Capítulo XI
Aterrizamos y Sheryl toma a Jay por los hombros para lanzarla con fuerza al suelo. La mira con auténtico odio y llama sin pensar a Vaporeon para que ataque a Jay con una potente ráfaga de agua. Eso es suficiente para que desaparezcan los efectos de la parálisis. Jay se retuerce en el suelo gritando a todo pulmón, como si la electricidad estática de Diamond estuviera electrocutándola. Todo dura sólo un par de minutos, pues ella pronto deja de moverse y sólo se queda resollando. Tose sin parar y no puede recuperarse del todo.
—La próxima vez, el golpe será más fuerte —dice Sheryl con violencia y toma a Jay por los cabellos para obligarla a incorporarse.
Diamond está listo para atacar de nuevo, sus colas danzan detrás de él y su pelaje se eriza. Jay fulmina a Sheryl con la mirada pero no se atreve siquiera a defenderse. Sabe que está en desventaja.
— ¡Ahora tienen un rehén! —Se horroriza David—. ¡La Elite quiere atraparlos y ustedes toman un rehén! ¿Es que ustedes quieren morir?
—Es mejor tener una prisionera, a que ellos secuestren a uno de nosotros —dice Liz para intentar tranquilizarlo muy a su manera, David en realidad está alarmado.
— ¿Quién dice que la quiero como prisionera? —reclama Sheryl enfurecida—. No voy a dejarla viva ahora que la tengo aquí.
— ¡¡Suéltame!!
Jay le da un fuerte empujón a Sheryl para sacársela de encima. Sheryl se recupera y contraataca con una fuerte bofetada que resuena en nuestros oídos. Jay escupe sangre y su respiración se agita mucho más. Sin permitirle que se recupere, Sheryl ataca de nuevo y la toma por los cabellos para darle un fuerte tirón.
— ¡¡Vas a pagar caro lo que hiciste, Jason!! —Exclama y puede escucharse el nudo en su garganta—. ¡¡Haré que te arrepientas!!
— ¡¡Ya basta, suéltame!! —responde Jay.
Onyx y James tienen que sujetar a Sheryl por los hombros para sujetarla y que deje de intentar matar a Jay a punta de golpes. Sheryl se resiste y Jay retrocede, su nariz sangra y tiene roto el labio inferior.
— ¡Sheryl, cálmate! —dice James sujetándola con fuerza por el brazo derecho.
— ¡Esto no resolverá nada! —secunda Onyx, él la aferra por el brazo izquierdo.
— ¡¡Sé que no resolverá nada!! —Responde Sheryl hecha una furia, las lágrimas han comenzado a brotar de sus ojos azules—. ¡¡Nada de lo que haga podrá remediar lo que Jason hizo!! ¡¡Mi hermana seguirá muerta sin importar lo que yo pueda hacerle!!
—Esto no terminará bien —se escucha la voz de Mewtwo en mi cabeza.
Mi cabeza comienza a doler, todo esto es demasiado para mí.
— ¡Dejen de pelear!
Jackie y Harumi toman el rol de líderes en vista de que yo me he quedado sin habla, a decir verdad les agradezco que intervinieran pues yo me siento incapaz de detener a Sheryl.
—No resolverán nada si intentan matarse la una a la otra —dice Harumi y Jackie se encarga de sujetar a Sheryl con fuerza, aplica un poco de violencia pues Sheryl intenta defenderse aunque Jackie no se lo permite.
—Estaremos estancados aquí hasta que no sepamos qué hacer con Jason —dice Jackie—. ¿Alguien tiene algún plan?
—La necesitamos con vida, así que hay que mantener a Sheryl lejos de ella.
Me miran como en los viejos tiempos, cuando todas las miradas se cernían sobre mí cada vez que decía algo. Eso me produce una sensación de nostalgia, pero tengo que luchar contra ella para mantenerme centrada.
— ¿Qué plan tienes en mente? —pregunta Diamond.
—Jason nos llevará con su jefe —le explico—. Es por eso que la necesitamos con vida.
—Perla, yo no…
¿Quién se cree Jason para llamarme por mi nombre como cuando solíamos ser tan buenas amigas? Eso me enfurece.
—Una vez que hayamos entrado en el escondrijo de la Elite, habrá que encargarnos de ella —sigo diciendo—. Mientras tanto, tendremos que mantenerla vigilada.
— ¿Cómo estás tan segura de que ella querrá colaborar con nosotros? —pregunta Diamond.
Mi mirada se cruza con los ojos furiosos de Jay y yo le doy la espalda antes de responder.
—Porque ella nos lo debe.
Sé que para todos es extraño escucharme hablar de esta manera, incluso para mí lo es, pero necesitamos un líder en esta misión y yo lo seré para todos. No por nada soy la Entrenadora de Diamond.
— ¿No crees que te estás arriesgando demasiado, Perla? —Pregunta Harumi—. Ella es parte de la Elite, podría traicionarnos en cualquier momento.
—Es por eso que tomaremos turnos para vigilarla —continúo—. Todos tomaremos un turno y no le quitaremos los ojos de encima hasta que hayamos conseguido lo que queremos.
—Yo tomaré el primer turno, entonces —dice Sheryl, sigue enfurecida aunque ya ha ido aplacando un poco su enojo.
—No lo haremos individualmente, ya que Jason podría atacarnos —le digo y todos asienten, Liz luce un poco aliviada de que de pronto tuviera un momento de sensatez—. Lo haremos en parejas. Yo tomaré el primer turno contigo. El siguiente será de Onyx y James, Harumi y Jackie tendrán el tercero, David y Liz tendrán el cuarto.
— ¿Y nosotros? —pregunta Diamond un poco molesto de que lo haya excluido.
—Ustedes no participarán en la guardia, ya que podría ser peligroso. Sólo lo haremos nosotros.
Todos asienten y Jay sigue fulminándonos con la mirada.
Ahora que lo pienso bien, me pregunto… ¿Qué estaba haciendo ella aquí y por qué iba sola?
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