—¡Obviamente no amigo!— negó con la cabeza soltando una risa cantarina sin conseguir convencerlo —Solo que sabes que muchos jóvenes y damas con corazón rito vienen, se embriagan y me toca consolarlos —la realidad era que eso era verdad por lo que el blondo relajó su ceño y dejó de avanzar hacia su mejor amigo.  

—Ban. Si sabes quién es ella, te lo ruego, dímelo— pidió con sus ojos brillantes—Tengo la oportunidad de cambiar, de ser un hombre nuevo, de olvidar a ellie...— el más alto tuvo que contener una risa por lo último, estaba olvidando a Elizabeth con la misma Elizabeth—No voy a perder a una chica así —

—¿Y que tiene ella que la otras no?— nunca se esperó lo que sucedió después, meliodas solo soltó un suspiro desviando la mirada hasta el juego de la ruleta americana donde la albina estaba jugando; usando su cara de póker y sonrió

—Ella es fuerte, valiente, muy inteligente. No es una mujer que solo está detrás de mi por el dinero y que se hace la tonta para agradarme, ella se muestra como es. Sumisa algunas veces, dominante otras, su risa es lo más hermoso que he escuchado, sus ojos tienen ese brillo de timidez y coquetería que siempre soñé ver en una mujer y por mas raro que parezca, la siento conocida—ban se dio un golpe mental. Cualquier a adivinaría que es Elizabeth pero su amigo no, al parecer necesitaba unos lentes—No quiero perderla por una estupidez mía y debo contener mi genio antes de decir mas cosas que la hagan enojar—soltó una risa. Ban pudo verlo con sólo el brillo verde en sus ojos, había perdido completamente a su amigo y ahora más que nada le preocupaba cómo reaccionaría