"Después de todo… Todavía te elegiría."
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Hay una espada clavada en su estómago, la cual lentamente deja de ser capaz de sentir conforme los segundos pasan y la sangre sigue escapando del interior de su cuerpo, el líquido rojizo se desliza lentamente por el filo pulido de aquella arma. Duele. Todo duele a su alrededor, pero, aún así, en su rostro no hay otra cosa más que una sonrisa, mientras observa al frente con cierto cariño.

Su muerte era inevitable, su impulso de saltar en medio del combate era más fuerte que su instinto de preservación, no había nada más importante en ese momento, que proteger la vida de aquel a quien tanto amaba.

El tiempo, repentinamente, corre más lento, mientras una escena distinta se dibuja lentamente ante su casi muerta mirada. Ante sus ojos sigue el amor de su vida, muy diferente al que se ha encargado de proteger desde que abrió los ojos en sus dieciséis años, aun cuando en este momento su vida está terminando, arriesgándose siempre por mantener a salvo al que no deseaba que cayera, una vez más, en la locura.

Sus piernas finalmente ceden ante su peso, cansada, cae de rodillas pero su mirada se mantiene al frente mientras vuelve a aquella realidad, los ojos que la observan están llenos de terror e ira, pero no hay oscuridad ni maldad en ellos, puede sentirse satisfecha con todo lo que  ha estado haciendo, abandonar su gimnasio, dejar todo en manos de sus hermanas aunque nunca había realmente confiado en ellas, había sido la mejor decisión de su vida.

Y aun así, aun si por un momento pudiera ver un atisbo de aquel Ash de sus sueños, ese que la adoraba cuando ella no era capaz de articular nada, aún así, probablemente ella hubiera caminado directamente hacia él, ofreciéndose en sacrificio para mantenerlo controlado, antes de ser silenciada.

—Mi-... Misty...

Siente las lagrimas deslizarse lentamente por sus mejillas, mientras todo comienza a ponerse negro a su alrededor y su cuerpo finalmente cede al extraño cansancio al que ha estado temiendo duranto tantos meses, desde ese dia en que desperto y aun tenia voz.
No sabe que va a pasar a continuación, la incertidumbre podría preocuparse si tan solo a una parte de su consciencia le importara, cualquier cosa podría ocurrir ahora después de cerrar los ojos, ¿volvería a despertar en los brazos de un Ash normal? ¿Estaría dentro de la jaula donde no tenía voz para cantar? Tal vez despertará una vez más en aquel mítico prado, disfrutando del infinito y la monotonía después de tanto sufrimiento.

Y al final, en todas y cada una de aquellas opciones, no dudaría en ningún momento en mantener aquella constante de la que jamás se arrepentirá.

—Ah… Después de todo… Todavía te elegiría…

Fuera bueno o malo, ella siempre elegiría el camino junto a Ash.