— ¿Cuándo fue la última vez que estuvimos asi?

Su pregunta sale de forma repentina y llena de nostalgia. El cielo sobre sus cabezas luce tan despejado que les ha dado la confianza suficiente como para salir y acostarse en el verde césped durante algunas horas, antes de que alguien note la ausencia de alguno de los dos y entonces sea momento de que los vayan a buscar.

—No lo se —admite Misty en un susurro, con la mirada perdida en el firmamento y las manos fuertemente apoyadas sobre su pecho—. Pero parece que fue una eternidad desde que pudimos estar así.

—Tienes razón —respondió con pesar el de cabellos negros, soltando un suspiro antes de continuar hablando—. En verdad extrañaba hacer esto, debimos de haber invitado a Brock.

—Lo invitamos —recordó Misty, soltando una leve risa ante la mención del faltante en el trio original—. Pero decidió quedarse por si faltaba algo en la cena…

—Y para encubrir nuestra huida. —finaliza también con una sonrisa y girando el rostro para ver a la de ojos verdes que le acompaña, solo para notar que ella tambien lo esta mirando fijamente.

—Te extrañe Ash. —confiesa con un ligero sonrojo en las mejillas, antes de acomodarse una vez más en el pasto para continuar mirando las estrellas.

Y las palabras se le atoran en la garganta, así como siente un bochorno subirle por el cuello, aquel que rápidamente contrarresta el aire frío que los golpea suavemente de vez en cuando. No sabe qué decir y está consciente de que nada de lo que diga hará alguna diferencia, por lo que simplemente continúa sonriendo como un idiota y regresa su mirada hacia el cielo, permitiendo que el agradable silencio se instale una vez más entre ellos.

Antes de que varios gritos se empezarán a escuchar a la lejanía. Ojalá y hubieran tardado más tiempo en dar con ellos.