—Yo...yo...—

—Nishishi no temas Beth. Te aseguro que se complacer a una mujer—exclamó burlándose de su víctima completamente nerviosa y con un tronar de dedos ya tenía a el pequeño camarero con las cartas en la mano y la bebida preferida de el rey de aquel lugar—Ahora ¿desea comenzar o se va a acobardar? —frunció el ceño al ver cómo el más bajo se burlaba de ella con sólo la mirada y tomó asiento a su lado cruzando se de brazos y piernas.

—Juguemos—

—King—con sólo la llamada el castaño empezó a barajar las cartas con una gran precisión como si fuera una clase de maestro mirando a los dos jugadores. La tensión era realmente grande