Día 1. Misty en Kalos.

Nota: Universo Alterno, donde Misty llega a Kalos para presenciar la liga.

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El ruido a su alrededor es inhumanamente posible, gente hablando por todas partes en aquella habitación cerrada, junto con varias máquinas siendo utilizadas al mismo tiempo, mientras que a la vez, varios Pokémon hacían sus sonidos característicos cuando recibían algún cumplido o atención de alguien que no era su entrenador. Toda la habitación era un caos, en más de un sentido, pero su presencia en el lugar era más que necesaria para llevar a cabo el trámite obligatorio para poder participar en la Liga Pokémon de la región.

— ¡¿Ash?!

Pero por alguna razón y a pesar de todo el ruido que gobernaba en el lugar, de alguna forma fue fácilmente capaz de escuchar su nombre dicho en un tono fuerte y claro, como si la persona que lo llamó se encontrara prácticamente a su lado, justo frente a la recepción y no en la entrada, un poco menos sorprendida que él, probablemente por la esperanza de dar con él en algún momento de su visita a la región, pero tal vez no tan pronto como ahora se había dado la ocasión.

— ¡Pika!

— ¡¿Misty?!

El trámite, las voces de sus amigos y la gente que se le atravesaba en el camino, pasaron a segundo plano cuando corrió en dirección a la dulce y familiar voz, que reaccionó de la misma forma que él y rápidamente copió la acción de entrenador y Pokémon, aunque como siempre, el primero en llegar fue su emocionado roedor eléctrico, quien inmediatamente fue recibido en los brazos de su primera compañera de aventuras.

— ¡Pikachu, cuanto tiempo sin vernos!

Es su dulce voz la que hace que sus pies se detengan, observando como la chica de cabellos anaranjados recibía con total gusto el cariñoso roedor amarillo.

—Hey Misty.

—Ash, qué alegría verlos a los dos.

La emoción en ambos es difícil de esconder, tan visible y palpable que la gente a su alrededor no puede evitar empezar a hablar sobre ellos, pero están tan metidos en su propio mundo que no son capaces de notarlo, ni siquiera cuando Pikachu abandona los brazos de la entrenadora de tipo agua y regresa al hombro de su entrenador se dejan de observar, esperando pacientemente a que uno de los dos inicie cualquier tipo de conversación.

—No esperaba verte por aquí. —comenta, soltando el aire que la emoción le hizo retener.

—En realidad, no tenía pensado venir —admite, acercándose un poco más a su amigo, acortando la distancia para poder hablar sin elevar tanto la voz—, fue algo demasiado repentino, aunque no creo que este sea el mejor lugar para hablar sobre eso.

— ¡Tienes razón! —sus ojos brillan repentinamente tras ver la oportunidad de hablar durante más tiempo con su mejor amiga—, podríamos buscar un espacio afuera del edificio…

Su mirada recorre la habitación, en la búsqueda por el espacio deseado, antes de sentir una mano jalando uno de sus brazos y llamando su atención, finalmente siendo capaz de escuchar una voz que no perteneciera a su mejor amiga.

— ¡¿Ash?!

El grito de Serena finalmente lo hace despertar de su ensoñación, notando el mismo tono molestó que cuando lo arrastró al interior del lugar y no le permitió enfrentarse a otro entrenador hasta no haber quedado registrado… ¿Registrado?

— ¡¿Acaso ya olvidaste que estabas haciendo?!

— ¡El registro!

— ¡¿Todavía no te has registrado?!

Un déjà vu se instala repentinamente en sus memorias, el silencio cómplice de una situación ligeramente familiar pero ocurrida en un tiempo pasado, tal vez ya demasiado lejano, pero que tras mirarse a los ojos no pueden evitar caer ante el encanto de la nostalgia y los recuerdos, sintiéndose capaces de acariciar con ternura aquel momento ocurrido en alguna región pasada.

— ¿No vas a darte prisa, Ash Ketchum? —una sonrisa engreída, manos en la cadera y un tono de voz que dejaba en claro que ella era obviamente superior a él—. Tu madre y el Profesor Oak me pidieron que te viniera a ver competir en la liga, sería una lástima no poder hacerlo porque "alguien", no sé registró a tiempo.

Sintió como su sangre repentinamente hirvió, no en ira y mucho menos en rabia, sino por la emoción y el reto que se le estaba presentando en ese momento, pasando por alto la mano de la joven que aún lo sostenía del brazo, con su mirada perdida en los ojos de la líder de gimnasio.

—Ya verás Misty, participaré en la liga y voy a ganarla.

Orgullo y felicidad resbalaron fácilmente de sus palabras, con el pecho inflado de felicidad al darse cuenta de la razón por la cual su mejor amiga que se encontraba ahí, ahora, sin duda alguna, era la mejor noticia que podía haber recibido en el día.

—Eso ya lo veremos Ash —reto la de cabello anaranjado, golpeando la gorra de su amigo para molestarlo—. Ya lo veremos.

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