para el mayor. Sentirse solo ya era costumbre para él.

Recordaba ese día como si fuera ayer, aquellas luces, la música tonta y el carrusel dando vueltas, era imposible no recordar, quien iba a decir que ese sería el último día feliz de su vida.

La mutante había salido a caminar, no esperaba encontrar a Frank, pues sabía que era un hombre bastante escurridizo, pero por alguna extraña circunstancia del destino paso por el parque y a lo lejos visualizó una figura masculina sentada en la banca, así que se acercó y con la poca luz de la luna se dio cuenta que era Frank, así que se acercó cautelosamente a donde estaba, pero el mayor ya la había visto, solo que se limito a decir algo en ese momento. La pelinegra tomó asiento a su lado a una distancia considerable y miró ese carrusel, le parecía extraño que estuviera en un lugar así y no en un bar o arriba de algún edificio.

-No deberías estar aquí solo.- habló la chica sin dejar de ver el carrusel. –Pueden estar vigilándote.-

-Lo mismo digo.- habló de manera cortante.

-Si bueno... Solo quería caminar un rato.- se cruzó de brazos y soltó un suspiró quedándose callada unos tres minutos. –Lamento lo que paso... Yo solo quería ir un paso más adelante que tú, creo que no pensé bien las cosas, fui muy estúpida.-

-Estoy de acuerdo.- hablo Frank sin mirarla.

-No se trabajar en equipo, todo este tiempo he estado sola.-

-Yo también, pero ahora ninguno de los dos trabaja solo, se que odias esta mierda y yo también, no me gusta tener a alguien bajo mi protección, pero hago lo mejor que puedo.-

-Lo siento, no volverá a pasar.- El mayor se limitó a decir algo, solo guardo silencio. -¿Y porque estás aquí?- Miró la atracción. –Acaso tu niño interior le gustaba subirse al carrusel.- soltó una leve risa. –Seguro que si... Recuerdo que una vez me subí a uno... Fue en un verano, mi padre me llevo al parque de diversiones, me dijo que me lo había ganado por haber levantado 100 kilos de metal, yo estaba feliz, era la primera vez que me llevaba a dar un paseo, mayormente todo el tiempo miraba a través de la ventana como llevaba a mis hermanos en el auto y salían de la mansión, a veces regresaban al anochecer y los veía reír y jugar con sus nuevos juguetes en los pasillos cuando los llevaba a sus habitaciones para arroparlos.- carraspeo un poco – Ese día le pedí subir al carrusel , estaba divirtiéndome, cada que pasaba donde estaba él, le sonreía y solo me miraba de manera seria, aunque no me importaba porque al menos me estaba mirando, pero después de tres vueltas, cuando lo voltee a ver lo vi a lo lejos, se estaba alejando, al terminar el juego bajé y ya no estaba.- soltó una risa sin ganas. –Me quede en ese lugar esperando, creí que había ido a comprar algo, pero no te tardas tres horas en comprar un algodón de azúcar o cualquier otra porquería. Hank fue por mí ese día y al llegar escuché a Charles discutir con papá... Quería que me perdiera, había sido un pretexto para dejarme a mi suerte.- se encogió de hombros. –Por eso odio los carruseles.-

El contrarío escuchó muy atento la historia de la mujer, no conocía a Erik, pero claramente no dudaba que eso fuera real, a veces había padres que no deberían de serlo.

-¿Tú tienes una historia con un carrusel?- preguntó la chica.

-No- respondió.

Ella solo asintió y bajó la mirada a sus manos mientras jugaba con sus anillos que llevaba.

-Tengo información que nos puede servir.- le comentÓ para cambiar la conversación. –Gutiérrez ha estado recibiendo pagos por parte de Billy, la dirección de donde se hacían los depósitos se hicieron en una calle de Brooklyn.-

-¿Crees que ahí haya alguna pista que nos pueda ayudar a buscar donde se esconden?-

-No tengo idea, después de lo que pasó esta tarde, seguramente han limpiado sus huellas de cualquier lugar, pero no tenemos nada hasta ahora.-

-O quizá si.- de su chaqueta sacó la foto que había encontrado en la oficina del hombre. –Aquí esta Billy y el, pero el hombre de en medio no lo conozco, quizá esté involucrado.- se la entrego y Frank la tomó.

-Si es un veterano.- asintió lentamente y guardo la fotografía. –Sé cómo encontrarlo.-

-¿Y por donde empezamos?-

-Primero iremos a Brooklyn, veremos que encontramos y después buscaremos a un amigo, que nos ayude a encontrar a este tipo.-

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