CAPITULO 4

Matt como buen anfitrión dejó que Lorna se quedara en su habitación, Matt se fue a la habitación de invitados ya que Frank prefirió irse a dormir al sofá. La noche pasó tranquila para todos. A la mañana siguiente Lorna se levantó primero y se dio un baño para después cambiarse. Al hacerlo fue a la cocina que daba con vista a la sala donde dormía Castle. Polaris fue hacer el desayuno para todos.

Durante el sueño de Frank, su esposa estaba sentada a un lado de la cama donde el mayor la miraba con una sonrisa en su rostro, podía sentir su piel suave y su cálida mano tocando la mejilla del ex marine.

-Buenos días...- habló su mujer de manera tan dulce como de costumbre.

-María... ¿Qué hora es? -

-Es temprano, los niños ya están desayunando. - Besó varias veces su frente. – Te extraño. -

-Yo también los extraño... Como no te imaginas. –

-¿Cuándo va acabar todo esto?- Los ojos de la castaña empezaron a cristalizarse.

-Te prometo que muy pronto, estoy cerca. –

- ¿Cuánto es cerca, Frank? Esto no va a terminar, cuando lo haga habrá otro problema más; el cual tendrás que resolver. –

-Amor, no será así. -

-Quiero que vengas a casa- lloraba y se aferraba a la mano de su esposo.

-Prometo que regresaré, lo prometo. – El pelinegro se despertó un poco de golpe y miro a la chica a unos metros de él. Se levantó con pesar mientras sus grandes manos se frotaban su rostro. -¿Qué hora es?- Preguntó con la voz algo ronca.

-Las ocho en punto, preparé el desayuno.- comentó calmada sin evitar observar su expresión frustrada.

-¿Y Matt?-Preguntó mientras su cuerpo se reincorporaba y se levantaba del sofá.

-Acaba de irse al trabajo hace unos diez minutos, pero dijo que podíamos quedarnos aquí el tiempo que necesitemos.- regresó a la cocina y tomó asiento en la barra sirviendo dos tazas de café. –Sé que es temprano para preguntar, pero ¿Cuál es el siguiente paso?- con la cuchara agregó algo de azúcar a su taza.

-Bueno tengo un amigo que nos puede ayudar a recabar más información.-

-Eso tomara algo de tiempo y nosotros no tenemos tiempo.-

-Lo sé, pero podemos adelantarnos.- toma asiento y tomó un pedazo de pan tostado.

-¿Y cómo? No nos dio más datos, solo los lugares donde frecuentaban.-

-Vamos tienes información en tus libretas, algo debe de haber ahí que estamos ignorando.-

La chica se levantó y fue por su libreta y los mapas que tenia. - Puede ser.-

-El sujeto de ayer dijo que habían frecuentado Brooklyn, Washington y Chicago- con un plumón y marcó las ciudades. –Brooklyn nos queda cerca.-

-Solo que el problema es ¿En qué lugar de Brooklyn operaron?-

-Apuesto que aquí y aquí deben de saber algo, son los puntos donde más ventas hay.- marcó dos lugares en el mapa. –Iré a ver a mi contacto, el nos dirá quién es el diler que opera por estas zonas.

-Yo iré de nuevo al bar, seguro Gutiérrez pude tener algunas notas, o en ese caso le sacaré más información.-

-No, tus no iras a ningún lado, con que te vean pueden matarte, no comentas estupideces, esto se hará a mi manera.-

-Sería mucho de ayuda, Frank- dijo disgustada.

-Que ya te dije que no, y más vale que no salgas, te recuerdo que nos siguen los pasos.-

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Las pisadas se escuchaban afuera del pasillo, estas cesaron cuando tocó a la puerta, del otro lado se escucho la aprobación para entrar.

-Tenemos problemas, Billy- uno de sus hombres llego a su oficina.

-Ahora no quiero saber, estoy negociando ahora para llevar una carga, nuestra reputación pende de un hilo con los franceses después de lo que paso en Atlanta.-

-Ese es el problema Russo, Es Gutiérrez.-

-¿Qué hizo el idiota?- Se sirvió un poco de coñac.

-Soltó la lengua, ayer alguien entró a su bar a buscar información para encontrarte.- tomó un cigarrillo y lo prendió. –Dijo que fue la misma chica de aquella noche.-

-¿Qué?- Apretó su vaso.

-Y eso no es todo... - Sintió escalofríos cuando miró al hombre tenso. –Dijo que vio a un hombre con... Una calavera en el pecho.- se hundió un poco en su asiento. –Le dijo los lugares de nuestros puntos de venta, pero no de los cuarteles.-

Billy se levantó de golpe de su asiento y lanzo el vaso contra la pared.

-¡CARAJO!-

Todo el salón se puso en un silencio y muy tenso, mientras el hombre no paraba de ir y venir de un lado a otro de una manera nerviosa, hace tiempo que había dormido tranquilo con saber que Castle no iba detrás de su pellejo, pero ahora era diferente y tenía a alguien más con él.

-Ese maldito hijo de puta...- Su diestra fue a su mejilla y tocó una de sus cicatrices de repente se le vino ese flashback cuando lo golpeó contra el espejo del carrusel y desfiguró su rostro, era como si de nuevo le doliera la cara. –Tenemos que movernos rápido y ahora.- les dijo a sus compañeros.

-¿Qué pasara con Gutiérrez?- preguntó el mismo hombre que le había dado la mala noticia.

-Nos encargaremos de él.-

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Horas después Frank había hecho contacto con su viejo amigo, se encontraba en lo alto de un edifico con un teléfono desechable, pero miraba hacia todos lados, siempre alerta.

-Bueno tengo bastante información de muchos líderes de drogas, pero no puedo encontrar casi nada concretamente de Billy Russo, solo que es un prófugo y muy pronto lo serás tú si sigues con esto.- comentó Micro.

-Ya lo sé, pero podría ser mi única oportunidad de encontrarlo.-

-Creí que también lo estabas haciendo por esa chica.- se podría escuchar como tecleaba en su computadora. –Y dime... ¿Es linda para ti?-

-Liberman...- no estaba de humor para estupideces.

-Bien, relájate- siguió con su trabajo. -Ya revise las cuentas de Gutierrez y estos últimos meses ha tenido depósitos de grandes cantidades de dinero de alguien llamado Jigsaw, la última vez fue hace dos semanas...- siguió entretenido buscando. –Se hizo por transferencia y según esto fue en Brooklyn 24 norte de la calle Wallas.-

-¿Siempre se hicieron en esa misma dirección?-

-Sí, todas se hicieron en ese mismo lugar.-

-Gracias por hacer esto, ha sido de ayuda.-

-Lo que sea por un amigo, pero si quieres un consejo Frank... Deberías dejar que la ley se encargue.-

-Si bueno, eso no va a pasar.-

-Temía que dijeras eso, si encuentro algo más te lo haré aber.-

-Hasta entonces.- Frank colgó y soltó el teléfono para después pisarlo con su pesada bota hasta hacerlo trizas. Ahora solo faltaba ir por la mutante y continuar.

Por otro lado Lorna había salido minutos después a buscar sus propias pistas a su manera. Regresó de nuevo al bar, esta vez entró por la puerta trasera. Al llegar al área principal quedó asombrada por los cuerpos de los hombres de Gutiérrez que yacían muertos. Caminó por los pasillos hasta subir a donde estaba su despacho donde la puerta se encontraba entre abierta, la pelinegra no escuchó ruido alguno y se adentró.

-Carajo...- Exclamó al ver al hombre amarrado a una silla sin ojos y un disparo en la cabeza. Con su propia sangre habían escrito en la pared "Un paso delante, Punisher" -Maldita sea.- Ahora sabían que los estaban cazando.

Trató de ignorar el cadáver del hombre y continuó con su trabajo, buscando por toda su oficina, solo encontraba papeles sin importancia, no había nada que le funcionara. Dio la vuelta y vio la chimenea donde se notaba que había sido encendida hace un buen rato; se acercó y se hincó, solo había papeles quemados, y una fotografía, que seguramente eran pistas.

-No son nada idiotas.- tomó la fotografía donde salía Billy junto con Gutiérrez y un hombre más al cual no sabía quién era. Guardó la fotografía que estaba a medio quemar y cuando iba a levantarse del suelo escuchó el seguro de un arma detrás de su nuca, la pelinegra alzo las manos y maldijo en sus adentros.

-Arriba, zorra.- le dijo el mismo hombre que le había dado la noticia a Billy. –Ahora gira.- le dijo cuando ya estaba de pie, la chica se dio la vuelta y le sonrió.

-Eso no te funcionara.- comentó segura y otros hombres entraron al lugar con armas de alto calibre, eso tampoco le preocupaba tanto.-

-Mi jefe fue muy claro conmigo, no saldrás con vida de aquí.-

La peliverde hizo caer del arma el cartucho de balas y sonrió retadora. –¿Eso crees?-

- Lorna golpeó al hombre con una bola de energía e hizo un campo de fuerza deteniendo las balas.

-Los quiero muertos- dijo el hombre y salió del lugar

En cambio Lorna seguía detenido las balas y regresándoselas, los hombres retrocedían poco a poco cubriéndose entre las columnas, hasta llegar al área principal, la chica se lanzó detrás de la barra, se estaba cansando, aún no dominaba sus poderes. Tomó un respiro y se volvió a levantar lanzó una ráfaga de aura verde, pero de su lado derecho alguien le disparó directamente al costado de su abdomen, en segundos aquel hombre recibió un disparo en la cabeza y se escucharon disparos acercándose eliminando algunos que tenían rodeada a Lorna.

El ex marine saltó a la barra cayendo del otro lado y miró a la chica apretando su herida. -¡¿Qué demonios Lorna?!- le gritó furioso por haberlo desobedecido.

-¡HeyCastle no hay escapatoria!- exclamo el lacayo de Billy.

Eso hizo molestar al pelinegro así que se levantó y empezó a disparar, poco después lanzó una granada de humo y saltó de la barra de regreso para tomar ventaja y desarmar a los sujetos. Hecho esto comenzó a lanzar puñetazos y a golpear a los mismos hombres consigo mismos, lo único que se podía escuchar eran quejidos, gritos y uno que otro hueso roto por ahí, sabía que la policía no iba a tardar en llegar así que continúo.

Por su parte la mutante se levantó con dificultad y ella se encargo de cubrirle la espalda a Frank, lanzando energía de sus manos. No iba a quedarse de brazos cruzados así que haría todo lo posible para salir vivos de esta.

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El servicio centinela estaba en una gran traba, no podían encontrar a Lorna y cada vez mas estaban desesperados.

-Ninguna actividad de la mutante o del Punisher con el que esta, no hay nada jefe.-

-No me sorprende, esa mujer es muy escurridiza.- frotó su rostro con pesar.

-La policía está buscando.- dijo un hombre no menos de 30 años.

-Es seguro que ya no está en Atlanta, dimos aviso en los demás estados, tenemos jurisdicción para atrapar a la chica.

-Veré si en algún departamento ha...-fue interrumpido por otro compañero que venia entrando a prisa.

-Señor me han informado unos oficiales de HellsKitchen que hay un enfrentamiento en un bar, testigos cercanos escuchan disparos y dicen que los postes de luz se están moviendo constantemente, ya van en camino.-

-Seguro es ella.- murmuro – ¡Equipo nos vamos!- Le gritó a sus compañeros para dar la orden. –Diles que vamos en camino y que no se acerquen demasiado.- le dijo al mismo al que le dio la noticia y salieron de la oficina.

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